"Mañana, temprano,

Volveremos a oír"

Mañana sin miedos

Podremos ser felices."

"Yo busco volver a verte

Yo sólo quiero tenerte

Hoy presiento tus latidos

Que necesito para despertar."

8. Es tiempo de regresar

Aquel era un hombre que siempre venía.

Sus ojos oscuros me perpetraban atentos, buscando algo que debía de poseer. ¿Qué era? ¿Qué es lo que buscaba? En cada mañana, en cada día y noche me preguntaba siempre lo mismo. Aunque bien tenía que ser yo quien debía poseer la respuesta, le devolvía la misma interrogante como si así él mismo pudiera contestarme. ¿Qué era, pues? ¿Qué podía tener para que sus ojos cansados me devolviesen la mirada?

Nunca pudo contestarme.

Cuando caía la noche y sus estrellas ya estaban muy en lo alto, prendía una lámpara de mesa y cogía unos papeles de un bolso negro que llevaba. Luego se inclinaba ante mí y me susurraba bajito lo que allí había…

"-Mira, allí está tu pasado, tu presente y tu futuro

El elfo alzó su brazo y le mostró un hermoso lago. En él, en una pequeña isla, crecía un roble blanco más grande y misterioso como los que jamás en su vida había visto. Sus raíces entraban en la tierra y sobresalían nudosas a la vista. Sus hojas blancas se habían olvidado de la primavera y algo… algo en su tronco la llamaba a acercarse…

Pero su instinto la retuvo. Un escalofrío le recorrió en la espalda y apartó la vista del roble.

Volteó.

-Aún no debo estar allí (Dijo)

-Sea, pues

El elfo ya le llevaba la delantera cuando dio una última mirada de soslayo. Algo le decía que no sería la última vez que lo vería y que llegaría a descubrir su misterio.

Pero no era ese el momento"

Sentí que voz se acallaba y que poco a poco se adormecía a un lado de mí. Cogí los papeles y de alguna forma supe que conocía el final de esa historia y que sólo yo la sabía… los dejé a un lado y acaricié los cabellos rosa de aquel hombre que me había traído un pedacito de mí.

"Gracias," le susurré "gracias por todo"

Él abrió sus ojos.

ooOoozoeooOoo

Natsu despertó ante la mirada atenta de Lucy. Sintió que ella le acariciaba y que luego alejaba su mano lentamente. Él se la aferró y la volvió a acercar a sí. La puso sobre su propia mejilla. Cerró sus ojos y disfrutó el tacto.

-¿Quién eres?

Era la primera vez que le hablaba después de haber despertado. Natsu ensombreció su rostro.

-¿En verdad no te acuerdas de mí?

Una pregunta contestada con otra pregunta no lleva a gran cosa. Pero le era de total importancia saberlo.

Lucy no desvió la mirada.

-¿Por qué estás siempre aquí?

Ahora era otra pregunta.

-Porque… (Natsu ladeó su rostro, triste) te quiero mucho

-¿Me quieres…?

-Sí y mucho… más de lo que podría sentir por otra persona. Lucy yo…

Calló, Natsu no quería decir algo que de lo que después se arrepentiría.

Sollozó.

-¿Por qué lloras?

No habló, siguió callado ¿Qué caso tendría explicar el remolino que ahora era su corazón? Ella no lo entendería, no podría entenderlo.

-¿Por qué lloras, Natsu?

Natsu…

-¿Qué? ¿Qué has dicho?

-Yo… (Lucy quedó perpleja) te pregunté por qué llorabas…

-¡No, no! En esa frase… ¡por favor, dilo otra vez!

-"¿Por qué lloras, Natsu?"

-¡SÍ! ¡ESO! ¡Te has acordado de mí!

-¿Natsu…?

-¡Sí! ¡Sí! ¡Dilo otra vez!

-Natsu, Natsu ¡Natsu!

Él la abrazó sin poder contenerse más.

Después de mucho tiempo, después de unos largos doce años, Natsu por fin podía estar con la Lucy que él anhelaba tanto.

ooOoozoeooOoo

-¿Se irán pronto de aquí?

Tenma le dio otro mordisco a su sándwich.

-Sí… su padre me ha dado permiso

-Me alegro que las cosas se hayan vuelto a tu favor

Natsu echó su cabeza hacia atrás, apoyándose en la muralla. Estaban en la cafetería almorzando muy ligero. Sorbió su jugo.

-Sí, y una parte la tienes tú al dejarme entrar. Gracias, el señor Jude confía mucho en ti

Tenma sonrió.

