Hello

Como tengo un millón de años sin publicar quizá algunas personas ya ni se acuerden de esto =(! Así que daré un resumen.

ATENCIÓN: Si no has leído el fic NO leas esto xD

- Sora se enteró que estaba embarazada y eso la destrozó.

- Por miedo a la reacción de Tai decidió terminar con él, pero a la final se lo contó y resultó que Tai se lo tomó de maravilla.

- Tomó la decisión de abortar pero luego la descartó gracias a un correo que le envió Mimí.

- Quedó en su mente la opción de dar a la bebe en adopción.

- Los padres de Tai se enteraron y lo tomaron medio bien.

- La madre de Sora se enteró y la botó de su casa.

- Sora decide quedarse con la bebé.

Y eso...

Disfruten del nuevo capítulo.


CAPÍTULO 18

El prestigioso Instituto


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— Mira esta, creo que es perfecta — Habló el moreno, orgulloso de su elección, señalando una cuna dentro de la tienda.

— ¡Claro que no Tai! ¿Cómo se te ocurre? – Opinó Mimí al ver lo escogido por el chico.

— ¿Qué tiene de malo? – Preguntó sin entender. A su vista estaba perfecta.

— ¿Es que no ves? Es una cuna de niño – Un claro "¿Porqué? Se reflejó en la cara de Tai – Es azul y tiene pelota de futbol por todos lados — ¿Qué acaso no era obvio?

— ¿Eso qué tiene que ver?

— Es obvio, no seas cabeza hueca…

— Creo que puede funcionar – Comentó Sora irrumpiendo en la disputa de los dos chicos.

— ¿Tú también? – Preguntó incrédula. Definitivamente sus amigos no tenían remedio alguno.

— Podemos mandarla a fabricar en rosado – Propuso la pelirroja.

— A ti también te gusta ¿cierto? – Preguntó el moreno dirigiendo su vista, vos y apoyando sus manos en el vientre de su novia.

— Okey, okey, ustedes escojan la cuna, pero yo elegiré el móvil – Habló decidida la castaña – No permitiré que mi sobrina tenga a Messi y a Cristiano Ronaldo dando vueltas sobre su cabeza.

— Mimí eso que acabas de decir es tan antinatural.

— Claro que no, te conozco Tai y serías capaz de eso y más

— No, no eso. Cristiano Ronaldo y Messi juntos ¿Are you crazy? Esa combinación no es posible.

La castaña lo miró sin entender el mensaje que Tai le quería dar.

— ¿Porqué? Los dos son jugadores de fútbol – De eso estaba segura, esta vez no se había equivocado como cuando pensó que Rafael Nadal jugaba para la selección de fútbol japonesa.

— Sí, pero uno juega en…

— Blablablá – Le dijo haciendo un gesto de mano y dándose la vuelta.

Y así pasaron la mañana completa, visitando tienda por tienda, comprando ropa, juguetes y cuanta cosa creyeran que necesitaría la bebe que venía en camino.

Mimí se divertía, siempre lo hacía cada vez que salía de compras. Sora por su parte encontraba muy entretenido ver a su amiga criticar cada cosa poco femenina que elegía su novio. Y Tai, a pesar de ser asediado a cada rato por la castaña, la estaba pasando sumamente bien; comprar cosas para su pequeña era de verdad agradable.

Se detuvieron a comer en la feria de comida del centro comercial cuando la billetera de Tai se vació casi por completo. Las cosas de bebé eran caras, gastó dos de sus pagos del trabajo y parte de sus ahorros en ello, pero su bebita lo merecía.

Por suerte sus padres le habían financiado la cuna, que fue lo más costoso que compraron ese día y Mimí había pagado con su dinero, y por voluntad propia, varias prendas de ropa a la pequeña Yagami. Si, a veces era irritante y sumamente mimada, pero sin duda sería una excelente tía, pensó el moreno, aunque quizá muy consentidora.

