*Liz se roba un megáfono y sale como loca gritando* MINAAAA SAAAAN, ¡HE VUELTO!
JAJAJA, lo prometido es deuda y como les dije al final de mi primer fic (supe que era el amor cuando te conocí) he traído una nueva historia llamada Dangerous lover (amante peligroso). Es completamente universo alternativo, así que lo único que he tomado de skip beat! Son los nombres y algunas de sus características.
Los protagonistas son Kyoko y Ren (por supuesto, jejeje) y aquí los veremos en situaciones divertidas (empezando por ella), comprometedoras, picantes (en futuros capis), tristes, melancólicas, embarazosas, jajaja creo que hay de todo un poquito.
De una vez les advierto mis queridas fans de Ren que aquí no es una perita en dulce como en el anime, bueno ya se darán cuenta de qué les hablo a medida que lean.
También quiero decirles que la trama general del fic la saqué de una mezcla entre 4 doramas, 2 libros, 1 fic (de CCS hace años), creo que de una novela, de 2 películas, de 1 manga y lo que hizo que le diera el toque diferente fue la idea de mi amiga Rosa Darcy. (Ojalá que andes por aquí)
Así que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, JAJAJAJA
Saben, pensé en no publicar mi fic porque hace un par de meses me di la pasadita por Fanfiction y encontré un fic (SB!) que narra algo similar a lo que yo me había planteado, sin embargo también llegué a los fics de dos de mis queridas lectoras y quedé encantada con sus historias. (Son muy buenas, recomiendo al máximo los fics de Hongo mio y Adashi nee san)
Por eso quiero dedicarle este primer capi a mi hermosa Kohai Mio san quien fue la que me animó a continuarlo. Gracias por todo .
Sin más que decir espero que les guste este capítulo y me hagan saber su opinión a través de un review.
Aaaaaaa casi lo olvido.
-diálogo, pensamientos, (aclaraciones),*sonidos*, (1) nota al final del capi.
Capítulo 1
-Oiga señor, ¡eso es mío!- gritaba una joven pelinegra de ojos mieles en medio de la multitud, empezó a correr detrás del hombre que la había robado, trató de alcanzarlo pero no logró su cometido; la falta de costumbre a los tacones altos le impidió avanzar a pasos rápidos y ágiles.
Un hombre un tanto mayor corría por los pasillos de la estación de trenes sujetando un paraguas café decorado con girasoles, el cual abrió para resguardarse de la fuerte lluvia que acobijaba las calles de Tokyo.
Las secuelas del invierno hacían acto de presencia y tanto las nubes como el cielo tenían un color gris plomizo.
¡POR DIOS! Mi suerte no podría ser más pésima, ¡precisamente hoy que es la entrevista de trabajo! –diablos, me voy a emparamar- exclamó desanimada al ver las húmedas condiciones en las que se encontraba el exterior. Sacó una revista turística de su bolso y la abrió en la página donde se encontraba el nombre y la dirección de la empresa que hoy visitaría.
Este lugar está a tan sólo dos cuadras, puedo llegar a pie sin problemas, me iré por la cera derecha, hay muchas casas con techos sobresalientes que cubren parte del andén. Así que sólo me caerían unas cuantas gotas al cruzar la calle. –GO!- gritó para empezar su travesía.
Tal como lo había predicho; en pocos minutos se encontraba en frente del edificio Tokyo´s Air, y con su traje libre de agua. –es tu hora Kyoko, este trabajo tiene que ser tuyo-
Cruzó la calle rápidamente cubriéndose la cabeza con el bolso y la revista y pisó el andén esquinero donde se encontraba el edificio, sin embargo de un momento a otro toda su felicidad y ánimo se fue en pique cuando un automóvil negro al pasar a alta velocidad hacia el parqueadero de la empresa salpicó su cuerpo con el agua sucia que se había acumulado en un sifón de la calle.
