Esta es mi primeria historia que espero os guste. No seáis muy críticos conmigo ;-)

Como ya sabéis todos los personajes son de Rumiko Takahashi y es sin ánimo de lucro.

MÁS ALLÁ DE LO CONOCIDO

Chapter 1 - Tras la Boda Fallida

Akane estaba sentada en uno de los peldaños de las escaleras que suben a su habitación. Está con la mirada perdida mirando al vacío. Su falda, antes larga, elegante, tersa y blanca como una cascada de agua, estaba rota en jirones y sucia. El corpiño, con pequeños bordados en blanco, que tan bien se ajustaba a su figura remarcando su pequeña cintura y su pecho ahora estaba desgarrado y manchado con restos de comida. De los dos finos tirantes que salían del corpiño con su mismo bordado, y de los cuales, colgaban unos largas mangas de seda dejando sus hombros totalmente al descubierto, sólo quedaba uno y ni una de las dos preciosas mangas que tanto la habían embelesado cuando se puso el vestido. El pelo lo tenía revuelto y algún arañazo aún se dejaba ver en sus brazos y en una de sus mejillas.

Kasumi se sentó a su lado quitándole el flequillo que le caía encima de los ojos, en un gesto cariñoso y protector

- Estás bien, Akane? Quieres que te prepare un té?

Akane centró su mirada y tardó un poco en recordar dónde estaba y qué había pasado.

- No gracias, Kasumi, estoy bien. Qué falta por ordenar? Dónde puedo ayudar?

- No te preocupes, ya hemos acabo con todo. El Dojo vuelve a estar limpio y también la casa. Tendremos que arreglar varias paredes caídas y algunos muebles pero nada que no hayamos superado ya en otras ocasiones.

Y le sonrió con una cálida sonrisa.

- Anda, vete a dormir Akane. Mañana será otro día y todo irá mejor.

Akane la miró sin ninguna expresión en su rostro. Kasumi le dio un beso en la frente y la ayudó a levantarse, guiándola hacia su habitación. Allí le quitó el maltrecho vestido, le puso su pijama amarillo y la acomodó en su cama tapándola bien para que se sintiera bien arropada. Después salió de su habitación dejándola allí aún con los ojos bien abiertos y perdidos.

Cuando Kasumi bajó todos estaban abajo, en la sala. Soun y Genma estaban en un rincón. Soun aún lloraba desconsolado y Genma le daba golpecitos en la espalda convertido en Panda. El Dr. Tofú y Nabiki estaban también sentados pero en silencio con la mirada triste y desconsolados. Kasumi se unió a ellos con su eterna sonrisa. Estaban todos menos Ranma.

- He acostado a Akane. Aún está en shock por todo lo que ha ocurrido pero saldrá de ésta. Es muy fuerte y nos tiene a todos nosotros.

- Es horrible. Todos pensábamos que esta vez sí que iba a salir todo adelante – contestó Nabiki aún con la cabeza baja – Que la boda iba a llevarse a cabo, y más después de lo de Saffron pero ha sido como el resto de las veces. Me arrepiento tanto de haber vendido las entradas para que todo Furinkan asistiera a la boda. Pero el dinero nos irá ahora bien para reconstruir la casa y los desperfectos.

- El Dr. Tofú y Kasumi, miraron a Nabiki y les cayó una gotita de sudor por su cara. Nabiki siempre tan práctica.

- Me preguntó dónde estará Ranma – dijo el ú mirando hacia el estanque. – Le vi saltar la pared cuando todo se descontrolaba con todas sus prometidas y Kuno, Moose y Rioga detrás de él. Debería haber vuelto ya.

Todos se quedaron pensativos de nuevo, mientras se seguían oyendo los sollozos de Soun detrás.

- Bueno, de momento no podemos hacer nada más. Ranma volverá cuando esté preparado. Vayámonos a descansar. Mañana hemos de estar frescos para apoyar a .Tof ú, le agradezco que se haya quedado con nosotras y nos haya ayudado a recogerlo todo. Quiere quedarse a dormir? Podemos ponerle un futón en la habitación de mi padre – le dijo Kasumi suavemente.

Los ojos del ú, por unos momentos empezaron a girar sin control, pero poco a poco se calmó, se giró y con un rostro colorado y todo embobado le dijo a Kasumi

- Muchas gracias, Kasumi, pero mejor me voy a mi casa. Tengo varias cosas que arreglar por allí. Pero si no te importa mañana por la mañana volveré para ver cómo está Akane. Sé que lo superará pero me preocupa un poco.

El ú estaba orgulloso. Había estado entrenando duramente para conseguir poder hablar así a Kasumi y no montar los espectáculos que antes montaba.
Con eso, todos se fueron a dormir y cayeron rápidamente dormidos. El día había sido muy largo y desgraciadamente agotador y con un final con ganas de ser olvidado.

Eran las 3h de la madrugada. Todos dormían menos una persona. Akane seguía en la misma posición que la había dejado Kasumi con los ojos bien abiertos. Poco a poco, se levantó y se acercó al armario donde colgaba de una percha lo que quedaba de su vestido de novia. Lo tocó y notó que algo húmedo resbalaba por su cara. Estaba llorando. Hasta ese momento no había derramado ni una lágrima.

Otra vez. Otra vez le habían estropeado su boda. Otra vez. Otra vez Ranma había sido incapaz de mostrarle sus sentimientos. Esta vez había estado segura. En Jusenkyo oyó a Ranma decirle que la amaba, no habían sido imaginaciones suyas. Y los ojos con que la miró al verla vestida de novia, esos ojos eran de asombro pero también vio un brillo distinto que ella creyó ser amor. Sin embargo, cuando lo preguntó si la amaba no supo decir nada. Como siempre se quedó paralizado y sólo consiguió mover sus manos nervioso. Y entonces empezó todo el desastre, el acostumbrado desastre. Todas sus prometidas además de Kuno, Moose, Ryoga, entraron de golpe y empezaron a perseguir a Ranma rompiendo todo lo que tuvieran por medio. El espléndido altar con las flores, la decoración en la que tanto se habían esforzado Kasumi y Nabiki. Shampoo, Ukyo y Kodashi comenzaron a atacarla a ella también. Se había defendido como podía pero el atuendo que llevaba le dificultaba su defensa y empezó a recibir varios golpes directos que la lastimaron a ella y a su preciosa vestimenta.

Todo fue muy rápido. De repente se giró, tras protegerse de un ataque con su brazo, y ninguna de las prometidas estaban presentes, ni los chicos. Ranma tampoco.

- Ranma, porque no me dijiste lo que sientes? Estaba convencida de que me amabas. En Jusenkyo lo dijiste… lo se, te oí

Cerró los puños muy fuerte. Estaba furiosa, pero las lágrimas no cesaban de caer

- Está bien. Lo he entendido. He sido una estúpida al pensar que podías sentir lo mismo que yo. No te molestaré más. Tú harás tu vida y yo la mía. Por la mañana romperé el compromiso

Por un momento la determinación de la decisión le hizo sentir bien pero duró sólo unos instantes. Bajó la vista y esta vez las lágrimas se desbordaron.

Al cabo de unos minutos eternos, exhausta y deprimida, se metió en su cama y cerró los ojos. Mañana sería un día duro. Debería aprender a vivir sin Ranma.

Espero os hay gustado. Sigo trabajando en el siguiente capítulo... veamos dónde está Ranma y qué le pasa