Siento mucho no haber actualizado hasta ahora pero he estado muy liada. Espero que os guste este capítulo:

Han pasado 7 meses desde año nuevo y se encontraban a principios de Junio lo que era una mala noticia ya que se acercaba el cumpleaños de Kanda. La mayoría pensaba que él había cambiado ya que se le veía más "cariñoso" pero solo con Alice y Yuki.

Alice había dejado un momento a Yuki con Yu mientras este entrenaba y ella se iba por el biberón.

-Yu, cuida de Yuki-chan un momento ahora vuelvo.

Aunque Alice había tardado solo 5 minutos en volver, Kanda estaba tan metido en su entrenamiento que ni se fijo que la niña había desaparecido.

-¡Yu Kanda se puede saber donde esta Yuki!- grita Alice enfadada.- No se supone que debías vigilarla.- ¿Cómo has podido perder a tu hija?, eso es muy irresponsable por tu parte.- Hay que buscarla, se puede hacer daño.

-Lo siento.

-Yuki, ¿Dónde estás?

Mientras tanto Yuki se encontraba con Heblaska y esta le entregaba su inocencia que era una pequeña espada de color rojo llamada Mingatta. Yuki nada más tocar la inocencia creció de forma repentina hasta la edad de unos 5 años aproximadamente. Al ocurrir esa "evolución" todas las inocencias reaccionaron lo que izo que los exorcistas se alarmaran penando que el Conde había encontrado el corazón y por eso todas las inocencias estaban temblando.

-Inocencia actívate… canto celestial.- Komui, algo está pasando con la inocencia, esta como temblando, ve a ver inmediatamente a Heblaska, yo voy de camino.- dice Alice.

La primera en llegar fue Alice quien fue la que encontró a la ya crecida Yuki sonriéndole como si nada. Alice incapaz de decir nada (eso es muy raro en ella ya que no se calla ni debajo del agua) solo se quedó mirándola un rato hasta que fue Heblaska la primera en hablar.

-Alice-san, no te asustes, ella es Yuki.- Le di su inocencia y esta hizo que creciera.- dijo Heblaska.

-Que no me asuste, ¿Qué intentas decirme?- ¡Que deje a mi hija convertirse en exorcista desde tan pequeña y que tenga que vivir día a día teniendo que matar!- dice mientras llora.- ¿Qué clase se madre seria si dejara que mi hija arriesgara su vida solo para vencer al Conde del Milenio?

-Tranquilízate Alice, estas asustando a Yuki.- dice Komui mientras se iba acercando a ella.- Yo le he dicho a Heblaska que le de las espada a Yuki, pensaba que algo como esto podría suceder pero no te lo dije para que no te enfadaras.

-¿Y cómo crees que estoy ahora?

-De momento deja que Kanda la entrene, no tendrá que salir en misiones de momento y si sale ira contigo o con él.

-¡Que!, ¿él también lo sabía?, se va a enterar cuando le pille.

-Ocasa.- se escucha la fuerte voz de la niña.- ¿Vas a pegar a otosan?-Quiero ver a mi otosan.- dice alegre la niña.

-Vale.- le responde la madre con una sonrisa en los labios.

Alice coge en brazos a la niña y se va un poco enfadada pero siguió sonriendo hasta llegar donde estaba Kanda, luego le echó una mirada asesina sin que Yuki lo notara, y paso de largo yéndose a donde se encontraban las chicas.

-¿¡Alice, que ha pasado!- ¿Cómo es que Yuki ha crecido tan rápido?- pregunta Miranda.

-Es culpa de su inocencia, nada más tocarla hizo que creciera.- explica Alice.- Bueno chicas dejando eso de lado, vámonos de compras, Yuki no tiene nada que ponerse y lo apuntaremos todo en la cuenta de Komui.

-Alice, no creo que mi hermano este de acuerdo con eso.- dice Lenalee.

-Tranquila Lenalee, Komui no tiene nada que objetar.

-Va-vale.

