Y llegó el final…

.. de nuevo agradezco vuestra confianza y respeto. Besos mis queridas/os amigas/os y seguro nos leeremos en cualquier otro mic de mi autoría.

Un Deseo De Año Nuevo.

Un silencio siniestro se alojó en el ambiente y recogí la sabana para tapar mi desnudez. Al alzar la vista tenía a Edward delante de mí con rostro frio , a el chico motorizado y la adolescente Reneesme.

-Hemos llegado tarde, Nessi….

La muchacha me miró de arriba abajo y caminó hacia mí. Elevó la mano y la sostuvo encima de mi vientre liso y tapado.

-Si….ya estamos dentro de ella Edward. Este viaje….todo…ha sido para nada.

Edward caminó hacia mí con urgencia y me arropó entre sus brazos , miró a los chicos con una curiosidad insana….aquellos rasgos, tan parecidos a él ….tan parecidos a los míos propios…

-Mamá volverá a morir, Nessi….y papá nos abandonará para siempre por ser los culpables…

Edward y yo nos miramos y aquellos chicos desaparecieron como si nunca hubieran estado allí.

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Epílogo.

Edward había repetido las mismas palabras que el chico motorizado. Exactamente las mismas. Carlisle había fruncido el ceño y nos condujo a una sala privada dentro del Hospital General donde trabajaba.

-¿Decís que los chicos eran parecidos a vosotros?.- preguntó mirando a Edward insistentemente.

Edward asintió y me recogió la cintura entre sus manos expertas. Después de haber vivido la experiencia más maravillosa de mi vida, todo se habíaa eclipsado con la llegada de aquellos muchachos y aquellas palabras extrañas que enunciaron.

-Sé que es una locura Bella, pero como ves a veces las locuras también pueden hacerse realidad…no hay nada mas que mirar a Edward, pensamos que todo estaba perdido con respecto a él y entonces apareciste tú, justo en el momento crítico. – Carlisle se llevó una de sus manos a la cabeza y suspiró fuertemente.- Seguro me tildáis de demente, pero tengo la firme sospecha que esos dos chicos son vuestros hijos…hijos que han venido de un futuro lejano para impedir algo, quizás que el no quedarte embarazada Bella…

Edward y yo nos miramos y él se quedó paralizado por unos momentos.

-Pero eso no puede ser posible….¿O si?.- susurré.

-Bella. ¿Puedes decirme donde en todo esto empieza la realidad y acaba la fantasía? Somos vampiros, seres muertos que se supone que no podemos procrear con los de nuestra misma especie…pero se saben de leyendas. Íncubos que han yacido con humanas y se han quedado en cinta, muriendo ellas al dar a luz a la criatura….

Las frases de los chicos ahora tenían para mí y seguro que para Edward mas sentido que nunca. Nos miramos a los ojos y él besó mi frente con lentitud y ardor.

-No te preocupes, preciosa, no voy a perderte. No, después todo lo que he pasado para encontrarte.-Recogida entre sus brazos, me estremecí y la verdad cayó encima de mis hombros como una losa pesada y rígida.

Tanto Nessie como Edward, eran mis hijos, hijos que habían nacido del amor que Edward y yo nos había profesado aquella noche. Algo hermoso que había nacido de mi cuerpo y nos había unido muchísimo mas que el tiempo o el espacio. Nuestro amor se había hecho carne y habíamos creado a dos seres maravillosos.

Me tensé en los brazos de Edward. Lo poco que sabía de él era su naturaleza de no muerto. Un vampiro que saciaba su hambre con la sangre de animales que cazaban.

Aunque por muy extraño que parezca, siento que conozco al hombre que me abraza desde toda mi vida. Como si estos ojos que me miran con preocupación me hubieran observado toda la vida, siguiendo mi evolución a lo largo de los años….me escondí en el hueco de su clavícula y aspiré profundamente su aroma para evadirme de toda aquella verdad que me aplastaba.

