Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Siete minutos en el infierno.


Neji pensó que todo era una broma jodidamente cruel, sádica, pero no, oh no. Atrapado y agarrando el palo de la escoba con fuerza con sus dedos, como si su vida dependiera de ese palo de madera miro a su compañera que miraba detenidamente el suelo.

¿Tal vez contando? ¿El qué? Se burló su conciencia.

Rodó los ojos blancos y apretó con más fiereza el palo.

―No pienso hacerlo. ―declaro con seriedad. Su compañera, Tenten, le miro con ojos burlones pero hundidos en miseria.

―Es la única forma que nos dejarán salir. ―mascullo poniendo una mano en la cadera, una pose de lo más… seductora. Él apretó con más fuerza el palo, asintió pero luego negó.

―No lo haré―repitió soltando la escoba y cruzando los brazos.

―Oh si, si lo harás.

―No.

―Sí.

―No.

― ¡Sí!

Tenten se apretujo más a su lado, moviéndose con incomodidad y miro con ojos destellantes de furia.

―Escúchame bien Neji, esto me gusta tanto como a ti, pero quiero salir de este infierno.

Revolviéndose la cabellera miro con reproche la puerta y a los idiotas que la cerraban que se hacían llamar shinobis.

―Podemos decir que lo hicimos sin tener que hacerlo realmente. ―opinó con testarudez el hombre, la chica entrecerró la mirada.

―Escucha esto que te diré Neji, baja tus malditos labios y bésame.

Neji retrocedió el cuerpo ligeramente en la molesta, pequeña y maloliente habitación de limpieza. Reprocho con la mirada a su compañera y negó.

―No.

Tenten no era como las demás chicas, era algo peculiar. Le gustaba, oh, amaba las armas, cosa que otras chicas no lo hacían, y era una de las pocas ninjas mujeres que no utilizaba maquillaje, pero seguía siendo una chica. Con piernas femeninas, con brazos delgados, con mejillas coloreadas por el rubor por un día de sol y pechos.

Neji sintió sus nervios crisparse.

―No lo hare y es mi última palabra.

Tenten sonrió y el esbozo una sonrisa. Lo había comprendido y ahora se daba por vencida. Bien, bien. Asintiendo con aprobación cerro los ojos, caso error.

La mujer se apoyó en su pecho y apretó sus encantos de mujer contra su torso sudoroso por llevar horas en el lugar encerrado. Sintió sus labios moverse contra los suyos, mientras sus manos acariciaban los casi húmedos mechones de su cabellera larga. Neji sintió como hundía su lengua caliente en su boca, él balbuceo algo pero calló cuando ella se apretó aún más.

Con los ojos abiertos por la sorpresa miro los desafiantes ojos de su compañera, que no los había cerrado por el beso, él se sintió humillado.

Con un suspiro Tenten se separó de su cuerpo y toco con los nudillos la puerta.

―Lo hemos hecho, dejadnos salir. ―dijo Tenten frunciéndole el ceño a la puerta―Idiotas ―luego insulto.

La puerta se abrió y mostro al rubio cabecilla de semejante estupidez. Naruto Uzumaki. El ninja sonrió zorrunamente y codeo a Kiba que miraba la escena con aires bobalicones.

― ¿Lo habéis hecho?

―Sí.

Naruto sonrió con más fuerza y asintió. Abrió más la puerta y pregunto.

― ¿Qué tal los siete minutos en el cielo?

Que hijo de puta…