Disclaimer: Los personajes NO me pertenecen, son de Atsushi Okubo.

N/A: Antes de todo, una pequeña aclaración, cuando vean así &. Al inicio de un párrafo es un recuerdo y cuando lo vuelvan a ver, es porque el recuerdo ha terminado. Lamento que sea de esa forma, pero no encontraba otra manera de ponerlo :(.


Remember Me.

.

—Él te engañó… —Le confesé, mientras miraba mis puños. Los cuales se estaban poniendo en blanco al tenerlos tan apretados.

Maka pestañeó varias veces, incrédula. Sabía que ella no me iba a creer, Asura era su mundo. Yo sabía que en ese tiempo el mundo de ella giraba alrededor de él. Aunque, en realidad, era bien sabido que Asura la engañaba, todos en el instituto hablaban de ese tema a espaldas de mi esposa. Tsubaki, en más de una ocasión, quiso decirle pero nunca lo lograba, no quería ver a su mejor amiga sufrir terriblemente.

—¿De qué estás hablando? —Murmuró, casi sin voz, mientras me miraba fijamente. Sus ojos estaban un poco aguados, como si estuviera aguantando las ganas de llorar. Tragué saliva con dificultad y esquivé su mirada. —Él no haría algo como eso. ¡Asura me ama, tanto como yo le amo, estoy segura!

Sonreí sin gracia. Era doloroso el escuchar a mi mujer decir que amaba a otro hombre.

—Asura te engañaba desde el instituto. —Confesé, los jades de Maka se abrieron por la impresión, mientras su boca se abría como si quisiera decir algo. —Todos los sabían, pero nadie tenía el valor para decírtelo, eras muy querida en la escuela, tú lo sabes, por eso no querían hacerte sufrir, Maka.

Ella jadeó y se llevó la mano izquierda a su boca. Las lágrimas salieron de sus ojitos verdes sin compasión, demostrándome cuan herida estaba. Pronto los sollozos dejaron de ser silenciosos y se repetían con fuerza, uno tras otro. Tenía tantas ganas de abrazarla, decirle que todo estaría bien, que estaba con ella y no tenía que sufrir, pero mi cobardía era más fuerte.

Bajé la mirada, era incapaz de mirarla a los ojos. No podía hacerlo mientras ella sufría de esa manera, no cuando sabía que yo era el culpable de esas lágrimas. Me pasé las manos por el cabello exasperado, 'despierta, despierta de una maldita vez', gritaba la voz de mi cabeza. Pero era imposible, porque no era una jodida pesadilla.

La realidad realmente dolía.

—Es mentira. —Defendió, Maka. —¡Sólo me estás diciendo esto para dañarme, porque me odias, siempre los has hecho!

—No, querida. En realidad nunca te odié, siempre te molestaba o te hacía cosas malas porque era la única manera de acercarme a ti. Nunca lo supe hasta que llegó aquel día.—Confesé, hundiendo mi rostro entre mis manos, no quería llorar. No frente a ella.

Maka dejó de llorar al mismo tiempo que sentía su profunda mirada sobre mí. No me quedó de otra y tuve que alzar la miraba. Sus ojos desprendían un dejo de sorpresa combinada con timidez, me encantaba esa mirada, pero en ese momento no. En ese instante sólo me producía un terrible nudo en la garganta.

—¿Qué día? ¿De qué hablas?

Suspiré.

—Te contaré que pasó, realmente quiero que me creas, Maka.

Ella se encogió de hombros. Pestañeé antes de hundirme por completo en ese recuerdo.

&.Ese día había decido quedarme en casa, a pesar que los chicos me habían invitado al bar. Rechacé la oferta y preferí ver una película en la televisión. Además el clima anunciaba una tormenta y coger un resfriado no se me antojaba.

Preparé un poco de chocolate instantáneo, mientras intentaba pensar en los diversos exámenes que tendría al día siguiente. No era que me interesase mucho el estudiar, pero sabía que tarde o temprano tendría que dejar de vivir del dinero de mis padres, ser un mantenido no era nada cool.

El microondas sonó anunciando que mi delicioso chocolate estaba listo. Sin tiempo que perder saqué la taza, cuidando no quemarme. Sonreí cuando el olor a chocolate derretido llenó mis fosas nasales y sólo con esa acción, el calor embargó mi cuerpo.

Caminé hasta el pequeño living de mi departamento y, antes de dejarme caer como roca en el sofá, dejé la tasa sobre la mesita de centro. Tomé el control de la televisión para poder encender el aparato, estuve haciendo zapping durante un par de minutos hasta que di con una película que era bastante interesante. El nombre no lo recordaba con exactitud, pero me constaba que era buena.

