Capitulo 21
La mansión era un desastre, había muestras de batalla por todo el lugar, Sesshomaru podía sentir la ira consumiéndole al ver lo que había pasado, la preocupación por su amada Rin era dominante, si algo le había pasado tomaría venganza sobre quien fuera el responsable sin importar quien era, entraron a la destruida sala principal y le escucharon, Hami estaba sobre el suelo herido y luchando por su vida, Hoshi corrió hasta el y de inmediato comenzó a usar sus poderes curativos para ayudarle
- ¿que paso? ¿En dónde esta Rin?- pregunto Sesshomaru con desesperación en la voz
- lo siento amo… no pude defenderla...el muchacho era muy fuerte… y esa sombra … el se la llevo – dijo el mayordomo al borde de la inconciencia lo que lleno de más frustración al demonio blanco.
- yo podría ayudarte a encontrarlo querido Sesshomaru- al escuchar la voz el Yokai se giró observando al maldito Shidikaru detrás de él entrando en la sala, en pestañeo lo capturo apresándole contra la pared tomándolo por sus ropas - empiezo a creer que realmente no soy bienvenido por parte de ninguno de los miembros de tu familia
- ¡fuiste tu!- gritaba Sesshomaru con sus ojos tan rojos como la sangre mostrando los colmillos - ¿que le has hecho a Rin?
- por mucho que desees… - decía el peli azul tratando de soltarse de su agarre lo suficiente para hablar-…encontrar un pretexto para matarme debo decirte que no he sido yo, yo no me lleve a tu esposa... Sin embargo- dijo liberándose finalmente del ex Lord -… si puedo decirte donde esta... es peligroso, el chico ha guardado tantos malos sentimientos en su interior que ahora lo están dominando y créeme su sangre de demonio y el poder de sacerdotisa de su madre no le están ayudando a controlarlo, me di cuenta el día que llego a mi casa buscando a tu prometida.
- ¿por que me ayudarías esta vez?- pregunto desconfiado de los términos por la ayuda de aquella criatura
- porque mi objetivo sigue pendiente, no puedo cumplirlo sin ustedes
- ¿que demonios esperar ganar de todo esto? ¡Dilo ya!
- tan sólo …- comenzó el peli azul derrotado, ya no necesitaba el misterio, de nada le servia y si quería ayudar a Rin debía decir toda la verdad- tan solo esperaba comañia…
- ¿que dices?
- tu y Rin estaban destinados a estar juntos, era perfectamente predecible que tendrías descendencia con ella, alguien igual a mi – dijo sincerando su mirada sorprendiendo incluso a Hoshi- la cría una criatura blanca y un demonio posee una vida… eterna de algún modo, lo único que quería alguien quien pudiera que compartiera un destino similar al mío, y no estoy hablando de una pareja ni sentimientos, estoy hablando de un rostro que sin importar el paso de los años estaría ahí, aun si no nos viéramos en décadas el saber y encontrarse una vez con ese alguien… de algún modo te ayuda a superar la soledad que tarde o temprano sentirás – tanto Sesshomaro como Hoshi guardaron silencio ante semejante declaración, podían sentir la verdad y el dolor en las palabras del peli azul- con el tiempo incluso y tu y tu familia morirán, sin importar su larga vida llegara un momento en el que dejaran este mundo, así he visto generaciones pasar frente a mis ojos… mientras yo sigo adelante, con tu hijo al menos habría alguien al que seguramente volvería a ver…
- ¿por que no le detuviste? si te diste cuenta de lo que pasando
- porque no puedo inclinar la balanza del todo, mis poderes son neutros ¿recuerdas? debo mantenerlos así o podría ser un peligro - el silencio siguió envolviéndolos, Sesshomaru observo a Shidikaru sin mostrar gesto alguno en el rostro, despacio se dio la vuelta y antes de salir de la sala volvió a hablarle
- démonos prisa, debemos ayudar a Rin- Shidikaru sonrío de medio lado entendiendo que el demonio blanco al menos le respetaba, tomaron unas ultimas cosas antes de salir de la mansión y luego partieron en búsqueda de aquellos seres queridos.
Ese aroma de algún modo le era familiar, ya lo había percibido antes, muchos años atrás, despacio inuyasha abrió los ojos, el lugar estaba oscuro pero su vista de medio demonio le permitía ver el cuarto sin problemas, estaba en una especie de sótano, una habitación de madera, estaba atado de sus manos y sus pies con una especie de soga hecha con pequeñas perlas lilas, al parecer tenían algún tipo de magia encima pues simplemente no podía romperlas, entonces noto que había algo junto a el, o más bien alguien junto a el, alarmado al verle inconciente se acercó a ella preocupado.
- ¿Rin?- dijo el peli plateado asustándose más cuando esta no respondió, se acercó otro poco y le movió con su hombro diciendo su nombre nuevamente, finalmente despertó.
- ¿Inuyasha? ¿Qué paso? ¿En dónde estamos? – pregunto la chica logrando sentarse sobre el suelo pues ella también estaba atada
- no lo se, aunque este lugar me parece conocido
- claro que te parece conocido, llegaste a esta era una y otra vez por aquí – contesto Taiyo entrando a la habitación con una lámpara en la mano
- el pozo del templo Higurashi- dijo Inuyasha al darse cuenta por fin de donde estaban - ¿por que nos has traído aquí?
- porque aquí es donde todo comenzó, es el único lugar donde puedo evitar que comience de nuevo.
- ¿que quieres decir?- pregunto Rin un tanto asustada, la energía maligna que podía sentir en su sobrino era intensa
- si mis cálculos son correctos... Si entro ahora al pozo llegare a el pasado poco después de que Kikyo encuentre a Onigumo herido, lo matare antes de que se vuelva demonio, así nada ocurrirá, la perla no se contaminará, mi madre no viajara al pasado viviendo una vida normal, tu podrás estar con la vieja sacerdotisa y Rin no tendrá que encontrarse con el Sesshomaru que tu lastimaste
- ¿pero que tonterías estas diciendo?, si cambias la historia tu no existirás – dijo Rin sorprendida de la idea que su sobrino, el niño que ella había cuidado tantos años atrás estaba maquilando
- estoy dispuesto a sacrificar mi existencia con tal que tu y mi madre vivan otra vida
- ¡Taiyo idiota! - grito Inuyasha al escuchar las palabras de su hijo - ¿como puedes ser tan idiota? Hacer algo así no te hace mejor que Naraku, no estar arreglando nada con esto, no estas protegiendo ni salvando nada con esto, además no hay forma en la que puedas usar ese pozo, sólo tu madre tenía el poder de hacerlo funcionar
- y es por eso que tuve que pedir su ayuda - dijo abriendo la puerta de la habitación jalando a la versión joven de la bella Ahome que había sacado de su caza luego de encerrar a los demás miembros de su familia, Inuyasha se quedo sin palabras al verla, no sólo el plan de su hijo había pasado los límites, lo que tenía que hacer para lograrlo no le importaba aún si se trataba de dañar a su adorada madre
- ¡suéltame he dicho!- gritaban joven al tiempo que Taiyo le dejaba caer al suelo, fue en ese instante que sus ojos se posaron en el rostro del peli plateado, un leve rubor se marcó en sus mejillas al el beso que le había robado en aquella fiesta de mascaras, Inuyasha como pudo se arrastró hasta la joven tratando de asegurarse que no estaba herida, lo que ella afirmo. Rin no podía creer que su dulce sobrino terminara siendo un terrible monstruo, tenía que hacer algo al respecto pues lamentablemente era ya una amenaza, se puso de pie y concentrando el poder de su luz en sus manos libero el hechizo de sus cadenas soltándose.