-¡EHHHHH!- gritó en el instante que parecía "recién salida de una piscina" –ES EL COLMO- muy enojada corrió rápidamente y se metió al parqueadero para reclamarle al tipo del carro.
-señorita, ¿a dónde se dirige?- el vigilante la detuvo evitando que avanzara con su sucia apariencia hacia el implacable presidente de la compañía.
-vengo por la entrevista- contestó indignada soltándose del agarre del señor uniformado. Pudo ver de espaldas al ser maleducado bajándose del auto, vestía un traje muy elegante al estilo ejecutivo, era de un cabello negro con mechones desarreglados y 1.90 de estatura aproximadamente. Le iba a gritar que tuviera más cuidado al manejar en días lluviosos pero en dicho momento aquel hombre alto volteó la mirada hacia ella.
Kyoko era una joven de 20 años recién llegada a la capital, vestía un conjunto de chaleco y falda gris que la hacían ver mayor y por si fuera poco llevaba su larga cabellera negra recogida en un rodete.
La mirada estremecedora de ese hombre selló cualquier queja que pudiera salir de la boca de Kyoko, esos ojos azabaches parecían escudriñar en lo más profundo de sus entrañas haciéndola arrepentirse siquiera de mirarlo, no pudo sostener por más tiempo la vista cuando en los labios del "caballero de la noche" (como lo acababa de apodar la pelinegra) se formó una sonrisa burlona tan despreciable como aquella que le había dado esa persona en su antigua vida.
El hombre siguió su camino acompañado de un hombre rubio de lentes quien desconocía notoriamente los hechos de aquel inesperado encuentro.
*GRRRRRRR* cabizbaja producía un sonido que parecía salido de una película de terror.
-Seño…señorita….ehhh ¿se encuentra bien?- el vigilante se asustó al no identificar ese sonido ineludible que le recordó a la chica del Aro.
El pito de un carro en la entrada por poco le causa un infarto al vigilante, este como pudo corrió hacia su cabina y presionó el botón para que la barra se levantara y dejara pasar al vehículo.
Un nuevo pitazo despertó los sentidos de Kyoko quien se quitó del camino. El enojo brotaba de sus poros, un aura casi maligna la cubría, sus demonios internos querían matar a ese hombre de la mirada azabache, no podía creer que hoy se encontraría con alguien que poseyera una sonrisa peor que la del idiota ese, tan falsa, tan burlona, tan sobrada… lo odiaba, quien quiera que fuera ese hombre …. ¡LO ODIABA!.
Subió las escaleras hacia el primer piso donde era la entrevista, encontró fácilmente el sitio de reunión y al sentarse en la sala de espera sus "compañeras aspirantes" se quitaron de ahí como moscas huyendo de un insecticida.
La apariencia de Kyoko daba miedo, su energía escalofriante era acompañada del hedor producido por el agua barrosa de la calle. Estaba sucia, olía feo y tras de eso su aura inspiraba desconfianza.
Para prevenir cualquier acto paranormal las demás chicas salieron corriendo de la sala de espera.
Kyoko no se percató de lo que pasó a su alrededor, ojeó la revista de sus manos y la abrió en el artículo donde le parecía haber visto a ese hombre. "Tsuruga Ren, Nuevo presidente de Tokyo´s Air, uno de los jóvenes empresarios más ricos del país." –¡No!- exclamó horrorizada al identificar a su futuro jefe. Era atractivo, no podía negarlo. Tenía un mentón fuerte y cuadrado y los pómulos marcados pero aquella asquerosa sonrisa le borró la buena impresión que se había hecho gracias a todo lo que lo adulaban en televisión.
-sería una buena estrategia para eliminar a las otras aspirantes si hubieses omitido el espeluznante hedor- comentó con desagrado una chica alta de cabello negro quien al parecer venía también a la entrevista.
-¿ehhh?- dijo Kyoko desconcertada y giró la cabeza para ver a la chica, quedó medio idiotizada observando el perfecto cabello, el fino atuendo que vestía y el porte que implantaba aquella señorita.
