CAP 11

Un aura densa acompañaba la atmósfera, las miradas a las personas contrarias eran intensas… cargadas de odio y deseo de matar, el movimiento era mínimo; una ráfaga de viento y hojas acompañaba la escena volviéndola más dramática, la tensión se incremento, haciendo que un sudor frió saliera de los futuros combatientes hasta que una voz interrumpió esto.

-Esperen antes de continuar la batalla tengo que preguntarle algo al emo-uke.-Era Airase quien arruinaba el momento.

-¡Que No soy emo!-Gritaba enfadado el azabache ante la declaración del otro.

-¿Y qué hay de uke?-Pregunto burlón.

-Tampoco yo soy ¡SEME!-Grito con fuerza el Uchiha para luego taparse la boca al darse cuenta de lo que había dicho.

Todos los integrantes del equipo tormenta azulada de vapor tortuoso y con tentáculos electrificadamente bestiales comenzaron a reír como locos en especial el jefe quien casi caía al suelo de la risa, siguiéndole los pasos estaba Suigetsu quien también estaba a centímetros del piso.

Mientras cierto pelinaranja estaba pensando esto

``-¡Oh! Siiiiii jejeje se mi seme una cara pervertida y chorreando sangre.

-No, Sasuke será mi uke muahaha.-Era su otra personalidad quien hablaba.

-Noo yo quiero ser su uke y que me haga esto y aquello y esto otro.-Su cara se tiño de rojo al pensar en eso.

-No, yo le haré esto y aquello y eso otro y más de eso jejeje su traser* será mío muahaha.-Un rostro de viejito verde apareció en el.

-Pervertidos, yo prefiero matar.-Era la personalidad más conocida de este quien hablaba la cual los miraba con cara de incredulidad y un tic en el ojo.´´ y la discusión seguía su curso mientras el pelirrojo seguía haciendo caras cada vez más raras y jocosas.

Una pelirroja miraba con cara de no comprender la situación a los otros e hizo una pregunta.

-¿Qué es ser seme?

-Jajaja.-Era Suigetsu quien no dejaba de reír.-Significa que Sasuke se lo met* a Naruto que diga a un hombre jajaja.-Dijo entre risas.

-¡¿El qué? ¡Están locos! Este fic es Sasukarin, no Sasunaru ni… aunque Narusasu quizás… me gusta ver a Sasuke de uke, se taaan lindo y comible.-Hablo con los ojos brillosos y las manos juntas, el azabache al oír esto le recorrió un escalofrió por toda la espalda.

-¡Pero qué digo! Este fic es solo Sasukarin.-Decía victoriosa poniendo las manos en la cintura.

-No sabías que era seme, pero si sabes que es un uke, el Sasunaru y Narusasu, estas loca.-Decía Suigetsu incrédulo.

-Pues…si jejeje.-Contestaba nerviosa la chica.

-¡Esperen! Mi Sasuke no es seme.-Hablo haciendo énfasis en el mi.-Y se los demostrare.

La chica pelirroja avanzó hacia él azabache con un aire de nerviosismo, este solo miraba como se aproximaba a él y pensaba de qué forma comprobaría lo que dijo. Ya la chica de los lentes estaba frente al Uchiha con un leve sonrojo en sus mejillas. En un rápido movimiento la chica tomo en sus manos la cara del muchacho y aproximó su rostro al de el uniendo sus labios en un profundo beso; al principio el Uchiha estaba asombrado por la acción y no correspondía al beso, pero poco a poco sin saber la razón exacta, sus labios fueron cediendo dejando entrar la lengua de esta y hasta correspondiéndolo, la pelirroja estaba extasiada con ese beso, el cual era la excusa perfecta para demostrar que no era seme, aunque más que eso era su primer beso con el azabache volviéndolo celestial y como quien dice probando la cereza del pastel que pronto se encargaría de comer por completo. Sus labios se fueron separando lentamente, la mirada de Karin estaba perdida, aun sin creer lo que había hecho hace momentos y su cara estaba teñida de un bello color carmín, mientras que en Sasuke había un pequeño sonrojo casi imperceptible, entretanto pensaba cual era el motivo de no haberse separado de ella antes.

-Baka ¿Por qué lo hiciste?-Le dijo en un susurro el Uchiha.

-Porque te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré.-Le respondió en un susurro dulce y seguro.

Los presentes se quedaron atónitos viendo aquel beso, el cual no se esperaban.

-¡Ven que no es seme! putos pendejos, Sasuke es MIÓ y amm etto.-Comenzaba a decir sonrojándose-¡Ahhhhh eso fue genial! ¡Kyaaaa! Estuvo mejor que el semen de ángeles esto es…¡Néctar de los Dioses!-Hablo volviendo a ser la misma pervertida de siempre, para luego caer como tabla al piso soltando corazoncitos en su caída. Al parecer se desmayo…

-Tchh ese maldito emo se consigue a todas, es un hijo de #€%&.-Era el jefe a quien se le notaba molesto.

