The wallflower no me pertenece, es de la magnífica Tomoko Hayakawa. Solo me divierto haciendo una historia diferente al trama de la serie… espero que les guste. Acepto todo tipo de comentarios… jejeje

Blablá = diálogos

Blablá = pensamientos

Blablá = narración

- Vete de mi cuarto – dijo Sunako muy enojada tratando de empujar a Kyouhei – es que no puedo estar tranquila en mi santuario.

- Deja de molestar – dijo tirándose en unos cojines – no puedo ver una película tranquilamente – dijo tomando un bocadillo de Sunako – no voy a molestar.

- Tu sola presencia es una molestia – dijo Sunako abriendo la puerta – sal.

- Si que eres molesta – dijo parándose – deberías tratar de ser más comprensiva - dijo mirándola directamente.

- Brillante, es que no entiendes que voy a morir de un sangrado si tú estás cerca mío.

- Exagerada, además tus argumentos son patrañas – Sunako lo miro de mala manera – como dices "la luz y la oscuridad no pueden estar juntas" – dijo tratando de imitar su voz – puras tonterías que dices para ocultar tus miedos – dijo tomando la manilla de la puerta – que duermas bien – con esto último cerró la puerta.

Las personas pueden cambiar a lo largo de los años y Sunako Nakahara era una de esas personas durante mucho tiempo fue una chica igual a las demás, pero una situación inesperada hizo que su vida diera un giro de 180 grados. De que sirvió decirle a la persona que le gustaba sus sentimientos si estos fueron rechazados de la peor manera. Ahora vivía con cuatro criaturas extremadamente brillantes, vivir tantos años con ellos había hecho que algo dentro de ella cambiara, pero una cosa era verdad ellos nunca se enterarían de ellos.

- Hola amigos nos vemos después de mucho tiempo – dijo Hiroshi muy contento - han pasado muchas cosas en este tiempo. Las criaturas brillantes siguen intentando cambia a mi amiga Sunako-chan, aunque no lo lograran.

- Es muy difícil pero ya hemos logrado varios cambios - dijo muy contento Ranmaru.

- Esas son patrañas – dijo Kyouhei muy aburrido – ella seguirá igual hasta su muerte.

- No digas esas cosas tan malas – dijo Yuki – ella puede cambiar

- Dices esas cosas porque tú no quieres que Sunako-chan cambie – dijo Ranmaru muy divertido

- Ya dejen de molestar al enamorado – dijo Takenaga – él todavía no es capaz de aceptar sus sentimientos.

- Arrg – gruño Kyouhei – dejen de decir tonterías.

- Yo no permitiré que me separen de Sunako-chan – dijo hiroshi apareciendo de la nada – si se atreven yo los desapareceré. Jajajajajaja

- noooo – gritaron los cObardes excepto Kyouhei que estaba molesto - cObardes – pensó Kyouhei.

- Hiroshi-kun – dijo Sunako en un hilo de voz – crees que la criatura brillante tenga razón.

- Sunako-chan hay cosas en las que tiene razón, pero tú eres la única que decide qué hacer con su vida.

- Si supieras hiroshi-kun que eso no es totalmente cierto – Sunako se acerco a la ventana – mañana será otro día, veremos que ocurre.

Otro día en la mansión Nakahara, las criaturas brillantes todavía no habían despertado aun, así que tenía toda la tranquilidad posible para preparar el desayuno. La conversación con la criatura brillante la tenían de mal humor, como se atrevía a profanar su lugar sagrado con su luz; porque no era capaz de entenderla, ella nunca sería una dama. Ella seguía siendo la misma aunque los que la rodeaban quisieran cambiarla, nada ni nadie lo haría.

- Nakahara Sunako - porque tenía que tener tan mala suerte - ¿Qué vas a hacer de desayuno?- dios eso era en lo único que pensaba esa criatura brillante.

