Disclaimer: Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo, yo sólo los uso sin fines de lucro para hacer historias retorcidas xD
Notas: ¡Nuevo UlquiHime! Este será totalmente un AU, no habrá poderes y creo que estará repleto de OoC; también aclaró que esta vez, Ichigo y su grupo son los malos ¡Yay! Creo que será interesante sacarlo de su papel de protector y darle ese papel a mi Ulquiorra xD. Seguramente haya un montón de violencia y cosas así porque bueno, esas cosas me gustan xD.
Creo que eso es todo lo necesario para explicar, ojalá lo disfruten y eso.
Bloody Flower
Capítulo I
El sonido del teléfono martillaba su cabeza; nunca antes había sentido tanta molestia ante una llamada. Ni siquiera era una persona que se caracterizara por ser fácilmente irritable, al contrario, la frialdad con la que enfrentaba las situaciones lo hacía uno de los mejores en su trabajo.
Suspiró agotado y rascó su cabeza mientras caminaba hacia el teléfono. Tomó el aparato y lo llevó con lentitud hacia su oído, retrasando lo más posible aquella llamada que en realidad, no deseaba recibir.
"¿¡Qué rayos estabas haciendo!" uno de sus ojos se cerró en protesta ante la ruidosa voz "Llevo toda la maldita mañana llamándote."
"Pero ya respondí ¿no?" dijo con seriedad, ignorando las protestas y esperando que el hombre del otro lado de la línea pudiera continuar con su conversación sin los exagerados gritos. Era realmente odioso.
"Al jefe no le gusta para nada que lo hagan esperar, deberías saberlo desde ahora."
"Lo tendré en cuenta entonces."
"Estúpido; ni siquiera entras y actúas así. Como sea, el jefe quiere verte."
"¿Ahora?" dijo con un poco de sorpresa.
"Tienes una hora para llegar al hotel. Apresúrate." Sin decir más la comunicación se cortó.
"Entendido"
Sus palabras no alcanzaron a ser oídas; colgó el teléfono y miró el reloj antes de tomar sus cosas de la pequeña mesa de arrimo que adornaba el pasillo de su amplio departamento. Sus ojos se cerraron por un segundo antes de que él se devolviese hacia su habitación y abriera el cajón de su velador para tomar el arma que descasaba dentro de él. Revisó el cargador antes de guardarla en su cinto y cubrirla con su chaqueta. Sin nada más que hacer en su apartamento, cerró de golpe la puerta y se dirigió hacia el estacionamiento de su edificio.
En realidad odiaba verse presionado por tiempo pero tampoco quería molestar a su nuevo jefe, lo que menos necesitaba eran problemas antes de conocer –por fin – al hombre que lo proveería de ahí en más. Cuando por fin llegó a su lugar, deslizó sus dedos por su Guzzi Griso antes de montarse en ella y ponerse su casco para luego hacer rugir su motor; el sonido viajó por todo el estacionamiento y antes de que alguien pudiese verlo, su silueta se perdió en dirección a su lugar de reunión.
Cruzó la ciudad en unos veinte minutos, tendría tiempo suficiente para dejar una buena imagen y eso siempre era un punto a favor. Cuando llegó al imponente y elegante edificio, estacionó su motocicleta y arregló su chaqueta antes de caminar hacia la entrada. Miró de reojo al hombre que le abrió la gran puerta de cristal y movió su cabeza ligeramente en agradecimiento, dirigiéndose hacia un hombre que lo esperaba apoyado en una gran columna. Alzó una ceja cuando el sujeto le sonrió con despreocupación mientras levantaba su sombrero en señal de saludo; por un segundo se preguntó sobre la seriedad de aquel sujeto vestido casi desgreñado y calzando sandalias. Cualquiera que lo viera hubiese pensado que se trataba de algún vago, pero sabía perfectamente que su apariencia no se condecía con su fuerza y personalidad.
"¡Oh! Pero si es el chico nuevo"
"Urahara Kisuke, supongo"
Urahara rió en respuesta "Así que me conoces, eso es bueno."