— Osito por aquí – Gritó la castaña haciéndole señas de mano a su novio desde la mesa.

— Hola princesa, hola chicos – Saludó Izzy al llegar a donde su novia y amigos estaban.

— Mira todo lo que le compramos a la bebe – Hablaba sin para Mimí mientras sacaba una por una las nuevas cosas de su sobrina – Y esto es para el baño… Y esto otro para dormir… Esto se usa cuando hace mucho frio… Oh y no podía faltar esto ¿verdad qué es hermoso mi amor? Lo elegí yo. Tai quería uno horrible en color verde vomito, gracias al cielo estaba yo a su lado – y blablabla—

Luego del almuerzo Mimí e Izzy se fueron por un camino mientras que Tai y Sora decidieron volver a su casa.

Aquello de quedarse con la bebe se le hacía a Sora cada vez más emocionante, sobre todo por la cara de alegría que ponía su novio día tras día al saberse papá. Haber tomado a la final la decisión de no dar en adopción a la bebe la estaba haciendo feliz ¿Quién iba a pensarlo? En ese momento solo una cosa la inquietaba, muy pronto volvería a clases y a pesar de que se sentía más segura con su situación no podía dejar de pensar que muchos de los chicos del instituto serían crueles con ella.


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Ese día despertó más temprano que de costumbre. Se duchó y vistió antes de que Tai despertara, nunca había imaginado que usaría un uniforme en una talla tan grande, era enorme en realidad, pero era el único que cubría su linda barriguita de embarazada, porque sí, ahora le parecía linda.

Miró en el closet su uniforme de tenis que colgaba impecable en un gancho. El primer día de escuela era normal que la porristas fueran con su diminuto uniforme; que los del equipo de fútbol llevara puesta la chaqueta oficial y; que las chicas del equipo de tenis usaran el lindo conjunto blanco que las identificaba, pero ella no podría hacerlo ese año, su último año. Primero porque era oficial que ya no era parte del equipo y segundo porque aunque quisiera no le quedaba y comprar uno nuevo no era opción, no hacían ese tipo de uniforme en talla tan grande, ya que la entrenadora no permitía gorditas en el equipo.

La nostalgia la invadió por un momento pero de inmediato vino a su mente la razón por la cual ella ya no cabía en su uniforme. Sonrió conforme, su bebita era más importante que ser talla cero y estar en el equipo de tenis.

Fue hasta el comedor y desayunó una tasa de cereal con frutas y jugo de naranja, ya para ese momento su novio se encontraba despierto y comiendo junto a ella.

Luego de un rato ya había llegado hasta el instituto. Ese día los padres de Tai los habían llevado así que no tuvieron que caminar. Por más que sabía que debía bajarse no quería abrir la puerta del vehículo, se sentía extraña, tenía un hormigueo horrible en el estómago. Finalmente bajó del carro junto a Tai y en el mismo momento que caminaron adentro del edificio su peor miedo se hizo realidad: todas las miradas estaban encima de ella. Los alumnos la observaban sin ningún disimulo y susurraban cosas sobre ella.

— ¿Es Takenouchi?

— No puede ser. Está embarazada.

— ¿Será de Tai?

— Que descarada ¿Cómo se atreve a venir así?

Las voces no paraban, las miradas se clavaban como cuchillos sobre ella ¿Por qué tenían que ser tan crueles? Se paró en medio del pasillo, el medio se había apoderado de su cuerpo, no quería seguir caminando, solo quería darse la vuelta e irse de aquel lugar. Dio un paso hacia atrás y chocó contra el cuerpo de su novio, él la miró a los ojos de manera tierna y cálida, transmitiéndole con su dulce mirada chocolate que todo estaría bien. El chico entrelazó su mano con la de la pelirroja y la apretó con fuerza, no tanta como para lastimarla, pero si la suficiente para demostrarle su apoyo.