-¿qué me miras?, ¡rara!- miró a Kyoko como si esta fuese un bicho extraño. –Estás en el lugar equivocado, no te servirá de nada asustar a las otras aspirantes con tu "aroma" porque yo no me rindo tan fácil y el puesto será mío- señaló hacia la ojimiel con su dedo índice.-óyelo bien perdedora, la asistente personal del Gran Tsuruga Ren seré yo, Kotonomi Kanae, recuerda ese nombre.
-¿La viste Yashiro?- preguntó Tsuruga Ren a su mejor amigo, quien era también el jefe de recursos humanos.
-¿a quién te refieres Ren?.
-a la mujer que iba entrando al parqueadero después de nosotros- sonrió burlonamente al recordarla.
-no, realmente no me fijé.
-era Sayuri, mi anterior secretaria. Venía en el auto que le regalé seguramente a rogar que le dé de nuevo el puesto- entraron a la amplia oficina del presidente.
-no creo que sea tan cínica después de que todos sabemos que intentó seducirte para sacarte dinero.
-ja, ella creía que no me daba cuenta. Le di el privilegio de pasar una noche conmigo y por eso pensó que ya había caído en su trampa, se volvió más intensa e incluso quería estar metida en mi carro, le regalé uno de mis peores autos porque me dio lástima.
-No me hagas reír Ren, a todas les das ese "privilegio"-
-ellas me lo piden con la mirada, me desean… a veces ni siquiera tengo que presentarme porque con solo mi apariencia caen redonditas, todas las mujeres son iguales, sólo quieren a un hombre que las satisfaga en la cama y esté bañado en dinero. Pero al final son tan ilusas que creen que uno va a seguir con ellas a cambio de Sexo.
-¡quién diría que el gran Tsuruga Ren es una persona vacía de sentimientos!- comentó Yashiro en tono irónico. – Amigo, sinceramente espero que pronto encuentres a alguien que te haga cambiar tu opinión respecto a ellas, eso piensas ahora porque no te has enamorado y ni siquiera has tenido que esforzarte para conquistar a una chica pero espera y veraz a que conozcas a una mujer en todo el sentido de la palabra. Te darás cuenta que has estado equivocado todos estos años.
-No lo creo Yashiro, la excelsa experiencia en relaciones que tengo, me permite afirmar que todas son unas interesadas.
-ajam Ren, experiencia carnal no es lo mismo que experiencia amorosamente pasional…. Pero bueno, ya he tenido esta discusión contigo muchas veces y sé que no te voy a hacer cambiar de opinión. Espero que ésta vez sí elijas a tu asistente con la cabeza y no con la entrepierna- dijo Yashiro antes de retirarse hacia su oficina.
Sí claro, como si fuera tan fácil. Ren se quedó pensativo esperando a que pasara la primera candidata pero el que entró al lugar sin avisar fue su padre.
-Ren, ¿cómo así que hoy hay entrevista para una nueva asistente personal?, ¡estoy harto de esto!, no llevas ni un año al mando y ya has cambiado 9 veces de asistente. ¿Pero qué te pasa? ¿Crees que es divertido estarlas rotando? ¡Piensa! todas ellas conocieron a fondo el funcionamiento de la empresa; es pésimo para nosotros que información tan confidencial se difunda por tu culpa- El señor Kuu Hizuri estaba furioso, podría ser su hijo el nuevo presidente pero esa empresa seguía siendo suya.
-cálmate papá, mis anteriores secretarias son unas taradas, jamás se les ocurriría utilizar esa información en nuestra contra, es más no tienen idea de cómo hacerlo.- respondió tranquilo.