-Debíamos….deberíamos de dejar pasar unos días. Bella en efecto puede haber quedado embarazada Edward. Si en efecto lo está ya obraríamos en consecuencia.

-¿En consecuencia?.- pregunté volviendo mi rostro al vampiro de cabello color rubio.- No quiero que obréis con consecuencia de nada…he visto a esos muchachos, incluso he hablado con ellos. No puedo….no quiero …

-Bella.- esta vez fue Edward el que habló.- No voy a permitir perderte después de haberte encontrado. Entiéndeme , por favor.

-No.

Me separé de él y comencé a llorar.

Edward no había interactuado con aquellos muchachos como lo había hecho yo. Mi chico motorizado había hecho de gran ayuda, salvándome de Mike, el primo de Angela aquella noche o siguiendo mis pasos como si fuese un ángel de la guardia. Y aquel dia en que me encontré a Nessie acompañada por él en centro comercial, como me acompañaron a casa, y me ayudaron…podía recordar sus ojos cada vez que miraban, lo hacían con un tremendo y inmortal amor.

-No puedo permitir que me dejes, Bella.

Aquellas fueron las últimas palabras de Edward antes de marcharse.

Carlisle me devolvió a casa en un taxi y allí me harté de llorar hasta que comprendí las palabras del ser que mas amaba en la tierra. Él no me iba a dejar llevar a término aquel embarazo, si en realidad estaba preñada.

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Edward Pov.

Mi niña, mi ninfa. La mujer que he soñado durante toda mi larga existencia encontrar.

Miro lo poco que queda de ella y se me retuerce el estómago, retomando mi muy lejana humanidad.

¿Por qué huyó de mí aquella noche? ¿Por qué tuvimos que encontrarla cuando ya era demasiado tarde para poder sacar las dos " cosas" que la estaban matando?

Si vientre hinchado está lleno de cardenales, hematomas que me duelen tanto, como a ella misma. Su rostro con vida es cetrino y sus labios, que algún dia fueron sonrosados y bellos, ahora están agrietados y resecos.

Apenas recobra la conciencia, es un bulto con extremidades huesudas que roza el horror.

Su respiración irregular nos tiene a todos en un estado de ansiedad que no conocíamos desde que yo dejé de ser anciano.

Mi Bella me había salvado de las garras de la muerte con su amor desinteresado y yo…había recobrado la confianza en la humanidad y en el amor. El amor que nunca esperé conseguir porque mi corazón estaba muerto…y ahora lo comprendo. Esperaba por ella, por aquel corazón que en esos instantes se debatía entre la vida y la muerte.

Había elegido tenerlos, marchándose durante apenas cuatro semanas. Pero el embarazo era demasiado doloroso y ella estaba extremadamente aterrorizada. Esto había ocurrido hacia dos semanas y Bella con seis semanas de embarazo estaba a punto de llegar a término su estado gestacional. La vida de mi mujer pendía de un hilo y yo clamaba al cielo la visita de aquellos dos muchachos que en aquel momento vivían en el vientre de mi amada.

No aparecieron, y he perdido las esperanzas.

He llegado a la conclusión que llegaron hasta Bella con la firme idea de apartarla de mí, o por lo menos aislar en el tiempo lo máximo nuestro encuentro. Aquel deseo nunca se hubiera realizado y yo no la hubiese dejado embarazada.

Ella había elegido tenerlos, porque los amaba y amaba lo que habíamos tenido ambos. Nuestro amor se había saltado toda clase de leyes naturales y nuestros hijos estaban allí para revelarlo.

-Edward.- la voz de Carlisle me despegó de aquel llanto de dolor mental.- Hay unas personas que quieren hablar contigo.

Levanté mi cuerpo del enorme sillón que había depositado Carlisle al lado de la cama de Bella y caminé hacia la salida con la cabeza baja.

Bajé las escaleras como un autómata y Carlisle a mi lado no dijo ni media palabra.