- Todavía no lo sé – dijo malhumorada – criatura brillante – estar cerca de esa criatura brillante la confundía cada vez más, vivían juntos desde hace tanto tiempo y en el ella había descubierto varias cosas relacionadas con la criatura brillante. Su forma de ser, su voz, sus ojos, todo en él la confundía; era el chico más guapo de la ciudad, asediado por las mujeres (mejor dicho acosado, un día de estos vas a hacer algo muy peligroso), todas creían que era el hombre perfecto, pero ella sabía algo que ellas no "Él no era perfecto". Él tenía tantas cosas ocultas dentro de su retorcida alma, podía ser la obra maestra de Dios pero en el interior era el mismísimo demonio; sufría por el rechazo de su madre y ella lo descubrió de la peor manera: rechazándolo del mismo modo.

Él era capaz de sacrificarse y dar todo de sí por sus amigos, por ella había hecho tantas cosas que no sabía cómo pagarle todo. Cuando ella llego a vivir a la casa de su tía él era el más preocupado en que cambiara; pero ahora era diferente, ella podía ser como quisiera sin que la molestaran.

- Espero que sea algo bueno pero ya sabes sin zanahorias – una genial idea paso por la macabra mente de Sunako, de vez en cuando era divertido molestar a la criatura brillante.

- Esta bien – dijo con una sonrisa espeluznante que asusto a Kyouhei. Tendría que cuidarse porque ella era muy peligrosa – ya puedes irte – dijo empuñando su cuchillo - necesito tranquilidad – Kyouhei se asusto mucho pero él sabía que ella no le haría nada malo, hace mucho ya lo hubiera desaparecido no lo creen. Tenía que dejarla tranquila después de su pequeña discusión de ayer o seria hombre muerto.

- Buenos días Sunako-chan – dijo Takenaga entrando por la puerta. Oda Takenaga era una de las personas a las cuales Sunako podía temer. Su ingenio y gran conocimiento de diversos temas lo hacia una persona un tanto manipuladora, pero todo eso cambiaba cuando Noi-chan esta cerca de él, podía llegar a ser la persona más tonta que puede existir.

- Buenos días – vivir tantos años con ellos habían hecho que Sunako pudiera abrirse un poco más, podía ser ella misma sí que nadie la criticara excepto cuando llegaba Oba-chan. Cada vez que ella llegaba los obligaba a realizar todos sus caprichos.

Ella nunca alcanzaría las expectativas de su Oba-chan y eso la entristecía, ella siempre quiso ser como ella pero las circunstancias no se dieron y todo se arruino, siendo la vergüenza de toda la familia. Cada vez que recordaba a su familia un gran resentimiento crecía dentro de su alma.

- Sunako-chan buenos días – dijo entrando un muy contento Yuki – chicos tuve un sueño muy extraño - Toyama Yukinojo era como un niño pequeño (mejor dicho una niña) era al que más cariño le tenía Sunako, aunque no hay que olvidar que es él que más miedo le tiene.

- Buenos días, Yuki-kun – había pasado mucho tiempo para que ella pudiera llamarlos por sus nombres pero después de tantos años no podía decir el de la "criatura brillante" su nombre era lo más difícil que existía en su vocabulario.

- No puedo creer que ya nos llames por nuestros nombres – así hizo su aparición la última criatura brillante – buenos días – Morii Ranmaru era el estudiante más seductor de la escuela, era un mujeriego, pero su corazón ya tenía dueña. Tamao-chan había logrado ingresar a ese corazón y con el paso del tiempo hacerlo suyo.

- Sunako-chan, no ha llamado Oba-chan – al escuchar "Oba-chan" todos se asustaron, solo una llamada de ella podía arruinarles el día.

- No, pero ya debe estar por llamar – contesto muy tranquila - ya me imagino para que debe ser.

- ¿Qué le pasa? Esta muy pensativa –Kyouhei solo mirándola podía saber si algo bueno o malo le ocurría.

- Apurémonos o llegaremos tarde a la escuela – la escuela puede ser el lugar más querido o el más odiado dependiendo la opinión de cada uno. Kyouhei la odiaba, era un lugar muy ruidoso y las personas no lo dejaban en paz. Pero con el paso del tiempo había descubierto algo muy interesante "cuando estaba con Sunako lo dejaban tranquilo" ella era como su espanta locas, ella inspiraba miedo a los que la rodeaban, al principio aunque quisiera negarlo ella le causo miedo pero descubrió que ella era la que tenía miedo de ser rechazada y quién no. El entendía todo lo que le ocurría por eso decidió no seguir molestándola con el asunto de ser una dama porque para él ya lo era. Ser una dama no era vestir bien y parecer una muñeca, era ser uno mismo.

