Hola! bueno lamento decir que hoy he llegado al termino de mi Fic, lo cual me tiene muy feliz, ya que podre concentrarme en escribir otra historia. Les quiero dar las gracias x su paciencia y por todo el apoyo que recibí x medio de sus Rw, alertas y favoritos, y también les quiero agradecer a las lectoras anónimas, las cuales también son muy importantes para mi! no las entretengo mas a leer!
Capítulo 22
Epilogo
-¡Ya Edward! – Le grite – se va a hacer tarde
-Ya voy, ya voy - contesto
-Pues que tanto hacías – le pregunte cuando apareció en la sala
-Buscando las llaves del carro – me dijo guiñándome el ojo, lo cual me hizo ponerme roja, ya que por mi impaciencia había botado, quien sabe dónde, las llaves del carro en cuanto llegamos ayer por la noche
-Papi, ya amonos – pregunto lizzi
-Segura bebe… segura que no te quiere mejor quedar a jugar con tu mami y conmigo
-Edward – le regañe – anda amor, ve por tu mochila, mientras tu papá va a alistar el carro y yo termino tu almuerzo – le dije dándole un beso en su frente
-Si mami – dijo rápidamente y bajándose con un poco de dificultada de la silla y corriendo lo más rápido que le permitían sus cortas piernitas, hasta la sala
-Amor… no quiero, yo no voy – dijo como niño chiquito
-Pues tienes que ir, es el primer día de clases de tu hija y ella espera que estés hay y cuando salga, además son unas cuantas horas y la que debería de estar sufriendo seria yo, no tú, porque tienes en que entretenerte
- y tú también, ahí está tu diablo vestido de perro
-¡Edward, no le digas así a Richi!
-Si papi, no le digash así – dijo mi bebe de pronto con el ceño, no habíamos notado que ya había regresado
-¿Lista amor? – le pregunte
-Mmm – empezó a dudar – sipi – nos dijo, tomo la mano que le ofrecía Edward y salimos rumbo a su colegio, el cual estaba en el centro de Londres, ya que así iba a ser más fácil que Edward o alguno otro de nosotros fuéramos por ella
Hacia dos semanas que habíamos regresado de Francia, ya que Edward y yo decidimos que queríamos criar aquí a lizzi, y la verdad es que no me agradaba mucho que creciera lejos de sus primos y de sus abuelos.
En Francia encontramos una gran tranquilidad y equilibrio en nuestra pequeña familia, nuestra relación fue creciendo, aunque había veces que discutíamos, pero el 99% era porque Richi le hacía una travesura y él lo castigaba, algo que su hija no le perdonaba, así que el castigo no le duraba ni medio día.
Cada día lo amaba más, me había demostrado cada día, desde que regresamos juntos, cuanto sentía lo que había pasado con ella, todas las noches, antes de que yo cayera o el cayera dormido me decía lo siento,... al principio me molestaba que lo dijera, pero después de un tiempo, comprendí que el necesitaba decirlo, que no solo iba dirigido a mí, sino también a su hija y a el mismo, cada noche que nos encontrábamos en la cama, me abrazaba fuertemente a él, a menos de que estuviera lizzi en medio de nosotros, ya que era ella, la que lo abrazaba posesivamente, lo cual no le molestaba en absoluto a él.
Sin embargo, me había topado con cada secretaria que trataba de seducir a Edward, pero yo, como buena mujer, marcaba mi territorio y les dejaba bien claro que él era mío y de lizzi y de nadie más, claro que lizzi es mejor repelente de mujeres yo, era bastante posesiva con él, incluso había días en que no quería que ni le tocara a su papi, pero sabíamos que eso era una etapa transitoria y con el paso de los meses la fue superando.
Y ahora nos encontrábamos a menos de 5 minutos de dejar a nuestra pequeña en su primer colegio… y la verdad me moría del terror, pero sabía que tenía que mostrarme alegre con lizzi, para infundirle valor y que no viera a la escuela como algo malo… pero Edward era harina de otro costa, el simplemente se reusaba a poner buena cara cuando hablamos del colegio, inclusive se puso de malas cuando fuimos a comprar el material y la mochila de lizzi, pero después de unos cuantos cariñitos de lizzi, este mejoro su estado anímico, pero aun así veía que sus ojos estaban tristes, y con mucha razón, a ningún padre nos gusta que nuestros hijos crezcan, nos gustaría que siempre estuvieran en casa y nos vieran como sus héroes.