-Pero no fue nada, se nota que la adoras. Eso ni siquiera el señor Jude lo podía negar

-Pero…

-No, no te preocupes. Comprendo lo que es estar tan cerca y a la vez tan lejos de quien amas

-Tenma…

-Tranquilo, dije nada

Natsu volvió a saborear su jugo mientras que volvía a lo que sucedió no hace un poco más de un mes.

-Por mi hija, quiero saber qué es lo que quieres de ella

-Señor Jude… para mí su hija me es muy importante

-¿Con qué seguridad me puedes decir eso? Sé que por ti ella está como está. Si te hubieses alejado ella jamás habría tenido su accidente

-¡Eh, eh! ¡Natsu!

Volviendo al presente, Natsu recibió en plena cara un palmazo de Tenma.

-¡Oye, qué es lo que te pasa! (Se sobó)

-¡Tú dejaste de hablarme! y… eh… ¿De qué hablábamos?

-Venga, no importa (Recordó que Tenma olvidaba el hilo de las conversaciones si se le dejaba hablar por cuatro segundos). De seguro que él te está necesitando ahora

-¡Oh! ¡Ya es tarde! ¡Adiós, Natsu! Espero que vengas mañana para que sigamos hablando. Y… él también está teniendo mejorías… puede que incluso le den de alta a fines del año

-Espero que así sea, ambos se lo merecen

-Gracias

-No, gracias a ti

Tenma agitó su mano en señal de despedida.

-¡Hasta mañana!

-Hasta mañana

Cuando se halló solo, Natsu volvió a divagar en sus recuerdos…

-¡Pero nos habíamos alejado lo suficiente! (Natsu estalló). No sabe lo que fue para mí esos siete de total lejanía

-Pero ella estuvo bien sin ti

-…

-Eras un estúpido chiquito y veo que aún lo sigues siendo. He vivido más que tú y sé que no eres el hombre que yo quiero para mi hija

-… No, usted no entiende

-¿Entender qué?

-Cual ha sido el hombre que ha dañado más a su hija

-¿Qué pretendes diciendo eso?

-De usted

-¿Yo? Yo le ha dado todo a mi hija, nunca a ella le faltado algo. Siempre trabajé y me esforcé por ella. Desde que su madre se fue yo sólo he luchado por ella hasta en lo último que ella necesitaba ¿y así dices que yo le he hecho daño? No digas necedades

-Pero nunca estuvo cuando más la necesitaba

-¿Cuándo? ¿Con qué mentiras saldrás ahora?

-Nada es mentira, señor Jude, pero usted nunca estuvo con Lucy en el luto de su madre, en su infancia, en el transcurso de adolescencia ni cuando ella se fue a Magnolia. Muchísimo menos en la universidad. Sólo se hizo presente cuando su hija sufrió el accidente… ¿sólo eso esperó? ¿A que Lucy estuviera postrada en coma para que le asistiese?

El señor Heartphilia cerró su puño con fuerza.

-¿Qué puedes entender tú cuándo nunca has sido padre? No es fácil criar a tus hijos y yo quería darle lo mejor a mi Lucy. Sé que… ha estado sola cuando era pequeña pero eso la hizo fuerte e independiente, ¿Acaso crees que el Instituto Magnolia la aceptó así, sin más? ¿O que el arrendatario le dejó tan bajo el arriendo sólo por bondad? Siempre he estado financiando sus estudios y su residencia pero le he dejado una pequeña parte para que ella misma lo pague y no sienta que yo lo he estado haciendo. Sabía que ella se me negaría. Siempre la he ayudado aunque no pusiese mi cara en ello…

-¿Y de qué sirve el dinero si no hay cariño? Lucy siempre sintió que estaba sola

-Pero yo he estado. En cambio tú ¿Qué has hecho?

-Yo… es cierto que no he hecho gran cosa. He sido su amigo desde que la conocí y más allá de las razones que las impulsó a irse, la busqué he hice todo lo que estaba en mis manos para encontrarla. Con el accidente seguí buscándola y casi peleo con todos para que me dejaran verla. Yo siempre la aprecié y donde no estuvo usted, estuve yo. No me culpe a mí por sus errores de padre pues ya tendrá tiempo para hablarnos con ella, y tampoco la aleje más de mí porque nos hará daño a los dos… (Natsu contuvo sus palabras. Volvió a hablar) Deje ahora que yo me encargue de ella, nunca más la dejaré sola. Se lo prometo. Sería capaz de dejar toda mi vida en Japón para poder seguir cuidándola yo

-Muchacho… ¿Qué sientes por mi hija?