Las horas pasaron lentamente, las criaturas brillantes pasaron el peor día de sus vidas posible, era posible que todas las mujeres de la escuela se hubieran puesto de acuerdo para molestarlos o según ella admirar su belleza, fueron perseguidos por toda la escuela según ella para entregarles sus bentos sino hubiera sido por Sunako hubieran sido atrapados.

- Cada vez están peor – dijo Takenaga tratando de recuperar la respiración – no pueden entender que no los vamos a aceptar – dijo recostándose en la mesa.

- Ellas nunca aceptan razones – dijo Kyouhei tirado en el suelo de la sala de ciencias - ahora sí que estoy enojado me han arruinado la hora de descanso.

- Gracias Sunako-chan por dejarnos entrar – dijo muy feliz Yuki. Si ella no los dejaba entrar en ese momento podrían decir que serian hombres muertos.

- Pero estaremos libre de todo esto por unas semanas – dijo Ranmaru recuperándose del desconcierto – ¿qué piensan hacer por las vacaciones?

- No lo sé, lo único que quiero es descansar de este infierno – dijo muy enojado Kyouhei.

- Vayamos a la playa – dijo Yuki saltando como un niño – será muy divertido

- Es un buena idea – Sunako haría todo lo posible para no ir, aunque tuviera que hacerse pasar por enferma.

- Sunako – llamo Kyouhei y todos lo voltearon a ver - ¿Dónde están nuestros bentos? – todos lo miraban una gotita detrás de sus cabezas

- No puedo creer que solo pienses en eso – dijo Takenaga pero en ese momento se escucho cuatro rugidos de estómagos, todos se miraron avergonzados.

- Ya me imaginaba que algo así pasaría, así que traje sus bentos aquí – todos la vieron con ojos de corderos degollados.

- Sunako eres la mejor – dijeron todos al mismo tiempo.

El resto del día paso normal y el glorioso momento de la salida llego, se daba inicio a las esperadas vacaciones.

- Al fin libre de todas esas locas – dijo Kyouhei con sus brazos detrás de su cabeza – ya estoy harto de todo esto.

- Pero ya se acabara, no te olvides que después de las vacaciones comenzaran los exámenes de ingreso a la universidad.

- No nos lo recuerdes – dijo Ranmaru – todo porque iras a estudiar al extranjero al igual que yo – todos se pusieron un poco tristes.

- No es momento de pensar en eso – dijo Kyouhei abrazándolos – nunca nos olvidaremos eso es lo que importa, pero aprovecharemos nuestros últimos meses juntos – Sunako veía la escena con mucha tristeza, después de tantos años tendrían que separarse.

- Sunako – ella se sorprendió del cambio de voz - ¿Qué harás para cenar? – todos lo vieron con cara de resignación, él era un barril sin fondo.

El trayecto a la casa fue realmente tranquilo, era verdad el momento de la separación estaba a unos pasos, cada uno erigiría su destino y ella ya lo había hecho también.

- Quiero camarón frito – dijo Kyouhei entrando a la cocina – hay que celebrar que estamos de vacaciones y que la próxima semana nos iremos a la playa.

- Deja de molestar a Sunako-chan – dijo Yuki desde la puerta – ella vera que cocinar – Kyouhei la vio con mala cara, lo iba a matar cuando lo alcanzara – espera, era solo una opción – en el momento que Kyouhei cogió a Yuki sonó el teléfono.

- Moshi moshi – Ranmaru fue el que contesto el teléfono – Oba-chan – dijo asustado casi tirando el teléfono, los demás lo rodearon preocupados - ¡que! … quiere hablar con Sunako-chan – las criaturas brillantes se miraron confundidos.

- Que exagerado, pásame el teléfono - ¿Qué está ocurriendo? - Se preguntaron al ver que Sunako aceptara hablar con Oba-chan – alo Oba-chan estaba esperando su llamada.

- Alo hija… ya debes suponer para que te llamo con tanta insistencia – dijo Oba-chan un tanto preocupada.

- Si… ya voy a terminar la escuela y tengo que elegir entre las opciones que me dieron cuando tenía 10 años – era verdad solo tenía dos opciones y tenía que decidir ahora.