Pero como buen padre, aceptas que un día los hijos tiene que ir a la escuela, hacer amigos, salir a divertirse, tener novio o novia, lo cual era un tema tabú para Edward, no quería escuchar hablar sobre los posibles futuros novios de su hija, él decía "primero la meto a un convento, antes de ver que un pelafustán ponga sus manos sobre mi bebe", obviamente todos nos reímos por su reacción, pero sabía que con el paso de los años iba a aceptar la realidad.
Llegamos al colegio y estacionamos el carro en la acera de enfrente, baje y Edward ayudo a lizzi a bajar, cruzamos la calle y nos paramos frente a la puerta, donde otros padres se despedían de sus hijos, algunos de estos niños entraban sonriendo, otros llorando y otros pocos algo molestos, baje mi mirada y note que la de mi lizzi reflejaba terror
-¿lista amor? – le dije dándole una gran sonrisa y acariciando sus coletitas
-No mami, no me dejesh aquí – me dijo y se acercó a abrazarme
-No pasa nada amor, solo serán unas cuantas horas, veras que te vas a divertir mucho, no vez que hay muchos niños y niñas con quien jugar, y vas a poder usar tus colores para hacer muchos dibujos… recuerdas que el abuelo Carlisle te dijo que quería que le regalaras tu primer dibujo de la escuela – dije con un poco de dificultada, se separo de mi un poco, y note que sus hermosos chocolatítos ya no reflejaban temor
-Así amor, anda, cuando salgas aquí, vamos a estar mamá y yo para llevarte a comer con los abuelos, la tía Alice y el tío oso… pero si ya no quieres estar ahí, solo le dices a la maestra que hable a casa y nosotros venimos en seguida por ti – dijo
-Edward – le susurre
-¿No me dejaran aquí? – pregunto un poco dudosa, alternando su mirada entre nosotros y la entrada de la escuela
-Claro que no amor, anda, aquí estaremos esperándote, veras que el tiempo se ira muy rápido, y harás muchos amigos
-¿sí?
-Claro que si amor, anda que si no te apuras, nos cierran la puerta y no podrás conocer a tu maestra y a tus compañeritos – le dije dándole un beso en la frente y en su nariz
-Divierte lizzi – le dijo Edward, la abrazo y le dejo un beso en la frente, la soltó y la animamos a que caminara hacia la puerta – ve – le dijo Edward con una gran sonrisa – te amamos
Se dio la vuelta y camino a la entrada, cuando ya iba a desaparecer por ella, se volteó y nos dijo adiós con su manita y con una gran sonrisa
-Adiós – nos dijo y entro
En cuanto salió de nuestra vista Edward me envolvió en un abrazo y escondió su rostro en mi cuello
-No quiero que siga creciendo – me dijo
-Yo tampoco, pero recuerda que los hijos son prestados amor
-Lo sé, pero me reusó – dijo en un quejido, nos quedamos unos cuantos minutos más abrazados, una vez que nos separamos, caminamos hacia el carro y salimos rumbo al hospital, teníamos una cita con Ángela, ya que hacia unas dos semanas me empecé a sentir un poco mareada todos los días por la tarde, y tenía una semana de retraso, por lo que suponíamos que estaba embarazada, pero no queríamos ilusionarnos tanto, ya que hace un año también presente un retraso y nada, cero embarazo, pero Edward estaba seguro que esta vez sí estaba embarazada
-Después de ir con Ángela, que te parece si vamos a comer algo por ahí – sugirió tomando mi mano y besando el dorso de esta
-Mmm… depende de que me vallas a dar como alternativas para comer – dije
-Lo que la Sra. Desee – dijo
Cuando llegamos al consultorio, una enfermera me llevo a sacarme sangre, algo que no me agrado nadita… odiaba a la agujas en mi cuerpo, y claro que Edward se burló, diciendo que como era posible que le tuviera miedo si había estudiado una carrera que incluía mucho la agujas, pero rápidamente cayo cuando le di un pellizco en las costillas
Media hora después nos hicieron pasar a la oficina de Ángela
-Hola chicos – nos dijo – bueno ya ni tan chicos – se rio de su propia broma, la cual nos hizo reír también
-Bueno ya revise tus análisis y tienes un mes y una semana aproximadamente de embarazo bells, felicidades – nos dijo con una gran sonrisa
-¡Ja… gane! –soltó de pronto Edward
-¡Oh! Edward… en vez de que estés feliz por que estemos esperando un hijo, te regocijas por una estúpida apuesta – le dije con rencor
-¡Oh pero claro que estoy feliz!, simplemente no quería que se te pasara que gane la apuesta – me dijo antes de besarme
-Bueno vamos a que te revise y hagamos una ecografía, te parece – me dijo
-Si – respondió Edward, a lo cual Ángela río
