A los que leen un fic de esta pareja por primera vez les digo: ¡Hoola!¡Disfrútenlo! y a los que ya me han leído les digo: ¡Hola otra vez! ¡Disfrútenlo! ^^
En ocasiones me vienen estos ataques de inspiración, donde veo cosas, escenas o diálogos. "A la tercera es la vencida" es producto de uno de ellos, aunque me salió más largo de lo que pensé u_u Lo lamento, aún soy principiante y creo que esta idea no es muy coherente. Pero al final es el lector quien tiene la palabra, así que adelante.
Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto. Este disclaimer va por todos aquellos en mis historias que se me han olvidado u.u
A la tercera es la vencida
—Dímelo. Ya te dije cómo fue mi primera vez. No es justo.
—Sólo me he besado con dos chicos en mi vida. No te burles. La primera vez fue… por una apuesta con unas amigas.
—¿Y… cuántos años tenías?
—Menos de diez —admitió ella evitando mirarlo a los ojos—. Veíamos a una pareja pasar y apostamos a que nadie se atrevería a besar a un chico.
—Y tú dijiste que sí te atrevías. —No era una pregunta, él lo adivinó y sonreía.
—Besé a un compañero de la escuela —soltó Hanabi—. Su nombre es Taro. Juré que no volvería a besar nunca a nadie. Fue lo más asqueroso.
Él no rió fuerte porque ella se lo había pedido, pero no pudo evitar dejar escapar una risita. Estaban sentados uno al lado de otro, y trataba de mirarla fijamente pero ella era más bajita que él así que para eso tenía que mirar hacia abajo —tal vez demasiado abajo, más abajo de su cara, su cuello y se detuvo justo ahí…
—¿Y el segundo? —Dijo. Ella se rió.
—Estuve muy nerviosa. Ése sí fue como el primero.
Graciosamente ella estaba muy risueña, y él la miró a los ojos. Le gustaba verla sonreír… Pronto Hanabi comenzó a reír diciendo que todo eso era una tontería. Él, riéndose también, se fue acercando a ella… Hasta que Hanabi no recuperó la compostura no se percató de eso, y cuando lo hizo se perdió por completo… Sentía que las mejillas le ardían… Él estaba tan cerca que Hanabi podía ver claramente su propio reflejo en los ojos de él… Sentía su respiración más suave, como si la estuviera conteniendo para ella… De repente sentía que su nariz era muy grande, o la de él era muy larga, ¿o era que estaban demasiado cerca? Una al lado de la otra… Hasta que ocurrió lo inevitable… Cerró los ojos… Sentía que la nariz sensible de él le acariciaba suavemente la mejilla, y a la vez ella estaba casi segura que le estaba rozando justo donde tenía las marcas rojas… Todo fue rápido y hermoso… Terminó con un suspiro que no supo bien si se le escapó a ella o salió de los labios de él.
—Y… —El chico vaciló sin separarse mucho— ¿qué tal… el tercero?
—El tercero —repuso ella sonriendo con picardía— fue con un idiota que no paraba de verme los pechos.
Kiba se sonrojó.