-es inadmisible; entonces si eran tan taradas ¿por qué diablos las contrataste?, ¡por Dios Ren! Eres un joven supremamente inteligente no entiendo como es que contratas gente superficial, ¿o me vas a negar que las escogiste por su apariencia?- el señor apoyó la mano en su cara en señal de decepción- … Estoy satisfecho con tu trabajo pues desde que llegaste, la empresa ha tenido más inversiones y hemos mejorado económicamente. Pero esto que estás haciendo terminará afectándonos.
-lo siento, prometo que ésta vez si escogeré sabiamente- fingió para que su padre dejara de sermonearlo.
-no creas que voy a ser tan tonto, me dijiste exactamente lo mismo con la asistente # 6 Así que cancelo rotundamente esto y si no quieres quedarte sin asistente es mejor que avises que dentro de dos días se hará una nueva entrevista EXCLUSIVAMENTE para aspirantes MASCULINOS.-
-¿qué, estás loco? cómo se te ocurre, yo necesito a UNA asistente, ¡A UNA CHICA!.- aunque no eran brillantes ni inteligentes le servían para alivianar su estrés.
-¿Qué importa el género? Ya tuviste la experiencia con 9 asistentes incompetentes es hora de que mires otra opción y mas te vale que la aceptes porque o sino te puedes ir despidiendo de tu puesto.
-¿qué?- Ren chocó sus manos contra el escritorio, no podía creer que su padre lo hubiese amenazado sabiendo que él era el único indicado para el puesto, pero no le quedaba más remedio que aceptarlo. –esta bien, pero entonces sal tú y avísale a las aspirantes que vinieron a perder el tiempo.
-me encargaré de eso, no te preocupes- el señor peli castaño salió de su antigua oficina. Caminó hacia la sala de espera donde había dos chicas "hablando" (mas bien parecía que una le gritaba a la otra) en la primera fila y varias filas atrás se encontraban unas 20 chicas murmurando sobre las otras dos.
-Buenos días señoritas, soy Kuu Hizuri.
La multitud de chismosas corrió hacía él apenas lo reconocieron. –es Hizuri san…. Ahora entiendo porqué Ren sama es tan apuesto- cuchicheaban las mujeres.
-siento informarles que la entrevista ha sido cancelada. Esta vez le daremos la oportunidad a un caballero para que sea el asistente de mi hijo. Si conocen a algún aspirante por favor avísenle que la entrevista se realizará dentro de dos días, los requisitos serán los mismos que para ustedes. Lamento las molestias causadas, con permiso-. Kuu se retiró del lugar sin dar más explicaciones.
-Nooooo, ¿cómo así?, es injusto, ese puesto ya era mío- dijo Kanae. Kyoko se rió aunque en el fondo también lamentaba no obtener el trabajo, necesitaba dinero urgente.
Kyoko esperó a que todas se fueran, visualizó la oficina del "caballero de la noche" (suponía que era de donde había salido el señor Hizuri). Caminó discretamente y llegó a la puerta. No me voy a ir de aquí sin decirle unas cuantas verdades. – ¿Señor Tsuruga?- dijo mientras daba tres golpecitos en la puerta.
-adelante- escuchó una voz aburrida que le permitía el paso.
Ella abrió la puerta y comprobó que ahí estaba el tal Tsuruga Ren por el que más de una botaba baba. –Vea Señor, supongo que usted es un poco inteligente como para saber que cuando entra a un parqueadero debe bajar la velocidad y más cuando es un día lluvioso, puede causar accidentes si no lo hace. No es más lo que tengo para decirle, con permiso. – Kyoko cerró la puerta de un portazo poco ruidoso.
-¿ehh? ¿quién era esa loca?, no estaba de humor para seguir a una desquiciada así que ignoró lo de segundos antes y empezó a organizar el papeleo; cosa que le tocaba a su asistente pero como ya no tenía le figuró hacerla a él.
Ahora sí podía respirar tranquila, nunca le había gustado guardarse sus comentarios. Tomó el ascensor y allí se encontró con Kuu.
-¿para donde va señorita?-le preguntó el señor amablemente.
-Al primer piso, por favor.
