Partio queriendo ser un ONESHOT, pero no el Huddy siempre da para más espero que les guste, y den las directrices de por donde quieres llevarlo, se aceptan dudas, sugrencias y consultas :D


Amigos, es lo último que quiero que seamos – respondió seco pero con el corazón herido, totalmente expuesto.

Ir a un bar con trece a coquetear con mujeres había sido divertido, cantar karaokes con Foreman y Chase también, aunque sabía que sus empleados no hubieran compartido con él sin que Wilson les pagara, se habrá sentido tan culpable por avanzar o querer ser feliz, pensaría que se rompería con tanta facilidad, ya que ahora House era "una dulce y delicada flor", como ex-drogadicto.

Pero que Cuddy, su Lisa, la decana de medicina de Princeton lo invitara a comer por pena, por ser amigos, Gregory no quería ser amigo de esa mujer, esa morena de marcadas curvas dueña de sus alucinaciones y aunque ahora no lo quisiera reconocer, también dueña de sus sentimientos. Pero qué diablos le había visto al imbécil de Lucas, era un niño en el cuerpo de un hombre, no era lo que ella necesitaba, pero tampoco él era lo que una madre soltera y exitosa necesitaba, se sentía acabado, todo el cambio que había vivido este año solo había servido para alejarlo de Lisa…

Ella salió de su despacho resignada, quería explicaciones, ¿Por qué no podían ser amigos?, si habían sido cómplices de esa extraña "tensión" tantos años, ¿qué había cambiado ahora?, será que el nefrólogo por fin estaba dispuesto a avanzar, esta vez ella era la que no quería comenzar, o en realidad no podía, estaba comprometida con un hombre bueno, al que no amaba, pero lo quería lo suficiente como para poder vivir su vida tranquila. Estaba intranquila llego a su despacho, al cómodo lugar donde se escondía entre sus papeles cuando quería dejar de pensar en cosas importantes, fue entre sus grandes archivos y sus cuentas directivas donde se refugió cuando no pudo adoptar a Joy, y donde lloro las alucinaciones de House, aunque fue en el despacho donde mando a llamar a Lucas y lo conoció, si esas paredes hablaran…

Lo vio marcar su tarjeta de salida, desde la mampara de su oficina, no quería que se marchara, habían pasado una hora desde el incomodo silencio, y el desplante de la cena, pero se había dado cuenta que no quería dejar que se volviera a esconder en su caparazón, salió lo más rápido que sus enormes tacos le permitían, y camino a la entrada del hospital, el hombre aunque cojo, ya iba caminando a su moto cuando ella grito desde la puerta del hospital

¡Tampoco quiero que seamos amigos! – esa frase dejo a House quieto, sin reacción mientras la decana corría al encuentro del hombre, casi congelada por los fríos días de enero – no quiero ser tu amiga, no podemos ser amigos, no quiero que te escondas del mundo de nuevo

Greg estaba perplejo, no sabía que decir mucho menos que hacer, en realidad es lo último que se esperaba, tenía claro que la mujer lo amaba, pero también tenía claro que había optado por la estabilidad que por el amor, y ahora llegaba hasta aquí, frente a su moto, corriendo en taco, con los labios empezando a amoratarse, y la nieve cayendo en sus hombros desnudos, la imagen le parecía preciosa, pero seguía callado.

Sé que ahora es complicado entender esto – continuo hablando ella – pero dame un poco de tiempo, si crees que podemos …

Un silencio lleno el estacionamiento, House había callado la boca de la decana con un suave y delicado beso, sabía que si se ponía a dar razones, se daría cuenta de lo descabellado y arriesgado de la idea, un beso en cambio era la prueba de que él la estaba amando como nunca. Cuddy quedo pasmada, pero respondió rápidamente al beso y se aferro con sus manos al cuello del médico, el beso iba cambiando de velocidades, partió como un jugueteo de sus labios, los de él tibios, los de ella helados, pero entre que aumentaba la velocidad se incluían sus lenguas, el beso se volvió apasionado, lleno de fuego, Cuddy sentía que ya no tenía frio, y el nefrólogo la acercaba a su cuerpo mientras tomaba con firmeza su cintura.

Cuando al fin quedaron sin aire, la morena mujer se apoyo en el pecho de House, sentía como su corazón latía rápido, desesperado, confundido, pero en el fondo tan feliz como ella de haber librado esos sentimientos que habían guardado tanto tiempo.

Te vas a congelar, sin abrigo y con esos zapatos - dijo el nefrólogo – es mejor que vuelvas al hospital a traer tus cosas, toma – y la abrigo con su chaqueta de cuero mientras la decana asentía con la cabeza.

Se devolvió tan rápido como salió, por lo que no se percato que desde la puerta un curioso oncólogo había observado toda la escena, con una sonrisa boba en la cara, levanto una mano en modo de saludo cuando House lo vio allí parado, ¿Cuánto tiempo habría estado allí?, se pregunto el nefrólogo, quizás los había visto, quizás mucha gente los había visto, era la hora de salida, los cambios de turno, Cuddy era la única feliz de hacer horas extras.

¡Hey Wilson! – grito House, haciendo un ademan para que su amigo se acercara hacia donde estaba –

Woooh – dijo James mientras se acercaba donde su amigo.

Me ves besándome con Cuddy, y es lo mejor que puedes decir

Es que no sé qué decirte en realidad – dijo llevando sus manos a los bolsillos y levantando los hombros con cara de duda – si es lo que quieres, sabe que te apoyare, siempre he dicho que Lisa, es lo mejor que te ha pasado.

Okey desaparece Jimmy, no quiero que te vea – decía House mientras se despedía de su amigo – esto de la infidelidad la pone algo nerviosa, tu sabes sus niveles morales, y el que dirán…

Jajaja, bueno, pásenlo bien – mientras se escondía tras de un auto, ante la inminente llegada de Cuddy.

Listo, tengo mi maletín, llame a Marina para que se quedara un rato más con Rachel ¿Vamos? – pregunto Lisa, sin dejar de mirar a Greg.

Sip, vamos, pero vamos en mi moto.

Estás loco House yo no me subiré a eso, menos ahora que está nevando.

Si lo harás – decía mientras recibía de vuelta su chaqueta

Y que se supone que haga con mi auto

Mandaremos a Wilson, no seas agua fiesta

No quiero que James nos vea, por ahora prefiero hablarlo con Lucas antes y…

Si, si como quiera, tú en tu auto y yo en el mío, ¿dónde vamos? – decía mientras se ponía el casco.

Tenía pensado algún restaurante del centro, pero sorpréndeme – se subió al auto y le guiño el ojo…

Al fin todo lo que ellos habían querido y habían soñado comenzaban a vivirlo, por fin podrían estar juntos, sin que ninguno de los dos dieran un paso atrás

Continuará …..