-¡Sí! Ese chingado uke se consigue a todas las tías y ni si quiera se aprovecha de eso, ja si a mí me pasara eso... jejeje.-Dijo Kiraki para luego reír pervertidamente.

-Además ¿Qué tiene el que no tengamos nosotros? ¡Eh!-Hablo el jefe y su subordinado estaba a punto de hablar cuando otra voz entro a la conversación.

-Esa la respondo yo. Fácil solo con un nombre tan delicioso te enamoras de el… o por lo menos dan ganas de comértelo Sasuke Uchiha jejeje además de la forma seductora en que mira que te dan ganas de cogértelo toda la noche…-Respondió Shiromizu quien interrumpió para dar su ``noble´´ y sincero comentario.

-¡Hey! Y no se te olvide mencionar que es listo, guapo, genial, poderoso y sobretodo con una muy buena arma y eso mis queridos compañeros ni en sueños lo logran tener jajaja.-Agrego para después reírse Itami, introduciéndose a la conversación, haciendo que los aludidos la miraran de mala forma.

-Mira Shiromizu…-Hablo Airase aunque alguien no lo dejo terminar.

-¡MUERAN!-Gritaba la otra personalidad de Juugo semi-transformado en el sello maldito dirigiéndose a gran velocidad a ellos con un gran puño en alto formado por el sello.

Todos evadieron el ataque, sin embargo esto los devolvía a la realidad. La pelirroja se paro y se puso en posición al igual que Suigetsu y Sasuke, imitando esto el equipo de Airase.

-Necesito que me ayudes en algo Shiromizu.-Hablo seria la castaña a su compañera mientras saltaba evadiendo el ataque del pelinaranja.

-Dime, ¿Qué quieres?-Le respondió de igual forma al ver la actitud de su amiga.

-Necesito que entretengas a la zorra roja y me dejes al chico pez ¿sí? Solo será por unos minutos.-Pregunto Itami.

-Ok.

Siguiendo la petición de su amiga la castaña arremetió contra Karin sorprendiéndola pues esta se dirigía hacia su antigua combatiente. Los demás retomaron la batalla antes efectuada.

Itami y Suigetsu estaban frente a frente la primera concentrando chakra para utilizar un jutsu y el segundo sin tener idea de lo que le sucedería ahora esperaba el movimiento de su combatiente.

-Watashi no ashimoto ni bunrui sa remasu. Sōhō ni, anata wa mō watashi wa, rejisuto sa rerudeshou…¡Sakkaku Hidoi!(Caerás a mis pies. Perderás la voluntad, mío serás, no resistas más…¡Ilusión abismal!)

Consumido por la oscuridad total Suigetsu perdió todos sus sentidos, no podía pensar, no podía hablar, no podía hacer nada, se convirtió en un cuerpo inerte vagando por el infinito vacio. Todo volvió a iluminarse pero ya no se encontraba en eso que antes era un bosque y luego se había convertido en un campo de guerra no, era algo totalmente diferente, era… la nada…lo único que se podía alcanzar a ver era la figura de una mujer que se iba haciendo cada vez más clara y más cercana pues esta se aproximaba al peliazul. La insinuante figura iba tomando forma; de inmediato la reconoció cuando estaba solo a unos pasos de él. Trato de moverse pero se dio cuenta que no podía. Miró a su alrededor no avisto ningún tipo de atadura, entonces ¿por qué no se podía mover?… no será que esta… ¿inmóvil? Pero ¿Por qué? ¿Qué le habrá hecho esta mujer?

-¿Dónde estamos? ¡¿Que me has hecho, por qué no me puedo mover?-Preguntaba alterado exigiendo la respuesta. A este acto la ``acosadora´´ esbozo una sonrisa, haciendo surcar un escalofrío por la espalda del chico pez.

-Todo a su tiempo mi pececito azul y ahora es, es hora del sexo.-Le respondió en un tono ``sensual´´ mientras iba posando sus dedos por el pecho de Suigetsu, dejándolo congelado por aquella insinuación tan directa.

-¡Aléjate loca! ¡Pervertida maniática de sexo sucio! ¡No me toques por favor, no me des por detrás!

-Vamos tranquilo que si a alguien ahí que darle por detrás será a mí, a menos que te pongas traviesito y tenga que darte una lección, luego no te quejes si una de mis cadenas llega a parar ahí jijiji.-Comenzaba a reírse sínicamente para asustar al ojipurpura.

-¡Deja de jugar conmigo! Dime dónde estamos y que te traes, a mi no me tocas plana masoquista.-Grito histérico al ver como Itami iba bajando peligrosamente su mano por su torso.