-Yo… yo… no estoy seguro. Sólo sé que deseo verla feliz. Me alejaré cuando ella misma me lo pida, no cuando otros me lo imponen. Si usted no quiere que no vuelva a verla… lo lamento, pero no le cumpliré ese deseo. Entraré y la veré. Y si usted la vuelve a trasladar… la buscaré y seguiré buscándola hasta encontrarla aún si me cuestan diez años o treinta. Nadie la alejará de mí nunca más

-¿Me prometes otra cosa más?

-… ¿Qué cosa?

-No dejes que nadie más le haga daño. Cuídala cuando yo no esté más

-Señor… Es una promesa

El timbre de su móvil lo sacó de sus recuerdos. Justo cuando iba a contestar el timbre se apagó. Viendo el registro de llamadas, supo que era su hermano el que le había llamado.

Suspiró.

Edonat casi se volvió loco cuando Natsu le contó la conversación que tuvo con el señor Heartphilia. Él pensaba que poco más hubo una pelea a golpes entre ambos hombres. Pero cuando Natsu le dijo que preparara los pasajes para regresar a Japón, este quedó más atónito: Natsu casi logró un escándalo como para que lo dejaran preso y ahora quería irse… y ya no copó más en su expectación cuando le dijo que no se irían ellos dos solos… ¡Lucy los acompañaría!

Casi el patatús.

Y ahora Edonat estaba al pendiente de todos los detalles y lo llamaba como cada media hora.

Y si Edonat se había tomado las cosas así… ¿Cómo serían los demás? Erza la cuidaría como una madre, puede que Juvia ya no estuviera más celosa pero sí tendría un recelo cuando Gray se le acercase para saludarla, Lissana le abrazaría encantada, Levi saltaría de felicidad y hablarían de libros durante horas, Gazille le daría un "Bienvenida" con dificultad, Mira y Elfman un gran regalo que ni coparía en la puerta… y él… él le haría un regalo muy especial.

Sonrió, feliz.

Al haberlo recordado, Lucy estaba mejorando y ya podía recordar a su padre y un poco su infancia. Puede que viendo a sus otros amigos mejore muchísimo más. Proponiendo esto, el señor Heartphilia le permitió a Natsu poder llevársela a Japón, responsabilizándolo ante cualquier problema que pudiese sufrir Lucy.

En dos días más ellos podrían estar juntos… ella volvería a su vida como debió haber sido siempre.

Volvió al cuarto de Lucy y no encontró a Tenma allí. Se acercó a la rubia que en esos momentos se hallaba despierta. Acercó un asiento y la contempló unos segundos. La encontró bella y deseó que ella no lo olvidase otra vez.

-¿Qué dirías si te dijera que puedes volver a casa conmigo?

Lucy quedó sin palabras.

-¿Qué? ¿Qué pasa?

-Es que… (Lucy buscó las palabras) no sé qué pasará allá y tengo miedo

-¿Miedo? (Natsu se sentó a un lado de su cama) Estarás conmigo, nada te hará daño

-¿Estarás conmigo?

-Sí, no te dejaré sola

-¿Y por qué no lo haces?

La pregunta lo dejó perplejo.

-Pues… eres muy especial para mí… y… para ti… ¿Qué soy yo para ti?

Lucy sonrió.

-Alguien que jamás podré olvidar porque también eres muy especial para mí

De pronto, se habían acercado demasiado, lo suficiente como para… No, no hubo más, tampoco hubo menos. El tiempo se congeló en esos pocos segundos en que sus caras sólo las separaban un muro invisible de confusión. ¿Sería… lo correcto? Si se acercaban lo suficiente como para sellar todo ese tiempo ¿Sería lo correcto?

Y Natsu se alejó lentamente.

Ya habría tiempo de pensar cuándo sería el correcto.

ooOoozoeooOoo

-Ven, Luce. Este lugar está un poco empinado. No es peligroso pero ten cuidado

Le habían vendado los ojos y caminaba ciega dando toda su confianza en una mano y voz que la guiaban en el lugar.

-¡Vale! Detente aquí y cuenta hasta doce para sacarte la venda

De pronto, la mano la soltó. Contó.

Uno… Dos… Tres…

Podía sentir un silencio en tensión.

Cuatro… Cinco… Seis…

Hasta podía percibir que había más personas allí.

Siete… Ocho… Nueve…

A su cuerpo vino una oleada de felicidad.

Diez… Once…

Y quedó un momento con el último número en la boca.