-Pasa a la sala a ponerte la bata, Bella – enfatizo con burla – en unos momentos estoy con ustedes
-Gracias – me dijo Edward antes de besarme en serio, lo cual me robo rápidamente el aliento
-Gracias a ti también – le respondí
Entre a ponerme la bata y me subí a camilla, en ese momento entro Ángela, seguida por Edward, ambos tomaron sus lugares
-Vas a sentir un poco de presión y un poco incómodo ¿ok? – dijo Ángela, yo solo asentí
Era algo muy incómodo, pero con tal de saber que todo estaba bien por allá abajo, aguantaba
-bien, tu cuello está bien, al parecer se implanto bien el ovulo, pero eso lo confirmaremos en el ultrasonido – dijo unos minutos después
Prendió el aparato y saco el bote del gel
-Recuerda que esta frío- me recordó, después lo esparció con el aparato y empezó a proyectarse una imagen en la pantalla
En ese momento, Edward tomo mi mano fuertemente y la beso
-Bueno aquí está – nos señaló un pequeño frijolito que estaba ubicado en la parte superior derecha de la pantalla – está bien implantado, en unos cuantos meses más podremos saber el sexo – nos dijo, apago el aparato y me ayudo a levantarme de la mesa para que me fuera a cambiar – en cuanto estés lista te daré la receta para que vallas por las vitaminas – dijo y salió de la habitación
-Gracias bella, por todo lo que me has dado y… - empezó Edward en cuanto Ángela salio
-No tienes nada que agradecer – le dije y nos besamos
-te amo – dijimos al mismo tiempo, lo cual nos hizo reír, limpie una lágrima que salió de su ojo y lo bese
Cuando salimos del consultorio, con una gran sonrisa en nuestras caras, nos dirigimos a comer algo, ya que nos moríamos de hambre, así que nos decidimos por unos emparedados, ya que en la tarde, cuando fuéramos por lizzi, iríamos a comer a casa de los padres de Edward.
Después de la deliciosa comida, nos dirigimos de nuevo al colegio de lizzi, llegamos exactamente cuándo tocaron la campana, salimos del carro y tomados de la mano caminamos para ubicarnos cerca de la puerta
-¿Crees que le haya gustado?
-Seguro le fascino, ya sabes que le gusta tener niños cerca de ella con quien jugar, no te preocupes
-¿Cuándo le diéremos que va a tener una nueva hermanita? – me pregunto, dándome un corto beso después
-Mmm ¿niña?... no creo, esta vez será un niño ya verás – le dije segura
-Mmm ¿cuánto quieres apostar a que es niña?
-No voy a apostar nada – le dije indignada, apenas encontraba algo con que retar y ya quería apostar – es tu hijo del cual estamos hablando no del vecino
-No te enojes amor… pero yo dijo que es niña – me dijo
En ese momento abrieron las puertas y empezamos a entrar los padres, ya que se recogían a los niños en sus salones, así de esta manera les proporcionaban más seguridad a los niños.
Cuando llegamos a su salón ella estaba terminando de meter sus cosas en la mochila, cuando termino, volteo a ver la puerta y nos vio, se colgó su mochilita en su espalda y tomo su loncherita y salió corriendo a nuestro encuentro, Edward se agacho para abrazar a lizzi, la cual corrió con más rapidez para lanzarse sobre su padre, el cual la colmo de besos y ella también a el
-¿Y para mí no hay beso? – dije
-Si mami – dijo rápidamente, mientras Edward se alzaba y la acercaba a que me saludara
-¿Te divertiste cariño? – le pregunto Edward mientras caminábamos hacia el carro, ella seguía en sus brazos
-Si papi, la miss es muy buena – nos dijo, lo cual decepciono un poco a Edward, ya que estaba segura que él esperaba que corriera a sus brazos y le dijera que no quería regresar, cosa que se lo cumpliría, muy a pesar de mis reclamos, el definitivamente estaba en la pequeña palma de su hija
-¿Segura? Nadie te trato mal ¿verdad? – pregunto receloso
-No papi – dijo con una sonrisa coqueta, lo cual hizo que Edward bufara decepcionado
Las semanas pasaron rápidamente, Edward ya no repelaba por llevar a la niña a la escuela, pues había descubierto los beneficios de esto, pues nada más iba a dejarla, regresaba volando a casa y hacíamos el amor, pero cuando daban las 10 am se iba a la oficina a trabajar, cuando daban las 12, yo iba por lizzi y había veces que íbamos a almorzar con Alice, y con Brandon, su hijo, el cual ya tenía 2 años, algunas veces nos acompañaba Rose, ella y Emmett habían decidido radical en Londres cuando nosotros estábamos en Francia, su bebe, Matthew, casi tenía 3 años, estaba igual de hermoso que su madre, solo que con el ingenio del padre.