-¡De acuerdo!- gritan todas incluida Yuki.

-Ah, que mona y suave eres.- dice Lenalee mientras se frota con su mejilla.

-Si…- dice Alice con una gota en la cabeza.

Se pasearon por todo el pueblo de tienda en tienda y al final de la tarde se pararon a descansar y tomar algo.

-Yuki, ¿te gusta lo que te ha comprado la tía Lena?

-Si.

-Hemos comprado mucho, espero que Yu no se enfade, ya sabéis como es él dirá que no necesitamos tantas cosas y luego se ira de la habitación enfadado.- dice Alice.

-Si es típico de él.- afirma Lenalee.

En la noche.

Todos estaban ya durmiendo excepto la rama científica que todavía tenía trabajo. Lenalee se había escabullido de du habitación para dormir con Allen, Lavi soñaba con pandas, Yuki estaba durmiendo junto a un gran osito en su habitación, Kanda incluso durmiendo soñaba con el entrenamiento y a Alice la había invadido una de las más horribles pesadillas:

Se encontraba ella sola en toda la orden corriendo de un lado para otro en busca de alguien para no sentirse sola pero no había nadie, la orden estaba vacía. Alice gritaba y suplicaba que alguien viniera a salvarla de su oscuridad pero nadie apareció, entonces se quedó acurrucada en una esquina llorando hasta que alguien respondió a sus llamadas, era el Conde del milenio, parecía mucho más amable y ya no tenía esa sed de sangre en sus ojos. Él le extendió una mano y Alice la aceptó llevándola a ver horribles escenas de toda la gente de la orden asesinada por una chica que resultaba ser ella. Acto después de presenciar aquellas horribles escenas se despertó asustada. Se levanto de la cama y salió a dar un paseo para ver si se podía calmar. Pasó por la cafetería y vio a Allen tomando un aperitivo a media noche, pero, no se acercó a saludarle. Mientras subía las frías escaleras iba recordando el momento en el que se convirtió en noé suplicando desde el fondo de su corazón que eso no volviese a pasar.

Al día siguiente Kanda se despertó y vio que Alice no estaba, pensó que ella se había ido a dormir con Yuki, pero, en su habitación no estaba. Se vistió y fue a la cafetería por si había ido a desayunar pero tampoco estaba allí, Kanda se empezó a preocupar un poco vale que Alice tuviera ya 19 años y podía cuidarse sola, pero, desaparecer así como así no era propio de ella.

Nadie sabía dónde estaba, pero, había una personita en particular que intuía su localización, pero al ser la más pequeña nadie se lo preguntó. (¿Por qué los mayores piensan que siempre tienen razón y nunca se molestan con contar con los más pequeños?)

Yuki se había despertado con todo el ruido que había, y, se dirigió hacia donde se encontraba su madre. Ella no se guiaba solo se dejaba llevar ya que no conocía mucho el lugar, hasta que llegó a unas escaleras que llevaban hacia una torre. Las subió deprisa para ver lo que había en la cima y se encontró con su madre que se había quedado dormida allí.

-Mamá.

-Oh… Yuki ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar durmiendo?

-Ya es de día, y tengo hambre.- Papá te estaba buscando.

Alice cogió en brazos a su hija y se fueron las dos a cambiarse ya que todavía seguían en pijama. Mientras desayunaba con los demás se dio cuenta que Kanda no estaba, luego Lenalee le explicó que su hermano le mandó a recoger a una nueva exorcista y que regresaría pronto.

Mientras tanto….

-Hola, ¿eres tú el exorcista que viene a buscarme?

-Si, soy Yu Kanda.

-Yo soy Amanda Vatker, mucho gusto.- ¿Puedo llamarte Yu?

-No.- Vamos.

-Vale."Que guapo es, espero que no tenga novia".-Pensó ella.

-"Que plasta fue Komui, mira que enviarme a hacer esta tontería".- Pensó Kanda.

