Summary: Después de una década el Lord Oscuro se levanta de nuevo y esta vez va a por Harry antes que Dumbledore. Creature!fic, CHAN, LV/HP

Warnings: AU, creature!Tom, Dark!Harry, Dumbledore!Bashing, CHAN (relaciones entre un mayor y un menor si no te gusta NO LEAS). Este es un fic a pedido, regalo para una querida amiga que cumple sus 24 años, Maharet3, feliz cumpleaños pervertida! XD

Disclaimer: Harry babea por Tom en segundo año, todos lo sabemos, pero si Harry Potter fuera mío, Harry hubiera seguido babeando el resto de los años. Todo de la multimillonaria J.K., esto es por fans, para fans.


El Lord Oscuro había sido derrotado según ellos. Había sido derrotado por un simple niño de un año de edad. Habían festejado su supuesta muerte por todo el país. Voldemort no tenía ninguna duda de quién había sido el que había desparramado las 'buenas noticias'.

Lo más vergonzoso de todo era que sus mismos seguidores habían creído las palabras de ese viejo loco. Loco pero peligroso.

Sin embargo todo cambiaba ahora. Lord Voldemort finalmente había recuperado sus poderes. Había pasado casi una década escondido en una cueva en Albania descansando, completamente incapaz de hacer algo respecto a su condición, respecto al mundo, a los rumores y falsas creencias.

Pero ahora... ahora finalmente había llegado el momento de volver a tomar el poder y terminar lo que había iniciado ese fatídico Halloween. Necesitaba alimentarse, y sabía exactamente quien le daría la sangre que necesitaba, la sangre que lo devolvería a su máximo esplendor: la sangre de Harry Potter.


Harry estaba sentado en el tejado del número 4 de Privet Drive. Normalmente algo así hubiera sido motivo de una buena paliza de parte de tío Vernon. Pero él no estaba, de hecho ninguno de sus familiares se encontraba en la casa, todos habían ido al cine a ver una nueva película que Dudley, su primo, quería ver.

Harry era pequeño para su edad, con 10 años apenas parecía de 8. Era delgado hasta un punto preocupante, aunque sus ropas enormes ocultaban lo peor. Su pelo negro azabache siempre se disparaba hacia todos lados, y cuando lo tenía sucio, parecía un niño de la calle. Su extraña apariencia la completaba sus anteojos de marco grande, pegados en muchos lados con cinta, ya que su primo se los rompía cada vez que le pegaba en el rostro.

El pequeño Harry odiaba su apariencia. Él creía que no tenía feos ojos, eran verde brillante, de un color único... aunque los ojos celestes como los de Dudley estaban mucho más de moda. Justamente acompañados de pelo rubio como él joven Dursley tenía... claro que normalmente las chicas los preferían con 50 kilos menos.

Pero la cosa favorita de Harry en todo su cuerpo, era la cicatriz en forma de rayo que tenía en su frente. Cuando la tocaba podía sentir un suave cosquilleo que lo hacía sentir extraño. Esa cicatriz era importante para él y sobre ella fue la primera pregunta que hizo. Sus tíos respondieron que la obtuvo en el accidente de auto en el que sus borrachos y buenos para nada padres habían muerto.

Lo cierto es que Harry no les creía. No sólo por ese extraño sentimiento que recorría su piel al tocarla, sino también porque a veces cuando dormía en su alacena, escuchaba una voz siseante en sus sueños y despertaba con un calor extraño en la frente, saliendo desde su cicatriz.

El pequeño adoraba mirar las estrellas, cosa que no podía hacer muy seguido. Normalmente cuando no tenía colegio, tenía que hacer los quehaceres de toda la casa y luego era encerrado en la alacena debajo de las escaleras hasta el día siguiente. Por ello, Harry estaba feliz de poder aprovechar la salida para observar la inmensidad sobre él.