- Si, lo sé – dijo Oba-chan resignada – te llamo para hablar precisamente de eso – tenía miedo de la respuesta de Sunako, ella estaba tan enojada porque su familia eligió el destino de su sobrina.

- Como heredera de las empresas Nakahara debo cumplir con los designios que mi abuela tenga para míAbuela – pensaron todos.

- No puedo creer que harás lo que ellos elijan – ahora sí que estaba furiosa y en su estado sería capaz de cualquier cosa – te casaras con quien ellos escojan.

- No, eso nunca – porque su Oba-chan no podía entender - no voy a casarme – ¿casarse?, ella no puede casarse – pensó sorprendido Kyouhei.

- Entonces te irás al extranjero – eso sería muy difícil para ella, Sunako era su pequeña niña y no podría soportar tenerla tan lejos.

- Prefiero vivir en el extranjero por varios años separada de las personas que quiero a casarme con alguien a quien no amo – Sunako sonaba tan segura y decidida – esa es la opción que elijo – todos los presentes en ese momento en la sal estaban con los sentimientos encontrados, ella también estaría lejos de ellos. Un rubio de ojos ambarinos sentía que su corazón estaba hecho trizas.

- Pero no olvides que tienes otra opción – esa opción nunca la podría realizar – sé que será difícil pero tengo una idea genial.

- ¿Idea? – Eso sí que era raro y daba miedo, las ideas de Oba-chan siempre tenían algo retorcido - ¿Qué tienes planeado Oba-chan?

- Haremos creer a toda la familia de que tienes novio – ahora si Oba-chan había perdido la cabeza, nadie en su sano juicio aceptaría hacerse pasar por su novio – y que eres la dama perfecta.

- Oba-chan – llamo Sunako – eso será difícil – ella no aceptaría, no sería capaz de obligar a una persona a seguir toda esta farsa.

- no tienes de que preocuparte – como no quería que se preocupara – pásale el teléfono a Ranmaru – Ranmaru, ¿Qué tienes planeado Oba-chan? – Los chicos nos ayudaran en especial Kyouhei – ahora sí que ellos estaban en problemas por años habían tratado de que ella se convirtiera en una dama y ahora Oba-chan los ponía en mas aprietos.

- Ranmaru – el aludido volteo preocupado – Oba-chan quiere hablar contigo

- Con… conmigo – dijo con miedo - ¿Qué querrá que hagamos esta vez? – está bien

- Iré a preparar la cena – dijo entregándole el teléfono – por favor – todos estaban viéndola raro – no acepten las locuras que Oba-chan les proponga - ¡Que! – Pensaron todos – no quiero que ninguno de ustedes esté involucrado en esto – diciendo esto entro en la cocina.

- Oba-chan que está ocurriendo, Sunako está actuando de manera extraña y no quiere nos entrometamos en esto – Sunako porque no aceptas la ayuda de tus amigos – pensó Oba-chan.

- Esto es tan difícil – dijo con la voz más reducida – mi familia decidió el destino de Sunako cuando ella tenía 10 años – todos estaba escuchando por el teléfono – quieren que se case, pero ni loca – dijo cambiando de voz, casi dejándolos sordos – permitiré que se case sin amor.

- Pero nosotros que podemos hacer – dijo Takenaga tomando el teléfono – por años hemos tratado de cambiar a Sunako y ella ha dado todo de sí pero los cambios han sido pequeños – era verdad, Sunako era más abierta con ellos pero eso no la hacía una dama.

- Si, entiendo todo lo que dice, pero sé que ustedes no permitirán que Sunako haga algo que no quiere – dijo triste otra vez – no quiero que se vaya a un país que no conoce sola a estudiar lo que ellos quieran.

- Eso nunca – dijo Kyouhei tomando el teléfono – ella… debe estar cerca de mi estudiar lo que desee y en donde quiera – dijo mirando a los chicos que asentían dando su apoyo.

- Harás lo que sea – si es necesario me la llevare a cualquier parte de Japón para que pueda ser feliz – serias capaz de hacerte pasar por su novio.

- ¿Novio? – Dejo caer el teléfono, Yuki lo cogió y lo miro sorprendido – Kyouhei que piensas hacer – dijo Takenaga.

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