DISCLAIMER: BUENO LOS PERSONAJES NO SON MIOS, LE PERTENECEN A LA MARAVILLOSA RUMIKO T. Y DUDO MUCHO QUE

ME LOS QUIERA HEREDAR!

Este es mi primer fic, asi que cualquier comentario(a favor y en contra) se agradece, es un Sesshome;

subidito de tono, una vez avisados...

CAPITULO 1

Todo mi cuerpo tiembla, exigiéndome una carrera que no voy a dar. Paso a paso me retiro en silencio, con la imagen de ambos fija en la mente. Oculto mi presencia lo más que puedo y regreso al lugar donde los demás duermen. Shippo esta tan tranquilo en mi saco de dormir, que prefiero no arriesgarme a despertarlo, creo que aún es pronto para dormir, caminar siempre ayuda a relajarme; escucho el rumor del rio cada vez más cerca. En algún momento sin darme cuenta una rama cruza mi rostro con fuerza, no me detengo; sigo andando despacio, procurando hacer el menor ruido posible; hasta que el rio aparece frente a mis ojos. Me siento en una piedra que sobresale a la orilla del agua; hay luna llena, una bellísima perla que ilumina el bosque intensamente, arrancando destellos de plata al rio.

El ardor que siento en la mejilla me sorprende un poco, no lo he notado hasta que una solitaria lagrima ha pasado sobre la diminuta herida. Mis dedos se han manchado con un ligero color rojo cuando los llevo a mi rostro buscando el origen de la molestia.

Contemplo distraída la sangre en mis dedos, tan fuera de mi que no lo percibo, hasta que sus pies casi tocan los míos. La suavidad de sus cabellos al rozar mis rodillas, contrasta de forma terrible con la dureza de sus ojos dorados; no le asombra ver mi llanto, me ha visto llorar tan a menudo que empiezo a creer que le parece algo normal en mi.

Es la finísima línea roja que marca mi mejilla la que le interesa; una mueca aun más dura ensombrece sus facciones mientras se acerca a mi rostro con cuidado. Su nariz roza suavemente mi mejilla; luego con la misma lentitud se levanta dándome la espalda.

Yo solo atino a inclinar el rostro, porque lo siento arder; el jamás había actuado así, en el poco tiempo que llevamos conociéndonos, el jamás se había acercado de forma tan intima.

Una explosión de amarillo y azul aparece frente a mis ojos, levanto la vista confundida.

-Limpia tu rostro. Me dice en un susurro mientras extiende el precioso obi de seda, cuidadosamente doblado hacia mí.

-Pero se manchara…

-….

-Te lo agradezco, Sesshomaru. Tomo la prenda con cuidado y sumerjo una parte en el agua, usándola luego para limpiar el rasguño en mi rostro. La delicada prenda se ha manchado y un escalofrió me recorre de solo pensar en lo molesto que estará el señor del Oeste por haber maltratado su propiedad.

-Me apena mucho…esto…he arruinado tu obi. Lo limpiare y te lo devuelvo luego….

-…Consérvalo

-…Pero…yo...!te lo agradezco! Y no puedo evitar, sonar verdaderamente agradecida por el presente. Mientras siento una enorme sonrisa crecer en mi rostro.

-¿Rin está bien? Un asentimiento silencioso es todo lo que recibo en respuesta, me pongo en pie con cuidado, y decido que ya es tiempo de volver al campamento. – Bueno…yo debo irme. Gracias de nuevo…

-Por que estabas sola? No hay una sola variación en su tono de voz, sigue siendo tan impersonal como siempre; pero, con el tiempo ha aprendido a distinguir los sutiles matices de su rostro y su postura, está enfadado.

-Necesitaba un poco de aire…y….

-…..

-Pensé que caminar me ayudaría a dormir…..

-….

-Ya sabes… para relajarme…Bien, su rostro estaba mas y mas tenso; cerro muy brevemente los ojos antes de mirarme en completo silencio. Esta muy molesto; no me doy cuenta de sus movimientos, cuando ya está frente a mí, inclinando su rostro, viéndome a los ojos; rozando con cuidado la pequeña herida de mi mejilla con la punta de su dedo. En ningún momento me toca su garra, solo siento la calidez intensa de su piel sobre la mía.

-No debes andar sola por el bosque… Su voz suena peligrosamente cerca de mi oído; provocando una sensación demasiado abrumadora, que sube a mi garganta y me bloquea la voz. –Menos aun si estas herida. Su dedo sigue bajando despacio, hasta el mentón, elevando mi rostro con cuidado; guarda un largo silencio, sin dejar de verme a los ojos. – No tolero el aroma de tus lagrimas…Aome. Sus palabras cosquillean en mis labios, porque las ha dicho rozando muy sutilmente su boca con la mía.

-….Sesshomaru…mi voz apenas suena, mientras un delator rubor me sube al rostro. Estoy muy asombrada para reaccionar, cuando el ya esta camino al bosque del que salió sin hacer ruido. Sin darme cuenta llevo una mano a mis labios, aun sintiendo el calor de los suyos. Sujeto con fuerza la prenda de seda contra mi pecho, tratando de aferrarme a algo.

Y es entonces cuando caigo en la cuenta; Sesshomaru…Daiyoukai del Oeste. Acaba de besarme, a mi. Una humana, simple, frágil, que además está enamorada de su muy odiado medio hermano.