- ¿como te has liberado del poder de las sogas?, es el mismo poder que mi madre tenía como sacerdotisa y con el cual detenía a los más poderosos demonios
- no vas a detenerme con eso, taiyo... yo no soy un demonio, no soy un ser de oscuridad, tus poderes no sirven así contra mi ... ¡esto se a acaba y se termina ya! - decía la peli negra encendiendo su poder en sus manos, el muchacho al verla solo se río de ella diciendo que si ya le había ganado un vez con mucha seguridad lo haría de nuevo, sin más tiempo que perder la chica se lanzó al ataque recibida por Taiyo llegando hasta el jardín del templo, el choque de sus manos de luz contra las garras de acero del joven eran impresionantes y aunque el muchacho era muy bueno peleando sin duda, su técnica no tenía la experiencia suficiente en el combate, al menos no la que ella había obtenido a lo largo de sus viajes con sesshomaru y sus aventuras como exterminadora, en un rápido movimiento aparento saltar para atacar el chico desde arriba pero en realidad le había llegado por un lado logrando así derribarlo, el chico estaba derrotado, estaba en el suelo sin hacer movimiento alguno, Rin preocupada por haberle herido de más se acercó despacio hasta el, Inuyasha lo vio y notando qu algo no estaba bien se giró a la joven Ahome para hablarle - debes romper mi prisión
- ¿que dices? ¿Cuál prisión? ¿Como podría yo liberarte? - preguntaba temerosa la muchacha, más al notar la cercanía del hombre
-estas sogas con perlas en mis muñecas tienen energía purificadora, necesito que la remuevas para que pueda romperla
- ¿que? Yo no puedo hacer eso, no se de que hablas
- es el poder de sacerdotisa que tienes dentro, tienes que hacerlo, concéntrate en ellas para que puedas romperlas, se que puedes hacerlo Ahome, es tu poder, es natural en ti
Rin seguía acercándose a su sobrino preocupada por su bienestar, llego hasta el muchacho y estaba por tocarlo cuando este repentinamente se sentó y le miro con ojos negros, de un momento a otro se sintió apresada por algo o alguien detrás suyo, al girarse un poco lo noto, era aquella figura negra, la misma que le había atacado en el almacén, esta fue tomando poco a poco forma hasta que finalmente su figura era similar a la de Taiyo pero completamente oscura, ahora Rin lo entendía, era esa fuerza negativa dentro de el, su doppelgänger alimentado por sentimientos oscuros en su interior, sin poder decir nada la figura se alzó para luego caer con la dama aún entre sus abrazos estrellándola así contra el suelo dejándola inconsciente, la figura negra le soltó y poco a poco fue entrando en el cuerpo de Taiyo que se ponía de pie, se acercó hasta la chica y se agachó un poco para descubrir el abdomen de la joven posando así su mano sobre este, en su rostro se dibujó una cara de decepción al notar que la criatura en su interior seguía viva
- supongo que no puedo dejar de lado mi plan entonces- dijo el chico ahora caminando hasta donde estaban aún ahorme e inuyasha, la chica seguía rompiendo el poder en las sogas del peli blanco cuando sintió que alguien la tomaba con fuerza del cabello y la arrastraba hacia el pozo - hora de seguir con el trabajo, es momento de que abras el pozo madre - dijo Taiyo en el momento en el que a arrojó al chica dentro del agujero esperando que esta al caer abriera la puerta al pasado, pero en ese justo momento Inuyasha había roto las cuerdas y se había aventado tras la chica logra atraparla antes de que se cayera, con un brazo le cargo mientras con el otro se sostenía del borde del pozo, Taiyo exploto en ira al observarlo frustra sus planes, se acercó con sus garras de acero dispuesto a cortar la mano de su padre si era necesario con tal de hacerlos caer, pero justo cuando iba a intentarlo un látigo de veneno verde se interpuso lastimando su propia mano, el muchacho sabía perfectamente de quien se trataba, se giró notando a su tío y a Shidikaru en el lugar. Los ojos del demonio blanco se posaron en su amada prometida inconsciente y sangrante en el suelo, la ira y la molesta crecieron en el al verla herida, sus ojos brillaron en rojo al tiempo que se acercaba a su sobrino para comenzar la batalla
- esperaba que llegaras pronto tío, incluso trajiste a tensengai, por lo visto de verdad deseas terminar conmigo
- haré lo que sea necesario con tal de terminar con esto Taiyo, aun si eres el hijo de mi medio hermano- sin una palabra más comenzaron con la pelea llevándola al jardín del templo, shidikaru se acercó hasta Rin usando sus poderes para cerrar su herida, una vez que comprobó que tanto ella como su pequeño estaban a salvo se acercó hasta inuyasha y su amada que recién salían del pozo, el peli plateado dejo a la chica en el suelo y de inmediato se lanzó a la batalla mientras el pelo azul aprovechaba la oportunidad para llegar hasta la joven
- esta batalla llegara a más allá de nuestros límites, no podemos permitir que pase y me temo que sólo usted puede ayudarnos- dijo Shidikaru haciendo que la chica le mirará extrañada al no entender a lo que se refería, entonces poso su mano sobre su frente y luego a ojos de ambos brillaron en azul.
La extraña figura dentro de Taiyo se había desprendido de él al notar a Inuyasha acercándose, esta comenzó a pelear contra Sesshomaru mientras el mayor de los Tashio llegaba hasta su padre.
- ¿pelearas contra mi padre?, contra mi el primero de tus hijos, el primero que Ahome mi madre trajo al mundo
- por más que me duela admitirlo, tu ya no eres ese hijo… - sin otra palabra más se lanzaron al ataque ambos con las garras de acero. Shidikaru podía escuchar en el fondo las sirenas y los helicópteros de la policía que se acercaba para atender al llamado de que algo extraño estaba pasando en el templo Higurashi, no podía permitir que los humanos se dieran cuenta de lo que estaba pasando, subió hasta el tejado más alto en el lugar y desde ahí dejo que su energía fluyera, una gran burbuja se poso sobre todo el templo creando la ilusión de que todo estaba en orden, para cuando la policía llego al lugar no había por lo que pudieran alarmarse.
Sesshomaru e Inuyasha seguían combatiendo, Taiyo comenzaba poco a poco a dejar de ser un oponente fuerte, era el momento de darse ventaja en el asunto, tanto él como su sombra se alejaron volviendose a juntar, los ojos del chico se volvieron negros mientras una luz rosada lo rodeaba, de pronto Inuyasha sintio como su cuerpo era jalado al suelo estrellandose en el mismo, tal y como pasaba con el hechizo de Ahome en un principio, Sesshomaru por su parte sintió como su espada comenzaba a volverse pesada, era como si la gravedad aumentara haciéndola imposible de sostener, sin mayor control dejo que esta se clavara en el suelo sin posibilidad de moverla
- es el poder sagrado de Taiyo – grito inuyasha a su hermano – son los poderes que heredo de Ahome como sacerdotisa, todo lo que este relacionado con los demonios puede ser sellado
- maldita sea- dijo el Yokai blanco tratando de levantar nuevamente la espadada sin éxito
- ¡ya basta Taiyo! – grito la voz de una mujer en el fondo, el aludido se giro reconociendo ese tono y con sorpresa noto a la joven del templo acercándose despacio a él, pero esa chica no era la misma, algo había en ella que había cambiado, que le hacía verse más adulta, ¿a caso…?
- ¿Madre? – dijo reconociendo a la mujer ahora frente a él, era ella sin duda, era su alma que estaba de regreso en su cuerpo, esto era obra de Shidikaru, solo el tenía el poder para despertar en Ahome el alma de su encarnación futura y pasada.
- Termina con esto, ¿este no eres tu?
