Aquí llega el epílogo:

Bella POV

Hoy era el gran día. El día de la boda. Me había levantado nerviosa. No sabía qué hacer. Toda la noche durmiendo con Edward, o al menos intentándolo. Ambos estábamos sonriendo como tontos, felices porque hoy era el día de la boda de Ethan. A sus 24 años, ya tenía su carrera, había continuado con la empresa de Edward, y ahora se iba a casar. Mi bebé. El bebé de Edward y mío.

Ahora estábamos en la iglesia, yo con un vestido marron tierra precioso y Edward con su traje, orgulloso de nuestro hijo y el resto de nuestra familia.

Todo esto empezó el día en que Edward me pidió que me casara con él otra vez.

-No quiero presionarte, pero necesito estar contigo, Bella. Quiero una familia. Una familia contigo. Quiero ser el que te cuide, el que te ame, el que se despierte cada mañana a tu lado, el que ames, el que te haga feliz, el padre de tu hijo y de los siguientes... Quiero envejecer contigo, respetarte, amarte y quererte hasta el último día de mi vida. Por favor, cásate conmigo. No te pido una boda ahora, ni siquiera una respuesta, sólo quiero que lo pienses y cuando estés preparada, casarme contigo y ser feliz junto a ti...

¿Cómo negarse a eso?

-sí.

-¿Qué?- dijo sorprendido.

-Que sí. Quiero casarme contigo.

-Oh, dios, ¡síííí!

Se levantó de la cama, sin recordar que aún estábamos desnudos,, me levantó a mí con él, y me cogió en brazos para luego empezar a dar vueltas.

Al principio empezamos a reírnos como idiotas, felices, pero luego nuestros cuerpos empezaron a restregarse más, hasta terminar en una sesión de sexo maravillosa, pasando desde la cama, al baño junto a la habitación, y de nuevo a la cama. Eso sí, con mi anillo en mi dedo.

Luego de eso durmimos y al día siguiente me desperté totalmente contenta y feliz.

Ese día lo utilizamos para hablar y aclarar cosas. Decidimos que la boda sería ne verano, y que cuando yo tuviera los 20. Así que debíamos esperar al verano siguiente.

El tiempo se nos hacía eterno, por la boda, pero al mismo tiempo se pasaba volando al lado de mi familia. Eso sonaba perfecto.

El día de la boda llegó volando. Cuando nos dimos cuenta, yo ya estaba con lo spreparativos de la boda, aunque con un gran imprevisto. La noche del claro, en la que él se me prometió, no tomé la píldora, así que en ese entonces concebí a mi niña, Vanessa.

Así que la boda se hizo, pero en lugar de un gran vestido ajustado, que era la idea original de Alice, se hizo con un vestido precioso de premamá(N/A: foto del vestido en mi perfil). Blanco y largo hasta los tobillos, con un detalle brillante entre mis pechos.

La pasé genial ese día. Todos estaban allí, y aunque mi padre no pudo llevarme al altar, Carlisle lo hizo por él. Yo solo miraba al cielo y rezaba por no caerme mientras agradecía a todos los dioses por darme a alguien tan maravilloso como Edward.

Lo peor de todo fue decirselo a la familia. No reaccionaron mal, sino todo lo contrario, y eso fue lo malo. Cada fin de semana hacían una fiesta para celebrarlo... No cambiaban nunca, pero era así como los quiero.

Edward no se perdió nada del embarazo. Cumplía mis antojos, se preocupaba y desvivía por nosotros, y se veía completamente feliz.

Cuando nació, Edward estuvo conmigo en el hospital, y fue el primero en cojerla. Entonces los dos empezamos a llorar como tontos, felices.

Ya estábamos casados, y teníamos una gran familia. Con tan solo 21 años, ya tenía dos hijos. Aunque el tercero tardó un poco más en llegar.

con 25 años, yo ya tenía mis estudios, me había decidido por literatura, y entonces era escritora. Había escrito 4 libros, pero los mejores eran los inspirados en mis por entonces 2 hijos. Ellos eran mis musas.

Hubo una noche, en la que Edward y yo nos pusimos a hablar y me preguntó qué me parecía tener más hijos. Yo seguía tomando la píldora, así que le dije que la dejaría de tomar y así poder tenerlo.

Así llegó Oscar, mi pequeño diablo.

en él me inspiré para escribir otro libro. Era muy feliz con mi familis. Me sentía completa, y Edward también, así que decimos que se haría la vasectomía.

Cuando Oscar ya tenía 5 meses, se hizo la vasectomía, y a los dos meses, nos enteramos de que yo estaba embarazada de nuevo.

Al principio dudé por Edward. No sabía si él lo querría, pero en cuanto se enteró, decidimos tenerlo y así ampliar nuestra familia.

A los 7 meses llegó Samantha, mi otra princesa.

Todos estos años hemos sido muy felices. Edward tenía mucho instinto protector con sus hijas. Diciendo que no tendrían novia hasta los 30 y cosas típicas de padres, pero cuando al fin pude retenerlo y convencerlo de que era bueno para ellas, Ethan se puso en plan hermano celoso y a él sí que no había quien lo parara. Vigilaba a sus hermanas y a su hermano como si fuera el macho alfa de una manada.

Luego se marchó y estudió, así conoció a Sophie. Su actual pareja.

Vanessa tiene 22 años, y su novio es Jake, otro Jake. Se quieren mucho y sé que no tardarán mucho en casarse, ya llevan 4 años de relación.

Oscar tiene 16 años, y ya es todo un hombre. Es maduro y aunque hace trastadas, no es un gamberro ni un pandillero.

Samantha tiene 15 años, y está enorme. La gente piensa que tiene 18, por su apariencia. Los quiero mucho a todos.

Edward y yo tenemos 44 y 41, y nos amamos cada día más.

Las lágrimas caían por mia ojos, al recordar todo. Era bonito, pero el tiempo pasaba. Me hubiera gustado quedarme congelada en ese momento, no cambiaría eso por anda, y quedarme así para siempre con ellos.

-Ethan Edward Cullen, ¿aceptas a Sophie Miller como esposa, para amarla y respetarla hasta el fin de sus días?

-Sí, acepto.

-Tú, Sophie Miller, ¿aceptas a Ethan Cullen como esposo para amarlo y respetarlo hasta el fin de sus días?

-Sí, acepto.

Después de eso, no esperaron a que el cura los proclamara nada, se besaron apasionadamente, y desde lejos se veía el amor que se tenían.

Yo seguía llorando, de felicidad, por supuesto.

Samantha esta noche se iba a casa de una amiga a dormir, Oscar iba a casa de Carlisle y Esme, y Vanessa se quedaba en casa de su novio, donde vivía desde hacía unos meses ya.

-Edward, quiero irme a casa.-dije después de unas horas bailando.

-¿Te encuentras bien?-dijo preocupado.

-Sí, es por eso precisamente. Esta noche estamos solos...

Se levantó de la mesa rápidamente y fue a despedirse de los invitados. Rapidamente volvió y dijo:

-Ya nos han excusado. Podemos irnos.

Aun pareciamos adolescentes en ese aspecto. Aunque nos cortábamos con nuestros hijos, Edward y yo seguiamos sintiendo el mismo deseo que en un principio.


Espero que les haya gustado. Sé que la historia parecía diferente de un principio, pero fui cmabiando cosas y anda me convencía, así que después de leer este final muchas veces, me decidí.

Gracias por leerme y dejen reviews, por favor!

Y ahora que esta historia ha terminado, pasense por mis otros fics.