-Tus deseos son ordenes ``amo´´ estas atrapado en un genjutsu del cual no podrás salir hasta haberme ``satisfecho´´.-Le giño un ojo y empezó a quitarle el t-shirt morado poniendo nervioso al chico.

-¡Suéltame no me toques! Cuando tengas cuatro tallas mas de sostén hablamos, en este momento ni se te ocurra hacerme nada.-Grito histérico Suigetsu, molestando a la ojiverde por el comentario.

-¡Hmp! Pero…tienes razón yo no te tocare, tú me tocaras a mí.

-Ni que estuviera en uno de los viajecitos que le dan a Juugo… ¡eh! ¡Pero qué está pasando! ¡¿Por qué mi brazo se mueve solo?-Pregunto angustiado pues su brazo derecho empezó a moverse en dirección al pecho de su captora.

-Nyaa si, así, apriétalo más duro-Dijo con morbo cuando la mano llego a su pecho, mientras arqueaba la cabeza haciendo gesto de placer. Suigetsu no podía creer lo que estaba haciendo, más bien su mano, la cual se encargaría de lavar muy afondo luego de esto.

-Apretar que si estas plana ¿Qué quieres que apriete, tus huesos?-La miro mal, pero luego cayó en cuenta lo que hacía-¿Qué me haces? ¿Por qué mi cuerpo hace lo que quieras? ¡Dime de una puta vez!-Hablo el chico pez con cierta furia en su voz.

-Pero serás zopenco estamos en un genjutsu y aquí mando yo, ya es hora de castigarte pececito, te daré tus pataditas jijiji, jejeje, muahahahaha.-Una extraña mueca aparecía en su cara preocupando mas al peliazul y preocupándose mas un cuando en la mano de la chica apareció un látigo, comenzando a quitarle la playera al peliazul haciendo caso omiso de sus quejas.

-Es hora de darte una lección, nos pondremos sadiquitos desde ahora jejeje. Así que soy una plana ¿eh?-Hablo para luego pegarle fuertemente con el látigo en la espalda, haciendo que Suigetsu diera un gran alarido.

-Y una perra masoquista ¿no? bueno, eso sí soy, pero aun así.-Le da otro latigazo en el mismo lugar.

-Ah claro, hasta que no me crezcan cuatro tallas no me darás ¿eh?-soltándole otro aun más sonoro y doloroso.

-Y este de gratis.- Propinándole otro más.

-Argg, ¡Ya para!-Gritaba con furia el chico pez.-Cuando salga de aquí te matare.

-No lo creo, de aquí saldrás pidiéndome más, pececito

-Lo único que te pediré cuando salga de aquí es que me devuelvas mi ¡inocencia!

-Jajaja esa estuvo buena pero…ya es hora de dejar las bromas y ponernos serios mi pececito azul.-Dijo Itami con descaro.

Comenzó a besar a Suigetsu con rapidez, este la correspondía ya que estaba bajo el efecto del jutsu. Sus lenguas jugueteaban sin parar ni coger aliento, la castaña comenzó a rodear el cuello del peliazul mientras se besaban, Suigetsu estaba asqueado y solo pensaba `` ¿Por qué con la plana? Maldito genjutsu.´´ sin embargo su cuerpo comenzaba a acalorarse reaccionando ante el apasionado beso.

-Serás mío pececito, solo mío.-Susurro para luego volver a entregarse a los labios de su víctima acariciando y frotando su cuerpo contra el de él.

-N-Nunca seré tuyo m-maldita.-Expreso el chico pero enrealidad su cuerpo vibraba como nunca ante aquellas apasionadas caricias haciendo que poco a poco se vaya rindiendo ante ella. Al parecer el genjutsu habría más su sentido del placer.

Las caricias fueron aumentando su lascivia y ritmo, excitando cada vez más a ambos aunque el peliazul no quería aceptarlo era inevitable no dejarse llevar por esa boca experimentada, sin embargo las castaña no se conformaría con tan solo besos apasionados, no, ella quería más, mucho más.

-Dejémonos de juegos tontos…desvísteme-Dijo lo último en un susurro pausado y con cierto aire de gemido.

-Maldita, eres una maldita aprovechándote de mi bello cuerpecito de…mi…primera vez.-Suspiro decepcionado, derrotado por aquel jutsu y prontamente devorado por su propietaria.

-La primera de muchas, que serán solo mias

-Ni soñando ya te dije que hasta que no te crezcan cuatro tallas ni me sobes, hmp

Itami tenía una mueca en su boca y un tic en el ojo.- ¡Que te den!-Grito rabiosa.-Te iba a dejar las cosas lindas y románticas pero ya veo que contigo no se puede…-Hablo con resignación.

