Summary:
«Sasuke despierta en una extraña habitación sin recordar qué sucedió ni cómo llegó ahí, hasta que aparece Hinata Hyūga y le explica que ambos se van a casar; sin embargo, ella miente sólo para salvar a Naruto de una gran verdad… y tratando de que el Uchiha, de ella, se pueda enamorar»
Sé que debería estar escribiendo las continuaciones de mis otras historias, lo sé. Soy lenta y vaga. Pero desde hace tiempo que quería ponerme a editar ésta y las otras historias que tengo; pero siempre me quedaba sin hacer nada de nada; pero ahora, he decidido darles una editada para que estén más presentables y se puedan entender más.
Disclaimer:
"Los personajes de Naruto, así como su mundo, son propiedad de Masashi Kishimoto; yo sólo los tomé prestados para hacer este fanfic"
Título: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eterno Resplandor)
Autora: Antifashion19
Género: Drama | Romance | Humor (leve)
Personaje(s) principal(es): Hinata H. | Sasuke U.
Advertencias: Sasuke x Hinata. Naruto x Sakura. Narutoverse. Posible OoC. Palabras soeces.
Sobre aviso no hay engaño.
Si eres anti de esta pareja, no leas y ya; pero si eres un lector de gustos variados, y sólo te importa el contenido de la historia… ¡Bienvenido seas!
Créditos: La imagen que he usado para la portada me pertenece, y la pueden encontrar en mi DeviantART.
Dedicatoria: Para TODOS los que leían esta historia y esperaron tanto tiempo a que la continuara, y para mi amada Akai Yume (mi Sombrillita).
Edición: Jueves 27 de Abril de 2017 (sí, así de difícil fue editar).
Seguirá siendo narrado en segunda persona.
Aclaraciones sobre la historia:
La idea de esta historia surgió del capítulo de un fanfic que leí hace tiempo en Foros Dz, en donde Sakura es la protagonista. No recuerdo quién es el autor o autora, ni mucho menos el nombre de esa historia; sólo sé que la leí por accidente y me gustó lo que sucedió en uno de los capítulos.
Sin embargo, no puedo revelar (por ahora) de qué trataba, porque si no, sabrán de qué va mi fanfic y el misterio se perdería.
Cada capítulo será narrado en segunda persona; aquí juego a ser la mente de ambos personajes, así que no se sorprendan por las cosas raras que digo. Me parece que eso es todo… espero que aún les siga gustando.
Capítulo I. Despertar
"El amor siempre duerme en ti, sólo él decide cuando despertar"
Walter Scott
Entreabres los ojos, muy despacio, pero te pesan demasiado para mantenerlos así por más tiempo; suspiras profundamente antes de cerrarlos de nuevo. Es entonces cuando escuchas el canto de los pájaros, el sonido del viento al pasar por las hojas de los árboles y también, unos pequeños pasos que parecen aproximarse… vuelves a abrir tus ojos -esta vez- por completo, y después los detienes por un momento clavados en el techo. Tratas de girar un poco tu cabeza, sin embargo, un dolor punzante no te permite hacerlo rápidamente; aun así, logras ver que estás en una habitación de color blanco, tan blanco que te da asco. Cierras y abres los ojos una vez más…
Está bien, la habitación sigue siendo la misma, y tu preocupación aumenta cuando te das cuenta que esa no es tu habitación. "¿Un hospital?", te preguntas, aun sabiendo cuan estúpida suena esa pregunta; "Podría ser… pero, ¿por qué estoy en un maldito hospital?", vuelves a cuestionarte.
De pronto la puerta de la habitación se abre, y tras algunos segundos, entra una extraña chica que parece tener más o menos tu edad; la escaneas detenidamente y notas su piel blanca como la nieve, su cabello negro con toques azules y esos ojos color blanco malva que te miran completamente sorprendidos…
—Ya has des-despertado —te dice mientras se acerca lentamente a ti.
Pero a pesar de que se ve tan débil, te alertas porque la reconoces como un miembro del Clan Hyūga, y sabes de lo que son capaces… como si de una película de terror se tratase.
—Tranquilízate, Sasuke-kun —suelta ella cuando repara en tu actitud—. Mi no-nombre es Hinata, y estás en mi casa…
—¡Maldita, me has secuestrado! —gritas hecho una furia—. ¡Déjame salir de aquí…!
Tratas de levantarte rápidamente, pero por la debilidad de tus piernas vas a dar al piso; aprietas tus puños mientras la miras enfurecido…
—¡¿Qué rayos me hiciste?! —preguntas completamente alterado.
—Nada —responde ella, intentando ayudarte; pero tú sólo te deshaces de su agarre—. Tuviste un accidente hace dos meses… y quedaste en coma.
Enarcas una ceja a la vez que logras reincorporarte para volver a la cama, no sabes si creerle o no; aun así, pareces meditar un poco la situación.
—¡¿Y por qué no me llevaron a mi casa?! —le cuestionas.
Sin embargo, la joven hace una larga pausa, como dudando en responderte o no; y después, notas como se pierde mirando a la nada.