-¿usted venía por la entrevista?.
-sí señor.
-lamento que haya tenido que ser así, pero prohibirle una asistente femenina fue lo primero que se me ocurrió para ver si de una vez por todas sienta cabeza. Él es muy maduro en el trabajo pero en otros aspectos es tan…- las puertas del ascensor se abrieron.
-ohhh aún sigue lloviendo- murmuró Kyoko desanimada cuando vio la salida hacia la calle.
-señorita, si quiere le regalo mi paraguas, yo no lo necesito en cambio usted está un poco húmeda ya y se puede resfriar.- le extendió su paraguas negro con flores doradas.
No le pareció prudente negarse a recibirlo, el señor parecía ser muy amable así que se sintió agradecida. –muchas gracias, se lo devolveré algún día- lo recibió haciendo una reverencia.
-¿cómo te fue, Kyoko chan?, ¿te dieron el trabajo?- preguntó la dueña de la posada donde se hospedaba.
-No señora, cancelaron la entrevista porque el presidente quiere (supongo) a un asistente masculino- respondió desalentada mientras se quitaba los zapatos para entrar.
-qué raro… bueno Kyoko chan no te preocupes. Ve a darte un baño y a cambiarte esa ropa sucia, de seguro encontrarás algo pronto.
-gracias por sus ánimos, Okami san- hizo lo que la señora le aconsejó y después fue a su habitación para pensar en lo que iba a hacer.
¿Por qué me pasa esto, Dios? ¿Que voy a hacer ahora para conseguir un trabajo? Este era el ideal, yo cumplía con todos los requisitos establecidos, la paga era excelente, el horario me permitía seguir con mis estudios de hotelería y ahora estoy como antes: sin un peso y desempleada. Ya casi tengo que pagar lo del sexto semestre y si no lo hago a tiempo pierdo el cupo...
Fui muy suertuda al encontrar este Ryokan donde puedo trabajar y así pagar la renta y la comida… pero casi todos mis ahorros se fueron en el papeleo del traslado. No sé que voy a hacer ahora.
En la noche Kyoko se puso el uniforme para ayudar en el Ryokan. La parte superior del kimono era de color blanco y la inferior era una hakama(1) azul oscura igual a la de Okami san y Taisho san.
Todo transcurrió como de costumbre, clientes entrando y saliendo del lugar satisfechos por el delicioso Ramen(2).
Ya era hora de cerrar, Kyoko estaba limpiando las mesas y en el asiento de una pudo observar una billetera café, la recogió y la guardó en uno de los bolsillos de la hakama, seguramente era de un cliente así que la guardó para preguntarle a los dueños.
Cuando terminó con la limpieza, le echó un vistazo a la cartera: habían varios billetes, un par de fotos y una cédula. La sacó y leyó la información.
ID: 90022015656 Nombre: Kyoji Kawabata. Fecha y lugar de nacimiento: 20/Feb/ 1990; Kyoto, Japon. Tipo de sangre: O+. Sexo: M. el chico de la foto era blanco, de facciones delicadas, pelo corto de color sapote tirando a rubio y llevaba lentes un poco oscuros por lo que no se distinguía el color de sus ojos.
Es mejor que le de esto a Taisho san, él debe conocer al dueño. –Taisho san, ¿usted conoce a Kyoji Kawabata?-
-sí, es un despistado, siempre embolata sus documentos, el celular, el dinero… Es un chico rico así que no le duele que se le pierdan las cosas. ¿Por qué lo preguntas?
-es que dejó acá su billetera.
-ya imaginaba que era algo como eso, pero ni modo de devolvérsela. Hoy salía de viaje con su papá al exterior, menos mal que el señor Kawabata también carga los documentos de su hijo o sino no habrían podido salir del país. Guárdala si quieres o tírala, de seguro ese muchacho ni se acuerda donde la ha dejado.
-está bien, ya he terminado. Hasta mañana- se despidió de los dueños para ir a su habitación sin darle mucha importancia a la billetera.