-Y aquí va ¡Toma esto!-Alzo la voz para luego darle tres latigazos uno en el dorso y dos en el torso dejándole irritada la zona.

-¡NO, MI BELLO CUERPECITO!-rechisto con un deje de dolor.

-Te me calmas.-Hablo la castaña con todo el mal genio y la voz mandona de Doña Florinda.-Si no quieres mas azotes calladito te vez más bonito y comible. Ya me dio hambre.-Dijo para luego relamerse los labios.

-Si claro, aza al pescadito y comételo ¿no? caníbal.-Le dedico una mirada acusadora, mientras fruncía el ceño.

-Que puedo decir pececito me eres irresistible, te comeré a besos.-Sus labios esbozaron una sonrisa lasciva.

-Suspiro.-Te odio.-Le dijo con desdén y resignación el chico.

-Pronto me amaras, y si no lo logro al menos te haré temblar de placer.-Suigetsu no pudo mas que tragar saliva por ese comentario… poco podía hacer para evitarlo, solo le quedaba aceptarlo y… ¿disfrutarlo?

Itami poso una mano en la nuca de Suigetsu acariciándola mientras lo iba atrayendo a sus labios, los cuales colisionaron en una batalla de espasmos de placer y gemidos descontrolados.

Como era de esperarse el cuerpo del peliazul se movía por si solo por lo cual este ya no intentaba oponer resistencia. La mano de este llego a parar al traje ninja de ella comenzando a desvestirla.

Ya con la piel descubierta Suigetsu comenzó a rozar sus pezones logrando gemidos de Itami, sin separar sus bocas. La cargo entre sus brazos poniéndola a la distancia perfecta para chupar sus poco desarrollados pechos, pero aun así exquisitos. El chico se dejo caer teniendo en los brazos a su captora, justo antes de caer una cama se formo en el piso amortiguando su caída.

Iba de pezón en pezón devorando ambos por igual con gula y esfuerzo, extasiando a la castaña la cual era una orquesta de gemidos. Luego de un rato más entre sus mamas la ojiverde pone la mano en la cabeza del peliazul indicándole que baje, otra vez su cuerpo actúa por sí mismo y se deja llevar por esa mano la cual lo dirige a su sexo. El ojipurpura le quita la última prenda, dejando al descubierto por completo una abierta flor que emanaba un líquido embriagador llenando de lujuria al peliazul que por primera vez sin ser controlado por el genjutsu se movió sacando su lengua y comenzando a lamer esa hermosa flor al igual que su dulce liquido que lo atraía como abejas a la miel o mas bien como abejas a la ``flor´´.

-Ahh S-Suigetsu ahhh m-más profundo m-mete tu lengua m-más profundo.-El nombrado obedeció con rapidez la petición.

-Ahhhh si así.-Dijo revolviéndose entre deliciosos espasmos.-S-Si s-sigues así me v-voy me voy ahhh me v-voy ahhh.-Gemía apresuradamente al borde del orgasmo cuando el ojipurpura aparto la boca del ``mangar´´ para luego desabrocharse el pantalón y sacar su miembro.

-``Es hora de vengarme perraquista te haré sufrir´´.-Entro fuertemente en el interior de la chica esta lanzo un gran alarido de dolor al ser tan brusco, pero no le dolió tanto al no ser su primera vez.

-¡Oye! Auchh eso duele.-Le replico al chico el cual al entrar en esa apretada jaula no volvió a moverse por el placer que le producía. ``Que estoy haciendo, no me debo dejar llevar, es hora de vengarme muahaha´´ pensó para sus adentros.

Las embestidas no se hicieron esperar el peliazul arremetía rápida y fuertemente contra la castaña la cual se quejaba sin parar por el dolor, el cual iba desapareciendo dejando solo gemidos de placer de ambos. La chica atrajo su boca a la de él y se fundieron en un largo beso del cual la chica tuvo que separarse para gemir fuertemente.

-N-Nyaaa Su-Su-Suigetsu ahhhhh si ahhhh dame más, mas no te detengas.- Repetía incesantemente la ojiverde.

Suigetsu la tomo en sus brazos cargándola mientras que ella apoyo sus pies en la cama creada por el genjutsu, ambos aumentaron el ritmo de sus embestidas. El peliazul estaba chupando el pezón derecho de la castaña mientras esta aferraba con fuerza su cabeza y gemía descontroladamente anunciando su pronta venida por lo que su víctima que ahora se había convertido en presa acelero sus embestidas tan rápido como su cuerpo se lo permitía.

-¡AHHHHHHHHHHHH!-El sonido de aquellas voces se entremezclo creando un gemido unisonó. Agotados por aquella jornada de sexo duro dejan caer sus cuerpos en la cómoda cama.