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Ya tenía tres meses, por lo que decidimos que hoy le daríamos la noticia a Lizzi y mañana a los demás, las náuseas no habían llamado a la puerta esta vez, solo se me presentaban los mareos, pero decía Ángela que no me preocupara de nada, que durante este mes, disminuirían.
-¿En qué piensas amor? – pregunto Edward, íbamos en camino a la casa de sus padres, donde nos encontraríamos con todos para cenar y para anunciar el embarazo
-Nada amor
-¿Segura?
-Segura
5 minutos después estábamos en la puerta de la casa Cullen, nos bajamos del carro y ayude a lizzi a bajar de su sillita, venia enojada, ya que quería ir adelante conmigo, pero ella sabía que eso no era seguro. Entramos a la casa, nos encontramos a Jazz que venía bajando las escaleras
-Tío jazzi – grito Lizzi, y corrió a su encuentro
-Hola peque – le dijo haciéndole cosquillas
-Qué bueno que llegan, ya todos están en el comedor – nos dijo mientras nos saludaba, caminamos hacia el comedor y saludamos a todos, y nos sentamos a comer
Después de recoger los platos, mi mamá y Renée fueron por el postre, el favorito de Lizzi, pastel de Moka, y tenía que decirlo que se había convertido el favorito de Ed y mío también
-Bueno ahora si nos van a decir cuál es la noticia – nos cuestionó mi papá
-Si… pues verán…
-¡No! ¿Otra vez a París?
-No Renée – dijo Edward, mientras tomaba mi mano y ponía a lizzi en su regazo
-¿Entonces?
-Pues
-¡Tendré un hermanito! – grito mi princesa, con una gran sonrisa. Que hizo que recordara como se lo dijimos
Flashback
-Lizzi – le hable mientras la acomodaba en mis piernas, estábamos sentados en la cama, apunto de dormir – tenemos un secreto que contarte mi amor
-¿todavía quieres una hermanita? – le pregunto Edward, besando su manita
-No, yo quiero un hermanito como mathy o Bran – nos dijo
-vez – le dije – pues en unos meses lo tendrás amorcito
-¿Si mami? – me pregunto con los ojos muy abiertos
-Si princesa mía, así que hay que cuidar a mami, para que tu hermanito crezca mucho en su pancita
-¿En su pancita? – cuestiono con el ceño fruncido
-Si amor, aquí – le dije, señalando mi vientre
-O – dijo haciendo una perfecta o con su boquita
-Bueno amor, hay que dormir, por que mañana vamos con los abuelos a cenar
-Si mami – nos dijo, pero la muy tramposa se pescó del cuello de Edward, el cual estaba acostado y se tapó torpemente con las cobijas
-¿Lizzi? – le llame
-No mami, yo con mi papi – me dijo y se aferró más a su cuello
-anda cariño a su cama, las niñas grandes, duermen en su cama
-No papi, quiero mimir con él bebe también – nos dijo con un puchero
-Bueno, pero solo hoy princesa
-si papi – le dijo y le dio un beso
Fin del Flashback
Todos se voltearan a verme, tratando de confirmar lo dicho por ella, así que solo asentí con una gran sonrisa
-¡Oh! Pequeña, serás mamá de nuevo – grito mi mamá, mientras se levantaba
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-¡Bella! - escuche que me llamaban... ya faltaban 3 semanas para que el "gusaníto", como le decía lizzi, naciera... todos estos meses pasaron muy rápido, el embarazo había sido algo movido, en cuanto a los antojos, al menos fueron unas 4 veces por semana y siempre en la madrugada, pero Ed, como buen marido, me los cumplió todos... y no eran precisamente de comida el 90% de ellos, lo cual lo hacia sentirse muy aliviado.
La vida ahora me parecía bella, aunque no puedo decir que mi familia era perfecta, a veces discutíamos, pero siempre nos asegurábamos que lizzi no estuviera al asecho... ya que no se me despegaba a menos de que fuera a la escuela, todo el tiempo hablaba de su hermanito, el bebe esto, el bebe aquello, no había otra cosa que le interesará mas que el bebe, del cual no sabíamos que era, ya que había sido muy penoso... pero estaba casi segura que seria niño, y lizzi también... algo que no apoyaba Edward, así que ya teníamos dos nombres...
