Disclaimer. Los personajes son de Rumiko, sí, ¡entiendanló! (se ven millones de papeles pegados a la pared, con el nombre de Rumiko).

Especiαl. Fran este es tú regalo. Y lo seguirá siendo, te amo loquilla. (L

Mrs. Pαrαnoiα; Touch

Me sentía mareada. Era demasiado. Suponía que aquello era un sueño, un agradable sueño.

Volteé la vista y lo observé, concentrado en algo con sus cejas fruncidas y su boca en un gesto de disgusto. ¿Por qué estaba así? ¿Era por la pasada noche?

—InuYasha— susurré con cautela, tenía miedo de que ya se estuviera enfadando—¿te encuentras bien?—

Bufó. Sabía que estaba enojado, pero aún así se veía muy dulce. «Demonios»

—No— contestó, haciendo que me sobresaltara y que mi corazón latiera como un redoble de tambores. Fruncí el ceño.

—¿Por qué?— añadí.

Se acercó a mí, mientras que sus garras dibujaban una línea por mi brazo, hasta mi cuello. Me estremecí, sin embargo él siguió con su juego y dejó un beso en mi cachete, el cuál—al instante— se había puesto rojo.

—Necesito tocarte Kagome— gruñó, y yo solo sonreí. No era él único que lo necesitaba. Quería sentirlo, y creo que con la poca paciencia de InuYasha, eso pasaría en, cinco segundos.

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Ahora jadeaba por falta de aire, sus labios soltaron los míos de forma brusca y se pasearon por todo mi cuerpo desnudo. Sus manos hacían magnificas obras, percibía que dejaba sus marcas. Era como estar en el infierno, quemándome bajo las garras del mejor demonio. Enrollé mis piernas en su cintura y jalé su cabello para que volviera a besarme. Rió por ese gesto tan infantil, pero es que era una droga, algo indispensable con lo que vivir. Algo que se me antojaba todo el tiempo.

—¿Sabés una cosa?—

Lo miré a los ojos, y miré ese brillo lujurioso en ellos. Y para colmo, bajo la noche, con luna llena. Era la persona —o medio demonio— más atractivo que conocí en mi vida. Y no podía reprimir más mis deseos de tenerlo, aunque fuese solo por otra noche más.

—¿Qué?— reprimí otro gemido, debido a la caricia en mi entrepierna.

InuYasha me mordió el labio inferior y gruñó una sarta de cosas que no entendí, estaba muy sumisa en aquel placer.

—Me encanta tocarte—

Y fue la gota que derramó el vaso.

N/A. Ya lo había subido, Iknow, pero como me agarró el ataque de "delete-history" fué uno de los tantos que salvé, y aquí lo subo. Again (:

Fin de transmisión. (: