¡Hola! Aqui les traigo un nuevo capi :3, espero que lo disfruten.

Disclamer: Inazuma Eleven / GO no me pertenece, es propiedad de Level-5. Si me perteneciera, lo convertiría en una serie yaoi (:.

Summary: ¡Oh no! ¡Oh no! ¡Esto no puede estar ocurriendo! ¡Esto es ilógico, totalmente estúpido! '¿¡Pero qué demonios es esto! ?' '¡Me estoy desangrando!' 'Por kami, por kami, mis pechos…' '¿S-Somos chicas?' Era una pesadilla.


We aren't girls!

Cap. 7: Descubriendo la verdad

Se podía sentir la tensión en el campo de fútbol. Nadie había dicho nada… por una parte los chicos no quería creer lo que veían frente a ellos, por otra parte las 'chicas' no sabían que poder decir en esa situación. Habían estado más concentradas en discutir si iban a revelar la verdad o no y no habían pensado en como explicárselos a los chicos sin que los tachasen de anormales.

Por otro lado, Goenji no despegaba la mirada de cierta peliplata. Con ver al grupo de chicas, los recuerdos de la noche anterior regresaron. No cabía duda, Fubuki Shirou había sido la chica de esa noche. Aún recordaba lo hermosa que era y como esos sujetos habían tratado de… aprovecharse de ella. Con solo ese pensamiento, se le hervía la sangre. Recordó también porque terminó todo golpeado y con olor a basura. Al parecer se había despertado luego de ese sutil golpe en la cabeza, pero como estaba todo mareado había tropezado con un perro enorme que lo persiguió por todo el lugar y para escapar de él, se ocultó en un contenedor de basura, pero al salir de ahí se dio con la sorpresa de que no veía del todo bien, su ropa estaba rasgada, ensangrentado, el cabello desordenado y sobretodo apestaba. Luego se encontró con Endo y todos ya saben el resto de la historia.

Y como decía antes, todo estaba en silencio y nadie se movía hasta que cierta persona decidió romper ese silencio. Era Suzuno, quien se levantaba dignamente del suelo, dejando ver a todos los presentes su cuerpo de modelo. Se acomodó la ropa y el cabello, y luego miró a sus compañeros.

—Ya que todo se ha descubierto, me voy a buscar a Tachimukai —Y tras decir eso, se dio media vuelta y se alejó del lugar, como si nada hubiera pasado. Solo dos de los presentes parecieron prestarle atención, ellos eran Nagumo y Tsunami. El primero porque quería hablar con Suzuno y el segundo solo por escuchar el nombre de su querido amigo. Ambos siguieron a Suzuno, quien pensando que ya nadie la veía, salió corriendo hacia quien sabe dónde, por lo que ambos chicos tuvieron que correr tras de ella, comenzando una persecución.

Mientras eso ocurría, la cancha de fútbol aún seguía en silencio y parecía que seguiría así por un tiempo por lo que Kazemaru no tuvo otra opción.

—Midorikawa —llamó al peliverde debajo de él. Este lo miró por el rabillo de ojo dándole a entender que lo escuchaba— es hora de poner en marcha el plan B —dijo bajito para que solo el peliverde lo escuchara, pero por culpa del silencio en el lugar, todos pudieron escucharlo.

—¿Teníamos un plan B? ¿Y cuál era el A? —Preguntó extrañado, mirando a su amigo.

—El plan A era quedarnos en casa hasta que volviéramos a la normalidad —Explicó rápido. Ryuuji asintió, bueno, Kazemaru tenía razón.

—¿Y entonces cual era el plan B? —Preguntó sin saber que era lo que le esperaba.

—Bueno… —Y tomando impulso, Kazemaru se levantó para sorpresa de todos, dejando ver sus atributos femeninos, pisando en el proceso al peliverde y tomando en brazos Shirou, quien aún no salía del shock. Y sin siquiera ayudar a Midorikawa, Kazemaru salió corriendo del lugar junto a Fubuki— ¡Suerte Midorikawa! ¡Siempre recordaremos tu sacrificio! —Gritó cuando estuvo lo suficientemente lejos. El peliverde, aún tirado en el suelo, estiró su brazo como si quisiera alcanzarlo.

—¡ME LAS PAGARÁS, MALDITO AFEMINADO! —Gritó furioso. ¡Lo habían abandonado a su suerte! Cuando se levantó, se dio con la sorpresa de que estaba siendo rodeado por todo el equipo de fútbol. Guardaron silencio unos momentos, hasta que el capitán habló.

—Bueno… ehm… Midorikawa… no sabíamos que te gustara ese tipo de cosas —El peliverde miró extrañado a Endo— Bueno… tu sabes, vestirte de mujer… —Dijo bajito.

Eso sacó de onda a Midorikawa.

—¿¡ME ESTÁS LLAMANDO TRAVESTI! —Le reclamó furioso. ¡Como se atrevía! ¡Se iba a vengar de eso!

—¡B-Bueno… y-yo…! —Balbuceó Endo. Midorikawa le daba miedo cuando se ponía en ese plan.

Y para salvar a Endo, habló Goenji.

—Así que ustedes fueron los de ayer —Comentó el pelicrema observándolo con el ceño fruncido. Midorikawa, ante esas palabras, apartó la mirada avergonzado— Así que es verdad… ustedes me golpearon con la roca —Acusó Goenji, todos lo miraron sorprendidos para luego voltear a ver al peliverde.

—¡Eso fue culpa de Suzuno! ¡Él fue el que te golpeó con la roca y…! ¡Espera un minuto! ¡Te lo merecías! —Gruñó el peliverde apuntándolo con el dedo.

—¿Y eso? —Preguntó extrañado.

—¡Porque intentaste besar a Shirou! —le dijo enojado. Goenji se sonrojó levemente.

—¡No es cierto!

—¡Si lo es! ¡Pervertido, shotacon!

—¡No lo soy! ¡Además, yo no era el que andaba con falda! —Midorikawa se sonrojó levemente pero frunció el ceño.

—¡Yo no quería usarla! ¡Todo fue culpa del idiota de Kazemaru! ¡Él me la puso! ¡Odio las faldas! —Y comenzó a jalarse la falda hacia abajo— Son incómodas

—Mido-chan, no hagas eso —Le dijo Hiroto sonrojado. Se había quedado mirando todo el rato al peliverde que a su parecer estaba aún más hermoso que antes, pero al ver los sonrojos de sus demás amigos decidió hablar.

Ryuuji suspiró. Esto era incómodo, hablar con sus amigos sobre eso… solo esperaba que no dijeran algo como…

—¿Y son reales?

La pregunta de Kogure dejó petrificado al peliverde, que fue rodeado por un aura oscura.

—¿Q-Que dijiste? —Trató de sonreír, pero tan solo salió una mueca. Todos retrocedieron, excepto Hiroto que estaba a un lado del peliverde.

—Q-Q-Que si son reales —Balbuceó Kogure, nervioso— ¿No te estás poniendo relleno?

Y con eso explotó.

—¡POR SUPUESTO QUE SON REALES! ¿QUE ESPERABAS? ¿QUE TRAVESTIRME SEA MI HOBBY? ¡CLARO QUE NO! ¡MIRA QUE TAN REALES SON! —Y sin siquiera medir sus acciones, tomó la mano más cerca que encontró… que casualmente era la de Hiroto, y la puso en uno de sus pechos ante la sorpresa y vergüenza de todos y Hiroto, respectivamente— ¿VES QUE SON REALES? —Y sin más, hizo que Hiroto apretara sus pechos.

El pelirojo sentía sus mejillas hervir. ¿Por qué Midorikawa siempre tenía que hacer ese tipo de cosas? ¡Rayos, y lo peor de todo es que le gustaba! ¡Su pecho era muy suavecito y parecía ser perfecto para su mano!

Midorikawa pareció reaccionar ante el silencio de todos. Se sonrojó de golpe al ver la situación, humo salió de sus orejas y sin más se fue de espaldas, perdiendo el conocimiento.

—¡M-Midorikawa!


—¿Crees que fue buena idea? —Preguntó la linda peliplata a Kazemaru. Ya había despertado del shock del que se encontraba hace unos minutos y ambos estaban detrás de la escuela donde habían estado antes ambos pelilargos. La peliazul la miró.

—No te preocupes Fubuki, es Midorikawa de quien hablamos —Se encogió de hombros, sonriéndole ligeramente— Estará bien

—Eso es lo que me preocupa, que sea Midorikawa quien se quede con ellos —Le dijo Shirou, frunciendo el ceño— ¿Sabes lo que podría hacer o decir?

El peliazul se quedó en silencio.

—Ahora que lo dices… —Kazemaru sudó frio— Estamos muertos…

—Mejor vamos a buscarlo —Y antes de que pudiera siquiera levantarse, fue detenida por Kazemaru que le hizo una seña para que haga silencio. Escucharon pasos acercarse y luego unas voces conocidas.

—Vamos Saku-chan, te ves bien —Ambas chicas, se miraron entre sí sorprendidas. ¡Era Genda!

—Cállate Genda —gruñó la otra voz, que claramente era de una chica— ¿Tú crees que es gracioso que me vistas de mujer? Ahora cierra la boca, que nadie debe saber que estamos aquí… —Esa voz les daba una aire de alguien, era como si fuera…

—Sakuma, no creo que sea buena idea sabotear a… —Ambas chicas abrieron la boca sin poder evitar soltar un gritito de sorpresa— ¿Qué fue eso? —Volteó a todos, lados buscando a los dueños de aquel sonido.

La malhumorada chica frunció el ceño al ver detrás de unos arbustos una cabellera plateada y otra azul. Se acercó y tomó a ambos del cabello, cuando estaba a punto de gritarles y amenazarles, se quedó tiesa con lo que vio.

—¿K-Kazemaru? ¿Fubuki? —La peliceleste miraba con sorpresa a ambas… chicas. Los mencionados, algo adoloridos por el repentino jalón de cabello, también observaron con sorpresa a Sakuma.

—¿S-Sakuma? ¿Tú también? —La peliceleste soltó el cabello de ambas, aún estupefacta. Genda se acercó a las tres chicas, observándoles curioso.

—Wow, en serio estoy comenzando a pensar que es algo así como una enfermedad —Comentó algo divertido, ganándose una mirada fea de su amiga. Tragó saliva y decidió no decir nada más.

—Sakuma ¿a ti también te dio un pastel Aprodhi? —Preguntó Fubuki, saliendo del pequeño shock. Sakuma lo miró algo confundido.

—¿Aprodhi? ¿Qué pinta él en esto? —Preguntó.

—Él ha sido el que nos ha hecho esto —Contestó Kazemaru, frunciendo ligeramente el ceño.

—¿Qué? ¡Pero si ha sido Fudou! —Contestó confundido, enojándose al recordar al de mohicano.

—¿Fudou? —Fubuki pestañeó confundido— ¿Cómo sabes eso? —Las dos chicas e incluso Genda observaron curiosos a Sakuma, esperando su respuesta.