-¿que haces amor? - escuche la voz de Edward
-Cepillando a Richi – dije señalando con mi mirada a mi perrito
-¿Y en mi cuarto? - despotrico
-¿Disculpa? - dije algo molesta - ¿Tu cuarto?... no me di cuanto cuando fue el día que me corriste de aquí
-No... digo... bells... por aquí en el cuarto, cuando lo puedes hacer en la terraza o en el jardín o en...
-Pues sera por que ya no me puedo mover mucho – le reproche, lo cual hizo que Richi le gruñera
-No me gruñas diablillo – le grito
-No le grites – grito una pequeña vocecíta, lizzi había entrado al cuarto
-Lizzi, ve a dejar tu mochila a tu cuarto amor – le dije y salio todavía con el ceño fruncido y mirando enojada a su papa
-vez... no le grites – le dije acariciando a Richi – ve con lizzi – le dije y bajo de la cama y salio, no sin antes gruñirle un poco mas a Edward
-Ve... lo quieren mas que a mi – dijo indignado, camino hacia mi y quiso darme un beso, lo cual no le permití – No te enojes, sabes que lo tolero por ustedes, sino, ya estaría en el refugio
-Ed... - dije y en ese momento sentí una punzada muy molesta en la cadera – no... no amor hoy no – dije acariciando mi panza
-¿Bella? - pregunto confundido
-Me duele – le dije – ayúdame a pararme – le dije, lo cual hizo rápidamente
-Pero todavía falta
-Lo se... puede que solo sea la posición en la que estaba
-¿Segura?... mejor te llevamos al doctor – dijo algo alterado
-Tranquilo Edward, si te pones nervioso, me pondrás histérica... y dudo que quieras verme histérica y de paso a una niña de casi 4 años aterrada ¿o si?
-No – dijo rápidamente
-Me daré un baño
-¿Ahora? - dijo
-Si, ahora, tengo mucho calor... la maleta del bebe sigue en la camioneta ¿verdad? ¿Y la mía también? - pregunte, tenia que asegurarme de que estuviera todo listo... algo me decía que hoy lo vería
-Si, todo esta esperando en la camioneta... vamos... te ayudo – me dijo
Después del baño, me sentí mas relajada, pero volví a sentir el dolor, pero tuve que disimularlo lo mejor que pude, ya que Lizzi estaba viendo una película en el cuarto, entre al baño de nuevo, a tratar de tranquilizarme cuando sentí que algo caliente bajaba de mis piernas
-No bebe... todavía te tenias que quedar 3 semanas mas – le dije, me cambie lo mas rápido que puede y salí al cuarto de nuevo
-Lizzi, vamos por tu papi
-Si mami – dijo, apago la tv y salimos, baje tranquilamente las escaleras y nos encontramos a Edward en la puerta
-Bella por que no...- pero rápidamente lo calle, no quería que se pusiera nervioso y que asustara a lizzi
-Ve al cuarto de lizzi y prepárale una maleta para dos o tres días ¿ok?
-Pero...
-Es hora Edward – le dije con una sonrisa
Media hora después estaba recostada en una cama en el hospital, esperando a que Ángela viniera a checar en que estado de dilatación estaba. El camino al hospital había sido tranquilo, Edward me había impresionado, hablaba tranquilamente, contestaba con una sonrisa a cualquier pregunta de Lizzi, la cual, ahora se encontraba en casa de Rose, claro que no se fue sin darnos guerra, quería quedarse a ver nacer a su gusanito... pero después de que su papá, le prometiera un millón y medio de regalos, se fue.
-¿Quieres mas hielo? - me pregunto Ed mientras secaba mi frente y la besaba
-¿No estas nervioso? - le pregunte
-Algo... pero se que todo estará bien – me dijo con una sonrisa – te amo bella... y si no estuvieras en mi vida... no se que seria de mi – me dijo con tal cariño que sentí que las lágrimas hacían acto de presencia
-Ed...
-Me equivoque muchas veces... pero se que no me equivoque cuando te pedí que fueras mi novia y después que me aceptaras como tu esposo... se que no fui el mejor... pero he tratado de compensar todo el dolor por el cual te hice pasar
-te amo... y por ti y por mis hijos lo pasaría todo de nuevo, con tal de tenerlos aquí... conmigo – le dije entre sollozos, acerque mi mano a su mejilla y lo acerque para besarlo... pero nos vimos interrumpidos por Ángela
-Lo siento chicos, ¿como te encuentras bells?