El mensaje para Sora fue claro, Tai no la abandonaría, estaría a su lado pasara lo que pasara.

Continuaron caminando y llegaron hasta su salón de clases donde Sora pudo sentirse aliviada ya que solo había una persona dentro y era el mejor amigo de ambos.

— Hola Matt.

Saludó Tai sentándose al lado del rubio y detrás de Sora quien se limitó a saludar a su amigo con un gesto de manos para luego dejarse caer sobre su pupitre.

— ¿Fueron muy duros con ustedes? – Preguntó preocupado Matt al ver la cara de tragedia que cargaban sus amigos.

— Son unos imbéciles – Dijo Tai llevando sus manos detrás de su nuca y cerrando los ojos.

— Fue peor de lo que pensamos – Habló Sora con la mirada gacha – Hablaban de mí sin ningún disimulo, no paraban de mirarme y hasta me señalaban como si yo no estuviera ahí.

— Ya Sora, no les prestes atención. Tai y yo patearemos a todos los imbéciles que te molesten y de las chicas que lo hagan se encargarán Mimí y Yolei – Le guiñó un ojo.

La pelirroja sonrió ante el comentario y luego dirigió su vista hacia la ventana.

¿Quién lo diría? Las cosas habían dado un giro de 360 grados y ella se encontraba ahora del otro lado de los comentarios, no como antes…

*.* FLASHBACK *.*

Sora y Mimí se encontraban sentadas en una banca de un centro comercial de la ciudad, hablaban animadamente de cosas sin sentido mientras comían un helado.

— Entonces me giré hacia ella y le dije con voz firme "¿Con quién crees que hablas? ¿Sabes quién soy yo? Mimi Tachi… Oh my god Sora mira eso – Cambió abruptamente el tema de conversación y señaló a una chica embarazada que pasaba del otro lado del pasillo.

— ¡Santos cielos, esa chica debe tener nuestra edad! – Exclamó sorprendida. Para ese momento ella tenía 14 años.

— Pobre chica ¿En qué demonios estaría pensando?

— Evidentemente no estaba pensado, muchas chicas de ahora son así, no piensan, sólo actúan. Y lo peor de todo es que hay tantos métodos anticonceptivos para cuidarse que la que sale embarazada es porque quiere. No debe ser muy inteligente.

La castaña asintió.

— ¿Seguirá su novio con ella?— Se preguntó Mimí.

— Quien sabe. La mayoría de los chicos son mejores que los magos para desaparecer cuando se trata de un embarazo no deseado.

— Es triste.

La pelirroja solo ansintió.

*.* FIN DEL FLASHBACK *.*

Irónico.

Salió de sus pensamientos al escuchar la campana de salida. Durante toda la clase sus compañeros la estuvieron mirando a ella y a Tai. Hasta el profesor se había comportado como idiota cuando la vio.

Tomó sus cosas y arrastró prácticamente a su novio fuera del salón. Sabía que ninguno de sus compañeros saldría hasta que ellos no lo hicieran.


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— ¿Qué? ¿Están seguros de lo que dicen? – Preguntó una mujer rubia de unos 30 años de edad.

— Completamente seguros, es demasiado obvio y nosotros la vimos con nuestros propios ojos.

Respondió un hombre alto de tés blanca y cabello marrón claro. Hablaba por él y por las demás personas que se encontraban en el lugar.

— Se está creando un circo en el colegio al respecto. Todos los alumnos hablan de eso. Es el primer día de clases y ya es la sensación del año – Habló una mujer de entre todas las personas.

— Tenemos que hacer algo.

Comentó alguien más

— Sí, no podemos permitir esta clase de malos ejemplos.

Uno por uno los presentes iban dando su opinión del caso, todos en forma negativa.

— Tienen razón, esta es una prestigiosa escuela, no podemos permitir que este tipo de cosas ocurran. Mañana a primera hora los quiero a ambos en mi oficina. No podemos ser tolerantes con esto

Los presentes asintieron para luego marcharse.