-Edward…

Esme; la que a efectos prácticos era mi madre estaba sentada frente a mí, y dos personas que la acompañaban giraron sus cabezas para observarme.

¡Dios mio! ¡Eran ellos!

Los chicos. Edward y Nessi; los mellizos que en aquellos momentos vivía en el vientre de mi Bella.

Me quedé parado; en estado de Shock, los chicos me miraron con seriedad y se acercaron lentamente hacia mí. Cuando elevé los ojos tanto Esme como Carlisle se habían evaporado.

-Hola.- dijo la chica.

Mi vista viajó hacia su larga melena, el color de su cabello era exactamente igual que el mío y los ojos…los ojos eran los de ella, los de mi Bella. No pude evitar sonreir al contemplarla y un enorme amor me inundó el corazón.

-Hola.- le respondí, haciendo que se arrojara a mis brazos y comenzara a gemir.

-Oh, papá…lo siento, lo siento tanto…..intentamos apartar a mamá de ti el tiempo indicado, pero no pudimos…no lo hicimos, ella está condenada…¿no es así?

No contenté, ellos ya sabían lo que ocurriría. Edward aún estaba apartado y con la vista echada en el suelo. Abrazado a mi muchacha pude recordar cuando Bella me preguntó si era familiar de aquel chico que tanto se parecía a mí…¡Mi Dios, si tan solo lo hubiera imaginado! Pero imaginarse aquello era de auténticos locos.

-Ella está llena de amor, Nessie. Es la única manera que tiene de profesaros ese amor tan enorme….

-Nos abandonarás…- la voz de mi hijo retumbó en los oídos.- No podrás recuperarte de esto y nos dejaras…hemos hecho este largo viaje para que por lo menos vosotros estuvieseis juntos aunque nosotros no naciéramos nunca…pero ha sido imposible. No se puede alterar el destino y vuestro destino era amaros esa noche y que mamá decidiera tenernos…

-¿Yo…os abandonaré? Pregunté soltando delicadamente a Nessie y caminado hacia Edward.

-Si. Tu dolor era demasiado grande. Demasiado.- sentenció con la mandíbula apretada mi hijo.- Pero hemos venido para intentar una cosa….no se pierde nada, tan solo es una pequeña esperanza.

-Suéltalo.- susurré.

El muchacho se acercó y me miró a los ojos intensamente.

- Mamá puede vivir para siempre, ser como tú…como nosotros.

-¿Pero? Vosotros dos no lograrías superar ese cambio, la sangre nueva os mataría

-No. También llevamos tu sangre. Inténtalo. Salva a mamá. Muérdela, inféctala con tu ponzoña…no hay nada que perder…si no lo haces ahora, nosotros nos abriremos paso a través de su carne y la mataremos igualmente. No tendremos bastante espacio en el canal del parto….

Me llevé una mano a la cabeza y tiré de mi cabello con desesperación.

-¿Has hablado esto con Carlisle?

El muchacho asintió y yo no tuve ni una maldita duda mas. Era todo o nada. Perderla o tenerla siempre a mi lado, como siempre quise. Junto a aquellos dos muchachos que habían viajado en el tiempo y en el espacio para salvarnos de esa condena….de la condena del desamor y la desesperación de no poder estar juntos. ¿Qué podría perder, si ya lo tenía todo perdido?

Caminé de nuevo por aquellas escaleras y abrí la habitación donde mi mujer se hallaba sedada….. Toqué aquel vientre abultado y sonreí con ternura. Los ojos de ella se abrieron unos segundos y pudo apreciar aquel toque.

-Edward…- susurró, emitir una sola palabra parecía cortarle las cuerdas vocales.

-Te amo.- le dije, transmitiéndole todo aquel amor que llevaba en mi alma.- te amo tanto….

Ella sonrió y una lágrima inmensa se deslizó por su rostro llegando a su cuello.