"Quién no te reconocería…" su comentario sonó ligeramente despectivo; en realidad nadie podría no conocer a Urahara Kisuke; no sólo su vestimenta era extravagante, sino sus acciones podían dejar a cualquiera con la boca abierta. "Pero creo que no he venido aquí a hablar con un guardia"
"¡Ah! Eso fue algo duro viniendo de alguien que fue contratado para hacer el mismo trabajo, Ulquiorra-san" las palabras de Urahara sonaron como en broma, pero sus ojos mostraban claramente que su comentario no había sido bien recibido "Bien, entonces es mejor que sigamos."
Urahara apuntó con su cabeza hacia el ascensor, indicándole que debía seguirlo. La orden fue acatada silenciosamente; el tiempo compartido entre ambos era realmente incómodo para Ulquiorra, quien maldecía internamente la mala suerte de tener que trabajar junto a un sujeto tan bizarro como lo era el famoso Urahara Kisuke.
El sonido de la puerta les indicó que ya estaban en su destino. El pelinegro volvió a arreglar su ropa y salió del ascensor siguiendo a Urahara hasta la puerta de la suite presidencial. Urahara golpeó suavemente la puerta y espero; segundos después, la gruesa pieza de madera se abrió dejando ver a un gran hombre con rasgos latinos y algo tosco. Ulquiorra lo analizó en silencio – era mucho más alto que él y claramente más fornido. Sí que eres imponente, pensó mientras pasaba junto al sujeto y se enfrentaba al hombre que esperaba sentado en un gran sofá, con su rostro serio.
Ulquiorra se paró frente a él, mirándolo directamente a los ojos. El hombre no debía ser mayor que él, incluso podría haber apostado que su edad era menor; incluso sentado pudo notar su altura y sus ojos eran profundos y desafiantes. Había visto muchos ojos así, pero estos definitivamente le interesaban. Sus ojos volaron hacia su cabello; el color no era algo común y resaltaba en demasía en sus rasgos: el brillante color naranja encendía su cabeza. Junto a él, una mujer de cabello negro lo observaba con desconfianza.
"Así que," empezó el joven hombre frente a él "tú eres el nuevo ¿no?"
"Ulquiorra Cifer"
"Qué nombre" Ulquiorra se mantuvo en silencio "Interesante; va perfecto con tu apariencia."
"Es un placer tenerlo frente a mí."
"En realidad me sorprendes; pensé que me habrían conseguido algún gigante agresivo, pero jamás me esperé esto" la mujer junto a él rió con sorna ante esto pero Ulquiorra lo pasó por alto, lo que menos le preocupaba era la opinión de alguna de las mujeres de su jefe.
"Entonces, lamento la decepción" respondió algo hastiado.
"No; no era una crítica. Admito que sí me sorprende, pero prefiero mil veces un tipo de apariencia normal a algún imbécil que desborda brutalidad. Podría decir que es más fácil para ti pasar desapercibido... por lo menos en parte"
"Así que, Kurosaki Ichigo-san, entiendo que formo parte de todo esto entonces"
Una sonrisa se apoderó de los labios de Ichigo "Bienvenido a mi grupo, no…" calló momentáneamente "Bienvenido a mi familia, Ulquiorra"
Ichigo se levantó de su lugar y estiró su mano, con la sonrisa aún en su rostro; Ulquiorra levantó sin dudarlo su mano y estrechó la de Ichigo con firmeza, cerrando así su entrada al grupo más peligroso del país.
"Ya está"
"¿Tan pronto?"
"Bueno, el chico es un experto" una risa burlesca resonó en el cuarto "pero fuera de bromas, es totalmente perfecto."
"No lo sé, hay que esperar."
"La paciencia es una virtud, dicen por ahí."
"Hm…"
La respuesta fue dudosa, pero fue incapaz de replicar al comentario de su acompañante.