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El segundo día de clases había comenzado. El día anterior había sido un infierno y ese no daba señales de mejorar, al contrario, parecía que cada vez los comentarios se hacían más y más crueles.

Tai y Sora se disponían a entrar a su salón siguiendo al profesor de matemáticas, pensaban que si estaban al lado de un docente este no permitiría que los demás chicos los molestasen.

Una vez que el profesor pasó el umbral de la puerta del salón se detuvo impidiéndoles el paso al moreno y a la pelirroja.

— Ustedes no, la directora Kurawa quiere verlos – Dijo para luego cerrar groseramente la puerta en la cara de los chicos.

— Que clase de imbécil, ya verá.

Balbuceó el moreno con intenciones de entrar al salón a cantarle sus verdades al profesor.

— No importa Tai – La chica lo detuvo — Vayamos a ver que quiere la directora.

Golpearon la puerta de la principal ante la atenta vista de algunos profesores que se encontraban en la sala de espera. Entraron al escuchar la voz de la mujer pidiéndoles que pasaran.

— Tomen asiento – Ordenó la rubia señalando las sillas vacías frente a su escritorio.

El silencio se hizo presente por unos segundos en la oficina, tiempo en el cual la mujer no dejó de observar descaradamente la barriga de Sora.

— ¿Y bien? ¿Qué quiere? – Espetó de manera tosca el moreno al darse cuenta el tipo de miradas que recibía su novia de parte de la directora.

— Mejores modales señor Yagami – Habló con voz relajada, una característica de ella – Supongo que ya saben porque le pedí al maestro Takata que los hiciera venir.

— Díganos usted – Contestó Tai a la defensiva.

Era más que obvio que sabía el porqué pero quería que la mujer se lo dijera.

— Me imagino que se habrán dado cuenta que toda la escuela habla de ustedes – Esperó escuchar algún comentario de los chicos pero al obtener solo silencio continuó – Mírense… Dos adolescentes esperando a un bebé – Los reprendió mientras negaba con la cabeza – Esta clase de conductas no son aceptadas en esta institución.

— ¿Ah no? ¿Pero si es aceptable que los maestros nos traten como mierda?

Respondió alterado el moreno. Sora seguía callada.

— Señor Yagami.

— Y también es aceptable permitir que los alumnos sean unos imbéciles que ridiculizan a otros.

— Silencio – Ordenó la mujer sin perder la calma – La verdad es que usted siempre ha tenido un toque de indisciplina Yagami ¿pero usted señorita Takenouchi? ¿Cómo pudo permitir que le pasara algo así?

La pelirroja agachó su mirada tímidamente.

— Solo pasó – Respondió tímidamente.

— Solo pasó – Repitió con cierto tono de burla – No podemos tolerar que dos adolescentes hormonales pretendan manchar el nombre del colegio por no saber controlar sus impulsos sexuales.

— ¿Y qué pretende hacer? ¿Recluirnos en un salón solitario a Sora y a mí para que veamos clases sin que otros alumnos nos miren?

Esta mujer lo estaba haciendo perder la paciencia, si fuera un hombre probablemente ya lo habría golpeado sin importarle nada.

— No señor Yagami, no los recluiré en un salón solitario, haré algo mejor. – Dijo con una sonrisa burlona en su rostro –Takenouchi usted queda expulsada de esta institución por ser un mal ejemplo para las demás señoritas.

— ¿Qué?

Preguntó Sora con voz temblorosa y lágrimas a punto de salir de sus ojos.

— ¿Cómo se atreve?

El moreno en un acto impulsivo se paró de la silla y golpeó con ambos puños el escritorio quedando de manera amenazante frente a la directora quien por acto reflejo se echó hacia atrás.

— Por favor no lo haga – Pidió con voz quebrada la pelirroja – Es mi último año y

— Nadie la mandó a regalar su cuerpo al señor Yagami.