-A dolorida... las contracciones me dejan muy exhausta... las siento mas intensas que con Lizzi
-Veamos – dijo, se coloco un guante y con ayuda de una enfermera me acomodo para revisar la dilatación – tienes solo 3 centímetros bella, y ya hace una hora que rompiste bolsa ¿verdad? - pregunto y yo asentí, camino hacia el monitor que regulaba las contracciones y frunció el cejo – las contracciones son muy rápidas... me temo que si no dilatas en 1 hora máximo, tendré que hacer la cesaría bella, no quiero ninguna complicación
-Si – le dije y sentí un poco mas de lágrimas en mis ojos
-Tienes que estar tranquila, el estrés no es bueno – me dijo – en media hora regreso para ver su ya has dilatado al menos unos 4 cm mas
y salio de la habitación, y justo en ese momento me llego otra contracción, gemí un poco por el dolor, y creo que le enterré demasiado las uñas a Edward en el antebrazo, pero no se quejo
-¿Mejor? - pregunto cuando esta termino
-Si – deje con un poco de lágrimas
-Todo va a estar bien bella, hay que mantenernos relajados – me dijo Edward, con una mirada algo preocupada, pero también con confianza
-¿Mis papás?
-En 5 min deben de llegar
-¿Y Jake?
-Fue por Leah al trabajo y no deben de tardar... no te preocupes por eso ahora bella, mantente tranquila – le dije
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-Bella, tendré que hacer la cesaría, lo siento mucho, pero solo tienes 4 cm y el bebe esta empezando a sufrir – nos dijo Ángela
-Esta bien – le dije
-Ok, prepararemos todo y en 5 min te subimos a quirófano, todo estará bien bella, no te estreses – me dijo y salio, no sin antes darle ordenes a las enfermeras para que prepararan todo
-Bueno hija, en un rato mas no vemos, te quiero hija – me dijo mi mamá, me dejo un beso en la frente y salio, después se despidió Esme y salio también, en cuanto a los hombres, estaba afuera, esperando el veredicto, en cuanto Esme salio, entro Edward
-¿Lista mamá bella? - pregunto
-Un poco...
-¿Sr.? - pregunto una enfermera – ¿entrara al quirófano?, por que si es así, necesita ir a limpiarse, antes de entrar al quirófano
-Si, claro que entrare
-Bueno, sígame – dijo la enfermera
-te veo arriba – me dijo
EPV
-Bueno Edward, te puedes sentar aquí, y puedes tomar la mano de bella – me dijo Ángela – voy a empezar Bella, vas a sentir algo de presión, pero es normal
-Ok – contesto con un poco de miedo
-Tranquila – le susurre, y me miro fijamente y me susurro un te amo, a lo cual sonreí, empezó a hacer gestos de incomodidad
-Uhm – gimió, y de pronto escuchamos un hermoso llanto... el bebe ya estaba fuera
-Es un hermoso niño, Bella – nos dijo Ángela muy emocionada
-Un niño – dijo mi Bella – ves, te dije que era un niño – me dijo con lágrimas en los ojo
-Si amor – le dije y me acerque para darle un beso – te amo
después de unos minutos mas, una enfermera se acerco con un pequeño bulto en sus brazos, me lo entrego
-Esta completamente sano, peso 3.650 kg y mide 58 cm – nos dijo, era hermoso, tenia una fina nariz, como la de mi Bella y Lizzi, las sus mejillas un poco rojizas, y su boca, era igual a la que tenia lizzi cuando nació, lo acerque a bella y se lo mostré
-Oh... es hermoso – me dijo con lágrimas en los ojos – mira tiene el mismo color que tu cabello – dijo emocionada, tocando su manita, a lo cual el bebe se aferro – te amo mucho William – dijo bella, y si ese nombre habíamos elegido William, al principio, bella quería que le pusiéramos mi nombre, pero no iba a condenar a mi hijo a ser el Jr., después dijo que Anthony... pero ese era mi nombre también, así que le sugerí el nombre de William, ya que este fue el nombre de, curiosamente, nuestros abuelos, el mio materno y el suyo paterno, por lo cual quedo encantada.
