Hola! Este es mi primer fic espero que les guste. Por favor dejen review. Opinión, crítica constructiva, sugerencia, idea. Si les gusta y quieren que siga escribiendo.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Stephanie Meyer. La historia es mía.
Enfado, viajes y nueva cara
Edward POV
Recorría las calles a una velocidad muy lenta incluso para un humano. Hacía poco que me había alimentado, así que no corría ningún riesgo. Pasaba calles, plazas, callejones y grandes avenidas. Caminaba sin rumbo, pero tampoco es que me importase mucho. Mi mirada cruzaba el horizonte, perdida. Dicen que la confianza da asco; yo he comprobado que sí. Eso que se deposita en la gente, a la que se le da un valor , una estimación y una responsabilidad.
-Flash Back-
Me sorprendía lo rápido que había llegado Carlisle ese día muy triste y apenado, según Esme había perdido a una paciente. Una chica joven de unos diecisiete años en un accidente de tráfico, según lo que me había dicho venía de vuelta de una fiesta y no conducía ella.
Su mente era como la biografía de un dramaturgo, llena de tristeza y pena. Sin embargo unos pensamientos me llamaron especialmente la atención.
"Esa chica, era tan joven estaba en la flor de la vida y por culpa de beber y conducir"- Carlisle no podía evitar sacar el padre y médico que llevaba dentro-" Me recuerda a cuando convertí a Bella, tan joven y tan desdichada, que habrá sido de ella? Debería buscarla, pero si una vez se fue no creo que ahora vaya a hacer algo distinto."
En ese momento me sobresalté , Carlisle me había mentido. No esto tenía que ser un error, Carlisle el gran doctor Cullen no me podía haber mentido en una cosa así, no, no podía ser cierto.
-Carlisle, quién es Bella, a quién has convertido?- pregunté con un tono muy serio y severo.
En ese momento Carlisle se sobresaltó también y bloqueó su mente. Concretamente comenzó a recitar el juramento hipocrático.
Edward, hijo… veras…-hablaba entrecortado, asustado o con culpabilidad en su voz?
No, no quiero escusas! Quiero la verdad! Has convertido a alguien más que nosotros sí o no? - mi tono de voz era el más serio de los últimos cien años y eso en mi era muy difícil, siempre había sido el más tranquilo de la familia.
En ese momento Rose, Emmett, Alice, Jazz y Esme se encontraban alrededor de nosotros. En el salón.
-Si- contestó Carlisle, su tono de voz era simplemente indescriptible, fue suficiente para que en un momento hubiera desaparecido y no pretendiera volver jamás.
Salí corriendo y no miré a nadie más.
-Fin Flash Back-
De ese día habían pasado ya dos meses. Me había ido, sin despedirme ni decir adiós.
Había decidido ir a ver mundo y conocer más allá de lo que conocía, pero algo me decía que no debía alejarme.
Así que ahora me encontraba en Michigan.
La decepción era en sentimiento que me inundaba, también había enfado, odio y mucha frustración.
Tiempo después de conocer a Carlisle tenía muchas charlas con él. Pero hay una que recuerdo más que las demás.
-Flash Back-
- Carlisle, tu aparte de nuestra familia convertiste a alguien más?- no sé porqué ese día me había inundado la curiosidad, más que eso quería indagar en Carlisle.
-No!- me contestó Carlisle con un tono muy severo, nunca le había escuchado así y eso me extrañaba.
-Pasa algo, Carlisle?- dije en un susurro de voz.
-Nada hijo, simplemente que no entiendo tu pregunta. Que te intriga tanto?
- Nada, solo por preguntar - mentí, en realidad quería indagar en Carlisle y eso era lo que estaba haciendo.
-Bueno pues entonces sigamos. Te he hablado de este libro ? - dijo cambiando de tema como si no hubiera pasado nada y señalando un libro sobre filosofía con tapas duras y empolvadas y páginas ya amarillentas.
-Fin Flash Back-
Me había vuelto a enfadar conmigo mismo. Sacudí a cabeza y continué con mi marcha por las calles de Michigan.
Bares, pubs y discotecas abrían a esas horas. El tiempo había pasado y yo no me había enterado. Los jóvenes inundaban las calles. Eran ya las tres y media de la madrugada.
Caminaba sin rumbo. Cosa a la que ya me había acostumbrado.
De repente un olor llamó mi atención. Provenía de un de las discotecas de la zona, concretamente de la más lujosa de Michigan; allí se presentaban las películas más prestigiosas.
Era como una mezcla de rosas frescas y fresas.
Si fuera un perfume sería el mejor del mundo, sin duda alguna.
Me di cuenta de que no procedía de un humano, procedía de un vampiro.
Mi curiosidad era tal que decidí descubrir a quién pertenecía.
Pagué la "entrada" y entré en la discoteca. Preparando mis oídos para tal estruendo y los montones de pensamientos que me invadirían nada más entrar.
Este cap es muy cortito el próximo será más largo. Y con más acción.
Dejen review.
Mordidas!