Ichigo llevó el vaso a su boca y saboreó lentamente el licor. La mujer a su lado recorrió su espalda con sus dedos antes de levantarse para tomar la botella y volver a llenar el vaso. "Esto siempre sabe bien en momentos como estos"
"Pensé que no te gustaba beber"
"Rukia, siempre es bueno beber para celebrar"
"¿Celebrar?" Rukia replicó con seriedad "Tienes muchos problemas como para celebrar el hecho de que tienes un juguete nuevo"
"Ulquiorra no es un juguete"
"¡Ichigo!" Rukia alzó la voz con molestia, pero los ojos de Ichigo se endurecieron "Disculpa…"
"Según Urahara, ese 'juguete' del que hablas tiene más habilidades que todos estos idiotas que me siguen; créeme que si Chad e Ishida no fueran amigos de toda la vida, no me molestaría deshacerme de ellos para llenarme de juguetes como el que contraté hoy."
"Pero Chad e Ishida son los más fieles" la mujer contestó extrañada.
"Exageras, Rukia"
La mujer suspiró antes de volver a ubicarse junto a él, apoyando su cabeza sobre su hombre y deslizando una de sus manos por el pecho de Ichigo "Tienes muchos problemas"
Ichigo suspiró con molestia; Rukia tenía razón al decir que tenía problemas. Su grupo era el más grande en cuanto a contrabando y era temido en todo el submundo. No le gustaba pensar que los últimos meses lo tenían bajo una lupa y sus actividades se habían visto coartadas violentamente, de la misma forma que sus ingresos. Se levantó bruscamente, empujando a Rukia lejos de él y pateando con violencia la mesa de centro; odiaba verse en esa situación y contar con un nuevo refuerzo era tranquilizador; Ulquiorra sería el arma perfecta para poder volver a poner en marcha sus operaciones.
"Voy a aplastar a todos los que se me pongan en frente e intenten detenerme"
"Ichigo" la voz de Chad lo devolvió a la realidad "Urahara-san e Ishida ya tienen la información que querías"
"¿Entonces tienen la bodega?"
"Sí, pero los otros están vigilándola"
"¿Hirako?" Ichigo dijo llevando su mano hacia su rostro "Mierda, por qué todo es tan difícil…"
"Puedo ir con un grupo de hombres y recuperar parte de la mercancía."
"No me sirve parte, definitivamente tengo que recuperar todo" Ichigo apretó sus puños "Iré yo"
"Será imposible mientras ellos estén vigilando" Chad dijo mirando seriamente a Ichigo "además hoy te sería imposible salir de aquí"
Rukia arqueó una ceja antes de comprender las palabras del amigo y compañero de Ichigo, un dejo de preocupación se apoderó de ella "Hoy no puedes salir de aquí" ella dijo caminando hasta el lado de Ichigo "No puedes dejarla sola"
"¡Ah!" Ichigo abrió sus ojos en sorpresa "Regresa hoy…" sus facciones se suavizaron con rapidez ante este pensamiento "Llama a Ulquiorra"
"No pensarás mandarlo a él… no conoce a los otros, es mandarlo a morir" Chad dijo notoriamente preocupado "Ni siquiera conoce a lo que se enfrenta; mandar a un nuevo a algo así es demasiado."
"Será su prueba. No me sirve si muere a la primera oportunidad."
"Entonces sí es tu juguete" Rukia dijo con sarcasmo
"No; es la persona que recuperará lo que me pertenece" Ichigo tomó el vaso que Rukia le extendió y lo bebió de golpe "Yo mismo seré quien dará su primera orden"
"Entendido"
Ulquiorra golpeaba sus dedos contra la mesa de aquella habitación desconocida, su arma descansaba sobre ella y de tanto en tanto jugaba con el seguro; el hombre junto a él lo observaba preocupado cada vez que el arma quedaba en dirección a él pues sabía perfectamente que una de las balas se mantenía lista para dispararse. El pelinegro miró fijamente al hombre para luego volver a asegurar su pistola. El miedo que emanaba de aquel sujeto lo aburría profundamente.
