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-Toma, Rukia..-dijo y le extendió el peluche color blanco.

-Ichigo…¡compraste un Chappy!-gritó feliz.

El conejito blanco y pomposo tenía esas pronunciadas pestañas y llevaba un traje de shinigami tal como el que Rukia se esmeraba en dibujarle siempre.

-Si, supuse que te gustaría-dijo rascándose la cabeza despreocupado.

-¿Puedo ponerle nombre?-preguntó con ojitos suplicantes.

-Haz lo que quieras, es tuyo ahora-respondió un poco asustado de la repentina emoción de la morena.

-Entonces se llamara…-puso un dedo bajo su barbilla, en pose pensativa-¡Jeremy Kurosaki!-expuso decidida y orgullosa.

-¿Kurosaki? ¿Por qué esa cosa deberia llevar mi apellido?-preguntó con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Porque eres como su padre y es natural que tenga el tuyo-dijo con tranquilidad a medida que sonreía por las diferentes caras que ponía el pelinaranja.

-¿Y tu eres…?-cuestionó tratando de que notara el error.

-Su madr- ¡no seas pervertido Ichigo!-gritó con las mejillas arremolinadas-Es tu culpa por regalarme un hijo.

-¡Yo no te regale un hijo enana idiota!-grito sonrojándose también. Se rasco la cabeza con nerviosismo y soltó un suspiro.-Como sea ¿viste hoy a Byakuya?

-Si, nii-sama me dio un regalo y todo-le comento aun incrédula por el episodio.

-¿Byakuya, lo recordó?

-Si, lo deje en la casa si quieres podemos ir a tomarlo.

-Claro, hoy tu mandas.-hizo un gesto gracioso como si fuera un soldado logrando que Rukia soltara una risita por lo bajo.

Llegaron a la gran mansión Kuchiki siendo recibidos por los sirvientes que les comunicaron que Byakuya los recibiría en momentos.

-Rukia, veo que traes visitas-apareció el noble con su porte frío tomando un poco de te.

-Si hermano, vengo por Yusel.

"¿Yusel? Hoy es el día de poner nombres feos a los regalos o que?"

El noble detuvo la mirada en el tierno conejito que la morena sostenía contra su pecho y miro inmediatamente a su joven acompañante.

-Debo suponer que eso te lo regalo alguna amiga ¿no, Rukia?-Ichigo comenzó a sudar a mares por la mirada asesina que le brindaba el hermano mayor de la shinigami, temía que en cualquier momento sacara su bankai.

-No, fue Ichigo-contesto con tranquilidad, ajena a las miradas que intercambiaban los dos hombres.-Vamos, esta en mi habitación.-Rukia lo guió por el pasillo.

-Siempre estaré un paso delante de ti Kurosaki.-le hablo el noble cuando paso a un lado suyo.

El pelinaranja no tenia idea de que hablaba, pero lo supo cuando vio "el regalo". Un Chapi equivalente a diez o quince de los suyos mas grande que él y obviamente mejor que el suyo. Una venita palpito en su frente.

-Ese pijo de Byakuya…-susurro rabioso.

-Ichigo, no hables así delante de Jeremy y Yusel!-lo regaño Rukia tapando infantilmente los oídos enormes de los dos peluches.

"Bueno, al menos tengo un hijo de Rukia"

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Hola: volví u.u es que en el cumple de Rukia no podía dejar de escribir algo ¿no? Espero que sea de su agrado y como siempre digo, gracias por tomarse el tiempo de leer.