Frunció el ceño al notar un extraño brillo en el cielo, como si por un momento algo invisible se hubiera vuelto visible, todo alrededor de la casa y luego hubiera desaparecido otra vez. Parpadeó mirando alrededor y le pareció ver una figura moviéndose alrededor de los árboles. Su primer instinto fue salir corriendo, pero notó que en cuanto había sido visto, el extraño se quedó quieto en el lugar, como si todo su objetivo hubiera sido llamar su atención.

El niño ladeó la cabeza y comenzó su camino hacia abajo del tejado, colgándose por el canalón vertical que desagotaba el agua que se acumulaba en el techo por las lluvias. Cuando llegó al piso se giró a mirar donde había estado la figura, comprobando que aún seguía allí. No estaba muy seguro de si debería esconderse dentro de la casa o acercarse. Después de todo, si era un ladrón, poco Harry podía hacer.

Dio unos pasos inseguros hacia el extraño y éste ladeó la cabeza observándole. Harry no podía hacer tal cosa ya que el extraño estaba todo vestido de negro, con una especie de capa con capucha. Se acercó estirando levemente la mano, como si con esa acción pudiera descubrir el rostro. Extrañamente, como si el otro pudiera escuchar sus pensamientos, dos manos blancas con largos dedos bajaron la capucha.

El pequeño soltó un sonido ahogado de sorpresa al ver la cabeza calva, el rostro serpentino y los ojos de un rojo sangre, con pupilas divididas, mirando directo hacia él. Sin embargo, pasado el shock inicial ante la extraña apariencia, Harry se acercó más aún.

Ambos estuvieron unos largos momentos observándose, como si temieran romper el encanto con palabras, había un extraño sentimiento en el aire y contrario a todas las enseñanzas que había recibido Harry, se animó a hacer una pregunta:

¿Eres un vampiro?

Las pupilas rasgadas se redujeron unos momentos ante la sorpresa. Harry desde luego había espiado algunas veces las películas de terror que tanto le gustaba mirar a su primo, las cuales exigía comer con palomitas de maíz, y el hombre frente a él tenía una extraña remembranza hacia Nosferatu.

El hombre hizo una mueca y con voz silbante respondió un suave "si" que fácilmente podía ser confundido con el susurro del viento. Cualquier niño normal debería haberse asustado ante tal respuesta, pero Harry no era normal. Era alguien que no tenía permitido jugar con otros niños, ni tener amigos, ni buenas notas, ni comer en la mesa o dormir en una cama... quizá por eso no sentía miedo alguno.

¿Estas hambriento?

La nueva pregunta no dejó de sorprender al extraño, quizá fue el tono utilizado, como si fuera a ofrecerle una taza de té si respondía positivamente. El vampiro ladeó la cabeza hacia un lado, observándole y finalmente asintió.

Harry sin dudarlo tiró de su remera hacia el costado y ladeó la cabeza dejando su cuello completamente expuesto, ofreciéndose sin reservas hacia el vampiro que acababa de conocer.

Sé que luzco demasiado flaco y frágil, pero no creo que haya nada malo en mi sangre... si... si quieres puedes alimentarte de mí –la voz del niño era aniñada pero seria en el asunto y Tom se preguntó si entendía lo que estaba ofreciendo.

¿Cómo sabes que no te mataré? –los ojos verdes ocultos por esas horribles gafas se giraron con sorpresa. Era la primera vez que escuchaba claramente la voz del vampiro y se sorprendió por lo sedosa y atractiva que sonaba.

No lo sé... pero no es como si tuviera mucho por lo qué vivir... –el otro frunció el ceño, o eso le pareció a Harry, no teniendo realmente cabello en las cejas hacía un poco complicado el leer las expresiones.

¿Qué haría el mundo sin su glorioso héroe? –preguntó con sorna, pero la confusión en el otro era genuina, el niño no sabía de su supuesto estatus–. Así que no sabes nada de ello... ¿hm? Al menos sabes que eres... ¿verdad?