—¡Intuición! —Contestó sonriente muy seguro de eso. Sus tres compañeros, cayeron de espaldas ante la respuesta.

—¿¡No estás seguro! —Gritaron los tres enojados. Sakuma hizo un mohín, que a Genda le pareció adorable.

—¿Qué quieren que haga? ¡Fudou es el responsable de todas mis desgracias! —Contestó, recordando cada una de las cosas que Fudou le había hecho alguna vez…

-Flash Back 1-

—Hey, Sakuma —El mencionado volteó, encontrándose con Fudou— ¿Puedes hacerme un favor?

El peliceleste lo miró extrañado, Fudou no era de los que pedía favores muy seguidos menos a Sakuma. Era bien sabido del odio entre los dos. Aún así Sakuma se lo pensó unos momentos pero luego sonreír, asintiendo.

—Claro ¿De qué se trata?

Fudou sonrió.

—¿Puedes darle esto al entrenador? Yo no puedo porque tengo una cita con el médico y tengo que irme rápido —Le dijo y le entregó un papel. Sakuma asintió y se encaminó hacia el salón del equipo de fúbtol. Fudou al verlo irse sonrió como el gato rizón.

Cuando Sakuma llegó al salón del club de fútbol, el cual habían remodelado, notó que estaban algunos de sus compañeros dentro. Se acercó la puerta y la abrió…

—Entrenador, Fudou me dijo que… —Se calló cuando un balde pintura blanca cayó sobre él, dejando caer el papel que le había dado Fudou. El papel al caer se vio lo que decía en su interior 'Caíste, baka' y un mini-Fudou sacándole la lengua. Sakuma hirvió de ira. Las risas de sus compañeros no se hicieron esperar. Pero una en especial le hizo sentir más enojado. Fudou se reía a carcajadas detrás de él.

Sakuma comenzó a temblar de ira. Tanto Kido como Genda, quienes eran los únicos que no se habían reído, suspiraron con pesar.

—¡FUDOU!

-Flash Back 2-

Sakuma retenía sus instintos asesinos. Temblaba y sentía que en el cualquier momento saltaría sobre Fudou. ¿¡Por qué demonios tenía que sentarse delante de Fudou! ¡Ese idiota desde hace un rato que está que juega con su cabello!

—Ya para —gruñó por lo bajo, girándose ligeramente hacia Fudou. Este sonrió burlón.

—¿Te molesto Sakuma-chan? —Preguntó divertido, siguiendo haciendo trenzas en el cabello de su 'rival'.

Tic nervioso por parte de Sakuma.

—Tu cabello es muy lacio, casi como el de una chica —Comentó aún con ese tono burlón. Y Sakuma sintió aún más ganas de pegarle— Lastima que aún con eso, Kido no te haga caso…

Esa fue la gota que derramó el vaso.

El peliceleste se levantó de golpe, llamando la atención de sus compañeros de clase y profesor. Se giró y tomó Fudou del cuello de la camisa, levantándolo del asiento.

—¡Repite eso idiota! —Gruñó Sakuma, enojado.

—Vamos Sakuma, no es para que te exaltes, solo decía la verdad —Le dijo, haciéndose la víctima.

—¡Te voy a matar! —Y justo cuando estaba por golpear a Fudou, Genda interviene, tomándolo por la cintura y haciendo que suelte al de mohicano— ¡Suéltame! ¡Le voy a dar su merecido! —se retorcía el peliceleste entre los brazos de su amigo castaño.

—Sakuma, tranquilízate—Le dijo Genda, quien había escuchado la conversación. Sakuma gruñó y se relajó un poco. Pronto el sensei, se acercó a los tres mirándolos enojados.

—¡Señor Sakuma, salga de mi clase! ¡Y estará castigado una semana por el disturbio que ha hecho! —Le dijo su profesor, bajito y de bigote.

—¡Pero…! —Trató de decir, pero el profesor tan solo lo miró aún más feo, a lo cual se tuvo que quedar callado y retirarse del salón no sin antes lanzarle una mirada de muerte al de mohicano, quien soltó una risita discreta.

-Flash Back 3-

Los tres amigos: Kido, Genda y Sakuma caminaban regreso a casa, luego de un largo día de escuela. Al fin había llegado el fin de semana. Estaban conversando, cuando de repente se escucha el sonido de un celular. Sakuma saca el suyo –el cual estaba repleto de adornos de pingüinos-, y leyó el mensaje que tenía. Soltó un suspiro y miró a sus amigos.

—Lo siento chicos, tengo que ir a recoger a mi primo, se quedará este fin de semana en mi casa —Les dijo a sus amigos, sonriendo ligeramente.

—¿A Reiichi? —Preguntó Genda. El peliceleste asintió— Si quieres, podemos acompañarte ¿verdad Kido? —Luego giró hacia Kido.

—Claro, no hay ningún problema —El de rastas sonrió ligeramente. Sakuma sonrió.

—Gracias chicos —Y los tres partieron hacia la guardería, donde estaría el primo de Sakuma.

Al llegar, vieron a un pequeño peligris con una pequeña botella entre sus manos, esperando en la puerta de su escuela. Reiichi solía quedarse después de la escuela junto a unos amigos, jugando fútbol. Sakuma aceleró su pasó, acercándose a él.

—Reiichi ¿No deberías estar esperando adentro? —Preguntó Sakuma confundido y preocupado por si algo le hubiese pasado. El pequeño, al escuchar la voz de su primo, ocultó la botellita que tenía tras de él.

—¡Jirou-itoko! —Exclamó con sorpresa— B-Bueno, es que pensé en esperarte aquí… —Dijo bajito. Sakuma suspiró.

—Pero la próxima no hagas eso —Regañó el mayor. Reiichi asintió, sonriendo levemente. Sakuma le regresó la sonrisa.

Miyabino Reiichi, era el pequeño primo de Sakuma. Tenía el cabello gris y ojos negros. Miyabino solía quedarse con su primo los fines de semana, ya que sus padres también viajaban constantemente y el único familiar que tenían en la ciudad era Sakuma.

—Reiichi, hace mucho que no te veía ¿Cómo has estado? —El pequeño mencionado, observó detrás de su primo encontrándose con el portero. Una enorme sonrisa apreció en su rostro.

—¡Genda-san! —Se acercó corriendo hacia el mayor, quien se arrodilló frente a él y le despeinó los cabellos. Ambos se llevaban muy bien, eran como hermanos, Genda solía jugar con él y enseñarle algunas técnicas de portero.

—Has crecido mucho, luego vamos a jugar para que me enseñes como estás —le dijo Genda, sonriente. Miyabino asintió, emocionado. Sakuma sonrió ligeramente.

Kido se acercó donde sus dos amigos y el pequeño peligris. Miyabino al verlo, se sonrojó ligeramente.

—H-Hola Kido-san —Le dijo tímidamente, bajando la mirada. Genda tuvo un deja vu, una gotita apareció en su cabeza y luego vio a Sakuma.

'Se nota que son familia' Pensó, suspirando.

—Hola, Miyabino-kun —le sonrió amigablemente— ¿Cómo has estado?

—B-Bien, gracias por preguntar —Miyabino sonrió aún sonrojado.

—Será mejor irnos, se hace tarde —Propuso Sakuma, al ver la hora. Los otros tres asintieron y se dirigieron a sus respectivas casas.

Kido se despidió de sus dos amigos cuando llegaron a un camino que se dividía en dos. Kido tomó el camino de la derecha y los otros tres el de la izquierda. Cuando llegaron a la casa de Sakuma, Genda decidió quedarse para ayudar al peliceleste con Miyabino. Sakuma aceptó, después de todo, el castaño podía irse a la hora que quería ya que era su vecino.

Mientras Sakuma hacía la cena, Genda hablaba con Miyabino sobre las técnicas de portero.

—Genda-san, ¿puedo hacerte una pregunta? —Miyabino preguntó, desviándose del tema del fútbol. Genda lo miró curioso pero luego sonrió.

—Ya me estás haciendo una —Le dijo divertido, a lo que el peligris hizo un mohín— Vamos, pregunta —se rió ligeramente.

—¿Te gusta Jirou-itoko? —Y con esa pregunta, Genda se sonrojó fuertemente, dándole a entender a Miyabino que era verdad— Así que es verdad —Sonrió alegremente— Entonces, bienvenido a la familia, Genda-san —Le dijo divertido.

Genda no podía creer lo que escuchaba. El pequeño primo de Sakuma le estaba dando su consentimiento para estar con él. A todo eso, ¿era tan obvio como para que un niño de seis años se diera cuenta? ¡No quería ni pensar si sus amigos también se habían dado cuenta!

—¡Reiichi! ¡Ayúdame con los platos! —Gritó Sakuma desde la cocina.

—¡Hai! —Contestó el peligris, y dejando a Genda aún anonado, se fue a la cocina a ayudar a su primo. Justo en ese momento salía Sakuma con un plato de curry. Miró a Genda que seguía aún estático. Alzó una ceja, dejó el plato en la mesa y se acercó al castaño, lo movió pero este no contestó, insistió pero nada. Ya harto, le dio un zape sacándolo de su repentino shock.

—Itai, Sakuma, eso dolió —Se quejó, sobándose la zona afectada.

—Lo siento, es que no me hacías caso —le dijo Sakuma molestó con las manos en la cintura. Genda lo miró y… se sonrojó. El peliceleste estaba con el cabello amarrado en la una coleta alta, dejado a la vista su cuello, encima de la ropa llevaba un delantal con dibujos de pingüinos que lo hacía ver adorable— Genda ¿estás bien? —Lo miró preocupado al ver la cara que había puesto su amigo.

—¿Eh? Ah sí, estoy bien —Le sonrió nervioso. Sakuma lo miró extrañado pero le restó importancia. Ambos fueron a la cocina para seguir preparando la mesa. Vieron al pequeño Miyabino saliendo con el plato de Sakuma, el cual no era muy difícil de distinguir ya que tenía dibujitos de pingüinos.

—Jirou-itoko, solo faltan los vasos y cubiertos —Le dijo mientras dejaba el plato en la mesa. Genda fue por lo que faltaba. Y luego los tres se sentaron en la mesa y se dispusieron a cenar.

—Itadakimasu —Corearon los tres para luego darle el primer bocado al curry, el cual fue alagado por Genda y Miyabino. Sin embargo, Sakuma al probarlo sintió un sabor extraño. Estaba delicioso, solo que el curry no debería tener ese sabor y le daba un mal presentimiento. Y de pronto, Sakuma comenzó a toser.

—Sakuma, ¿estás bien? —Genda se acercó preocupado a su amigo mientras le pasaba un vaso de agua, el cual se lo tomó de un sorbo. Comenzó a abanicarse con sus manos ante las miradas preocupadas de los otros dos. Y pasó.

—¡Jirou-itoko! ¡Tu cara! —Y como si esas palabras hubieran sido un comando, Sakuma corrió hacia el baño de la casa, encerrándose en él. Se observó en el espejo y…

—¡AAAAAAH!