-¡DOCE!

Se quitó la venda y unas innumerables luces le inundaron a la vista. Eran fuegos artificiales que estallaron en el cielo en un arcoíris de muchísimos colores.

-¡BIENVENIDA, LUCY!

Bajó su mirada y muchísimos recuerdos de felicidad le inundaron al corazón. Todos y cada uno de sus amigos estaban allí ¡Hasta Nami estaba entre los invitados! Un breve mareo la embargó pero logró reponerse. Todos vestían de gala bajo de una gran pérgola floreada de vidrio que dejaba ver a la luna y las estrellas.

-¡Me alegro que estés de vuelta, Lucy!

Una Erza vestida en un vestido de tubo tan rojo como la escarlata la saludó. Su pelo se hallaba recogido con brillos. Estaba del brazo con su prometido que llevaba un traje negro.

-¿Erza…? ¡Sí eres Erza! ¡Siento que en toda una vida no te he visto! (Se abrazaron) Y tú… eh… lo lamento, no puedo acordarme

Erza la ayudó:

-No te preocupes, Lucy. Él es mi prometido, Gerald

-¡Ya te casarás! (Lucy no copaba en su felicidad) ¡Te felicito mucho!

Se abrazaron otra vez.

-Y espero que tú y Natsu sean los padrinos de la boda

-¡Cuenta con nosotros!

-Eh, eh, eh, no te quedes a Lucy toda para ti, Erza

A su lado, un hombre de cabellos negros azulados de esmoquin con su esposa y sus pequeños retoños, le llamó.

-¡GRAY!

El repentino abrazo hizo que la esposa los separase sin ninguna ceremonia, murmurando:

-Juvia está feliz de que Lucy esté de vuelta pero no olvida que Lucy fue su enemiga en el amor de Gray-sama. Juvia le pide a Lucy que no sea tan afectuosa

Lucy rio.

-Está bien, Juvia (Dijo) ¡Estoy muy feliz de que estés con Gray! Y… ¡Oh! ¿Es su hijo? ¡Pero qué lindo es!

Lucy le tomó las manitas a un niño de unos cinco años cabellos de azul oscuro peinados hacia atrás con mucha gomina. Tenía unos ojos muy dulces… y ¡oh! Su hermana mayor como una réplica pequeña de su madre pero con un larguísimo cabello lacio le tiraba el pelo para luego escabullirse entre la multitud.

-¡Joan! ¡Menma! ¡No peleen aquí!

Juvia hizo ondear su largo vestido azul que le mostraba la espalda. Le pasó a un pequeño de unos dos años con chupete a su marido y reprendió a sus hijos.

-Niños… (Susurró Gray) nunca los tengas, son unos verdaderos demonios cuando quieren algo

-Pero ese pequeño que tienes en brazos parece muy adorable

Lucy le indicó a su hijo más pequeño quien ya estaba sacándose la ropa como su padre.

-¡No! ¡Gray junior! ¡No hagas eso aquí!

Pero el niño ya había llegado a los pañales y estaba a punto de sacárselos cuando una mirada furibunda de su madre lo hizo detenerse.

-Gray…

Lucy se alejó ante de presenciar el Armagedón.

Buscaba a alguien en particular y hallaba extraño no poder hallarlo.

-¡Lucy!

Corriendo hacia ella, iba Nami en su plateado vestido. Tiraba de un pobre Luffy que por muy elegante que se hubiese vestido, unas sandalias le quitaban todo el glamour.

-¡Oh! ¿Quién eres?

-¡No me digas que ahora te olvidaste de mí!

-¡Por supuesto que no, tonta! ¡NAMI!

Se abrazaron felices, con un Luffy que aprovechó para escabullirse. Una morena de importante busto lo había visto y ahora lo salía persiguiendo.

-¿Y ella…? (Lucy indicó a la morena que abrazaba a Luffy en su generoso busto)

-Ah, ella (Nami movió su mano como si fuese nada). Es una cuarentona que se encaprichó con ese idiota. No sabe que pierde su tiempo

Lucy rio bajito.

La morena estaba ahora casi asfixiando a su amigo por lo que Nami se despidió rápidamente de Lucy y fue a defender a Luffy.

-¡Lucy-chaaaaaaaaaaaaaaan!

Una chica menuda de largo cabello azulado que reposaba en sus finísimos hombros la saludó. Tenía una pequeña tiara y llevaba un corto vestido naranja. La chica se abalanzó a la rubia y la llenó de gritos de euforia.

-¡Lucy-!