Ni siquiera sabía qué es lo que hacía esperando en aquel diminuto cuarto, se sentía como algún delincuente siendo interrogado, sólo que la persona que debía cumplir ese papel estaba observándolo con terror a ser asesinado.
Irónico.
Pensó con molestia al momento de levantarse de su asiento y dirigirse hacia la pequeña ventana que servía de ventilación a aquel desagradable lugar. La ciudad bajo él se extendía bulliciosa y frágil; estaba en un segundo piso y podía ver perfectamente a todas las personas que caminaban por el peligroso barrio sin siquiera preocuparse de nada. Qué fácil era para las personas acostumbrarse a vivir en tales lugares sin siquiera tomar en cuenta el peligro que sus vidas corrían cada segundo, con altas probabilidades de verse en fuego cruzado. El cañón de su SIG-Sauer P220 se pegó al cristal. Bang, el pensamiento cruzó su cabeza cuestionando la inocencia de aquellos bajo él.
"Ingenuos ¿verdad?" la conocida voz lo obligó a voltearse, el reflejo de la luz en la cadena que colgaba del cuello del hombre lo cegó por un segundo "Caminando despreocupados mientras tú los apuntas con aquella bella arma."
"No pensaba disparar."
"Lo tengo claro"
"¿Qué hago aquí? Pensé que mi trabajo era proteger y no estar encerrado en este… agradable lugar."
"Tienes razón. Tu trabajo es proteger lo que me pertenece, y por eso tengo un pedido especial para ti" Ichigo caminó hasta la ventana y apoyó sus dedos en ella "Vizards tiene en su poder una galería que me pertenece y que el estúpido al que llegaste a reemplazar perdió"
"¿Vizards?" Ulquiorra dijo sigiloso "¿Quieres que vaya a rescatar una galería?"
Ichigo rió "La galería no me importa; lo que sí me importa es el contenido de ella"
"¿El contenido?"
"Me robaron millones en drogas, eso no es algo que deba dejar pasar"
Ulquiorra se mantuvo impávido, pero internamente no podía dejar de pensar en lo irrisorio que sonaba el hecho de que aquel hombre hablara de robos cuando su vida estaba repleta de aquello e incluso de cosas peores. "Entonces sólo tengo que recuperar tu mercancía"
"Puesto así…"
"Bien, jefe, puedes estar tranquilo. La galería estará bajo tu control hoy mismo"
Sin decir más, Ulquiorra salió del cuartucho, guardando su arma y dirigiéndose a su motocicleta.
"Ah, qué energético…" Ichigo murmuró con sarcasmo.
La motocicleta negra se perdía en la ciudad, cruzando calles en dirección hacia uno de los rincones más desconocidos de aquel lugar. Nadie se atrevía a entrar en aquel territorio pues la advertencia tácita impuesta en él era suficiente para hacer temer a todos. A todos con excepción de él.
Luego de unos minutos conduciendo, las luces publicitarias dejaron de alumbrar su paisaje, siendo cambiados por deprimentes calles llenas de mujeres vendiéndose al mejor postor y de hombres tirados en cada esquina. Se preguntó si alguno de ellos aún respiraría, pues aquel lugar no era el mejor para vagos.
Repentinamente frenó con brusquedad, dejando la marca de sus neumáticos en la calle y llamando la atención de los pocos habitantes del lugar. Estacionó su motocicleta en un callejón y miró a su alrededor hasta encontrarse con los ojos sombríos del que en apariencia, no era más que algún drogadicto; entendió la señal y caminó hacia la puerta donde el hombre desgreñado esperaba.
"Qué vergüenza de hombre ha contratado mi Señor" el tipo dijo riendo entre dientes al notar que Ulquiorra era bastante delgado.
"Cierra la boca" Ulquiorra desenfundó su arma y caminó hacia la puerta, empujándola con cuidado "Quédate aquí y espera…"
El lugar estaba sumido en la oscuridad, pero podía escuchar perfectamente las respiraciones calmadas de las personas que custodiaban el lugar.