—¡Sakuma! —Genda tocaba la puerta del baño, desesperado— ¿¡Qué sucede! —Preguntó, tratando de abrirle.

—¡No habrás, estoy horrible! —Lloriqueó desde adentro.

—¡P-Pero Sakuma…! —Trató de razonar con su amigo.

—¡Ah, demonios! ¡No te preocupes tanto, es sólo alergia! —Gritó desde adentro del baño.

—¿Alergia? ¿Y de qué? —Preguntó Genda, confundido.

—Solo soy alérgico a las nueces —Aclaró, extrañado porque el curry no tenía nueces…

—Oh-oh —Se escuchó detrás de Genda.

Eso fue suficiente para saber que Miyabino tenía que ver algo con eso.

—Reiichi… ¿algo que quieras decirme? —Preguntó lo más tranquilo que pudo Sakuma, desde el baño.

—E-Es que… —Balbuceaba Miyabino— ¡No fue mi culpa! ¡Yo no sabía! ¡Ese chico me dijo que a ti te gustaban las nueces! —Gritó tratando de defenderse.

—¿Chico? ¿Qué chico? —Preguntaron los dos mayores.

—Antes de que ustedes llegaran, un chico con un extraño peinado se me acercó y me dijo que era amigo de tuyo, Jirou-itoko —Decía Miyabino, mirando el suelo avergonzado.

—¡Reiichi, te he dicho que no hables con desconocidos! —Regañó Sakuma, aún sin salir del baño. ¿Qué hubiera pasado si ese sujeto le hacía daño? ¡Sus tíos lo matarían!

—¿Y qué pasó después? —Preguntó Genda, ignorando los reclamos de Sakuma.

—Él dijo que le gustaban las nueces a Jirou-itoko, entonces me dio esto —Sacó una botellita, que se la entregó a Genda. La botellita decía en la etiqueta 'Nueces en polvo'— Y me dijo que te lo pusiera en tu plato como una sorpresa, que así estarías feliz —Finalizó Miyabino— Lo siento mucho Jirou-itoko, no era mi intención —Los ojos de Reiichi se cristalizaron, Sakuma desde adentro suspiró, abrió la puerta y salió.

—No estoy enojado contigo Reiichi, solo no hables con desconocidos la próxima vez —Y sonrió amablemente, pero no recibió respuesta. Los miró extrañados. Tanto Genda como Miyabino tenían los ojos como platos y las bocas abiertas de par en par sin poder emitir palabra, como si hubieran visto algo espantoso. Y ahí fue cuando se dio cuenta de que estaba con su alergia y que se veía espantoso.

—¡Ahhhh! —Se metió de nuevo al baño, cerrando la puerta de portazo— ¡Estúpida alergia! —Gruñía.

Genda y Miyabino se relajaron al ya no ver 'eso', pero sentían que ya no volverían a ser los mismos y que tendrían pesadillas con el rostro de Sakuma.

—¡Reiichi! —Llamó Sakuma— ¿¡Cómo era ese sujeto! —preguntó enojado. Miyabino, pensó unos momentos, recordando.

—Era de Raimon, era calvo por ambos lados de la cabeza y tenía un mechón de pelo al medio —Comenzó a describir Miyabino. Genda sonrió nervioso, al imaginarse quién era. Sakuma comenzó a temblar de ira— ¡Oh, y tenía los ojos verdes y delineador!

Y eso fue todo.

—¡FUDOOOOOOOOOOOOOU!

-Fin de Flash Back-

—Oh si, viniste por tres días con una bolsa de papel en la cabeza —Se rió Kazemaru, pero se calló al sentir la fea mirada de la morena.

—¿Y bien? ¿Acaso no es suficiente prueba de que fue el culpable de todo esto? —Preguntó enojado la peliceleste. Las otras dos se miraron entre sí.

—Bueno… Fudou es malvado por naturaleza pero… —Comentó Fubuki algo dudosa.

—… ¿para qué nos convertiría en mujeres? —Kazemaru se encogió de hombros. Sakuma suspiró pesadamente.

—Bien, ustedes irán por Aphrodi, yo seguiré mi plan de matar a Fudou —Terminó Sakuma, para luego darse la vuelta y comenzar a caminar.

—Espera Sakuma —la peliceleste se detuvo, volteando a ver a Kazemaru— Tengo una duda —Dijo algo nerviosa.

—¿Qué es? —Sakuma alzó una ceja.

—¿Por qué estás vestida así? —Los cuatro quedaron en silencio después de esta pregunta. Tanto Fubuki y Kazemaru tenían curiosidad del porque Sakuma usaba un vestido negro debajo de esa chaqueta gris, además de tacones.

'Seguro nos va a gritar que no es asunto nuestro' Pensaron Fubuki y Kazemaru. Pero al contrario de lo que pensaron, la peliceleste les respondió de una manera que no esperaban, una un tanto… gráfica.

Le dio un buen golpe en el estómago al pobre de Genda, dejándolo adolorido en el suelo. Eso fue suficiente para saber que todo había sido idea del portero.

—Apúrense, no tenemos todo el día —Ordenó Sakuma, caminando hasta donde se suponía estaban los demás del equipo de fútbol. Las dos chicas asintieron, sintiendo lástima por el portero.


Mientras tanto una albina seguía corriendo en busca de su pequeña aprendiz para escapar de ese lugar. Aún no se percataba de que era seguida por dos chicos. Suzuno ahora se encontraba en los pasillos del segundo piso, estaba por darse por vencida ya que no encontraba a Tachi por ninguna parte cuando escuchó unos sollozos provenientes del cuarto de limpieza. Se acercó con cautela, abriendo la puerta que estaba sin seguro, encontrándose con Tachimukai sentado frente a esta abrazando sus rodillas y llorando.

—Tachimukai —Llamó Suzuno, agachándose frente a ella— ¿Por qué lloras? —Preguntó, usando ese tono maternal.

Tachimukai, que se dio cuenta de la presencia de la albina, saltó de la sorpresa pero luego bajó la mirada avergonzada.

—E-Es que… ¡no sé! —Gritó para luego llorar de nuevo. Suzuno parpadeó un poco y luego hizo una mueca. Quizás Tachi…

—Tachi ¿Te suele el estómago? —Preguntó, temiéndose lo peor.

—Pues… —Levantó la mirada con los ojos llorosos— ahora que lo dices, si me duele —contestó tocándose ligeramente la parte afectada que no era exactamente el estómago, más bien el vientre.

—Oh kami —Suzuno suspiró y se levantó— Ven, vamos a la enfermería —Dijo mientras la ayudaba a levantarse. Suzuno tomó de la mano a Tachi y así ambas salieron del cuarto de limpieza solo para encontrarse con un pelirojo y un pelirosa de peinados raros.

'Oh genial' pensó sarcástica la albina.

—Gazelle —Susurró el pelirojo mirándola fijamente.

—Burn —Susurró también mirándolo fijamente.

—Suzuno-san… —Susurró aún un lloroso Tachimukai, sintiéndose incómodo.

—¡Tsunami! —Exclamó alegremente el pelirosa, ganándose una mirada fea de ambos ex-capitanes y una extrañada del pequeño portero.

Nagumo regresó su mirada a la albina.

—¿Me seguirás tachando de loco o me dirás la verdad? —Preguntó serio el pelirojo, cruzándose de brazos. Suzuno lo miró, cerró los ojos y soltó un suspiro.

—Está bien pero… —Miró a Tachimukai que estaba escondido detrás de él— Primero debemos de ir a la enfermería —Eso captó la atención de Tsunami, quien hizo a un lado a Nagumo.

—¿¡Le sucede algo a Tachi? ¿¡Tiene fiebre? —Tsunami preguntaba una y otra vez, sin dejar que Suzuno respondiera— ¡OH, KAMI! ¡NO ME DIGAS QUE… TACHIMUKAI SE VA MORIR! ¡NOOO! ¡TACHI NO PUEDE MORIR AÚN, ÉL NO PUEDE! —Gritaba Tsunami desesperado, hasta que una cachetada lo sacó de su trance. Tsunami se sobó la mejilla. Observó a su atacante y como no, había sido Suzuno.

—Tachimukai no se va morir, él está bien —Contestó la peliblanca fríamente— Solo con cosas de… —dudó, lo que iba decir sería muy vergonzoso— … de chicas —Sus mejillas no pudieron evitar enrojecer. ¡Prácticamente se estaban considerando chicas!

Nagumo miró hacia otro lado y soltó una risita, ganándose una mirada fría de Suzuno.

—Vamos Tachi —Y sin recibir respuesta de la castaña, la comenzó a arrastrar hacia la enfermería, siendo seguidas por Tsunami y Nagumo.

Ninguno de los cuatro habló. Cada uno estaba sumergido en sus pensamientos.

Suzuno tan solo quería irse de ahí, buscar al responsable de esta estúpida broma, regresar a ser hombre y seguir con su tranquila vida. A pesar de que había dicho que hombres y mujeres eran lo mismo, se sentía algo inseguro siendo mujer. Su fuerza había disminuido, a veces le era difícil moverse y las miradas sobre él eran más persistentes. Un ejemplo de esta última era la mirada de Nagumo sobre él. Soltó un suspiro, debía de acostumbrarse ¿no?

Nagumo observaba desde hace rato a Suzuno. ¡Por kami! ¡Que era hermosa! ¡Parecía una modelo! ¡No, era aún mejor que aquellas mujeres plásticas! ¡Suzuno era natural! Tenía tanta suerte de haberse enamorado de Suzuno. Él era perfecto, como un bello ángel. Tan puro, tan frágil pero a la vez tan sexy y fuerte. Sonrió como un idiota enamorado. Ya tenía algo muy en claro: nunca dejaría que alguien le hiciera daño a su ángel, mucho menos él mismo. ¡Era una promesa que se hacía él mismo! Y era por eso también, que dejaría ese estúpido reto que le había impuesto Fudou.

Tachimukai quería pensar que todo era un sueño, que en cualquier momento despertaría de él y seguiría con su aburrida vida de siempre. Pero no. Ya se había pellizcado varias veces para salir de ese sueño pero nada, todo seguía igual. Para colmo ni siquiera era tan bonita como el resto de sus amigos. Era plana, pequeña y su cabello era feo. En conclusión: era fea. ¡Seguramente Tsunami-san pensaría eso mismo ahora que lo estaba mirando! Eso solo la hacía sentirse más nervioso y triste. Seguro decepcionaría a Tsunami-san con la figura que tenía…

Tsunami miraba como idiota a Tachimukai. ¡Era tan linda! ¡Adorable, pequeña…! Ah~ ¡Era perfecta! ¡Sentía que se había enamorado de él otra vez! ¡Quería tenerlo entre sus brazos y llenarlo de besos! ¡Pero debía contenerse! Después de todo, Tachi tan sólo lo miraba como un hermano mayor, no compartían los mismo sentimientos. Pero aún así no se rendiría, no importaba si Tachimukai fuera hombre o mujer, sería suyo. Haría que Tachimukai se enamorara de él y así vivirían una hermosa vida de pareja en una casa cerca al mar hasta que se hicieran ancianos y murieran. ¡Ese era su sueño!

