Todos los personajes pertenecen a JK Rowling y solo este pequeño fic es mío producto del ocio veraniego.

Aclaración: La segunda pareja solo es un pequeño "agregado" para resolución final. Leer sobre ellos afecto enormemente mi inspiración y el producto de eso, es está historia.

DISFRUTEN DE LA LECTURA

"No hay nada más interesante que la conversación de dos amantes que permanecen callados" (Plauto)

¡Son primos!

¿Cómo habían llegado a esa situación? Oh sí. James Sirius Potter lo sabía a la perfección después de días, meses y años en la siempre compañía de su prima Rose Weasley, había llegado a la gran conclusión que no podía vivir sin ella, que no concebía un mundo sin su mirada ni su presencia. Aquel sentimiento que había sido concebido por él en un principio fue inevitablemente transmitido hacia la hija de Ronald Weasley.

Ambos jóvenes se habían embarcado en una prohibida relación a fines del sexto año de James y que había evolucionado hasta estás vacaciones de navidad del siguiente año donde la verdad había salido a la luz, descubierta nada más ni nada menos que por Harry y Hermione.

El par de amigos regresaba a la casa del hombre en búsqueda de cubiertos para la cena que se celebraría en la madriguera, habían enviado a James y Rose hace aproximadamente treinta minutos y se preguntaron qué tal vez que sus hijos tendrían problemas. Por supuesto la escena que presenciaron al entrar a la cocina no necesito de segundas lecturas.

James y Rose se besaban en medio de la cocina acompañados de varias cajas con platos en su interior. La exclamación de ambos padres hizo que los jóvenes se separaran asustados, enmudecidos al verse descubiertos y temerosos ante la reacción de sus padres. Harry les había dicho que les esperaran fuere del estudio mientras él y Hermione hablaban.

Y allí se encontraban, parados frente al estudio a la espera de la resolución de sus respectivos padres, temerosos que pudiesen obligarles a separarse o qué les contarán al resto de la familia lo ocurrido. James tembló ligeramente ante la perspectiva de verse ahorcado por su tío, sabía lo receloso que podía ser tanto por su esposa o hija, Rose por su parte sabía que su madre se rendiría a su lado racional y le obligarían a separase de James.

En un intento por tranquilizar a quien era su novia, James tomo la mano de Rose y la apretó con suavidad, gesto que la Weasley agradeció dedicándole una tímida sonrisa, por ilógico que sonará sabían que el único error que habían cometido sin desearlo era ser primos. En silencio intentaron en vano escuchar lo que sus padres discutían, habían insonorizado la habitación.

Al interior del estudio, Hermione Granger se paseaba por el lugar intranquila aun intentando asimilar lo ocurrido en la cocina, pareciéndole una broma de mal gusto. Sin embargo Harry parecía llevarlo mejor y su semblante tranquilo le hacía permanecer sentado sobre el escritorio observando los continuos paseos de su mejor amiga.

Por mucho que el moreno intentase luchar la imagen de su hijo y sobrina besándose le hacía generar un extraño escalofrío por su cuerpo, no es que le resultará inverosímil o incestuoso sino más bien le generaban un sinfín de sensaciones que hasta sus sueños más extravagantes había experimentado y solo realizado una vez. Volvió a observar a su mejor que ahora se había sentado en el sofá frente a él.

-¿Qué hacemos? – Preguntó Harry pensativo

-No lo sé – murmuro Hermione nerviosa - ¿Cómo ocurrió esto, Harry? ¿Desde cuándo?

-Quisiera saberlo – suspiro él intrigado, intentado recordar cada reunión familiar dando algún indicio del comienzo de aquel embrollo que provocaría el tercera guerra mundial – Crees deberíamos decírselo a los demás.

-No quiero imaginarme la reacción de Ron – murmuro ella pensativa. La impulsividad de su esposo haría que la integridad física de su sobrino corriera peligro – Ginny y los demás pondrán el grito en el cielo.

-¿Y tú que crees? – Se atrevió a preguntar el ojiverde

-Son primos, Harry – le miró ella como si fuera obvio – Es incorrecto, ellos no pueden tener una relación amorosa… Las repercusiones en la familia serían…

-Hablas cómo cuando teníamos dieciocho – interrumpió Harry sin querer – Lo siento. No debí.

-Es diferente – masculló Hermione desviándole la penetrante mirada a su amigo.

-Sí era diferente por qué no prospero – susurró él como si quisiera que su hijo y sobrina no escucharan a pesar del hechizo – Sé que James no tiene buena reputación dentro del sector femenino en Hogwarts pero soy su padre y no puede engañarme, sé que es sincero.