-siento mucho interrumpir de nuevo, pero necesitamos terminar a bella y llevar al muchachito a los cuneros, tu puedes acompañarlo Edward, en un rato mas, podrás ver a bella de nuevo, ya en el cuarto – nos dijo Ángela
-No vemos en un rato mas... te amo bella – le dije y le di un beso en los labios
-Los amo – nos dijo y dejo un suave beso en la frente de William
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-Papá – grito Lizzi
-Si ya voy – le grite a mi bebe... bueno ya no era ninguna bebe, ya era toda una mujer de 23 años, la cual hoy se iba a New York a su primer trabajo, lo cual me tenia sumamente deprimido
Baje las escaleras y me encontré con las dos mujeres de mi vida
-Vamos, que Will ya esta empezando a despotricar en el auto – dijo lizzi saliendo de la casa
-Ed – dijo Bella
-No quiero – le dije y se empezó a reír
-Acabo de tener un deja vù, hiciste la misma expresión cuando dejamos a lizzi en su primer día de clases
-Es mi bebe bells – le dije
-Y también es mía, pero recuerdas que te dije ese mismo día que los hijos eran prestados y que un día había que dejarlos ir – me dijo, a lo cual solo asentí – pues hoy a llegado ese día, lizzi se va a hacer su vida a USA
-Con el novio – dije con una mueca
-y Will a Alemania a terminar sus estudios, y si tiene suerte se queda a trabajar haya – me dijo con una sonrisa melancólica – a mi también me duele ver a mis hijos partir Edward, pero recuerda que un día nosotros también lo hicimos y nunca volteamos la mirada atrás para ver a nuestros padres ¿o si? - me dijo acariciando mi mejilla suavemente
-no, no lo hicimos
-Entonces debemos de hacer lo mismo que ellos hicieron con nosotros amor, apoyarlos y darles nuestros mejores deseos para que sean igual o mas felices de lo que nosotros fuimos y somos – me dijo dándome un beso
-Vamos – le dije tomándola de la mano y saliendo rumbo al aeropuerto para despedirlos
ellos eran los únicos "niños" de la familia que quedaban en Londres, ya que los dos hijos de Rose habían ido a estudiar a Canadá y se habían quedado haya, los de jazz se encontraba en Italia, donde estaban también estudiando la universidad, pero eran los que mas visitaban por su cercanía, y la hija de Jake, Penéope, ella vivía en irlanda, ya que no había querido alejarse demasiado de casa, apenas iba a entrar a su segundo año de la universidad.
Y mis hijos, Lizzi, había decidido estudiar aquí en Londres, Medicina, definitivamente tenia la sangre de su madre, aunque bella era odontóloga, pero solo de nombre, por que nunca la deje que la ejerciera, quería que fuera un ama de casa dedicada a sus hijos, aunque repelo un poco, pero accedió. Y Will, que se iba por una beca que se había ganado para estudiar en Alemania, lo que le restaba de carrera, que era lo mismo que yo había estudiado, Arquitectura.
Llegamos al aeropuerto, caminamos por el pasillo que nos llevaría a las puertas por donde les correspondía abordar a cada uno de ellos
-cuídate mucho hija, me hablas en cuanto aterrices – le dijo bella a Lizzi
-Si mami... cuídate mucho, te quiero mucho y gracias por todo – escuche que le decía
-Te amo hija, y se muy feliz – le dijo – en las navidades los esperamos – le dijo
-Si ma – le dijo, se separo de ella y le dio un abrazo a su hermano, al cual se le escapo una pequeña lágrima
-Cuídate mucho enano – le dijo aunque de enano no tenia nada, ya que media 1.86, pero bueno mi hija no era nada pequeña, media casi lo mismo que bella 1.75 – no dejes que las alemanas te enamoren – le dijo con una pequeña sonrisa
-Y tu no dejes que ninguna gringa te baje al novio – le dijo riéndose – te quiero mucho
-y yo a ti – le dijo y le dio un beso en la mejilla, después se volteo a verme y corrió a mis brazos
-papi – me dijo en el oído – te amo mucho
-Y yo a ti princesa – le dije con un nudo en la garganta – cuídate mucho y si ese novio que tienes te hace algo solo tienes que...
-No te preocupes por eso papá... gracias por
-No tienes que dar las gracias de nada hija, soy yo el que te las tiene que dar, por que si tu no hubieses existido, no se que habría sido te tu mamá y de mi – le dije a punto de llorar – anda ve que se te va a ir el avión – dije mientras la soltaba y le deba un beso en la frente
-Adiós papi – me dijo mientras se limpiaba las lágrimas, recogió sus cosas y camino hacia la puerta que la llevaría a registrar sus cosas
en ese momento mi hijo se estaba terminando de despedir de su madre y se acerco a mi
-Cuídate mucho campeón, y no hagas tantos desmanes por favor – le dije mientras le daba un abrazo
-Oh papá, me quieres quitar la diversión – se quejo
-Bueno, solo has que no se entere tu madre – le dije en un susurro con una mirada traviesa
-vale, cuida mucho a mamá – me dijo
-Claro hijo
tomo sus cosas y le dio un ultimo beso a Bella y camino hacia donde su hermana estaba, ella estaba pasando el marco de seguridad y cuando termino, tomo sus cosas y camino para traspasar a sala, pero justo antes de desaparecer por ella volteo y nos busco con la mirada y cuando nos encontró, nos sonrío y se despidió con la mano un con una gran sonrisa, la cual casi en seguida, fue imitada por su hermano, y por su por supuesto que Bella y yo los despedimos de la misma manera.