Eso había sido suficiente. No permitiría que esa mujer tratara así a su novia. No le importaba que fuera la directora, ni que fuera mujer, él le daría su merecido aunque lo mandaran preso por violencia de género. Bueno, no pensaba golpearla pero si la agarraría de los hombros y le daría una buena sacudida.

Se fue encima de la rubia pero antes de llegar si quiera a rozarla fue detenido por dos profesores que entraron a la oficina al escuchar el alboroto.

— Cálmese señor Yagami si no quiere que lo expulse a usted también – Comentó con el corazón todavía acelerado por el susto.

— Debería expulsarse a usted misma por mediocre e incompetente.

— ¡Suficiente! – Alzó la voz la mujer – Queda suspendido por una semana por violento y rebelde – Y a usted Takenouchi, no la quiero ver ni cerca de las instalaciones ¿Entendido?

Habló dirigiendo su rabia hacia la pelirroja quien se encontraba llorando y sin poder objetar a la rubia.


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A la hora del receso la noticia de la expulsión de Sora y la suspensión de Tai circulaba en voz de todos los alumnos del colegio.

Los comentarios que circulaban eran tontos, infundados, exagerados y crueles. Mimí Tachikawa no podía creer la clase de personas que eran los estudiantes.

Se la había pasado gritando y amenazando a cuanto alumno escuchaba hablando mal de sus amigos. Incluso había amenazado a las porristas con hacerlas limpiar el salón de prácticas con un cepillo de dientes si de sus bocas escuchaba comentarios negativos acerca de Tai y Sora, pero nada de esto parecía suficiente, los comentarios cada vez aumentaban más.

Bajaba las escaleras y se detuvo en el barandal al escuchar como en el pasillo del primer piso dos chicas chismeaban.

— ¿Escuchaste que expulsaron a Takenouchi? – Preguntó una pelinegra a su compañera.

— Sí, se lo tenía merecido – Respondió la otra chica de cabello pelirosado – Y también escuché que suspendieron a Taichi.

— Sí, así es. Según lo que escuché atacó a la directora. La golpeó en la cara unas cuantas veces, salió muy lastimada, hasta se la tuvieron que llevar a un hospital.

— Que tonto Taichi – Habló la pelirosa negando con su cabeza.

— Sí, y todo por un hijo que ni siquiera es de él.

— ¡¿Qué? – Preguntó sorprendida la chica.

— No, no es su hijo. Al parecer la muy regalada de Takenouchi se acostó con Ishida – La pelirosada escuchaba incrédula lo que la pelinegra le decía – Es que ella es así, se dice que también le era infiel al pobre de Taichi con este chico pelirrojo… El nerd… ¿Cómo se llama?.. El novio tonto de Tachikawa, el que…

La pelinegra calló sus palabras al caer fuertemente contra el suelo a causa de un empujón que alguien le había dado.

— Sigue hablando mal de mis amigos y de mi novio – La retó una furiosa Mimi que se encontraba encima de la chica.

— Su… Suéltame Tachikawa… me… me lastimas – Se quejó adolorida.

— Esto es para que aprendas a no inventar cosas de las demás personas – Dijo dándole una fuerte bofetada.

La pelinegra se enfureció al sentir el golpe en su mejilla y empujó a Mimi, quedando esta última contra el piso.

La chica de cabello rosado que hasta el momento se había mantenido al margen gritó pidiendo ayuda, llamando así la atención de varios alumnos quienes se acercaron a ver la pelea entre las dos chicas.

Golpe tras golpe, arañazo contra arañazo, la pelea iba muy pareja, ninguna de las dos parecía cansarse. Algunos chicos sacaban sus teléfonos celulares y grababan el acontecimiento.

— Genial, esto irá directo a Youtube – Mencionó alguien entre la multitud.

— ¿Qué pasa aquí?

— Apártense.