Uno… Dos… Tres… Cuatro… ah… son muchos.
La cuenta mental que hizo mientras caminaba tras las cajas apiladas una sobre otra, se detuvo al momento de encontrarse a metros del primer hombre. No sabía cuántos sujetos eran los que custodiaban, pero no sería algo fácil; entendió entonces que mandarlo completamente solo a ese lugar era una burda prueba de confianza.
Sin siquiera pensarlo, apuntó su arma y disparó sin preocuparse de silenciar el disparo. El lugar se iluminó momentáneamente y alcanzó a ver el cuerpo del hombre desplomarse. Los gritos de los demás mientras se organizaban lo advirtieron de la cercanía de los guardias. Ulquiorra corrió hasta el otro y rodeándolo por el cuello, presionó con violencia sintiendo el crujido de sus huesos.
"¿¡Quién…!"
Antes de que pudiera terminar su pregunta, un nuevo y certero disparo silencio al tercer hombre. Repentinamente las luces se encendieron y pudo ver algunos hombres buscando desesperados a su atacante. Sintió lástima por aquellos que, obviamente, no estaba preparado para encontrarse con él. Ulquiorra volvió a esconderse tras las cajas y se aproximó hacia el próximo hombre que estaba armado y lo redujo fácilmente; el hombre balbuceó por piedad pero Ulquiorra simplemente disparó contra él sin pensarlo. Detenerse a pensar en esa situación era absurdo, ningún pensamiento borraría sus acciones. Segundos después, una ráfaga de disparos cruzó todo el lugar dejando en el camino al resto de sujetos que 'custodiaban' el lugar; desafortunados novatos.
Maldita sea… Pensó mientras su cabeza recorría todo el lugar; ahí simplemente había cajas vacías y amontonadas; se sintió defraudado por la pérdida de tiempo; nadie extrañaría el contenido de esa bodega por lo que incendiarla para hacer desaparecer sus sobras era la mejor opción. Se quedó observando el fuego antes de salir por el mismo lugar por donde hubo entrado. El hombre que había asegurado la entrada lo miró extasiado; estaba sorprendido por lo que aquel delgado chico había logrado completamente solo.
"¡Qué fácil lo has hecho!" Ulquiorra miró fríamente "¡Pero… Pero por qué se incendia! ¡Los aspersores arruinarán todo! ¡La mercancía de Kurosaki-sama!"
"Se incendia porque prendí fuego, no creo que en realidad importe."
"¡¿Q-qué!"
"Lo que oíste"
El hombre retrocedió confundido. Repentinamente comenzó a correr en dirección contraria de Ulquiorra, pero antes de poder escapar, Ulquiorra se le adelantó y lo pateó para hacerlo caer. El hombre intentó escapar pero Ulquiorra tiró del gatillo; las lágrimas salían de los ojos del hombre y sus palabras eran inteligibles.
Miró a su alrededor y suspiró al ver que el fuego comenzaba a disminuir por el agua que caía profusamente sobre él. Pasos lo alertaron y, con tranquilidad, miró hacia la fuente del sonido.
"¡Qué desastre!" la figura escondida por la oscuridad del callejón dijo mientras se agachaba para alcanzar al hombre tendido en el suelo, su mano presionó su cuello y el hombre se desvaneció. Ulquiorra guardó su arma y alzó sus manos silenciosamente, mientras el desconocido se le acercaba "Supongo que debo hacer algo con esto…" sin aviso, el puño del hombre azotó su rostro, cortando su labio por la brutalidad de aquel golpe, la sangre comenzó a caer por su mentón, pero Ulquiorra simplemente limpió el líquido rojizo y le dio la espalda al sujeto como si aquello no hubiese sucedido; volvió a su motocicleta y se marchó en dirección al hotel donde su jefe le esperaba por su informe.