- No creas que vas a detenerme tu… - trato de decir el chico pero callo al sentir la suave mano de su madre en su mejilla, como había extraño ese toque, esa dulzura que ella podía transmitir con tan sencillo gesto, de sus ojos sin pensarlo comenzaron a salir lagrimas incontrolables, los recuerdo de aquella mujer le llenaron, despertaron en él la paz que había olvidado
- Se que esto no eres tu Taiyo, tu corazón sigue siendo puro, pero tu culpa por la muerte de Rin te consumió y por años creció en ti sin que pudiéramos detenerlo
- Madre…
- Perdóname Taiyo, nunca me di cuenta de lo que estabas sufriendo, ni como madre ni como sacerdotisa, pero es momento de que te ayude, yo voy a liberarte - entonces la joven poso su mano sobre la frente del chico haciendo que una energía rosada los cubriera, la sombra en su interior trataba de salir, de rebelarse para evitar ser consumida por la luz atacando a Ahome, pero esta no le soltaría, no se dejaría vencer por ella aun si su propia energía vital se estuviera consumiendo, salvaría a su hijo así fuera lo ultimo que hiciera, inuyasha al sentir el encantamiento de su hijo debilitarse se levanto y corrió hasta su esposa y su muchacho rodeándola con los brazos para protegerla del ataque de la sombra
- Tu libera a nuestro hijo, yo usare mi energía para mantener a la criatura atrapada – Ahome no dijo ni hizo nada, pero al aumentar la fuerza en su purificación dio a entender a su esposo que estaba de acuerdo, Sesshomaru liberado de su conjuro también corrio hasta Rin para protegerle ahora que la luz y la energía se desplegaba libre por todo aquel jardín, de pronto fue tanta la intensidad de aquella luz que todo se volvio blanco para los presentes.
Abrió los ojos despacio encontrandose en una habitación completamente desconocida para ella, su cabeza le dolia un poco pero era soportable, se sentó sobre la cama con cuidado y fue entonces que escucho a alguien más en la habitación, al girarse observo a su adorado Sesshomaru caminando a ella para serntarse a su lado en la cama
- me alegra que despertaras Rin- dijo el hombre dando un beso suave en la mejilla de la chica
- ¿como es…? ¿Que paso? ¿y Taiyo? ¿Esta bien?
- El estara bien ahora – dijo el apuesto hombre ofreciendo su mano a la chica para que le acompañara, salieron de la habitación hasta el pequeño comedor de la casa en donde Hami y Hoshi esperaban por ellos, esta ultima había hecho un buen trabajo curando las heridas del guerrero del Lord del Oeste y habían llegado juntos hasta la mansión, de otra puerta salia Ahome con una sonrisa al ver a la pelinegra llegando con su prometido, sin decir una sola palabra se acerco a ella y le abrazo, Rin entendió de quien se trataba correspondiendo el gesto con fuerza
- Estoy feliz de volver a verte Rin, más al saber que tu y el terco de Sesshomaru por fin estaran juntos – dijo Ahome levantando el mentón de una sonrojada jovencita que se había puesto un tanto nerviosa ante el comentario, pero pronto lo olvido al preguntar por el estado de su sobrino, la joven sacerdotiza le llevo hasta el cuarto donde este estaba y le dijo que entrara sola pues el muchacho tenía palabras para ella, la peli negra entro despacio en la habitación iluminada levemente observando a Taiyo sobre la cama, este al verla entrar se levanto para sentarse en ella y así poder hablar a la invitada que ahora tomaba asiento en una silla a lado suyo
- Hermana… no – sonrio el chico- tía Rin, me da mucho gusto que estes a salvo… yo
- No es necesario que digas nada Taiyo, no eras tu y…
- No por favor, dejame decirlo esta vez, no hay manera de que niegue mis pecados, como sea sabía lo que estaba pasando aunque no pensara bien en lo que hacía, no quise dañarte, ni a ti ni a tu familia, sigo apreciando todos los años que vivimos juntos en el pasado… fue por eso... – dijo mirando sus manos y luego regresando su vista a ella- fue mi culpa que te hirieran a muerte, yo sabía que la batalla en la villa no era para mi, aun no estaba listo y sin embargo decidi aventarme a ella dejando sola incluso a mi pequeña hermana, mi irresponsabilidad logro que tu intervinieras y me salvaras, que recibieras la condena a muerte por mi y por ello… Rin… ¡lo lamento! – dijo el chico reverenciando a la dama frente a él, la peli negra se conmovio ante el acto y simplemente recargo su cabeza en la de él susurrando