-que descanses Kyoko chan, buen trabajo.
Al otro día, Kyoko se levantó y bajó a tomar el desayuno.
-Buenos días- saludó Okamisan sonriente.
-buenos días- respondió Kyoko un poco adormilada.
-Kyoko, mira esto- Taisho san le pasó el periódico.
Ella lo tomó y en la primera página se encontraba "el señor Ego" un nuevo apodo dado a su EX futuro jefe. Leyó el encabezado. ¿Quién será el nuevo asistente del joven Magnate Tsuruga Ren?. Mañana será la inesperada entrevista y por alguna razón ésta oportunidad se le dará a hombres entre 18-25 años, la paga es extremadamente buena y obtendrá los habituales beneficios por pertenecer a Tokyo`s Air; La mejor agencia de viajes nipona con gran variedad de hoteles en el mundo.
-lástima que no seas un chico. Este trabajo es idóneo para alguien como tú- comentó Taisho un poco triste.
-es cierto, yo quería ese trabajo pero ni modo- respondió decepcionada y luego de desayunar volvió a subir a su cuarto.
-ahhhhhhh- se tiró en su futón.
¿De dónde carajos voy a sacar la mensualidad para la U?, es verdad que estoy becada pero tengo que pagar una parte y me da mucha pena pedirle dinero a los dueños del Ryokan, eso sería abusar de su confianza… ¡Un momento!, puedo tomarlos prestados. Kyoko tomó la billetera que se encontró y sacó el dinero para contarlo.
-woooow- ¡Aquí hay suficiente para pagar el semestre! Incluso me queda para pagar la mitad del otro… -Kyoji san- le habló a la cédula del muchacho- prometo que te lo pagaré todo sólo dame un poco de tiempo.
Se acostó en su futón.
Si tan sólo fuera un chico… podría obtener ese trabajo. (Su subconsciente en forma de miniKyoko salió para decirle; ¡olvídate de eso! Naciste mujer y mujer te quedarás) pero…se paró en frente del espejo para mirarse. Si me cortara el pelo, lo tinturara y me pusiera lentes quedaría irreconocible además (puso las manos en su pecho) ¡soy plana! (era la primera vez que se alegraba de serlo) esto podría funcionar, nada pierdo con intentarlo.
-¡MOGAMI KYOKO, TU VIDA COMO CHICO COMIENZA AHORA!- se dijo así misma emocionada señalándose en el espejo.
-ummm necesito ir de compras- ojalá me alcance este dinero para hacer las dos cosas, vamos a ver (volvió a contarlo para asegurarse de que le alcanzara) iré al banco a pagar lo de la universidad y con lo que sobre voy a la peluquería, a alguna tienda barata para comprar por lo menos dos trajes, umm aunque podría pedirle prestados unos a Taisho san… mejor no, de seguro me quedan inmensos y además su ropa parece del periodo Meiji(3). Ohh y también tengo que comprar unas gafas. Será mejor que me vaya ¡ahora!.
Continuará.
Notas:
Hakama: es un pantalón largo con pliegues (cinco por delante y dos por detrás) creado sobre todo para usar sobre el kimono.
Ramen: es la versión japonesa de la sopa de fideos chinos.
Periodo Meiji: (1867-1912) denota los 45 años del reinado del emperador Meiji. Durante este periodo, Japón comenzó su modernización, erigiéndose como potencia mundial.
JOJOJO ¿qué tal? ¿Cómo van?, bueno espero que les haya gustado este primer capi, aún hay mucho que contar y escribir. Si quieren continuación pues ya saben amigos; review, review!
¿Quién es en realidad "Dangerous Lover", Ren o Kyoko? Yo juraba que era Ren, pero ahora tengo mis dudas, jajaja.
Cualquier opinión ya sea buena o mala será bien recibida y contestada.
Matta ne!
By sakuraliz 1/14/11