Las piernas me tiemblan un poco mientras regreso al campamento; el obi de Sesshomaru permanece doblado cuidadosamente en un bolsillo de mi uniforme…Sesshomaru. Los recuerdos acuden a mi abrumándome. Hemos pasado por tantas cosas, la ausencia de Kohaku, la presencia constante de Kykyo con nosotros últimamente, y por supuesto; la renuncia final de Sesshomaru a Tessaiga. Bakusaiga es su espada nueva; al final ha comprendido que su herencia era otra; además recupero el brazo que Inuyasha le había cortado, la primera vez que lo vi, fue a causa de su obsesión con Tessaiga, fue muy cruel con Inuyasha, usando los recuerdos de la madre humana de este, para averiguar dónde estaba la tumba de su padre.

Aristócrata engreído, insensible, egoísta…. Todo eso me pareció en aquel momento…y lo seguí pensando durante mucho tiempo después; conforme más me enamoraba de Inuyasha, mas odioso me resultaba su hermano mayor. Que irónico que fueran un par de pequeños humanos los que me hicieran pensar distinto de el. Cuando se acerco a mí, había tanta curiosidad en sus ojos, tanta indiferencia ante el resto del mundo. Fue unos meses después de haber obtenido a Bakusaiga; Kykyo había sido terriblemente herida en el monte de las animas. Me esforcé mucho en ayudarla, y sabiendo lo mucho que Inuyasha la ama, le pedí que nos acompañara. Me asombro un poco que no accediera. Luego de eso no era extraño que Inuyasha se ausentara… yo ya lo esperaba así. En algún momento tome el mal habito de dar paseos nocturnos antes de dormir, a veces me acompañaba alguno de los muchachos, pero por lo común iba sola. En uno de esos paseos, lo encontré cerca de un arroyo, hablamos por primera vez, solo unas palabras, el no es muy expresivo; por regla general solo me miraba en silencio.

En qué momento se volvió un habito salir a charlar con el… no lo sé. Pero cuando Inuyasha y Kykyo se encontraban, yo solía vagar por el bosque para llorar… no siempre me encontraba con el frio youkai, y cuando lo hacía mantenía las distancias, aunque solo se quedara en silencio su compañía me resultaba tranquilizadora. Le intriga mucho mi mundo, y no acepta que en el futuro no existen criaturas sobrenaturales; que es, en pocas palabras, un mundo de humanos.

Me encantaría mostrarle mi mundo; solo por ver la expresión de estoico disgusto que seguramente haría!... Llevarlo a mi mundo, aunque no sé cómo hacerlo; ni siquiera sé como cruza Inuyasha…. Inuyasha…lo había olvidado. He estado fuera por casi una hora y él ni lo ha notado.

Bien, supongo que solo tiene atención para Kykyo, un poco del enojo que me hizo salir regresa a mi; pero por alguna razón me lleva a pensar de nuevo en Sesshomaru… y mis labios arden al instante y casi escucho los latidos de mi corazón.

Cierro los ojos recordando lo sucedido, disfrutando los detalles…sus ojos dorados fijos en los míos; la delicadeza de su dedo en mi rostro… el calor de su aliento y la devastadora sensación de seda de sus labios.

-¿Aome? La voz de Inuyasha dista mucho de la voz de su hermano, pero abrir los ojos y toparme con los ojos dorados de Inuyasha tan cerca de mi rostro, no puede evitar sorprenderme; su nariz roza mi mejilla, resiguiendo el camino trazado por el dedo de Sesshomaru sobre mi rostro. Puedo observar el momento en que reconoce su aroma en mi piel porque su mirada pasa de la sorpresa a la incredulidad y finalmente a la ira.

- ¿Dónde estabas Aome?

- En el rio… fui a refrescarme un poco. Intento rodearlo y seguir andando al campamento cuando su mano me sujeta con fuerza del brazo

- Aome….Donde estabas? Su voz tiembla ligeramente por la ira contenida.

- Ya te lo dije, fui a refrescarme al rio. Siento como el agarre en mi brazo aumenta.

- Por que hueles tanto a Sesshomaru?...Aome, tu piel tiene marcada su peste!

El grito de Inuyasha se acompaña por un firme apretón en mis hombros; me siento tentada a mandarlo al suelo de inmediato, pero me detengo al ver la expresión de su rostro.

- Fui al rio…porque no podía dormir, y al caminar por el bosque una rama me lastimo el rostro; así que al llegar me lave un poco y me encontré esto… Los ojos de Inuyasha se abrieron sorprendidos al ver la familiar prenda en mis manos.

- El obi de Sesshomaru? Su olor es más fuerte en tu rostro…. La frase murió en sus labios cuando le mostré la prenda húmeda y con rastros de sangre.

- La use para secarme…

- Keh! Pues ya tírala… Apesta! Una de sus manos bajo para quitar la prenda de mi mano; la fuerza de mi voz, me asusto un poco...

- ¡ABAJO! La cara de Inuyasha fue a dar de lleno contra el suelo

- ¡PERO QUE TE PASA AOME!

- Voy a guardarlo….

- ¿Qué?

- Voy a guardarlo.

- Pero...¿ Por qué?

- Me gusta… y ahora me voy a dormir Inuyasha

- Pero por que lo vas a guardar Aome?... Aome!...AOMEEEEE


Les gusta?... profis un review...