Al llegar no tuvieron ningún problema para entrar ya que la puerta los dejó pasar. Algunos exorcistas se reunieron en la entrada para saludarla mientras que Kanda se fue a desayunar ya que no le dejaron antes.

Intermedio

Edades:

Allen: 17.

Alice: 19.

Lenalee: 18.

Lavi: 19

Kanda: 19 casi 20(faltan algunos días)

Miranda: 24

Krory: 23.

Komui: 29.

Timothy: 11.

Yuki: 5

Ficha exorcista

Nombre: Amanda Vatker.

Edad: 18

Inocencia: Sahow.

Tipo: equipo.

Sincronización: 80%

Fin del intermedio

-Hola, soy Amanda Vatker.

-Yo soy Allen Walker.

-Hola, soy Lenalee Lee y ella es Yuki Kanda.

-Yo soy Alice Walker.

-Yo soy Miranda Lotto.

-Yo, Arystar Krory.

-Strike!- Yo soy Lavi encantado preciosa.

-Yo no tengo nombre puedes llamarme Bookman.

-"Allen y Alice Walker podrían ser hermanos, pero no se parecen en nada, quizá estén casados".- "Yuki Kanda, no será la hija de Kanda, o puede ser que es su hermana. Tengo que averiguarlo".- pensó Amanda.

-Que niña más linda ¿Quién es el padre?

-Yu Kanda.- Responde la niña.

-A, entonces tú debes ser la madre.

-No, yo soy su tía quiero decir, como aquí somos como una gran familia.- Bienvenida a la familia.- Soy la hermana del supervisor Komui Lee te acompañaré hacia donde se encuentra su despacho.

-Gracia Lenalee.

-Nos vemos después Kanda.- grita ella.

Alice observa con recelo a la recién llegada, ya que a pesar de estar a punto de casarse con Kanda sentía que podría perderlo frente a una chica más joven.

-¿Te pasa algo, Alice?- pregunta Miranda.

-No, es solo que la nueva es muy cariñosa con Yu.

-Ah, Alice esta celosa.- grita Lavi.

-No es verdad.

-Mamá, ¿Qué son los celos?- pregunta Yuki.

-Es cuando te sientes insegura de algo.- responde la madre.

-¿Y tu es estas insegura?- Papá nunca haría nada malo.

-Si, lo sé.- Lo que me preocupa es la chica nueva.- Yuki, tú podrías vigilarla de vez en cuando.

-De acuerdo mamá, si eso te hace sentir menos insegura.

-Alice, no creo que sea bueno meter a la niña en esto.- dice Allen preocupado.- Kanda no es de esos que se enamoran fácilmente. – Yo al principio pensaba que no tenía corazón y que era más frio que el hielo, pero, resulta que no es así.

-Allen, no te metas o le diré a Komui lo de Lenalee.

-Eso no es justo, me estás haciendo chantaje.

-Tranquilo Allen ya lo sabe todo el mundo, que tal si vamos a entrenar un rato.- le tranquiliza Lavi.

-Vale.

Todos se fueron a la sala de entrenamiento a mejorar sus técnicas porque una cosa era depender siempre de la inocencia y otra defenderse cuerpo a cuerpo. Como siempre Kanda iba ganado, había derrotado ya a casi todos solo quedaban algunos entre ellos estaba Alice.

-¿Que pasa, porque soy una chica no vas a pegarme?- preguntó ella.

-Si.

Alice corrió hacia él y le pegó un puñetazo, pero, era demasiado débil así que Kanda puso pararlo con el menor esfuerzo.

-Así pretendes ganarme, general Walker.- Tienes menos fuerza que el moyashi.- se burló Kanda de ella.

-A si, puede que mis ataques sean débiles sin la inocencia, pero, aparte de que puedo luchar durante horas sin cansarme nadie ha logrado tocarme en una pelea.

-Animo mamá, animo papá.- gritó Yuki.

Siguieron así una media hora hasta que Alice tropezó y se cayeron los dos al suelo, el duelo había quedado en empate.

En el próximo capítulo: El cumpleaños desastroso de Kanda.