—Soy… tu prometida —te dice de repente, completamente tranquila mientras se encoge de hombros—, y vivimos juntos.
Luego notas que sus mejillas se sonrojan poco a poco, y que también se muerde el labio inferior; mientras tú sólo te repites en tu mente, una y otra vez, lo que la Hyūga te acaba de decir, tratando de comprender sus palabras, como si éstas no fueran muy claras. Sí, sé que debes estar más que asustado, lo entiendo muy bien, porque de repente despiertas de un coma y resulta que estás comprometido; pero tranquilo, respira hondo y pregúntale sobre el anillo de compromiso… porque todos los "prometidos" juran amor con estos objetos, ¿no es así?
—Si eres mi prometida, ¿dónde está tu anillo de compromiso? —preguntas arrogantemente, para que ella no se dé cuenta que tu voz está temblándote.
Sabes que todo eso se trata de una mentira que quizás la Hyūga no podrá sostener, porque notas que su cuerpo tiembla una y otra vez.
—Aquí está —responde rápidamente, sacando una especie de cadena que mantenía oculta bajo su gran chamarra, para después agregar—: el tuyo se encuentra en tu mano izquierda.
—A mí no me haces idiota, ese anillo no podría estar en mi ma… —empero no logras acabar la oración cuando ves dicho objeto en tu dedo anular.
Ahora sí, creo que es el momento adecuado para comenzar a hiperventilar… pero espera, eres un Uchiha, y tú puedes ver más allá; ¡concéntrate e intimídala! Tal vez la puedas asustar, porque de seguro es otra de tus locas fans que sólo quiere rogarte para que con ella restablezcas tu clan.
—Mira Hyūga, más vale que me digas la verdad… —le amenazas tratando de que tu voz, una vez más, no te fuera a temblar—, no creas que por ser mujer no te podré sacar toda la información.
Y la Hyūga, que ya tenía un pie fuera de la habitación, gira su cabeza rápidamente como si fuese una contorsionista. Oh sí, estaba molesta, y tú al parecer no conocías o habías olvidado cómo se pone Hinata cuando se molesta; porque si ella fuera la chica pacífica que todos esperan, tú no estarías postrado en esa cama sin recordar absolutamente nada. Sasuke Uchiha, es mejor que empieces a rezar…
—¡¿Qué has dicho, Uchiha?! —te reclama ella, apretando sus puños—. ¿Tú, tocarme a mí?
Y se acerca a ti, retadoramente; mientras tú mantienes tu palabra y la miras seriamente… te juro que podía ver como varias chispas saltaban de esas miradas de muerte.
—Auch, auch —te quejas a la vez que sostienes tu cabeza.
—Ja, te gané —dice ella y ves que ríe triunfal, sin importarle que tú te sientas mal—. Toma sólo dos tabletas…
Y te da un frasco con pastillas que de su chamarra sacó, sin siquiera tener la consideración de explicarte para qué demonios son; entonces sujetas aquel frasco, y lo agitas para después mirarla totalmente desconfiado.
—¿Cómo sé que no es una maldita droga que usarás para violarme? —preguntas, entrecerrando los ojos.
—Como si estuvieras muy bueno, Uchiha —responde.
—Aun así, eres mi prometida, ¿no? —le replicas triunfalmente.
—Tú fuiste quien me lo pidió… incluso rogaste para que aceptara —dice Hinata y ensancha su sonrisa, mientras tú sólo el ceño arrugas.
Ya lo decía aquel viejo dicho: "el que ríe al último… ríe mejor"; y Hinata Hyūga sí que estaba riendo.
—Voy a la cocina a prepararte algo de comer —te explica antes de cerrar la puerta.
Y tú te quedas ahí, frunciendo el ceño y lanzando una mirada de furia hacia la puerta, mientras rechinas los dientes antes de tragarte las dos pastillas que ella te indicó de un solo golpe; claro, estás enojado porque Hinata te había dejado en ridículo, pero lo bueno de la situación, es que no había nadie que se riera de ti. Aunque eso te hizo cuestionarte si acaso la Hyūga te trata todos los días así… ¿qué dirán todos? ¿qué ahora eres un mandilón?
Te levantas poco a poco, recargándote de cualquier mueble que estuviera a tu alcance, y a la puerta logrando acercarte; la abres y sales de esa habitación. De pronto, el olor a comida te llega a la nariz, guiándote por el camino indicado hasta llegar a unas escalares que comienzas a bajar lentamente; y al seguir avanzando, notas que el aroma se intensifica más y más… asomas tu cabeza por una puerta, y ves la silueta de la Hyūga en la cocina, tan concentrada en su labor que ni siquiera tu presencia notó.
¡No, Sasuke! No lo hagas… ¿Lo harás? ¿Te vengarás de ella y la asustarás?
Entonces, después de que esa idea pasa por tu mente, dibujas una sonrisa maliciosa en tu rostro mientras entras sigilosamente, acercándote a ella por la espalda; y cuando estás a unos escasos pasos, levantas tus brazos…
—Buenos días… —escuchas una voz masculina que, por desgracia, te es familiar—, futuros esposos.