Luego de unos minutos, escuché mi puerta sonar una y otra vez. El sonido hueco que producía el trozo de madera hizo que espabilara. Miré el reloj de pared, aun sabiendo que era tarde, simplemente me sorprendía que alguien se atreviera a salir con la lluvia que azotaba en esos momentos a Death City. De mala gana me levanté y fui a atender.

No supe cómo fue, en realidad. Pero de un momento a otro ella estaba abrazándome mientras su frio y húmedo rostro se hundía en mi pecho. No sabía de qué manera actuar, así que simplemente improvisé, correspondí su abrazo y la dejé llorar.

Tiempo después, sus sollozos comenzaron a detenerse, al igual que sus lágrimas. Sentí sus brazos alejarse de mí y, por alguna razón, creí sentir un vacio en mi interior. Maka se separó de mí, mirándome fijamente. Nunca lo había notado, pero sus ojos mostraban un color hermoso, a pesar de estar rojos, todavía quedaba un rastro de esencia en ellos. Me hacia recordar un paisaje verde, puro e inocente.

—Yo… lo siento tanto, Soul. —Salté, inconscientemente. Era la primera vez que ella me llamaba por mi nombre. —No quería hacerlo, por mi culpa estás todo mojado, lo siento.

No me había percatado de ello, pero, en efecto, estaba húmedo. Aunque no sabía si era por sus lágrimas o porque ella se había mojado cuando, seguramente, caminaba por la calle.

—¿Estás bien? —Pregunté, estúpidamente. Era más que obvio que Maka no se encontraba bien.

—Sí, yo… debo irme ya, es tarde, lamento haberte molestado. Envíame la cuenta de la lavandería cuando lleves tu ropa a lavar, la pagaré yo. Adiós. —Habló, tan atropelladamente que por un momento me fue algo difícil entender lo que había pronunciado.

La tomé del brazo, impidiéndole moverse. Ella volteó a mirarme sorprendida, pestañeó varias veces y las lágrimas volvieron a hacer acto de presencia.

—Realmente, no sé qué te pasó. Pero no pienso dejar que vayas a casa bajo esta lluvia. —Dije, tratando de sonar autoritario. —Te puede suceder un accidente o podrías coger un resfriado, te quedarás aquí.

La jalé del brazo, tratando de no ser brusco, al tiempo que la metía y la hacía sentarse en el sofá. Maka me miró sorprendida mientras las lágrimas seguían saliendo por sus ojos y resbalaban por sus rojas mejillas.

—Espera aquí. —Le dije.

Fui hasta el armario en busca de un par de toallas limpias. Cogí dos y regresé al living, puse un paño sobre su cabeza, seguidamente comencé a secarla para evitar que ella enfermara. No sabía porque tenía tantas atenciones con Maka, yo la odiaba, pero en esos momentos lo olvidé por completo.

—¿Sabes? Jamás me imaginé que amar doliera tanto. —Ella murmuró. Dejé de secarle el pelo y le miré fijamente. —Desde que conocí a Asura pensé que pasaría toda mi vida con él, pero fueron tan sólo imaginaciones mías.

Maka ahogó un sollozo y sonrió, sin gracia. Parecía que lo hacía con todo el dolor e impotencia que sentía en esos momentos.

—Él me engañó. Pero creo que tú ya lo sabías, ¡Todos lo sabían menos yo! —Gritó, llena de rabia. —Me lo merezco, supongo. No soy tan buena mujer, en cambio, soy una estúpida ingenua que llena su cabeza de pensamientos estúpidos que no sirven de nada. ¡Soy una idiota!

Fruncí el ceño molesto. No entendía porque, pero sus palabras me hicieron molestar. Era verdad que ella no era de mis personas favoritas, pero decirse eso de sí misma no era justo. Maka era, de cierta forma, diferente.

—Es una pena que pienses eso de ti misma. —Le regañé, sin pensar mis palabras antes. —Para mí no eres estúpida o idiota. Siento que más bien eres una mujer única, siempre piensas en los demás antes que en ti misma, intentas ayudar cada vez que puedes. Siempre sonríes, no importa la situación en la que estés, eres realmente grandiosa. Y se me hace una verdadera estupidez que llores por un hombre que no vale la pena. ¡Abre los ojos, Maka! El hombre de tus sueños e ingenuidades, como le llamas tú, está esperando por ti en algún lado.

Ella me miró con los ojos abiertos, completamente sorprendida de mis palabras. Tragué saliva al captar las cosas que habían salido de mi boca sin pensar. Me era inesperada la forma en que me miraba a Maka inconscientemente.

—¿En verdad piensas eso?

Asentí.