-¡Ya, ya, Levi-chan! (Lucy le correspondió el abrazo con el mismo entusiasmo) ¡Yo también estoy muy feliz de volver a verte!

-¿De verdad, Lucy?

Levy se apartó un poco y en sus ojos unas lagrimillas de penita aparecieron.

-¡Sí! Te extrañé mucho

Ambas se fundieron en un tierno abrazo.

-Tienes que leer los libros que he publicado, e incluso, te mostrare el borrador de mi tercer libro ¡quiero que seas mi crítica!

-¡Tú también tienes que leer el mío, Levy-chan!

Lucy alzó la vista y un hombre fornido que se había peinado de milagro su irregular cabello azabache se plantó un tanto alejado de ellas. Tenía facciones duras y un claro nerviosismo le cruzaba en el rostro. Lucy se le quedó mirando y Levi se dio cuenta.

-Es Gazille, Lucy. Él también está muy feliz en que hayas regresado, no obstante, está un poco sentido con… oh… (Se sonrojó) es algo difícil de decir

-¿Por qué?

Y la rubia se percató de un hermoso anillo de plata con una flor de diamante en el dedo anular izquierdo de su amiga.

-No me digas que… él… tú… ¡WUAAAAAAAAA! ¡FELICIDADES!

La abrazó otra vez y le hizo un breve gesto de saludo a Gazille.

De pronto, las luces se apagaron y en toda la oscuridad, una luz en circular iluminó un escenario con un hombre bastante extrovertido allí. Vestía simple, con camisa y pantalones. Un sombrero le cubría su encrespada y negra cabellera y llevaba su inseparable resortera. Era narigón y de ojos pequeños, el micrófono osciló en sus manos.

-¡HOLA, HOLA! (Levantó su brazo libre al público) ¿Cómo están todos? (Un "bien" general se oyó de respuesta) qué bueno, qué bueno. ¡Je, je! ¡Yo soy Usopp y hoy es una noche fenomenal puesto que la gran Lucy ha regresado para estar siempre con nosotros! (Muchísimos aplausos se alzaron) y como esta noche es para Lucy, cada uno preparó algo con todo su cariño y afecto. Veamos… ¿quién será el primero? (Sacó una tarjeta de sus bolsillos) ¡Ah! ¡El primero o primera que ha querido demostrar todo su cariño ha sido….! (Hizo una pausa) ¡Redoble de tambores! Han sido… ¡Erza y Gerard! Con un extracto de Romeo y Julieta ¡Denles un aplauso por favor!

Lucy se acercó a lo que más pudo al escenario que levantaba una cortina y mostraba a una nerviosísima Erza en un balcón. Arrodillado y abajo del balcón estaba un Gerard vestido como en la Italia medieval. Este se levantó y dijo:

-¡Pero calla! ¿Qué luz brota de aquella ventana? ¡Es el Oriente, Julieta es el sol! Alza, bella lumbrera y mata a la envidiosa luna, ya enferma y pálida de dolor, porque tú, su sacerdotisa, la excedes mucho en belleza. No la sirvas, pues que está celosa. Su verde, descolorida librea de vestal, la cargan sólo los tontos; despójate de ella. Es mi diosa; ¡ah, es mi amor! ¡Oh! ¡Que no lo supiese ella! Algo dice, no, nada. ¡Qué importa! Su mirada habla, voy a contestarle. Bien temerario soy, no es a mí a quien se dirige. Dos de las más brillantes estrellas del cielo, teniendo para algo que ausentarse, piden encarecidamente a sus ojos que rutilen en sus esferas hasta que ellas retornen. ¡Ah! ¿Si sus ojos se hallaran en el cielo y en su rostro las estrellas? El brillo de sus mejillas haría palidecer a éstas últimas, como la luz del sol a una lámpara. Sus ojos, desde la bóveda celeste, a través de las aéreas regiones, tal resplandor arrojarían, que los pájaros se pondrían a cantar, creyendo día la noche. ¡Ved cómo apoya la mejilla en la mano! ¡Oh! ¡Que no fuera yo un guante de esa mano, para poder tocar esa mejilla!

Hubo un largo silencio que sólo fue roto por los titubeos de Erza:

-… ¡A-ay d-d-de mí!