-Sé que buen chico, Harry – suspiro la castaña volviendo a pasearse por el estudio – Simplemente son primos y lo que hacen está mal.

-Se aman – susurró él acercándose hacia su amiga para detener su frenético andar – Dime que te provoco verles besándose – dijo sin quitar su mirada esmeralda de ella.

Quiso desviar su mirada pero le fue imposible y vagamente intento recordar aquel momento. Por mucho que intentase concentrarse en la imagen de su hija y sobrino besándose, la única imagen que salto a su mente fue la suya y el hombre que tenía frente. En esa misma cocina besándose hace muchos años, el primer y último beso que compartieron antes que sus vidas se separasen para siempre.

Más que inquietarle la relación entre su hija y sobrino le inquietaba lo que esa imagen había provocado en ella, removiendo el pasado que tan celosamente había sepultado para nunca más sacarlo a la luz, no quería revivir aquel beso que por poco hizo sucumbir todos sus planes.

Inquieta intento zafarse del agarre de su amigo y salir de ese estudio lo antes posible, sin embargo el peligroso acercamiento de Harry hacia sus labios le hizo flaquear y sin defensa alguna se dejó besar nuevamente por quién siempre sería su primer amor, aquel que nunca supo concretarse por la razón y la absurda lógica que les encarcelo en las apariencias.

El ojiverde afianzó su agarre sujetándole por la cintura, atrayéndola hacia su cuerpo ¿Cuántas noches había soñado con volver a besarla? Muchas ¿Cuántas miradas le imploraban que mandase todo el mismísimo infierno y fuese feliz? Infinitas. Y nunca había tenido el valor suficiente para hacerlo y aquella escena en la cocina solo había sido el "clic" necesario para poder zafarse de aquellas ataduras que cada día le volvían loco. Aún con la respiración agitada y temeroso se separó de ella pero sin dejar de sujetarle por la cintura, algo le hizo tragar saliva al no poder descifrar la expresión de Hermione y rogaba internamente por no escuchar la frase "Harry, esto es un error" No, no soportaría tal confesión.

La castaña sintió como el agarre de su amigo aflojaba tímidamente pero ella no quería, no deseaba aún separarse y en un arrebato volvió a apegarse a su cuerpo para está vez ser ella quien comenzará un nuevo beso. Quizás se sentiría culpable al momento de salir del estudio y se avergonzaría de ver a su esposo a los ojos pero por el momento solo deseaba disfrutar de aquel momento, deseaba poder estar en los brazos de su mejor amigo.

-¿Qué te provocó? – Susurró Harry a modo de pregunta. Ni el mismo sabía que preguntaba.

-Amor – Masculló Hermione no sabiendo a ciencia cierta si respondía a la primera o segunda pregunta o ambas. El latir de su corazón le decía que ambas.

-No podemos separarlos – Negó el moreno juntando sus frentes – Nunca me perdonaría que pasasen por lo mismo que nosotros… es injusto. Es una decisión difícil

-Dolorosa – suspiró ella acariciando el rostro de su mejor amigo – Sabes que está decisión provocará división en la familia.

-Se deberá enfrentar – sonrió Harry besando sutilmente la frente de su amiga – Todo saldrá bien, te lo aseguro.

-Bien – sonrió ella más tranquila.

El rechinar la puerta hizo que el agarre de James y Rose se intensificase. Nerviosos observaron a sus respectivos padres posicionarse en el umbral de la puerta sin ningún tipo de expresión en sus rostros, y el leve contacto visual entre ellos anunciaba que habían tomado una decisión en conjunto. Impacientes, escucharon…

-¿Están conscientes de lo que esto significa? – Comenzó Harry examinándoles con la mirada, su hijo asintió

-No queremos separarnos – habló Rose observando a su madre y tío – Esto es mucho más fuerte que nuestro parentesco y a pesar de que muchas veces intentamos separarnos, fue inevitable.

-Lo entendemos – murmuro está vez Hermione, a su lado el ojiverde se movió incómodo – Sin embargo, esto traerá consecuencias para todos.

-Hemos reflexionado bastante – continuo Harry cruzándose de brazos – y a pesar de que comprendemos su situación e intentaremos apoyarlos en todo momento – aclaró viendo un brillo esperanzador en ambos jóvenes – No podemos apañarlos en que sigan ocultándose de ese modo, así como nosotros les descubrimos pues podría cualquiera de la familia.

-Será difícil – suspiro James no pensando en la posible reacción de su tío – Deben darnos un plazo. – pidió observando a los adultos que se miraron en silencio.