Aún en silencio, llegaron a la enfermaría. La enfermera siempre se quedaba hasta tarde por si alguno de algún club deportivo se dañaba. Suzuno volteó a ver a los dos colados.

—Quédense aquí —Ordenó mirándolos fríamente— Y no entren —Y sin más, entró a la enfermería con Tachimukai, cerrándoles la puerta en la cara.

Ambos chicos suspiraron y luego se miraron.

—La próxima te creeré cuando digas algo como eso —Comentó Tsunami.

—Ja, espero que sea así —Sonrió prepotente Nagumo.

—Pero aún no puedo creer que sean… chicas —Dijo Tsunami mientras observaba la puerta de la enfermería.

—Seguro después nos explican —Le contestó Nagumo aún sonriendo.

—Oye, y dime ¿aún seguirás con lo de Fudou? —Al escuchar la pregunta, Nagumo desapareció su sonrisa. Solo Hiroto y Tsunami sabían sobre el reto, ya que habían estado presentes aquel día.

—No… —contestó, luego de un silencio— Voy a hablar con Suzuno y contarle la verdad —Aclaró— Si se entera por alguien… podría perderlo —Soltó un suspiro. Tsunami lo miró y luego sonrió.

—Tranquilo hombre, que todo saldrá bien —Le dio unas pequeñas palmaditas en la espalda, pero la fuerza del moreno era tanta que le dejaba sin aire— Lo siento —Sonrió nervioso por lo que hizo. Nagumo lo miró mal, pero luego suspiro y sonrió.

—No importa —Lo miró— Es bueno tener grandes amigos —Murmuró.

—¿Dijiste algo Nagumo? —Preguntó el pelirosa, que no había logrado escuchar lo que dijo el pelirojo.

—No, no dije nada —Contestó Nagumo, mirando hacia otro lado. Justo en ese momento la puerta de la enfermería se abrió, dejando salir a una Tachimukai sonrojada y a Suzuno algo enojada.

—¿Y a ti que te pasó? —Le preguntó Nagumo a la albina, quien lo miró feo.

—Nada, solo que esa enfermera está loca —Gruñó al recordar a 'Miku-sensei'. ¡Les había hecho pasar una gran vergüenza! ¡Prácticamente les había explicado cómo se hacen los bebes con todo y dibujos cuando tan solo querían una mísera toalla higiénica! ¡Para colmo luego les había estado hablando con palabras extrañas como: uke, seme, lemon, yaoi! ¡Ah, estaba loca!

—Tranquilo, Suzuno-san —le habló la castaña al ver que Suzuno tenía instintos asesinos. Suzuno bufó, calmándose. Bueno, al menos había ayudado a Tachimukai con su pequeño problema.

—¿Y ahora qué hacemos? —Preguntó Tsunami observando curioso a ambas chicas.

—Pues… —Tachimukai se puso en pose pensativa, haciéndola ver adorable.

—Nos vamos —Suzuno tomó rápidamente de la mano a Tachi y comenzaron a correr por los pasillos.

—¡Suzuno, espera! —Gritó Nagumo, corriendo tras de ella junto a Tsunami. Suzuno ignoró los llamados del pelirojo y solo apresuró más su paso. Llegaron a la entrada que daba al jardín y siguieron corriendo hasta llegar a la puerta principal de la escuela. Suzuno no pudo evitar sonreír. ¡Ya casi estaba libre! Llegó a la calle, giró en la esquina y… chocó con alguien.

—¡Ah, maldición! —Exclamó frustrada la albina desde el suelo. Tachimukai estaba detrás de ella también en el suelo, tratando de recuperar el aire de la carrera que habían dado.

Suzuno levantó la mirada para insultar a la persona que había osado interponerse en su camino pero se quedó mudo por lo que vio.

—¿A-Aphrodi? —Suzuno no salía de su asombro. Frente a él si estaba el dios, solo que… era una mujer. Tachimukai también observaba anonado a la rubia frente a ellos. Afuro sonrió divertido.

—No pregunten —Contestó. A pesar de que él no tenía nada que ver en las transformaciones a mujeres –excepto claro está que le haya dado el pastel a Fubuki-, la situación le divertía y ya hasta se había acostumbrado a ser mujer.

—Pero si tú… eres… una chica, entonces ¿Quién fue? —Tachimukai preguntó aún sin poder creerlo. Justo en ese momento, llegaron el pelirojo y el pelirosa quienes se sorprendieron por ver a Afuro así.

—Pregúntaselo a Fudou —contestó Kido, que venía detrás de la rubia. Cuando Kido se había retirado de la casa del dios, Afuro decidió ir también a Raimon solo para ver como sus amigos masacraban al de mohicano. Saliendo de su casa tomó un taxi y en el camino se encontró al de rastas, así que al final se vinieron juntos.

A Suzuno le dio un tic nervioso, apretando los dientes, furioso. Tachimukai frunció el ceño, estaba enojado. Ambos se levantaron al mismo tiempo, se dieron media vuelta encontrándose con Nagumo y Tsunami, que los veían algo asustados.

—Apártense —Ordenaron ambos tan fríamente, que los hicieron temblar, haciéndose a un lado. Y así ambas chicas se dirigieron a las canchas de fútbol hechas todas unas fieras.

—¡Vamos, vamos, chicos! ¡Que no quiero perderme esto! —Decía Afuro, empujando a sus tres amigos.

Nagumo y Tsunami se miraron, sintiendo lástima por Fudou.


Fudou sintió un escalofrío. Miró hacia todos lados y sin que nadie se diera cuenta, se fue alejando del lugar. Sería mejor huir antes de que ocurriera algo horrible.

Por otro parte Midorikawa estaba durmiendo en la banca, murmurando cosas sobre un helado gigante mientras que Hiroto estaba a un lado en posición fetal observándose las manos, como si fuera un pecador. Sus amigos sintieron algo de lástima por el pelirojo.

Endo suspiró. No entendía nada de la situación. Por un momento había pensado que en verdad se estaban travistiendo, pero se dijo a si mismo que Kazemaru no era así. Él había dejado bien en claro que nunca usaría ropa femenina, ni aunque estuviera ebrio.

Además, Midorikawa había dejado bien en claro que eran reales.

Bueno, al menos ya sabía por qué Kazemaru se había comportado muy extraño la noche anterior. Aunque si le molestaba que no hubiera acudido a él en primer lugar. ¡Si eran… amigos! Endo hizo una mueca. A veces esa palabra le causaba dolor, mucho más cuando la escuchaba del mismísimo Kazemaru… pero eso eran, eran tan solo amigos.

—¡HELADO! —Ese grito sacó de sus pensamientos al castaño. Se giró, encontrándose a Midorikawa despierto y confundido.

Todo el equipo se acercó a él y Hiroto despertó de su pequeño shock.

—Midorikawa ¿ya estás mejor? —Preguntó Endo, ya a un lado del peliverde. Este suspiro y asintió— Bien, ahora… ¿podrías explicarnos que sucede? —Todo se sorprendieron por ver a Endo tan serio.

Midorikawa miró hacia el suelo, algo avergonzado.

—B-Bueno… nosotros… —Balbuceaba la peliverde, jugando con sus dedos. Para que mentir, estaba nervioso. ¡Maldición, necesitaba a sus amigos!

Y como una señal divina, de improvisto se escucharon gritos viniendo de partes contrarias de las canchas… pero todos decían lo mismo.

—¡FUDOU, BASTARDO! —gritaba Sakuma entrando en la cancha, junto a unos calmados Genda, Kazemaru y Fubuki.

—¡FUDOU! —Por otro parte, estaban Tachimukai y Suzuno que parecían querer saltar sobre su presa, en este caso Fudou. Detrás de ellos, venían Afuro, Kido, Nagumo y Tsunami –estos tres últimos asustados de la actitud del par-.

Y bueno, no era necesario decir que ninguno de los de Raimon entendía la situación.

—¡Aprodhi! —Gritaron tanto Midorikawa, Kazemaru y Fubuki, el primero dispuesto a ir y darle una paliza pero se abstuvo al verlo convertido en chica.

Afuro soltó una risita divertida.

—No he sido yo el culpable de esto —Aclaró la rubia, dejándolos estupefactos. Fubuki, que parecía el más cuerdo, se acercó donde Suzuno y Tachi que echaban chispas.

—Suzuno-san ¿Qué sucede? —Preguntó la peliplata, recibiendo una mirada fea de Suzuno.

—¿QUE QUE SUCEDE? ¡PUES QUE EL IDIOTA DE LA BROMITA FUE ESE %#$ DE MOHICANO! —Le gritó la malhumorada chica, haciendo que Fubuki se encogiera del temor y corriera a esconderse detrás de Kazemaru.

—¿¡QUE! —Tanto Midorikawa como Kazemaru fueron rodeados por un aura obscura. Fubuki se alejó del par, asustado.

—¡SE LOS DIJE! —Gritó Sakuma.

—¡S-Sakuma! —Exclamó sorprendido el de googles, observando a su ahora amiga.

—¡LO VOY A MATAR! —Gritó colérico el peliverde.

—¡ESE ESTÚPIDO ME LAS PAGARÁ! —Gritó también Kazemaru.

—¡ÉL SUFRIRÁ POR TODO LO QUE NOS HA HECHO! —Gritó el siempre lindo y adorable Tachi, quien ya estaba con bipolaridad.

—¿¡DONDE ESTÁ? —Preguntó Suzuno, observando con tal frialdad a sus compañeros que temieron por su vida. Se miraron entre ellos, notando que Fudou había desaparecido.

—N-No está —Murmuró asustado Toramaru. Suzuno clavó su mirada en él y sintió que moría.

—¿Qué? —Preguntó tan tranquilo que dio miedo.

—F-Fudou-san no está —Contestó en un hilo de voz, para luego ocultarse detrás de Tobitaka.

Suzuno explotó.

—¡MALDITO COBARDE! ¡CUANDO LO ENCUENTRE LE VOY A ARRANCAR LOS %#$! ¡Y LUEGO VOY A %#$!—Tras decir eso, sus compañeros y amigos de toda la vida hicieron una mueca de dolor y de espanto, ocultándose tras Goenji y Tobitaka pues según todos eran los más tranquilos. Pero no era más que una finta, porque por dentro estaban que morían.

Sakuma, pronto se le unió maldiciendo a Fudou. Y así comenzaron una sarta de insultos hacia Fudou que es mejor no escuchar.

—¡Chicos! ¡Por favor, cálmense! —Trataba de apaciguar el ambiente Fubuki.

—¡Vamos, Fubuki! ¿¡Acaso tú no estás enojado! —Le preguntó Kazemaru.

—Si... ¡pero no resolveremos nada así! —decía Fubuki.

—¿¡Qué acaso no estás enojado porque despertaste con eso! —Le preguntó Midorikawa. Fubuki al escuchar la pregunta enrojeció.