-¡Habla! ¡Oh! ¡Prosigue hablando, ángel resplandeciente! Pues al alzar, para verte, la mirada, tan radiosa me apareces, como un celeste y alado mensajero a la atónita vista de los mortales, que, con ojos elevados al Cielo…

Gerard se quedó con las palabras en la boca, la pelirroja se inclinó demasiado adelante y perdió el equilibrio, resbalando y cayendo. Sólo la rápida acción de su prometido la salvó de la fuerte caída. Ante los nervios sólo tuvo atención en un brillo muy familiar que llevaba Gerald en el cinto. Lo sacó y esgrimió la espada con una fingida serenidad. Pronto lo que fue "Romeo y Julieta" se transformó en un juego de esgrima en la que el pobre Gerald tenía que esquivar los estoques de su prometida. A los cinco minutos se volvió más difícil la cosa hasta que la pelirroja se enredó con las faldas de su vestido y cayó en un abrazo de Gerald que la logró contener con un beso hasta que bajó el telón.

-¡Y BIEEEEEEEEEEEEEEEEN! (Usopp apareció otra vez en el escenario, divertido) Luego de esta original presentación de Romeo y Julieta (Hubo risa general), es hora de que una pequeña poetiza te dedique un poema, Lucy. Con ustedes… ¡Levi!

El telón se abrió otra vez con la misma escenografía de Romeo y Julieta, pero en vez de la pareja anterior, estaba Levy con su flamante vestido naranjo pero con una pluma de poeta en su tiara.

-¡Buenas noches a todos! (Levi le sonrió a los presentes) Con mucho cariño, Lucy, te he escrito un poema. Espero que te guste se llama "Viajera"

Abrió un pergamino y, mientras que la canción "The sun in the stream" se oía de fondo, leyó en voz alta:

"Ya has regresado ¡oh, amiga mía!

Con tus maletas y pasajes de vuelta,

Tomaste el fin de esta gran odisea.

Tú, quien luchaste contra la vida

Diste tus grandes pasos con fuerza,

Como llamas de fuego que no se debilitan,

Como mariposas que volaron bellas.

Llegaste un día con las flores

Y creciste con cariño y sinceridad

Cantaste como los ruiseñores

Llena de fe y de esperanzas sin par.

Tu mochila iba llena de promesas,

De recuerdos, esperanzas y de fe.

Lograste escribir una ilusión bella,

Un gran sueño que llenó tu alma, tu ser

Viajaste un día muy lejos

Tan lejos que sólo el horizonte supo

En que estrella anidaste tu cielo.

Y cual fue a veces el destino cruel

Que te apartó de la vida y del sol

Contra el cual luchaste sin cuartel

Para luego despertar y seguir con voz.

Por fin has regresado y estamos felices

Nuestros caminos se han vuelto a unir

Y llevamos para comer muchas perdices,

Las sonrisas que volveremos a sonreír.

Y bajo de estas dulces estrellas

Yo te digo ¡Oh, mi gran amiga!

Viajera de muchas tierras

¡Que tu corazón siempre vuele

A lo más alto que lleguen tus sueños!"

-Gracias Lucy-chan por ser una gran amiga

Terminó Levy con una pequeña reverencia.

Pronto los vítores se hicieron notar y una sonrojada Levy bajó los escalones del escenario.

-¡Y ahoraaaaaaaaa! (Usopp volvió a liderar la noche) Después de este precioso poema, una familia del Polo Sur vendrá a deleitarnos con su arte. Dicen que son los mejores y que harán en menos de diez minutos la más hermosa de todas las obras… con ustedes ¡La familia Fullbuster!

El telón se abrió entre muchos aplausos.

En el centro se hallaba un enorme bloque de hielo. Junto a él estaba Gray, Juvia y sus hijos. Como canción de fondo se puso "Brass the chocobo" seguido por "Creature Create" y con el compás de esta alegre música, los maridos cincelaron el hielo con una velocidad asombrosa. Los pequeñuelos mayores recogían los pedacitos de hielo y les traían las herramientas a sus padres. El más chiquito bailó alegremente con la música. Con el pasar de los minutos, era inevitable que Gray grande y Gray junior se sacasen la ropa hasta quedar en ropa interior y pañales. Juvia ignoró este hecho hasta que acabaron la obra. Cogió el micrófono que Usopp le tendió y con un rápido "Gracias Lucy por ser la mejor" Se llevó a los dos Gray con un gran tirón de orejas. Como sólo quedaron Joan y Menma, estos presentaron la escultura que hicieron sus padres… ¡Era una réplica exacta de Lucy en tamaño original en hielo! Estaba vestida con el uniforme del instituto y una gran sonrisa sonría en su rostro.

El telón bajó entre grandes aplausos.