Sentía su mentón arder, aquel golpe definitivamente había sido más fuerte de lo que le habría gustado y tenía claro que se resentiría al día siguiente. Estaba tan sumido en su dolor que no notó que ya se encontraba nuevamente en el lujoso hotel; por un segundo agradeció que su lugar de reunión volviera a ser aquel lugar y no el desagradable cuartucho en el que lo dejaron esperando antes de su asignación. El portero lo saludo cordialmente, como si su presencia ya hubiese sido advertida a todos y ya llevase años en aquel sitio. Agradeció no necesitar la guía de Urahara como en su primera vez.
Cuando llegó a la suite, la puerta se abrió sin siquiera haber tocado, dejando su mano suspendida en el aire; suspirando, volvió a bajarla y entró al lugar dirigiéndose directamente hacia Ichigo. Pudo ver como el ceño del peli naranja se fruncía al ver la zona enrojecida en su mentón; la pregunta no tardó en llegar.
"Pensé que eras intocable"
"Nadie es intocable, señor"
Ichigo sonrió "Es verdad"
"No creo que tu sonrisa dure demasiado"
"¿Qué?"
"Aquel lugar sólo guardaba cajas vacías. Creo que alguien fue mucho más inteligente de lo que pensamos y se encargó de dejar aquello sólo como señuelo"
"¿Y tu guía?"
"Ah…" calló por un momento "Creo que fue alcanzado por las llamas… los sujetos debieron tener la orden de destruir todo; inclusive sus propias vidas."
"Hm…"
"¿Hay algo mal?"
El ruido de la puerta golpeándose violentamente lo sobresaltó; a su lado una brisa lo acompañó seguido por largos cabellos pelirrojos interceptando su contacto visual con Ichigo. Parpadeó un par de veces antes de comprender la escena.
Una mujer joven abrazaba efusivamente a Ichigo; inconscientemente la recorrió con la mirada. El aura que rodeaba a su jefe pareció cambiar, el enojo contenido era reemplazado por una ternura que jamás creyó encontrar en sujetos de su clase. Fue incapaz de moverse del lugar.
"¡Ah! ¡Estás ocupado!" la aguda voz de la mujer pareció acariciar sus oídos, como si cantase. La alegría que ella desbordaba era desconcertante. ¿Qué hacía alguien así junto a alguien tan peligroso como lo era Kurosaki Ichigo? La pregunta que se formuló mentalmente quedó sin respuesta pues fue incapaz de pensar en algo cuando sus fríos ojos verdes se enfrentaron a los de ella.
Inocentes ojos que reflejaban todo; felicidad pura brillando en ellos, complementando la gentil sonrisa que la chica le regaló. Contuvo la respiración inconscientemente, su mente totalmente nublada. Entonces, incapaz de seguir manteniendo el contacto visual con ella, desvió su mirada hacia algún punto lejano que sólo él pudo ver.
Ella era, quizás, una situación inesperada que complicaba completamente sus planes.
Notas 2.0: Bueno, las cosas turbias y confusas me gustan. No sé por qué, supongo que es porque es entretenido desarrollar situaciones que pueden tener distintos puntos de vista. Ichigo es malo, muy, muy malo; creo que su personalidad roza la de Shirosaki, Hichigo, Ogichi o como deseen llamarlo. Quise hacerlo así porque siempre relegan a Shirosaki a un lugar perdido en el subconsciente de Ichigo, esta vez será el amable Ichigo el que será relegado xD
Respecto a Ulquiorra, intento mantener su naturaleza distante, aunque igualmente le cambiaré algunos rasgos que son necesarios (para mí) para que su personaje tenga ese no sé qué que qué sé yo =D uno de ellos es el que matar aquí será pan de cada día.
Desde ahora advierto que habrán muchos personajes y todos en roles que Tite-san jamás les daría, pero como dije en un principio, esto es un AU lleno de OoC.
Espero que les haya enganchado y gustado, me dejan review y nos vemos en el próximo.
Pd: Orihime seguirá siendo adorable aquí *-*