Intervinieron dos maestros que llegaron al lugar. Entre ambos separaron a las chicas quienes se encontraban jalándose el cabello y las llevaron a la oficina de la directora.


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— Sora por favor cálmate

Le pidió el moreno por quinta vez a su novia quien lloraba desconsolada sobre la cama de ambos.

— ¿Cómo quieres que me calme si me acaban de expulsar del colegio? – Preguntó con un tono molesto, triste y la voz entrecortada.

El moreno se sentó a su lado y puso su mano sobre la espalda de la chica.

— Le hace daño a la bebe, tienes que calmarte un poco

La pelirroja sollozó un poco, pasó sus manos sobre sus ojos y secó sus lágrimas. ¿Qué haría ahora? Era demasiado tarde para buscar otro colegio, para esas fechas ninguno aceptaba alumnos nuevos y se imaginaba que menos si estaban embarazadas.

Había perdido la posibilidad de estar en el equipo de tenis en su último año, había perdido su figura e incluso había perdido a su madre ¿ahora también su ocasión de graduarse? Era demasiado.

Lágrimas volvieron a brotar de sus ojos y se aferró fuerte a lo único que no había perdido y que sabía que no perdería, su novio Tai.


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La castaña caminaba por el pasillo enormemente enfurecida, no podía creer lo que había ocurrido. La estúpida pelinegra había empezado todo y salió librada del problema como si nada, en cambio a ella la mandaban a su casa con una boleta de citación para sus padres.

Se paró frente a su casillero, sacó algunas de sus cosas y luego lo cerró fuertemente dándole un puntapié. Dio la vuelta en sí misma y chocó contra un cuerpo detrás de ella, alzó su vista y al ver quien era frunció el seño.

— No me mires así y ven conmigo – Habló la persona frente a ella.

— ¿Para qué? – Contestó volteando su mirada y continuó caminando.

— Se cómo podemos ayudar a Sora

La castaña se detuvo al escuchar aquellas palabras y volteó de nuevo a mirar a su interlocutor.

— Pero usted…


Aterradoras Notas de Autora (?)

Lo siiiiiento. De todo corazón lo siento, se que no tengo perdón divino y es que sinceramente no tengo ninguna excusa por haberme tardado tanto en actualizar, simplemente la inspiración no llegaba y le perdí las ganas al fic. Y sí me tardé demasiado, tanto que ni me había enterado de lo nuevo de FF para publicar (Es genial ¿no?).

Pero bueno, aprovechando un poco algo de inspiración que me llegó decidí escribir y escribir y voilá.

En este capítulo traje más problemas a Sora... No puedo evitar el drama xD Y si se fijaron en recompensa por el tiempo perdido lo hice un poquitillo más largo de lo habitual.

Bueno, espero que me hayan abandonado, si lo hicieron se que fue por mi culpa, pero en realidad espero que no =(!

Sinceramente no recuerdo que rr respondí y cuales no, pero les aseguro que TODOS los leí y TODOS los amé, muchas gracias por el interés. Gracias a gente preciosa como uds. mi fic tiene 208 RR. *Lagrimita suelta* Y también MUCHAS GRACIAS a todos los que me felicitaron por mi graduación.

Y ya no los distraigo más. Publicaré dentro d semanas, i promise.

Besos.

Lau,.-

Oh si, oh si, casi lo olvido

Graaaaaaaaacias por los reviews a:

Sorita-chan, KikaSullivan, Dan Yagami, Dark Sonny, Gravi (espero que me traigas algo de Disney xD), Tai Kamiya23, linkyiwakura (A quien le debo mi imagen de profile y de este fic, excelente dibujante) Kailkun (mi bebe se llama Puchita xD), D, ObitoUchiga18, a la linda Faty, a la insuperable LEEEEEN, MikoLove, Digiphissy, Taiora02, IoriJestez, Katestyle, Ares-sama y por último a Lucy-Yagami