Usopp volvió a escena diciendo:

-¡WOW! ¡Qué hermosa escultura hicieron los Fullbuster! Ya ha habido una sin igual obra de teatro, un magistral poema y una maravillosa escultura… ¿Quiénes son los que se presentan ahora…? ¡Ajá! ¡Son las hermanas y sirenas Mirajane y Lissana! ¡Ellas cantarán la canción "Amigos"! ¡Denles un fuerte y gran aplauso!

Volvió a levantarse el telón con ambas hermanas albinas que estaban sentadas. Lissana tocaba la guitarra y Mira cantaba con una dulcísima voz:

"No importa el lugar el sol es siempre igual

No importa si es recuerdo o es algo que vendrá

No importa cuanto hay en tus bolsillos hoy

Sin nada hemos venido y nos iremos igual

Pero siempre estarán en mí

Esos buenos momentos que pasamos sin saber.

No importa donde estás si vienes o si vas

La vida es un camino, un camino para andar

Si hay algo que esconder o hay algo que decir

Siempre será un amigo el primero en saber.

Porque siempre estarán en mí

Esos buenos momentos que pasamos sin saber...

Que un amigo es una luz brillando en la oscuridad

Siempre serás mi amigo no importa nada más"

Entre llantos y recuerdos los presentes aplaudieron a las hermanas. Estas hicieron una breve reverencia para luego irse al fondo del escenario y cantar:

"Por una cabeza de un noble potrillo…"

Y una segunda luz apuntó a la pareja de Elfman y Evergreen… vestido él con un traje a rayas con sombrero y ella con un verde vestido abierto en la pierna con grandes tacones, bailaron al son del tango con pasión. Deslumbraron en el baile y se fundieron en un solo ser, era tal su complicidad que más de alguno supuso que había algo más que una relación de parejas de bailes… ella pasaba una pierna sobre otra, ahora levantándola, ahora enredándola en su compañero, mientras que él la levantaba, la guiaba con sus férreas manos y la deslizaba con una delicadeza que jamás se pudo haber pensado de un hombre tan fornido como Elfman. Acabaron mirándose al público, él tomándola de la cintura y ella enlazando una pierna en la cadera de él.

El público estalló en euforia.

¡WOAAAAAAAAAAAAAAAA! (El animador narigón volvió al mando) Luego de estos maravillosos regalos que nuestra querida Lucy a recibido… ¡Es hora del baile y de la fiesta! ¡Música DJ!

Muchísimas luces de discotequera cegaron a los invitados en un loco y divertido baile. A pesar de la felicidad que sentía Lucy, había alguien que le faltaba… estaban todos allí. Todos excepto él.

Bailó entre sus amigos para no ser descortés. Primero fue con Levy, luego se unió Erza, Lissana y Mira. De allí pasó a Gerard para luego bailar con Gray bajo la atenta mirada de Juvia. Alguien le tomó de la cintura y la apartó un poco del resto… era un hombre castaño, de una melena tan fiera como la de un león. Tenía lentes de noche y un frac oscuro de corbata roja.

-Casi había olvidado lo bella que eres, Lucy-chan

Lucy volteó el rostro y halló al hombre demasiado cerca. Se alejó un poco y le contestó:

-Lo lamento, pero no logro acordarme de ti

-Oh sí… (El castaño se revolvió la melena) comprendo. Soy Loki, del instituto. Apenas nos licenciamos tuve que irme a Cuba para estudiar medicina quizás por eso no me recuerdes bien. Pero… yo no te he olvidado

Lucy se sintió un poco incómoda pero no quiso ser soez.

-Y… ¿Qué tal Cuba? (Preguntó)

-¡Oh! (Loki sonrió) ven, acompáñame. Aquí no se logra escuchar bien

Lucy lo acompañó, ya con más confianza. Recordó que Loki era el chico galán del salón. Prácticamente todas las muchachas (Incluyendo a algunas profesoras) estaban enamoradísimas de él. Por esas casualidades de la vida, ella no cayó en su embrujo y él, quizás por esto mismo, tuvo más atenciones con ella. No había el día en que él no le diese algún chocolate, carta o rosas.

Lo siguió hasta unas bancas separadas del resto.

-¿Y? ¿Cómo te fue en Cuba?

Loki tomó asiento y le dio palmaditas a la madera para que Lucy hiciera lo mismo.