—¡No tienes porque decirlo! —le reclamó Shirou nervioso. Ahora todas las miradas estaban puestas en él.

—¡Como va a estar enojado si tiene esa talla! —Se quejaba Tachi cruzado de brazos, observando a su amigo enojado. Shirou miró sorprendido al castaño.

—¡Él no se queja porque tiene el doble que nosotros! —Le siguió Midorikawa, frunciendo el ceño. Kazemaru a su lado, asintió.

—¿¡Pero de que están hablando! —les preguntó enojado el peliplata.

—¡De tus melones, Fubuki! —Contestó Kazemaru, señalando la delantera de Shirou. El equipo entero enrojeció por como lo dijo el peliazul. A Fubuki le dio un tic nervioso y con sus brazo0s se tapó el pecho.

—¡Son normales!

—¡Son melones!

—¡Ah, me importa una mierda! —Gruñó, enojado— ¿¡Y por qué solo a mi me atacan, eh! ¿¡Que hay de Suzuno! ¡Él las tiene más grandes! —Gritó mientras señalaba al mencionado que seguía maldiciendo al de mohicano pero al escuchar lo que dijo Fubuki, frunció el ceño y se giró enojado.

—¿¡Que dijiste? —Suzuno se acercó hasta el peliplata, mirándolo con frialdad por lo que Shirou le devolvió gustoso la mirada. Y así comenzaron una pelea verbal entre ambas.

—¡Ah y que hablar de esas dos! —Se quejó de nuevo Tachi señalando al par de amigos, llamando la atención de todos quienes ya estaban dudando si esa chica en verdad era Tachimukai.

—¿Eh? —Midorikawa y Kazemaru se giraron a ver a su amigo castaño.

—¡Mírense no más! ¡No han cambiado nada! —Gruñó el pequeño portero. Kazemaru alzó una ceja.

—¿Qué quieres decir con eso?

—¡Ah, si antes parecían chicas, ahora lo son más! —Contestó, a lo que Midorikawa y Kazemaru fruncieron el ceño.

—¡¿Nos estás diciendo afeminados?

—Quizás —El portero se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, molesto.

—¡¿Cómo puedes pensar eso de mi? ¡Tal vez de Kazemaru pero… ¿de mi? —Se quejó el peliverde.

—¿¡Me estas llamando afeminado a mí? —Kazemaru se volteó a encarar a su amigo peliverde.

—¡Por favor Kazemaru! ¡Miénteme y dime si alguna vez no te han confundido con una chica! —Le dijo el peliverde, cruzado de brazos. Kazemaru frunció el ceño.

—Midorikawa te estás pasando de nuevo —Gruñó el peliazul.

—¡Oh! ¡Y tú te estás haciendo el maduro de nuevo! —Se burló el peliverde— ¡Pues déjame decirte que ese papel no te queda!

—¡Ryuuji, basta! —Lo llamó por su nombre, cosa que sorprendió a todos los espectadores.

—¡Uy, Ichirouta me ha llamado por mi nombre! ¡Ichirouta está enojado! ¡Tengo taaaaaaaaaaaanto miedo! —Midorikawa movió sus manos como si fueran bocas mientras hablaba y se burlaba de su amigo peliazul. Esa fue la gota que derramó el vaso.

El peliazul se le tiró encima, comenzando así una pelea en el suelo. Nadie se acercó por miedo a poder salir herido, excepto Sakuma que trató de separarlas a ellas y al par de albinas que seguían discutiendo.

—¡Basta! ¡Si seguimos peleando entre nosotros no resolveremos nada! —Les reprendió el peliceleste. Ya estaba un poco más calmada y se podría decir que era la más cuerda.

—¡Ay, habla la del vestido! —Sarcástico Suzuno, observándola. Sakuma la voleó a ver enojada pero se contuvo un poco.

—¡Cállate o no respondo! —Sí, muy buena manera de contenerse.

—¡Uy, que miedo! ¡Nos va a sacar un ojo con el tacón! —Se burló esta vez Midorikawa. Una venita apreció en la cabeza de Sakuma.

—¡Cuidado que seguro ahorita saca a sus pingüinos asesinos! —Dijo esta vez Kazemaru. Más venitas en la cabeza de Sakuma.

—¡Seguro sus pingüinos deben de tener más pecho! —Habló Fubuki. Tic nervioso de parte de Sakuma.

—¡Igual no hay mucha diferencia! ¡Sigue siendo igual de afeminado a cuando era antes! —Y eso fue todo. Sakuma se lanzó con todo contra el pobre de Tachimukai.

Todo el equipo vio con horror como se daban una paliza. Gancho derecho de parte de Tachimukai. Piquete en los ojos de parte de Sakuma. Una patada en la rodilla de Tachi. Un llave de Sakuma y… uy ¡Eso debió doler!

—¡Ah! ¡Creo que me rompiste la muñeca!

—¡Vuelve decir eso y eso no será lo único que te rompa!

Y así siguieron con su pelea. Tsunami y Genda se acercaron para separarlas pero solo recibieron arañazos y mordidas de parte de ambas.

Aprodhi soltó un suspiro al ver que ninguna de las dos quería separarse.

—Creo que es hora de intervenir —Con la elegancia que lo caracterizaba, se acercó al par ante las miradas atónitas de todos— ¡Bien, bien! ¡Ya basta! —Aplaudió un par de veces para luego agarrar a un chibi-Sakuma y a un chibi-Tachi de la parte de atrás de sus ropas, separándolos— Ahora discúlpense —Ordenó el rubio.

Ambos se miraron con molestia, el primero en ceder fue el portero.

—Lo siento Sakuma-san —Dijo el castaño mientras comenzaba a sonrojarse— No fue mi intención decir esas cosas, es sólo que estaba algo celoso —Murmuró aún sonrojado. Sakuma suspiró.

—No te preocupes Tachimukai, yo no debí enojarme contigo de esa forma —Contestó él, para luego sonreírle. Tachimukai le devolvió la sonrisa.

Afuro sonrió al ver esto, para luego soltarlos con cuidado. Luego le hizo una seña a Tachi para que se disculpara también con sus amigos.

—Lo siento chicos —Dijo avergonzado— No volveré a portarme de esa manera

Los cuatro se miraron, pero luego sonrieron ampliamente excepto Suzuno, quien sólo tenía una media sonrisa.

—¡No te preocupes Tachi! —Dijo Kazemaru— No estamos enojados ¿verdad? —Se giró para ver a los otros tres, quienes asintieron.

—¡Abrazo grupal! —Exclamó Midorikawa, estirando los brazos. Sus amigos se rieron y luego se acercaron para abrazarse entre ellos –excepto Suzuno, Sakuma y Aprodhi, claro está-.

Todos los de Raimon observaron la escena algo sonrojados. Era una bonita imagen ¿qué esperaban?

Ah, pero como siempre, había un insensible por ahí.

—¡Ya, ya, ya! ¡Mucho cariñito! ¡Ahora explíquennos que está sucediendo aquí! —Exclamó Nagumo, ganándose una mirada desaprobatoria de sus amigos.

Las ahora convertidas chicas se miraron entre sí.

—Pues…

—¿Qué tal si hablamos por allá? —Propuso Afuro, señalando hacia donde estaban unos árboles. Era una parte donde, cuando eran recesos, la mayoría iba a descansar— Ahí podemos sentarnos y conversar ¿Qué dicen? —Sonrió ligeramente. Todos asintieron y se dirigieron hacia el lugar.

Era hora de la verdad.


Corrió y corrió hasta llegar a una gran mansión blanca. Tocó el timbre y no tuvo que esperar mucho para que el gran portón se abriera, dejándolo pasar. Caminó por los jardines hasta llegar a la puerta de la mansión. Un mayordomo le abrió la puerta y lo dejó pasar. Agradeció, pues aún recordaba un poco sus modales. Luego, caminó por los pasillos, bajó una escalera para llegar al sótano, encontrándose con otra puerta mecánica, la cual no tardó en abrirse. Al entrar pudo ver un gran escritorio y detrás de este, un sillón en el cual se encontraba una persona.

—¿A qué se debe tu visita? —Preguntó la persona mientras se giraba, dejando ver quien era: Kageyama Reiji, ahora algo más anciano, aun conservando su apariencia como Mister K— Fudou

El de mohicano rodó los ojos.

—Tú sabes el por qué —Contestó enojado— Nos han descubierto, Kageyama —Dijo lo obvio.

Kageyama soltó un suspiro y miró hacia el techo. Quizás hacer esa broma no fue buena idea. ¿Pero qué sería él sino le jodiera la vida a Raimon?

—Estamos perdidos mí querido Fudou —Comentó con cierta ironía.

—Sufriremos la ira de seis mujeres… —Dijo Fudou, recordando el escalofrío que tuvo cuando estaba en la escuela. Moriría, de eso estaba seguro.

—Siete

—¿Siete? —Fudou miró sorprendido a Kageyama— ¿A quién…? —Trató de preguntar. Estaba seguro que eran seis: Kazemaru, Midorikawa, Fubuki, Tachimukai, Suzuno y Aprodhi –aunque dudaba que este último hiciera algo-. No podía ser Kido porque ya había confirmado que él no había tocado el pastel que le envió. Así que… ¿Quién sería el séptimo?

—Sólo ten cuidado con los pingüinos

Y con esa respuesta, Fudou se quedó callado. No era necesario saber más para saber que se trataba de Sakuma. Eso era el por qué no había ido las a clases en esos dos días. Definitivamente estaba muerto.

El silencio reinó en la habitación por unos minutos. Y este solo fue interrumpido cuando la puerta se abrió. Ambos giraron para ver quién era, encontrándose con un niño de cabello morado y ojos negros que los miraba con curiosidad.

El rostro del anciano se iluminó al ver al pequeño.

—¿Hikaru qué haces aquí? —Preguntó. Hikaru hizo un puchero.

—¡Oji-san! ¡Prometiste que prepararíamos la cena juntos! —le contestó el pequeño.

Kageyama Hikaru era el sobrino de seis años de Kageyama Reiji. Ya que sus padres no estaban en la ciudad, vivía con su tío en esa gran mansión. Era el consentido de Kageyama y era como la luz de sus ojos, cuando estaba con él nadie podía arruinarle el momento.

El mayor sonrió, se labentó del sillón y se acercó al niño. Puso una mano sobre su cabeza y le despeinó sus cabellos.

—Vamos entonces a cocinar —Le dijo mientras la puerta se abría y salía junto a su sobrino de la habitación, olvidándose que Fudou todavía estaba ahí— ¿Qué quieres comer?

—¡Quiero comida italiana esta vez, oji-san! —Contestó alegremente Hikaru. El mayor asintió y comenzaron alejarse mientras la puerta se cerraba dejando a Fudou solo.

Se quedó parado unos minutos. Luego se acercó al escritorio. Abrió uno de los cajones y sacó un fajo de billetes. Silbó al contar cuando había. Se lo metió al bolsillo derecho de su pantalón y se largó de ahí tan fresco como una lechuga.