Si había algo que Rose adoraba de su madre y tío es que no necesitaban armar gran escándalo para tomar una decisión, siempre habían necesitado una simple mirada para comunicarse y solo en contadas ocasiones les había visto discutir de forma airada o exaltada, por increíble que parezca aquella escena siempre se daba con su padre donde alguno de los dos terminaba pegando algún portazo. Paciente espero a que esos segundos de intercambio de miradas se ejecutasen. Un asentimiento por parte de su madre le confirmó que tendrían algo de tiempo ¿Cuánto, no lo sabía?

-Después de año nuevo – respondió Harry a los jóvenes que suspiraron aliviados – Sin embargo, procuren contárselo a sus hermanos durante estos días, así podrán prepararse para la conversación que tendrán con Ron y Ginny.

-¿Y el resto de la familia? – Inquirió Rose preocupada – es obvio que se enterarán ¿Cierto?

-Así es – susurró Hermione pensativa - ¿Sería bueno reunirlos a todos? – Preguntando al moreno quien dudó por un instante

-Paso a paso – recomendó el ojiverde – no es bueno demasiadas noticias en un día – le miró y la castaña asintió en silencio – El resto de la familia podrá esperar un día.

-Gracias papá, tía – agradeció James visiblemente más tranquilo – No pensamos que se lo tomarían de esta forma. Llegamos a pensar que nos ordenarían a separarnos. – sonrió.

-¿Lo hubiesen hecho? – Les miró Hermione observando como ambos jóvenes negaban – No los imaginábamos… bien, regresen a la madriguera. Hemos tardado una hora y deben estar preocupados, digan que demoraron en empacar los platos. – argumentó

-¿Y ustedes? – Preguntó James observando a su padre revolviéndose el cabello

-Llevaremos algo extra – habló al fin Harry – para disimular que hicimos algo productivo – bromeó él sonriéndole a su hijo y sobrina – Vayan, no demoren más. – les apuró

Asintiendo ambos jóvenes bajaron las escaleras y se introdujeron en la cocina, un suave clic les aviso a los adultos que habían aparecido en la madriguera. Y después del evidente interrogatorio del retraso, siguieron disfrutando la reunión cada uno en distintas conversaciones, ya suficiente habían tenido con sus padres para levantar sospechas en más integrantes de la familia.

Al poco tiempo Harry y Hermione regresaron con una caja de vasos y algunos cubiertos, fingiendo que nada había pasado tanto con sus hijos como con ellos mismos. Por supuesto el nerviosismo y las inevitables miradas les hacían delatarse pero la casa estaba tan repleta de personas que aquello pasaba desapercibido.

En cuanto se sentaron en la mesa para cenar los adultos sabían que aquella navidad sería especial, por una parte habían descubierto la secreta relación entre James y Rose, quienes se habían sentado distanciados por un puesto, y por otra los recuerdos habían salido nuevamente a luz, dando como resultado que los adormecidos sentimientos despertarán, y está vez para quedarse. Y algo les decía que sería hasta el resto de sus días.

Quizás aquel sentimiento les hizo aceptar de mejor forma aquella escena de sus hijos besándose o simplemente la escena hizo que los sentimientos despertasen. Por mucho que hubiesen discutido sobre la moralidad o inmoralidad de la situación, solo existía un hecho irrefutable: Se amaban. Y ellos no podían separarles, no cuando algo les susurraba al oído que la historia de ellos no podía repetirse con sus hijos.

Discretamente el moreno tomó por debajo de la mesa la mano de la castaña y la apretó con suavidad, y en una furtiva mirada se dijeron que aquello recién comenzaba. Un largo camino se hacía presente ante ellos y la revelación de James y Rose solo sería la punta del sinfín de problemas que la familia Potter-Weasley tendría que enfrentar. Días difíciles vendrían y que como siempre deberían enfrentar juntos.

Aun así la madriguera ardiera en llamas.

¿FIN?

Sólo si ustedes así lo desean. Ciertamente pensaba que sería un solo capítulo pero mi mentecilla comenzó a pasarse un rollo jajajajaja.

Reitero, la continuaré sólo a petición de ustedes después de todo el Pueblo Virtual es quién decide.

Cierto, casi se me olvida, la pareja James-Rose es simple y llanamente producto de un día completo de leer fan fic en esa categoría y sumado al maldito ocio, pues salió esto. Aunque siempre es y será mi pareja predilecta Harry y Hermione, sí señor.

Espero que les haya gustado y estaré esperando con ansías sus comentarios con opiniones y/o críticas constructivas. Cuídense mucho y tal vez nos veamos un próximo capítulo.

Chaus!