Ves al hombre de cabellos plateados y mirada desinteresada que, de pronto, entra a la casa por una de las ventanas; e inmediatamente bajas tus manos para que él no se dé cuenta de lo que pretendías hacer…
—¿Y tú, Sasuke… por qué tenías los brazos abiertos? —pregunta aquel hombre.
—Nada que te importe, Kakashi —siseas con desprecio al verte descubierto.
¡Espera un segundo…! ¿"Futuros esposos"? Oh sí, Kakashi te lo estaba confirmando, que tú y la Hyūga sí están comprometidos.
—Pero Sasuke, no deberías estar levantado… tienes que descansar —te aconseja Kakashi Hatake, como si fuera tu papá.
—Piérdete —le respondes y te alejas de inmediato para no oírlo más.
Y mientras lo haces, miras de reojo como Kakashi se rasca la cabeza para después acercarse a la Hyūga que no deja de verle con un gesto suplicante; si tan sólo no te hubieses apartado, podrías haber escuchado de lo que ellos estaban a punto de hablar…
. . .
—Hinata —te llama Kakashi-sensei mientras se acerca a ti, hablando muy bajo para que sólo tú lo pudieras escuchar—, aquí está la lista que me pediste, sobre los gustos de tu novio —y ante la mención de esa última palabra, sientes como se te retuerce el estómago.
—Gracias, Kakashi-sensei —dices e inmediatamente te inclinas en señal de agradecimiento, tratando de no llorar.
—Lo siento, Hinata —agrega aquel hombre al ver la expresión en tu rostro—. No sé por qué, pero así lo decidiste… ahora no puedo hacer nada.
Y tras decir esto, tú y él giran su vista hacia el Uchiha, quien ahora se encontraba revisando cada rincón de la casa, como buscando cualquier insignificante cosa que criticar.
—A menos que vuelva a quedar en coma… —expresa, y al escuchar esa oración, te golpeas la cabeza con tu mano derecha.
—Lo sé, este es mi camino ninja —hablas decidida, repitiendo las palabras de aquel joven que hace tiempo robó tu corazón—. Y haré todo lo que esté en mis manos para que…
—Oye, tú, prometida… —te interrumpe el Uchiha—, tengo hambre.
Kakashi lo mira y luego te regresa a ver, esperando ver cómo vas a proceder…
—Valor Hinata, valor. Sé que podrás con esto —dice, suspirando, para tratar de tranquilizarte—. Por cierto, "él" me pidió que le entregara esto a Sasuke, ¿lo crees conveniente?
Te muestra un pequeño sobre blanco que, por curiosidad, no tardas en abrir; y sientes que cualquier expresión que tenías en tu rostro, cambia por una de tristeza y que también, tus ojos poco a poco se llenan de lágrimas.
—Yo haré lo que sea conveniente, Kakashi-sensei —declaras y, de inmediato, te inclinas levemente para luego agregar—: Y gracias por su ayuda.
Sin embargo, adviertes que aquel hombre te mira fijamente, esperando verte vacilar; y tras algunos segundos, tú retiras la mirada, esperando que no notara que comenzaste a temblar.
—Nos vemos entonces. Ah, y Sasuke… cuida a tu prometida, ella es alguien noble —y desaparece tras una cortina de humo.
—Oye, ¿te vas a quedar contemplando el humo o vas a servirme de comer? —te pregunta el Uchiha, divertido, para provocarte.
Entonces suspiras profundamente, encaminándote a la cocina; y al comprobar que Sasuke no te tuviera la mirada encima, sacas la hoja del sobre que Kakashi te entregó, y en ella puedes leer…
Estás cordialmente invitado a nuestra boda:
Naruto Uzumaki y Sakura Haruno
Y con el fuego de la estufa quemas rápidamente esa invitación, tratando también, de borrar aquellas dolorosas palabras de tu mente. Y sin embargo, no puedes evitar que unas lágrimas salgan de tus ojos, pero inmediatamente con el dorso de la mano borras aquel rastro de tristeza de tu rostro; porque después de todo, ya lo habías decidido antes de que Sasuke despertara…
—Haré todo… —declaras mientras avanzas, observando fijamente al Uchiha—, para que seas feliz.
Continuará…
Notas de la autora:
Sé que desde hace varios años debía editar y continuar "Eterno Resplandor", pero por "x" cosas y situaciones no lo hice, y por eso ahora que estoy retomando la historia, me cuesta más trabajo editarla; a pesar de que su escritura es simple, pero por ese mismo simplismo, he tardado en editar.
Aun así, me esforzaré por publicarla con más rapidez (aunque todavía no resuelvo lo del capítulo seis, que se perdió para siempre y no lo recuerdo), ya que en realidad será muy corta (a comparación de las otras que tengo), dieciocho capítulos o puede que veinte.
En fin, espero que les guste nuevamente. Y recuerden: quejas, sugerencias, comentarios, patadas voladoras estilo Chuck Norris, etc., aquí abajo. Gracias por leer.
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Antifashion19©
No permito que nadie tome mis fanfics sin mi autorización, y mucho menos que lo publiquen en esta o en cualquier otra página diciendo que él/ella son los autores de dicha historia.
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