Ah, ni que importara. Como si Kageyama se pudiera dar cuenta estando su querido sobrinito por ahí.


—¿Y piensan que creeremos eso? —Preguntó Goenji, al terminar de escuchar el relato de las chicas.

Estaban en el lugar donde minutos antes Terumi había sugerido. Estaban sentados en el pasto, las chicas de un lado -y Kido- y los demás frente a estas.

Fubuki frunció el ceño. En verdad ya se estaba hartando de que Goenji se pusiera en ese plan.

—¿Y acaso no es prueba suficiente lo que ves delante tuyo? —Le preguntó con cierto enojo.

—¡Pero eso no explica como rayos un pastel puede convertirlos en mujeres! —Le dijo Goenji, cruzado de brazos.

—¡¿Pues como quieres que sepamos? ¡Despertamos así!

Antes de que el par comenzara una pelea, Aprodhi intervino.

—Eso es porque la sustancia que ingerimos tenía una alta dosis de hormonas femeninas —Todos quedaron con cara de 'What?' al escuchar la explicación. Afuro suspiró— Verán, desde hace unas semanas estuve ayudando a Kageyama y a Fudou con un experimento… era sobre si podíamos convertir hombres en mujeres —Aclaró Afuro.

—¿¡Kageyama? ¿¡Trabajaste con Kageyama? —Preguntó exaltado Kido. Sabía que Kageyama ya no era una amenaza, ya que había estado yendo a terapias contantemente, pero aún así no se fiaba de ese sujeto. ¡Para colmo Fudou era su secuaz!

—Calma Kido-kun —le dijo el rubio al de rastas— No es para tanto

—¿¡Pero qué clases de experimentos raros han estado haciendo? —Pero Kido no se calmaba.

—Ah, no te imaginas cuales —Contestó Afuro viendo hacia la nada, recordando las cosas raras que había visto.

—¿¡Pero por que convertir hombres en mujeres!

—¡Seguro lo que querías era transformar a Atsuya en mujer! —Exclamó Midorikawa.

—… ¡No es cierto!

—¡Dudaste! ¡Eso quiere decir que si lo pensaste!

—Bueno… Atsuya se vería muy bien de chica y sería tan linda, con esos sonrojos y… un buen cuerpo como Shirou, ah, Atsuya~

—¡Aprodhi, estás sangrando!

—Que Atsuya no te escuche decir eso Terumi-san… —Murmuró Fubuki, soltando un suspiro.

—¡Pero bueno, eso no importa ahora! —Afuro tenía una mano tapando su nariz, deteniendo la hemorragia nasal que tenía— Bueno, el punto es que conseguimos una esencia que puede lograr eso —Suspiró— Lo probamos en animales y funcionó, pero faltaba lo difícil… —Sonrió nervioso— probarlo en personas.

Se quedaron en silencio, procesando la información dicha anteriormente. Suzuno fue el primero en hablar.

—Eso quiere decir… que somos sus conejillos de indias —No fue una pregunta, fue una afirmación. Terumi soltó una risita nerviosa.

—Parece que si

Y otra vez el silencio reinó.

—¿Y por qué también eres una chica? —Preguntó Kazemaru, aguantando las ganas de golpear a alguien. Afuro hizo una mueca.

—Pues… me engañaron —Contestó Terumi— Me regalaron un pastel y algunas galletas diciendo que era por hacer un buen trabajo —Aclaró al ver las caras de desconcierto de sus amigos— Parece que todo ya estaba planeado como para saber que yo le iba a dar el pastel a Fubuki por agradecimiento —Le sonrió a Shirou, quien le regresó la sonrisa y luego vio a Midorikawa, Kazemaru y a Tachimukai— y saber que ustedes iban a estar con él cuando lo comiera —Dijo para luego agregar— Todo fue idea de Fudou.

Kido hizo un gesto de enfado al escuchar al de mohicano. Se notaba que todo era su idea.

—¿Y nosotros qué? —Preguntó Sakuma, refiriéndose a sí mismo y a Suzuno.

—Eso ya fue cosa de Fudou —Contestó— Seguro se las ingenió para entregárselos.

—¿Y sabes cómo regresarnos a la normalidad, cierto? —Preguntó Midorikawa esperanzado, pero esas esperanzas se fueron al ver a Terumi sonreír tristemente.

—Lamentablemente no tenemos un 'antídoto' para esto —Al escuchar esas palabras, todos los afectados se decepcionaron— ¡Pero no se preocupen, haré que vuelvan a la normalidad!

—¿En serio? ¡Muchas gracias Aprodhi-san! —Dijo Tachimukai, regalándole una hermosa sonrisa. Todos los semes del equipo no pudieron evitar sonrojarse.

—Más te vale que lo hagas Afuro, sino sufrirás las consecuencias —le dijo Suzuno tan fríamente que lo asustó.

—Gracias, Terumi-san —Le sonrió Fubuki mientras se le acercaba. Afuro se le quedó mirando y…

—¡Aww! ¡Eres tan lindo Shirou! ¡Me recuerdas a Atsuya! —Exclamó mientras lo abrazaba y lo pegaba a su pecho.

—T-Terumi-san, me estás ahogando —Dijo a penas el peliplata. Afuro lo soltó y se disculpó.

—¿Y qué haremos ahora? —Preguntó Kazemaru.

—¿Podemos pensar en una forma de acabar con Fudou de una forma dolorosamente dolorosa? —Propuso Sakuma, a lo que todos se le quedaron mirando.

—¿Existe dolorosamente dolorosa? —Preguntó Tsunami por lo bajo a Genda.

—No lo sé, son cosas que Sakuma inventa —Contestó el castaño.

—Es una buena idea… —Dijeron por los bajo el par de aliens.

—¡No! Luego planearemos eso —Contesta Fubuki, a lo que los demás asintieron a regañadientes.

—¿Entonces…?

—Entonces se probarán sus nuevos uniformes del equipo de fútbol —Dijo Natsumi, entrando a escena junto a Haruna y a Aki.

—¿¡QUEE?

Natsumi sonrió.

—¿No creerán que por ahora ser chicas no seguirán entrenando, verdad? —Ante eso, los convertidos en chicas suspiraron.

—¡Pero Natsumi no creo que ahora ellos estén en condiciones para jugar fútbol! —Protestó Endo, quien se había mantenido callado junto a la mayoría de equipo.

—¿Acaso estás diciendo que por solo ser mujeres no servimos para el fútbol? —Preguntaron todas a la vez, mirando con frialdad a Endo. Incluso las managers miraban con recelo al de la banda.

—Y-Yo… ¡Yo no quise decir eso! —Trató de calmar la situación— Lo que quería decir es como ahora son mujeres, tal vez le resulte incómodo… —Dijo Endo nervioso.

—Estamos bien —Contestaron todos, sin quitar la mirada fría.

—¿Está ya todo claro, Endo-kun? —Preguntó Natsumi, a lo que el castaño asintió rápidamente.

—Natsumi-san, me llevaré a Sakuma-san y Aprodhi-san para probarles el uniforme de la escuela—Le dijo Haruna a la pelinaranja, quien asintió. El peliceleste alzó una ceja.

—¿Uniforme? —Preguntó Sakuma. Afuro las observaba con extrañeza.

—Si, a partir de mañana vendrán a la escuela —Dijo Aki. Los afectados hicieron muecas de disgusto.

—¿¡Bromeas, cierto? —Preguntó Midorikawa.

—No, ¿Por qué crees que les hemos probado el uniforme? —Haruna sonrió divertida.

—¡Pensamos que tan solo estaban jugando! —Contestó Kazemaru, a lo que los demás asintieron.

—Claro que no —Contestó Aki.

—¡Me niego a venir a la escuela! —Dijo Midorikawa.

—Pues tendrás que hacerlo —Habló esta vez Natsumi— Sino lo haces, reprobarás

—¿Q-Que?

—Muchos de ustedes están muy mal en algunos cursos —Dijo mientras sacaba unas hojas— Midorikawa, tus notas son pésimas en historia y qué decir de física

—¡Oye!

—Fubuki y Kazemaru, a pesar de ser los mejores de sus clases —Dijo Natsumi leyendo las hojas. Kazemaru le sacó la lengua a Midorikawa, a lo que este bufó— Sus notas en anatomía son un asco —Dijo al ver la cantidad de rojos en ese curso. Tanto a Kazemaru como Fubuki les rodeó un aura depresiva. Midorikawa se rió.

Natsumi suspiró.

—El punto es que si no van a clases reprueban

—P-Pero…

—¿Quieren ir a la universidad o no?

—…

—¿Y bien?

—Si queremos… —Susurraron mirando al suelo avergonzados.

Las tres managers sonrieron.

—Entonces a partir de mañana vendrán como chicas.

Las siete chicas suspiraron.


—No es necesario que me acompañes Endo —Le dijo Kazemaru… otra vez.

—¡No, Kazemaru! No voy a dejarte a estas horas ir solo a tu casa —Contestó Endo sonriente— Goenji me contó lo que le pasó a Fubuki y yo no voy a dejar que traten de abusar de ti.

Kazemaru se sonrojó ante la preocupación del portero.

—Gracias Endo —Sonrió Kazemaru— Pero no es necesario que te preocupes por mi solo por ser chica ahora… Se defender

—Lo sé, Kazemaru —Se detuvo, mirándolo seriamente— pero nunca me perdonaría si te llegasen a hacer daño —El peliazul se sorprendió pues eran raras las veces en las que Endo era muy serio. Kazemaru sonrió con cariño.

—Gracias

Endo sonrió al ver la hermosa sonrisa que tenía. No podía evitar pensar que Kazemaru era muy linda como chica… aunque siempre había sido lindo desde que lo conoció. ¡Ah, otra vez estaba pensando así de Kazemaru! ¡Debía de dejar de hacer eso!

Se dio una bofetada mental… o eso creyó él.

—Endo ¿Estás bien? —Kazemaru lo miraba preocupado. Endo lo miró confundido, sin entender— Te acabas de abofetear —Aclaró.

—¿Eh? ¡Ah sí! estoy bien —Se apresuró a decir Endo. ¡Pero qué vergüenza! ¡Era una grandísimo idiota! Seguro Kazemaru ahora pensaba que estaba loco.

—Bueno… si tú lo dices —Kazemaru lo miró aún no muy convencido.

Siguieron caminando largo rato, hasta que llegaron a la casa del peliazul. Ya en la puerta, se quedaron mirando fijamente, como esperando a que el otro se despidiera. Kazemaru tenía el impulso de acercársele y besar su mejilla, pero se abstuvo al igual que Endo, quien pensaba algo parecido. En vez de eso, se despidieron normalmente con un 'Nos vemos mañana'.

Cuando Endo desapareció de su rango de visión, Kazemaru entró a su casa, suspirando.

—Quizás debí despedirme con un beso —Susurró, sonrojándose al instante ante la idea.

Con Endo…

—Quizás debí despedirme con un beso —Soltó al aire, sonrojándose también ante la idea y pensado que eso no debía ser, después de todo Kazemaru era solo su amigo.

Ah, los tontos enamorados piensan igual.


Genda, Sakuma y Kido caminaban hacia sus casas. Como siempre, se separaron al llegar al camino que se dividía en dos. Kido se fue por la derecha mientras que el par seguía su camino por la izquierda. Sakuma seguía refunfuñando sobre cuanto odiaba a Fudou, mientras que Genda estaba perdido en sus pensamientos.

—Ahora por su culpa tendré que ir a la escuela así ¿Sabes lo vergonzoso que es? —Dijo el peliceleste, girándose hacía su amigo. No recibió respuesta— ¿Genda me estás escuchando? ¡Genda!

—¿Eh? ¿Qué pasa Sakuma? —Preguntó el castaño, saliendo de sus pensamientos. La ojinaranja frunció el ceño.

—¿Estás bien? —Preguntó sorprendiendo a Genda— Haz estado muy callado —le dijo, mirándolo algo preocupado. Eso lo sorprendió más, pensó que Sakuma nunca se percataba de sus acciones, pero quizás se equivocó.

—Sólo pensaba —Contestó, sonriéndole un poco.

—¿En qué? —Le miró curioso.

—En qué vestido te quedaría mejor, uno azul o uno rosa —Contestó sonriente y con sus ojos brillante al imaginarse a Sakuma con uno de esos vestidos.

—…

—…

—… ¡ERES UN IMBÉCIL, GENDA! —Gritó para luego golpearlo, dejándolo en el suelo— Y yo preocupado por nada… —Murmuró mientras caminaba hacia su casa.

Genda se rió.

—Sólo pensaba en lo mucho que te amo —Susurró aún tirado en el piso. Soltó un suspiro y se levantó, siguiendo Sakuma que ya estaba unos metros lejos de él.


—¿¡Por qué no lo dijiste antes! —Preguntaba un exaltado Suzuno a Nagumo.

—¡Lo siento! ¡Lo olvidé! —Contestó el pelirrojo con peinado de tulipán.

—¡Eres tan tonto, Nagumo!

—¡Ay si, y tu eres el ser más perfecto del mundo! —Sarcástico el pelirojo.

Los cuatro ex-aliens estaban a tan sólo una cuadra de su departamento. Se habían detenido ahí ya que justo el pelirojo recordó que el pequeño demonio se iba a quedar un tiempo. Ahí comenzó la discusión.

—Hiroto ¿tú sabías de eso? —Preguntó Midorikawa, ignorando a sus dos amigos que seguían discutiendo. El pelirojo negó— ¿Y ahora qué hacemos? No me molesta que Kariya esté aquí, es tan lindo y dulce —Dijo el peliverde, recordando al pequeño niño tsundere. Hiroto hizo una mueca de disgusto, para ellos (Nagumo y él) Kariya era un demonio.

—Pero como están las cosas, sería mejor que se vaya a casa —Dijo Hiroto.

—Por mí no hay ningún problema de que se quede —Comentó Suzuno, acercándose al par luego de terminar su discusión con Burn— Kariya me cae bien.

'Claro, porque él nunca te molesta' Pensaron ambos pelirojos.

—¿Ven? Todo está bien, ahora vayamos a casa que ya me dio hambre —Dijo Midorikawa comenzando a caminar. Hiroto sonrió con ternura, a pesar de todo seguía siendo su peliverde. Suzuno y Nagumo se quedaron unos metros atrás.

Se miraron de reojo. No habían hablado seriamente sobre lo que había pasado en la cita y parecía que ese sería el momento perfecto para hacerlo.

—Suzuno —lo llamó nervioso, el albino lo miró sobre su hombro.

—¿Qué quieres? —Preguntó secamente. Nagumo hizo una mueca.

—Quiero disculparme por lo que pasó el sábado —Comenzó a hablar el pelirojo, Suzuno se sorprendió. No pensó que en verdad el orgulloso de Haruya se disculparía— Se que fui un… idiota por tratar de bueno… eso —Decía el chico, mirando hacia otro lado avergonzado.

Suzuno aún lo miraba sorprendido, pero luego una dulce sonrisa se coló en sus labios.

—Te perdono

—¡Vamos Suzu! ¡Sé que no merezco tu perdón y…! ¿eh? —Lo miró sorprendido— ¿Me perdonas?

El albino asintió, aún con esa sonrisa. Haruya se ruborizó, eran raras las veces en que el albino sonreía de esa forma y… se veía hermoso.

—Pero no lo vuelvas a hacer —Agregó. Nagumo suspiró y luego sonrió.

—Lo prometo.

Se sonrieron y luego caminaron hacia el departamento, donde los esperaban Midorikawa y Hiroto.

Unos minutos antes de que eso ocurriera, Midorikawa y Hiroto se habían detenido en la puerta. Ambos se miraron, ellos tampoco habían tenido tiempo de hablar de lo que ocurrió.

—Midorikawa, yo… —Comenzó Hiroto, pero Midorikawa lo calló poniendo uno de sus dedos en sus labios. El pelirojo se sonrojó ante la acción.

—No estoy enojado contigo —Le dijo Midorikawa, alejando su dedo de los labios del pelirojo— Tú solo te preocupas por mi —Le sonrió ligeramente.

—Pero aún así no debí gritarte —Dijo bajando la mirada y apretando los puños.

—Hiroto —llamó el peliverde mientras tomaba las manos de su amigo con fuerza, haciéndolo sonrojar— Tú lo hiciste porque estabas preocupado, yo debí de haber llamado antes —Le dijo con la mirada cabizbaja, soltando el agarre de sus manos— Además, yo te dije cosas muy hirientes y…

—Mido-chan —Lo interrumpió— Yo tampoco estoy enojado contigo por eso —Le sonrió con esas sonrisas que sólo él podía tener. Las mejillas del peliverde se tiñeron de rojo, su corazón se aceleró y sintió un cosquilleo en su interior.

Doki… Doki

Midorikawa llevó su mano derecha hacia su pecho. ¿Qué era esa sensación…?

—¿Midorikawa? —Llamó Hiroto, al ver que el peliverde se había perdido en sus pensamientos. Ryuuji salió de su ensoñación al escucharlo.

—¿Eh?

—¿Te sucede algo? —Preguntó preocupado.

—N-No, no es nada —Contestó rápidamente. 'Será mejor olvidarme de eso' Pensó— Y entonces… —El peliverde bajó la mirada tímidamente.

—¿Y entonces…? —Hiroto alzó una ceja extrañado.

—¿Amigos? —Levantó la mirada, observándolo fijamente. Hiroto sonrió.

—Amigos —Afirmó. Midorikawa dio un saltito de felicidad y lo abrazó de improvisto, haciéndolo sonrojar al sentir su cuerpo contra el suyo. Aún así, correspondió el abrazo… hasta que llegó el insensible de Nagumo.

—Uy ¿No podrían guardar sus cariñitos hasta entrar a la casa? —Se burló el pelirojo, haciendo que se sobresaltaran y separaran como si sus cuerpos quemasen. Nagumo soltó una risita y recibió un codazo de parte de Suzuno— ¡Itai! ¿¡Y a ti que te pasa! —Se quejó, agarrando sus costillas.

—Eso te lo mereces por ser indiscreto —Gruñó el albino, mirándolo mal.

—B-Bueno… ¿Qué tal si entramos? —Propuso Hiroto nervioso. Maldito Nagumo, había interrumpido su momento.

—Si, jejeje, sería mejor —Se apresuró a decir el peliverde nervioso. Por alguna razón se sentía molesto por la interrupción.

Hiroto sacó las llaves y abrió la puerta. Los cuatro entraron, prendiendo la luz y encontrándose con un Kariya viendo la televisión.

El pequeño volteó a verlos.

—A la hora que llegan, pensé que llegarían más temprano —Comentó Kariya mirándolos molesto, en especial a cierto tulipán— Nagumo-baka no me dejaste nada para comer —Se quejó.

Suzuno, Midorikawa y Hiroto miraron mal al pelirojo.

—¿Y entonces que comiste, Kariya? —Preguntó el de ojos jade.

—Hiroto-san, tanto tiempo sin verlo —Dijo el peliazul sonriendo con su personalidad 'linda'— Bueno, tuve que comer el helado de la nevera —Comentó inocentemente. Tanto el peliblanco como el pleiverde quedaron en blanco— Lo siento —Se disculpó mirando hacia abajo, avergonzado— Es que tenía hambre y…

Suzuno y Midorikawa lo miraron conmovidos, se aceraron al peliazul y lo abrazaron entre las dos, ante las miradas atónitas de los pelirojos.

—No te preocupes Kariya, a ti si te dejamos comer nuestro helado ¿Verdad Suzu? —El albino asintió ante las palabras de su amigo. Kariya sonrió.

—Muchas gracias Midori- ¿Eh? —Se calló al sentir algo. Las miró a ambas y se sobresaltó— ¿¡Midorikawa-san! ¿¡Suzuno-san! —Kariya no pudo esconder su sorpresa— ¿¡Que les pasó!

Midorikawa y Suzuno se miraron al ver su error. Deberían de haber sido más sutiles.

—B-Bueno… verás…

Y justo en ese momento se abrió la puerta, dejando entrar a Osamu que al verlos se quedó de piedra comenzando a pensar que sus amigos se travestían.

—Será mejor explicar esto —Suspiró Hiroto.

Así los seis integrantes del departamento se sentaron en los sillones mientras que Midorikawa y Suzuno explicaban lo ocurrido. Luego de convencer al pelinegro de que no estaban locos y de lo que decían era verdad, decidieron que ya era tarde y debían descansar.

—¿Y donde dormiré yo? —Preguntó el buen niño Kariya. Él se lo había tomad bien, bueno ya se había resignado a que su vida estaba llena de rarezas así que ¿para que hacer escándalo?

Los cinco mayores se miraron entre sí.

—Dormirá con ustedes —Ordenó Osamu, mirando a ambos pelirojos quienes no tardaron en protestar.

—¿¡QUÉ! ¡No, claro que no! ¡Yo tuve que soportar dormir con él anoche! ¡Qué duerma contigo! —Se quejó Nagumo

—Además no tenemos espacio en nuestra habitación —Dijo Hiroto.

—¡Yo no quiero quedarme con Nagumo-baka! ¡Me trata muy mal! —Dijo Kariya fingiendo llorar.

—¡Serás niño mal-…!

—¡Nagumo!

—¡Pero Suzuno, él…!

—¿Y porque no duerme con nosotros?

Los cuatro que discutían más Kariya, voltearon a ver al peliverde.

—¿Qué?

—Que duerma con nosotros, por mi no hay problema —sonrió y luego miró a la albina— Bueno, si Suzuno acepta…

Suzuno estaba por responder, cuando Nagumo se le adelantó.

—¡Claro que no! ¡El mocoso no dormirá con Suzuno!

—¿Y eso por qué Nagumo? —Le preguntó el albino, mirándolo fríamente—Tu no decides por mí

—B-Bueno… y-yo… —Trató de decir el pelirojo pero no encontraba nada coherente. Suzuno suspiró.