Ella se lanzó hacia mí, abrazándome. Pestañeé aun confundido y sintiéndome algo mareado por la situación. No era nada genial que yo, un chico cool, hubiera dicho eso de la mujer que odiaba. Algo estaba pasando conmigo o es que Maka realmente me resultaba fascinante, y quizás era ese hecho lo que me hacía odiarla. La rubia sollozó en mi oído y apretó su agarre.

—Puede que suene algo raro, pero es lo más lindo que un hombre me ha dicho. —Comentó, soltando una pequeña risa. Sonreí.

—¿Sabes algo? Me sorprende que vinieras a mi departamento, digo, pudiste ir con Tsubaki.

—Lo sé, pero cuando encontré a Asura con Arachne simplemente salí corriendo y sin querer había llegado a tu departamente. Fue raro.

Me reí y la abracé. Sí, había sido raro, pero no molesto. Los minutos pasaban lentamente mientras seguía consolando a Maka, la escuché llorar, la oí insultar a Asura por ser un infiel de mierda y un poco hombre, mantenido. Cuando estuvo mejor, le presté ropa para que se cambiara y yo también lo hice. Vimos la televisión y tomamos chocolate caliente, parecíamos amigos de toda la vida. Cómo si nunca nos hubieramos odiado o insultado el uno al otro, y por muy extraño que sonara, me gustaba que fuera así.

Al poco tiempo, ella se había quedado dormida entre mis brazos. Como niña pequeña se aferraba a mi camiseta y entresueños la miraba hacer pucheros. Sonreí, sí, Maka era fascinante. Ese día ella se mostró completamente diferente a como lo hacía en la escuela, había dejado de lado a esa chica sonriente y siempre feliz, en su lugar apareciendo, una mujer con sus ilusiones destruidas y con su corazón roto.

Esa Maka hizo que algo en mi interior cambiara. &.

Mi esposa me miró fijamente, por unos minutos. Pestañeó varias veces intentando limpiar las lágrimas que habían comenzado a salir.

—¿Por qué me engañó? —Preguntó al aire, mientras absorbía por la nariz.

—Porque fue un idiota que no supo apreciar a la gran mujer que tenía frente a él.

—Déjame sola, por favor. —Me pidió, desviando la mirada. —Necesito dormir, me duele la cabeza.

Suspirando me levanté de mi lugar y salí de su habitación. Me dejé caer al suelo, llorando como nunca antes lo había hecho, me dolía el corazón. Estaba completamente destrozado, no quería perder a Maka. Me sentía tan impotente al no poder hacer nada para ayudarla.

Realmente me sentía patético, estúpido, inservible. Poco a poco estaba perdiendo a mi razón de vivir, sin ella yo no podía seguir. No sin Maka. Ese pensamiento me hizo espabilar, le había prometido en el altar que estaríamos juntos en las buenas y en las malas, que siempre estaría ahí para cuidarla. Y planeaba cumplir esa promesa, aún si ella no me quería a su lado, yo la cuidaría.

Me levanté del suelo y me sequé las lágrimas. Iba a recuperar a mi esposa, costara lo que costara...


N/A: Buenas, FanFiction 8D (?). Perdón por tardar con la continuación, simplemente no podía concentrarme en escribir drama Dx, lo siento. En fin, debo aclarar algo, Soul no estaba enamorado de Maka al principio, simplemente le parecía, como el dijo, fascinante. Otra cosa, no puse el recuerdo en cursiva porque a veces leer así, cansa la vista :P.

Soul es un amor, ¿apoco no? Yo quiero que me consuele TwT (?). Sí, este capítulo fue básicamente un recuerdo de él *coffRellenocoff*, así serán algunos, es sólo para que se enteren de las cosas por las que pasaron antes de enamorarse y casarse :). Seguramente se preguntarán: ¿Dónde está Asura? ¿Por qué la engañaba? ¿Cómo fue qué Soul y Maka se enamoraron? y muchas más, déjenme decirle que poco a poco sus dudas de van a ir aclarando, sólo esperen :D.

Por cierto, mi Facebook es Maka' Kagamine, por si gustan agregar n.n.

En fin, darlings, espero que les guste el capítulo. Si tiene fallas, luego lo corrigo, ahora son las 3:24 de la mañana y en la tarde es la fiesta de cumpleaños número 3 de mi primita Allison, debo dormir o no podré hacer mucho Dx.

Mil gracias a: Kiriha-chan, Cheethan Black, MakaEvans95, Kabegami Amaterasu, The-lady-of-darkness-97, Solei Dantes, Diviglay, Kaoru240, Miyoko Nott, SaSuHiNa-EvAnZ, Dipi-chan, Tomoyo Hideki, Poppy-chan Makenzie, NOELxD, Melu Evans.

Escuchando: Lonely – 2NE1.


¿Review? *-*!