-Verás… (El castaño se acomodó estirando las piernas) es un país muy amigable con gente muy bondadosa. Allá hace mucho calor y se vive modestamente. Y tienes unos paisajes… ¡que parecen sacados de un libro de fantasía! Sus playas, su comida, sus mujeres… eh… je, je, je. Tú entiendes. Sólo que es un país en tensión… pero bello de todas formas. Si quieres, podría ser tu guía si algún día quisieras ir…

¿Cómo Loki se había acercado a ella? tampoco se dio cuenta. Se alejó disimuladamente y cambió el curso de la conversación:

-Así que eres doctor

-¡Sí! (Le confirmó Loki) Soy como una especie de House pero más amable y guapo

La rubia estalló en risa.

-¡Eres un loco, Loki! No me digas que también llegas a la enfermedad en el momento justo cuando algo ocurre en tu vida personal

-Bueno… si lo quieres ver así… (Se acercó un poco) estuve un tiempo pensando si hacerme cirujano plástico o ginecólogo, pero preferí ser oftalmólogo. Como entenderás, he visto muchos ojos pero ningunos tan bellos como los tuyos… (Se acercó aún más) y sin ser un oculista se puede apreciar su belleza. Tienen un brillo tan maravilloso… eres hermosa, Lucy

Le rozó los labios.

Choqueada como estaba, Lucy no se dio cuenta que alguien la observaba atentamente. Sólo se percató cuando ya era demasiado tarde, oyendo que sus pasos se perdían en la espesura.

Apartó a Loki con suavidad y le susurró unas disculpas. Se adentró en la oscuridad y buscó al dueño de los pasos. Pero como la fiesta se había hecho en un parque que nunca había visitado y en donde la noche se había apoderado de sus sentidos, rápidamente se perdió. A lo lejos vio una melena rosa y pensó que era él. Lo alcanzó ansiosa, abrazándolo y diciéndole:

-¡Natsu, no fue cómo crees que fue! ¡Te lo puedo explicar! (No recibió respuesta) ¡Por favor, háblame!

Le dio vuelta y comprendió que no era Natsu… era…

-¡No, Lucy-chan! Soy Edonat… mi hermano te tenía un regalo especial y… ¡O-oye!

Lucy volvió a su carrera sin rumbo. Comprendió que no podía seguir a ciegas y justo recordó que en una noche en la clínica, cuando le leyó su borrador de la novela…

Sus pasos la llevaron a un lago que en su centro, en una pequeña isla, había un gran roble blanco. La luz de la luna no era lo suficientemente fuerte como para mostrar un camino que la guiase a la isla. Se lanzó al agua y luego de muchas brazadas llegó a la otra orilla. Salió chorreando del agua y se acercó al roble. Pero grande fue su sorpresa cuando no encontró una puerta o algún tipo de entrada. Tanteó la madera y encontró un orificio casi en la base del tronco. Lo jaló. La trampilla dejó un hueco lo considerablemente ancho y alto como para que ella pudiese pasar agachada. Entró, cerrándolo de paso. El lugar estaba en penumbras. Avanzó con cuidado. El suelo bajaba cada vez más pero en círculo, como si bajase en una escalera de caracol. Cuando por fin pisó un suelo liso, distinguió la silueta de muebles. Los evitó, llegando a lo que parecía ser el suave roce de una alfombra. Alargó un brazo para encontrar un límite, pero empujó algo que resultó ser un florero que se rompió en mil pedazos.

Las luces no tardaron en encenderse enseguida.

-¿Luce…?

Y por fin, en toda la fiesta, halló a quien necesitaba tanto.

Se sonrojó.

ooOoozoeldwinaooOoo

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hi! Por fin pude terminar este cap. :3. Es el cap. más largo de todos mis fics con diecisiete hojas en total y como no me gustan los impares y ya sobrepasé mi número favorito, les diré unas cositas pocas.

:D! Te extraño terminará en el próximo capítulo oficialmente (Iba a ser en este pero se pondría muchísimo más largo) pero como terminaría en número impar, habrá unos apéndices que explicarán el pasado de varios personajes antes de la fiesta. Y… quizás, un corto de un futuro NaLu x3!

Debo reconocer que no me gustó mucho la historia desde un principio y por eso me demoré tanto (Sobre todo por la susodicha enfermedad de Lucy que no sabía cómo llamarla porque sé nada de biología ¬¬). Inclusive, hubo muchos que no entendieron partes de la historia por falta mía. Ruego mis más sinceras disculpas. Casi no escribo mundos realistas y eso me priva un poco de mi imaginación :c.

Y como termina este, comenzaré un nuevo fic pero del toque fantástico. Sólo diré que Lucy será entregada como sacrificio para la salvación de su reino.

Sin más, BYE Y CUÍDENSE! Gracias por haber leído y divertido con mis imaginaciones locas xD.