—Kariya dormirá con nosotros —Le dijo a Osamu, quien solo asintió.

Midorikawa soltó una exclamación de felicidad y luego giró hacia Kariya sonriente, tomándole de la mano a lo que este se sonrojó y apartó la mirada avergonzado.

—Vamos Kariya, Suzuno —Y tomando con la otro mano el brazo del albino, los jaló hacia su habitación. Suzuno suspiró pero luego sonrió un poco. Por otra parte, a ciertos pelirojos no les gustó la idea...

Y antes de que la puerta de las ahora chicas se cerrara, Kariya notando las miradas de inconformidad de los pelirojos, sonrió divertido y luego les sacó la lengua. La puerta se cerró después de eso.

—¡Ese mocoso…! —Dijo entre dientes Nagumo. Hiroto solo tenía un tic nervioso en el ojo.

Osamu suspiró, viendo como sus dos amigos renegaban. Se dio media vuelta y se metió a su habitación. Llamaría a Hitomiko para decirle como estaban las cosas… y de pasada escuchar su dulce voz un poco.

Mientras los pelirojos aún molestos se iban a su habitación pero se detuvieron al escuchar la voz del peliverde desde dentro de la habitación… lo que dijo solo los mosqueó más.

—¡Vamos Suzu, juntemos las camas para que Kariya duerma entre nosotros! —Decía un Midorikawa de lo más alegre.

—Si —fue la contestación de Suzuno. Luego se escuchaba el sonido de las camas moviéndose.

'¡Maldito Kariya suertudo!' Fue el pensamiento de ambos chicos. Ah, ¿pero de que se quejaban si todo era culpa de ambos? Mejor aceptaban para la próxima.


—Gracias por acompañarnos, Goenji-kun, Tsunami-kun —Agradeció el lindo peliplata, sonriendo angelicalmente. Goenji se sonrojó.

'Ah, pero que lindo es Fubuki. ¡No, espera! ¿Pero en que estoy pensando? ¡Fubuki no es lindo! Bueno, sí lo es… pero… ¡pero yo no debería de pensar así de él! ¡Es mi compañero, mi amigo…! Pero es tan lindo… ¡ARGH!'

—De nada, Fubuki —Goenji se mantenía tranquilo a pesar de tener una lucha interna.

—Es bueno estar en casa después de dos días —Comentó Tachimukai, observando la puerta del departamento que compartía junto a Fubuki. Tsunami le miró sonriente.

—Pues ahora tendrás que dormir bien ya que mañana irás de nuevo a clases —Exclamó Tsunami animadamente. Al escuchar eso, las dos chicas bajaron la cabeza deprimidas. Goenji le lanzó una mirada molesta al pelirosa— ¿Eh? ¿Y yo qué dije? —Se preguntó al ver la reacción del par.

—No, nada Tsunami-san —Susurró Tachimukai, aún algo decaído.

—Vamos Tachi, sonríe —Le dijo el pelirosa— Así te ves más lindo —Sonrió ampliamente, sin percatarse de sus palabras.

El castaño al escuchar sus palabras, enrojeció de golpe.

'¡Kya! ¡Tsunami-san me dijo lindo! ¡Me dijo lindo! ¡Me dijo lindo! ¡KYA!' Pensaba el pequeño portero emocionado.

—¿Eh? —Tsunami parpadeó, dándose cuenta de lo que dijo y luego sonrojándose— L-Lo siento Tachi, no quise incomodarte diciendo eso —Se excusó el pelirosa, pero no recibió ninguna respuesta— ¿Tachi? —El castaño seguía perdido en su mundo— ¡Tachi! —Lo llamaba el surfista, pero nada— ¡Oh por kami! ¡TACHI HA CAÍDO EN SHOCK! ¿¡Que hago, que hago? —Se desesperó el pelirosa— ¡Tachimukai, por favor respondeme! —Lo tomó de los hombros y comenzó a zarandearlo— ¡Reacciona, Yuuki! —Y con sólo decir su nombre, Tachimukai reaccionó.

—¿Eh? ¿Qué pasó? —Parpadeó confundido.

—¡Tachi, estás bien! —Y Tsunami lo abrazó, haciendo enrojecer al portero de nuevo.

Fubuki sonrió al ver la escena. Esos dos se veían muy bien juntos. Su mirada se posó sobre el pelicrema, quien también miraba al par, divertido.

'Quizás… si lo intento de nuevo, él me corresponda… ¡NO! ¡¿Pero en qué estás pensando Shirou? ¡Se supone que tú ya lo olvidaste! ¡Ese estúpido enamoramiento quedó en el pasado! ¡Goenji-kun no está interesado en ti! ¡Él es hombre mujeres! ¡Ahora, lo que tienes que hacer es despedirte de él y no volver a pensar en eso!' Pensaba el peliplata.

—Bueno, se está haciendo tarde, será mejor descansar —Dijo Shirou, llamando la atención de sus tres amigos. Sus tres amigos asintieron. Shirou sonrió y sacó las llaves del departamento mientras que Tachi se despedía de Tsunami y de Goenji, abrió la puerta y…

—¡SHIROU, TACHI! ¡LOS HE ESTADO ESPERANDO DESDE HACE HORAS! —Ese grito dejó helado al peliplata, quien sintió que todo su mundo se venía abajo.

Un chico pelirosa de ojos grises salió de dentro del departamento. Era Fubuki Atsuya, el hermano gemelo de Shirou.

Tachimukai abrió los ojos de par en par ¿¡Pero él que hacía ahí! ¡Se suponía que llegaba todavía en un mes!

Tanto Goenji como Tsunami sonrieron nerviosos. ¿Y ahora como le explicarían a Atsuya…?

—¡Se supone que debían de estar aquí a las 6 y ya son las 8! ¡¿Dónde han est-? —Se calló, al ver a su hermano— ¿Eh? ¿Shirou? ¿Desde cuándo te travistes?

Eso fue como un balde agua fría para Shirou.

¿Y ahora como salía de esa…?

Continuará…


¡Al fin terminé este capitulo! ¡29 PÁGINAS! ¡Es el capitulo más largo que he hecho en mi vida! ¡UN LOGRO! *baila de felicidad* ¡Y todo en un mes!

En fin, comentando sobre el capi~ no me gustó como quedó -3-... no sé, lo veo muy... no sé (?. Bueno, ya no importa xD. Ya todo se ha descubierto, Fudou no sobrevivirá y Afuro se salvó de esa xD. La explicación de lo que pasó ni siquiera la entendí xD, per la cosa es que ahora son mujeres por un tiempo hasta que Aprodhi descubra una forma de regresarlos a la normalidad u_u. Ah~ Y que Atsuya no te escuche Afuro xD.

A Tachi ya le vino el período y está muy sensible aparte de que ha causado muchos problemas o_o... Pero bueno, ¡Tachi que tu eres hermosha x3! ¡No te sientas mal, que eres perfecta para Tsunami *A*! Ah~ y sobre la parte donde Kaze y Mido se llaman por sus nombres... pronto se sabrá por qué xD.

Kageyama también recibirá su merecido, creo xD, pero es que el tipo a pesar de ser un bastardo me cae bien -w-. Y sobre que van a tener que venir a a la escuela a pesar de ser chicas les va a causar muchos problemas xDD.

Jajaja, y las bromitas de Fudou, esas no fueron las únicas xD, pero pobre Saku u_u. ¿Y a que Genda no es un amor? Él ama a Sakuma~.

Y la bofeteada mental lo leí en un fic de Fairy Tail hace tiempo xD, y me pareció divertido que Endo la haga xDDD. Pobre ahora pensarán que está loco~

Ow~ Naumo ya se disculpó con Suzuno, ahora solo falta que le diga sobre lo de Fudou u_u. Y Mido y Hiro se reconciliaron~ ¡YAY! Y Midorikawa está comenzando a sentir algo más por su amigo~ :3

Asdf~ Y Kariya se salió con la suya, dormirá Suzu y Mido XDD. Pobres pelirojos xDD.

Tsunami exagerado como siempre cuando se trata de Tachimukai xD. Shirou aún trata de autoconvencerse de que ya no está enamorado de Goenji, y este trata de pensar que solo es su amigo... y que no es lindo xD. ¡Y APARECIÓ ATSUYAAAAAAA! Y le dijo travesti a su hermano x'DDDDDD. A ver como reacciona con lo que ahora su hermano mayor, es 'hermana' xD.

¿Y que les pareció la aparición estelar de Hikaru y Miyabino? Asddf~ yo los amo~! Miyabino es un lindo portero y en mi fic es primo de Sakuma~ Aw~ Y acepta la relación entre Sakuma y Genda xDD, y está enamorado de Kido XDDDDDDD. Y que decir de Hikaru! ES UN AMOOOOOOR~ Y ahopra gracias a él, Fudou le roba tranquilamente a Kageyama xDDD.

Aclaración: Itoko = Primo.

¡HE HICE MI CAMEO! ¡SI, SOY LA ENFERMERA LOCA xDD!

Si se preguntan si van a salir más personajes de IEGO... sí, si van a salir xDD. Quizás les dedique todo un caitulo pero quien sabe xD. Es que amo a los niños de GO~ Son hermosos~, pero no me gusta el anime del todo D:, se saltan muchas partes ¿¡Donde está la parte donde Kariya habla con Mido y Hiro como la familia que son? ¡Se supone que cuando comienza el partido final, salen Hiro, Mido, Fudou, Tachi, Tsunami, Kaze, Kabeyama viendo el partido ¿Donde están? No es justo T_T...

Y hablando de eso mismo~ Hiro y Mido son canon! Estoy segura! Pasan todo el tiempo juntos, hasta parecen esposos! Y Mido ahora parece más uke! Solo faltaba que Hiroto lo llamara Ryuuji! Level-5 nos mete mensajes subliminales de nuevo e_é. Ah~ y alguien más piensa de que quizás Kurosaki y Yamato (el capitán de Dragon Link) se verían bien juntos :3?

Bueno, regresando al fic~ me encariñado tanto con él que hasta creo que tendrá continuación xDD. Ya lo tengo todo planeado u_u, he dejado un pequeño summary en mi profile, pero que conste que es spoiler xD... También tengo fics que tengo en mente, algunos de GO :3 y también estan sus summarys en mi profile :3.

Ah, por cierto, con el permiso de MidorikawaxRyuuji (te adoro~!), les dejo el link de su DA para que vean a las chicas *A*. Sus dibujos son hermosos~

http : / candyxdrugs . deviantart . com /gallery/ (Lo juntan :B)

Bueno, ahora si me pondré a escribir el capi 8 ;D. Ah, y sobre ¿Simple confusión o amor? la conti tardará, es que aún no me queda como quiero D:, lo he reescrito muchas veces ;3;! Pero trataré de ponerla pronto!

Espero que les haya gustado el capitulo~! No se cuando tendré lista la conti, pero espero que pronto xD. ¡Cuidense y gracias por todos los reviews, me hace muy feliz leerlos x3! ¡Bye~!


¿Review?

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