-Ed – me llamo mi bella
-Mm – le dije sin dejar de mirar como desaparecían mis hijo por esa puerta
-te amo – me dijo, cuando recargo su cabeza en mi hombro y me abrazo, baje mi mirada y me encontré con su rostro lleno de lágrimas
-Yo también amor – le dije, limpie sus lágrimas – todo va a estar bien amor, no te preocupes
-Pero los voy a extrañar, la casa va a estar mas vacía, sin ellos dos – me dijo, y sabia que no solo se refería a la ausencia de ellos, sino también a la falta del diablillo vestido de perro
-No me digas que vas a querer otro perro a mor, por que con uno tuve para toda la vida – le dije en broma, y no solo ella extrañaba al diablo ese que se hacia llamar Richi, yo también, pero después de 10 años, ya debió de haber dejado de extrañarlo
-No, ya no quiero otro, no vaya a hacer que este también me lo mates – dijo
-Yo no fui, ya te lo dije como un millón de veces
-Pues no se... fue muy raro lo que paso – y de veras que yo no lo había matado, había sido Will con su bici, pero yo acordamos que no íbamos a decirle nada a Bella ni a Lizzi, pero claro esta que nunca sospecharon de mi hijo, pero de mi si, tanto que ella dos no me hablaron como por un mes y bella me corrió del cuarto casi por tres semanas
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-bueno amor, ahora ya solo somos nosotros dos de nuevo – le dije cuando llegamos a la casa
-Si... Ed – me dijo mientras se sentaba en la sala y yo junto a ella
-Dime – le dije mientras la recostaba e mi pecho y acariciaba su cabello, el cual ya no era tan largo, ahora solo le llegaba un poco abajo de los hombros, pero aun así para mi seguía siendo la mujer mas hermosa y sexy que había visto en mi vida, y para nada aparentaba su edad, pues pasaba fácilmente por una mujer de 38 o 40 años y no por una de 50
-Por que no mejor nos regresamos al departamento, y cuando vengan los niños en navidad nos quedamos aquí, es que me voy a sentir muy sola en las mañanas en una casa tan grande – me dijo... y no era mala idea, todavía teníamos el departamento, el cual lo usábamos para pasar tiempo solos
-Como mi reina ordene – le dije
-Ahora mismo – me dijo mientras me daba un beso muy apasionado – tiene mucha ropa amor, es verano Ed – me dijo mientras me desabrochaba mi camisa, definitivamente ella era como los mas finos vinos
-Pues tu también traes demasiada – le dije, lo cual negó con la cabeza mientras besaba mi cuello - ¿no? - le pregunte
-Mira tu mismo si no me crees – susurro, así que lleve mis manos al cierre de su vestido, el cual estaba a un costado, cuando lo baje metí mi mano y subí un poco, y note que no traía brassier, lo cual me hizo gemir, seguí acariciando su espalda y baje un poco la mano, esperando encontrar un pequeño trozo de tale, pero para mi sorpresa no traía nada
-Mm bells, andas muy traviesa hoy – le dije entre gemidos
-Si... - me dijo mientras terminaba de quitarme la camisa y empezaba desabrochar el cinturón, pero de pronto me entro una gran desesperación y la moví de encima de mi y la recosté en el sofá y rápidamente me desvestí – muy ansiosos estamos el día de hoy – dijo con burla
-No mas de la que tu tienes - le dije mientras subía su vestido y se lo sacaba por completo – te amo le dije mientras me acercaba a sus labios
-Y yo a ti – me dijo y me jalo para fundirnos en un beso lento y profundo, sin prisas
la vida me había dado todo lo que una vez soñé, aunque en un momento lo vi perdido, pero solo se lo podía agradecer a una maravillosa mujer que se encontraba en mis brazos, retorciéndose de pasión y de amor, de la misma manera en que yo me encontraba, a la cual no me cansaba de amar y agradecerle todo lo que me había dado sin vacilación alguna
-Gracias – le susurre antes de perderme entre sus brazos
¡GRACIAS!
PD: no olviden mandar Review! jiji