Busqué el calor de aquella vena que latía irregular y besé aquella zona antes de abrir mi boca y apretar. Noté como los brazos delicados de Bella intentaron zafarse, pero era imposible…estaba demasiado débil y yo era demasiado fuerte…

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Años Después….

-¡Nessie, no le tires a Edward del pelo!

Bella había salido al jardín, vivíamos en una zona idílica de Ohiho. Carlisle y Esme nos habían abandonado durante una temporada. Se habían marchado hacia Canadá con Rosalie y Emmet. Según ellos, nosotros estábamos en plena luna de miel y les incomodaba de alguna manera que no pudiésemos tener intimidad.

Los niños dormían, pero nosotros no lo hacíamos y teníamos todas las noches para amarnos en silencio…hacíamos el amor de manera apremiante a veces y algunas otras con el alma en cada empuje.

Después de convertirla, el parto se aceleró y fueron mis dos hijos junto con Carlisle los que me ayudaron a traerlos al mundo. Bella en pleno transito no se enteró de nada…o eso nos ha dicho.

Tampoco recuerda a los muchachos, aunque no dudó en los nombres cuando finalmente despertó a los tres días de su cambio a la inmortalidad.

Cuando miro a mis hijos me siento orgulloso de ellos. Hicieron lo posible por darnos otra oportunidad. La oportunidad que ahora estábamos viviendo junto con ellos.

Bella sonríe siempre y al contemplarla siento que mi corazón se hincha de dicha. La amo tanto que dudo poder vivir sin ella…y entonces las palabras de mi hijo adulto vienen a mí como una cascada…

-¿Qué piensas mi vida?.- La voz y los brazos de Bella me asaltaron por la espalda y noté como su rostro se pegaba a ésta.

-En tí, en mi…en los niños.- le dije con plena sinceridad.

-Pronto será navidad.- me dijo con calma, sin despegarse de mí.- Quiero que venga papá con Sue.

-Lo que tu quieras hermosa.- dije cerrando los ojos y sintiendo toda la longitud de su cuerpo sobre el mío.

-Edward….

Sus brazos me soltaron y giré mi cuerpo para mirarla, para bebérmela entera…estaría sediento de ella toda la vida…estoy seguro.

-Dime…- acaricié sus labios con los míos y ella suspiró.

-Deseo….- sus labios se apartaron de los míos y viajaron hacia mi oído, susurrando.- Me gustaría…recordar aquella noche…aquel deseo…el deseo de año nuevo.

Su rostro se quedó allí inmóvil y yo la elevé para cargarla sobre mi hombro. Nessie se puso en medio de mi camino y elevó una ceja sonriendo.

-¿Yo también quiero que me lleves así, papa, yo también!

Fruncí el ceño y miré a mi hija de mala gana.

-No mira, Nessie, ve a jugar con Edward que ahora volvemos tu madre y yo…

-No, papá…yo también quiero jugar…¡anda papi, por fa…!

La risa de Bella me contagió y la puse de nuevo en el suelo, nos miramos ambos y acto seguido miramos a nuestra hija que estaba machada de barro y con un osito descabezado en la mano.

-Juguemos entonces…..Edward, ven cariño.- llamó Bella a nuestro hijo.

El pequeño Edward llegó hacia su madre y se tiró sobre ella para hacerle cosquillas, Nessi lo imitó y me tiré al suelo para hacer ver que me había tumbado….

Riendo nos miramos mi mujer y yo con los ojos llenos de ilusión y dicha.

-Este es nuestro mayor regalo…y todo por ese estupendo deseo de año nuevo, amor.- Las palabras de Bella se hincaron en mi alma y en lo más hondo de mi corazón.

FIN.

BUENO ME GUSTARIA QUE ME DIJERAIS QUE OS HA PARECIDO LA HISTORIA.

GRACIAS POR TODO Y OS ESPERO EN OTRA DE MIS LOCAS IDEAS.

BESOS Y REITERO LO DICHO

GRACIAS.

SISTERCULLEN.