¿Qué soy? –el niño parpadeó–. No puedo ser un vampiro, puedo caminar bajo el sol, no tengo colmillos y... –al notar el rostro con el que le miraba el de ojos rojos se dio cuenta de que estaba haciendo una conclusión muy errónea y se sonrojó un poco–. Tío Vernon siempre dice que soy una abominación...

Tom chasqueó la lengua al escucharlo, el niño no tenía ni idea, igual que él no había tenido cuando era sólo un niño. Y todo era culpa de ese viejo despreciable. Los ojos rojos recorrieron el cuello descubierto y su lengua lamió los labios en evidente deseo de beber.

Harry ladeó la cabeza y se acercó un poco– ¿No puedes entrar? –de nuevo la sorpresa llenó al Lord Oscuro, el niño era astuto pero lo escondía detrás de su conducta callada y tímida. Claro que probablemente el niño pensaba que era por ese ridículo mito que tenían los muggles sobre los vampiros.

Hay una barrera alrededor de la casa... si vienes hasta mí podré tocarte... –estiró la mano hacia el niño y éste tras un breve momento de duda se acercó depositando con suavidad su pequeña manita en la pálida y grande.

Apenas las manos se tocaron Harry fue arrancado brutalmente de su lugar y lanzado contra un áspero tronco de un árbol en el jardín de su vecino. Cuando abrió los ojos que había cerrado por el golpe sólo tuvo la visión fugaz de unos ojos rojos antes de que sintiera un dolor agudo en su cuello, donde dos colmillos habían desgarrado su piel.

El sonido de dolor que surgió de su garganta se convirtió en un extraño sonido de sorpresa al sentir una mano desgarrando su andrajosa remera y comenzando a acariciar su piel mientras una extraña sensación llenaba su cuerpo, producto de la mordida.

Harry sentía como el dolor y el placer se entremezclaban en su cuello, haciendo que su visión se volviera difusa y luces de colores bailaran delante de sus ojos. Vagamente registró que estaba jadeando como si hubiera corrido kilómetros, y un sonido suave, como una especie de ronroneo salía de algún punto cerca de su oreja, donde estaba bebiendo el vampiro.

Lo que sí registraba era la mano en su pecho trazando eróticos dibujos en su piel y la manera en que su cuerpo se arqueaba para intentar que le tocase más. Con un gruñido suave el mayor se pegó más contra él, apretando su espalda contra la rugosa superficie del árbol y Harry soltó un sonido indigno al sentir que al mismo tiempo los colmillos iban más profundo, dolorosa y placenteramente.

No estuvo seguro de cuando, pero en algún punto se perdió en las delirantes sensaciones y comenzó a restregarse desesperadamente contra el vampiro, el cual hacía unos suaves sonidos de complacencia sin dejar de beber.

De pronto el pequeño lo supo. Iba a morir. Podía sentirlo, estaba cerca de su final... Y realmente no podía importarle menos. Por primera vez en su vida estaba siendo abrazado y besado, en una extraña y oscura manera, llena de posesividad y deseo. Pero en esos momentos, para alguien en el mundo, Harry era todo lo que existía... ambos estaban compartiendo un enorme placer, conectados de una manera increíble... no podía haber una mejor forma de morir que esta.

Entonces sintió su mundo estallar y dejó escapar un grito mientras sentía todo volverse negro... los ruidos silenciarse, las luces apagarse... y sólo el abrazo de la muerte continuaba, mientras se sentía caer en sus seguros y reconfortantes brazos.

FIN

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Ok ok... no es el fin XD Dejen de mandar bociferadores... Esto iba a ser un one-shot pero yo estaba de vacaciones y como tan buena amiga que soy, me olvidé del cumpleaños de Maharet y hasta que ella no me lo recordó sutilmente ayer (el viejo truco para que te regalen fics) no había escrito nada, así que se volvió historia de caps y sólo tengo algunos. Me cuesta mucho eso de escribir one-shot cortos con contenido y no sean PWP. Para los que esperan actuas... verán que estoy viva y recién volví de vacaciones (si, por eso no hubo actuas últimamente).