- Todo esta perdonado, ya todo esta en el pasado mi pequeño Taiyo
Inuyasha salió al jardín en donde Ahome estaba observando la luna de la intensa noche, un par de fuertes brazos la rodearon por detrás juntándola al cálido cuerpo
- Ahome...- susurro Inuyasha hundiendo su rostro en el cuello de la chica - te he extrañado tanto... yo no ... es tan difícil poder vivir sin ti... creí... que tendría tanto que decirte si volvía a verte... - la joven se giro para estar de frente a él, una tierna sonrisa se dibujo en su rostro mientras posaba sus manos en sus mejillas
- Inuyasha... también te extraño... pero se que algún día volveremos a estar juntos... por ahora debes continuar viviendo... es momento de que te liberes del pasado, se que has estado todos estos largos años en la misma ciudad siempre a lado de este templo y los recuerdos en él... pero no quiero que te encadenes a ellos... tu sigues con vida y te espera mucho tiempo por delante... es momento de que generes nuevos recuerdos ... entonces cuando volvamos a estar juntos, podrás compartirlos conmigo...- dijo Ahome dando un pequeño beso en los labios de su esposo, este al sentir aquella dulzura, aquel calor que tanto había extrañado no pudo contenerse, la tomo por la cintura acercándola más a el profundizando el beso, cuando se separaron para respirar se miraron y se sonrieron, sabía que esa era la despedida, Shidikaru había dicho que al amanecer el alma de la vieja Ahome dejaría el cuerpo de la joven y que todo recuerdo de esa noche, tanto en ella como en su familia se olvidarían, era momento de decir adiós para siempre nuevamente ...
El tiempo paso, Sesshomaru y Rin finalmente se habían casado en forma humana y forma Yokai, la gran ceremonia oficial había sido el evento del año pues el gran empresario, millonario temido por miles se desposaba con la joven que se había vuelto la adoración de muchos por su gran corazón, una enorme fiesta se había dado en la mansión luego de la boda tradicional en la que la belleza de la vestimenta y de los invitados no paso desapercibida. Durante la noche de bodas Sesshomaru había vuelto a hacer el amor a su ahora esposa, la había tomado de la manera más apasionada y penetrante posible, había unido con ella cuerpo y alma para así finalmente entregarle el signo de la media luna en su frente, de ahora en adelante sería su esposa Yokai. Claro estaba que tenía que disfrazarla para que el mundo humano no le notara pero Rin pronto se acostumbro a eso y a la atención, atención que se multiplico con el nacimiento del primogénito y heredero del gran Sesshomaru Tashio, un pequeño sano y fuerte que había recibido la completa apariencia de su padre salvo por sus ojos que eran de un intenso color azul, su nombre era Yuki.
Inuyasha había decidido dejar su trabajo en la universidad y dedicarse a viajar por el mundo, su esposa le había aconsejado bien y finalmente dejando el luto se había encaminado de nuevo a la aventura.
Hoshi habita tomado el lugar de su padre en la enseñanza de la universidad y además tenía un corto empleo en el museo de Shidikaru, ninguno quería admitirlo pero lo cierto era que algo había comenzado entre ellos, el peli azul además se había vuelto concejero de Rin y Sesshomaru en cuanto al control del poder del pequeño Yuki que a veces era difil de controlar, por lo que pasaba mucho tiempo con ellos y con la menos de los hijos de Inuyasha.
Taiyo se había encontrado con Yuni nuevamente durante la boda de Rin y pese a que su primer encuentro había sido desastroso habían sin quererlo comenzado a tomarse interés, interés que pronto se volvió una relación, Yuni había comentado a Rin mucho tiempo después que al final si había encontrado a su principe azul.
Aun faltaban aventuras por terminar para todos ellos, el futuro estaba ahí y llegarían a el con la diferencia de que esta vez estarían juntos para enfrentarlo
Bueno pues se ha terminado esta pequeña historia, muchas gracias a todos los que me apoyaron y me animaron con sus comentarios a seguir escribiendo, me da mucho gusto saber que esta idea que se me ocurrió algo de tiempo atrás fuera del agrado de tantas personas :P
Ahora comenzare con la otra alternativa para esta historia, en la que los hijos de Rin y Sesshomaru pelearan para salvarlos y juntarlos bajo la amenaza de un nuevo enemigo
saludos!