- Notas de Autora: ¡KYAJAJAJA! ¡Llegué! Nunca pensé que fuera a actualizar tan rápido, porque en verdad los estudios me tiene las ****** llenas T.T Pero bueno, aquí les dejo el tercer capítulo de este naciente crossover, que me ha gustado mucho escribirlo y subirlo, gracias a los Reviews, y en este capítulo ocurren muchas cosas que, personalmente, me fascinan ;)

- Informaciones: Letras Cursivas: Recuerdos. Comillas (""): Palabras escuchadas, Pensamientos. Diferentes Tipos de Guiones: Uno por cada personaje, lean con atención y lo descubrirán, aún así, seré muy específica, lo prometo. Sonidos y acciones: Por lo general, estarán descritas, pero para algo más onomatopéyico, estarán en negrita. Negrita y Cursiva: Palabras en español u otros idiomas ajenos al inglés. Importante: No hay Yaoi ni Yuri ni Hentai (hasta ahora) Pero aún así, entraste bajo tu propio riesgo.

PD: Fan Arts de la forma actual de Beyond en este capitulo, por favor entren a mi Profile, está organizado por fecha ;)

-Sugerencia: Pues... difícil elección. En orden por favor: "Tokei no Hari no Oto" - Death Note OST II (Qué bueno es, en serio), "Burden Of The Past", "Blaze Of The Soul Reaper", ambas del EXCELENTE Bleach Original OST ^^

Muchísimas gracias a todos los Reviews, y les cuento que esta Historia, apenas está iniciando Yay! XDD

- Atrasado pero ¡FELIZ CUMPLE ANNA KAREN! Espero te guste este capítulo, es tu regalito atrasado ;D-

-Zamtik-

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Capítulo 2

"Si un humano no puede ir ni al Cielo ni al Infierno al hacer uso de la Death Note, entonces eso quiere decir que ninguno de los dos existe"

Light Yagami - Humano propietario de Death Note

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Silencio y Soledad. Las palabras resonaban por los alrededores como si de un eco infinito se tratase, y siempre salían la misma cantidad, para guardar silencio, y volver a repetirse:

"Es un placer, por favor llámame Lue Luxaky"

"Merece una segunda oportunidad ¿No creen?"

"Va a ser muy divertido"

"Pagará por sus crímenes"

"Tiene suerte de que un Dios se haya compadecido de él"

...

Naomi... Misora...

.

En algún lugar de Hueco Mundo, más precisamente, el Bosque Menos, una masa negruzca se formaba en el suelo, generando fuertes corrientes de aire a su alrededor. Al pasar un poco de tiempo, está tomó forma definida, un Hollow.

Su pecho vacío, la forma vagamente similar a la de un cuervo, totalmente cubierto de huesos y líneas negras, rugiendo en la inmensidad de ese bosque muerto, indicando a otros seres malignos similares a él, su ubicación.

Uno tras otro, iban cayendo con sus máscaras despedazadas, los miembros amputados, pero esto era indiferente para el recién formado ente, que con hambre y desesperación propias de lo que era, se dedicaba a devorar todo aquél que intentara atacarlo.

Pronto, varios seres a su alrededor comenzaron a desmoronarse en partículas espirituales, al mismo tiempo que, involuntariamente, desaparecía y se unía a esa nueva masa, mientras la misma se oscurecía y alargaba, culminando en un cuerpo torpe y una máscara de hueso. Menos Grande.

Pero, eso no bastaba, el nuevo Gillian atacó a sus congéneres más cercanos, una lucha por la supervivencia en un plano totalmente alejado de lo que se podría tomar como "vida". El tiempo pasaba de forma indiferente para el Hollow evolucionado, cada vez más hambriento y agresivo.

Poco a poco, dejó de ser tan grande, y en uso de sus nuevas extremidades inferiores, logró escalar por uno de los endebles árboles, no sin cierta dificultad, hasta la superficie fría y arenosa del desierto que formaba la superficie del Bosque Menos. Hueco Mundo en su mayor extensión.

Guiado por el instinto de sobrevivir y el débil asomo de astucia en su organismo, el ahora Adjuchas saltaba y se retorcía, intentando desplazarse, mientras las enormes alas cartilaginosas en su espalda se batían fieramente, intentando mantenerse suspendido en el aire, cuando logró estabilizarse y adaptarse a su nuevo cuerpo, recorrió el oscuro cielo de su hogar en busca de presas, su hambre insaciable intensificándose a momentos.

Muchas presas, muchos Hollows de diferentes clases atrapados bajo las garras inferiores y superiores de ese cazador aéreo, al que cada vez le era más complicado mantenerse en el aire, su peso aumentaba, sus alas no lo soportaban, y su inteligencia y razonamiento se veían afectadas, tiempo tras tiempo, presa tras presa. Esa mente, creciendo a niveles aritméticos, sólo asimilaba un nombre y un objetivo, golpeando ambos en la inconsciencia de su portador, el cual aún no lograba comprenderlos del todo, pero los escuchaba, como buscando una ligera paz en medio de tanto vacio:

"Naomi... Misora..."

"Seré... el mejor"

Una luna y su tenue luz, dejando fantasmas blanquecinos en los suaves vaivenes de la fina arena grisácea del Hueco Mundo, albergaba en ese Adjuchas, el cambio que sus mismos residentes estaban esperando... Un cambio que ansiaban...

Desde que Dios los abandonó

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Un par de ojos carmesí se abrían pesadamente, mientras unas garras con líneas, en forma de espirales y coloración oscura, se dedicaban a terminar de regar las vísceras de esa presa que le dio trabajo lograr devorar. No lo entendía, casi murió al sentir una misteriosa capa de aire pesado alrededor de ese ser, pero una vez que logró vencerlo, podía asegurar que la energía anterior ahora reposaba en su cuerpo, casi de forma molesta para él. Su rostro, empapado en la sangre de los órganos internos que tanto le costó tragar, se alzó observando el cielo, casi tan muerto como su ser, que lo arropaba eternamente. Ni un gesto en su pálido rostro, que se resguardaba bajo la capa de hueso blanca con símbolos, cuyo significado desconocía, ubicada por toda la superficie del mismo. Se levantó, poco de tiempo atrás sus alas se resquebrajaron y cayeron, pero eso no le afectó, lo hizo sentir más...

- "Fuerte"

Muy fuerte. Razonó con ligera diversión, estaba comportándose de manera extraña...

¨- "¡Maldito Vastolorde!"

Le llegó esa oración a su mente, proferida en medio de gritos y chillidos llenos de furia y dolor, por su presa, algún tiempo atrás, poco antes de desaparecer por completo. "Vastolorde" ¿Qué significaba? No podía evitar cuestionárselo, y por azares de su mente, llena de astucia y experiencia, se llenó con el convencimiento de que era una especie de clasificación hacia su estado actual...

- "Entonces, soy un Vastolorde"

No sonaba nada mal. Pero, no pudo evitar preguntarse ¿Y entonces que era lo que se comió? Tal vez otro Vastolorde, o quizá algo mucho más poderoso. Imposible. Si hubiese sido más fuerte, él no lo habría logrado emboscar, ni mucho menos digerir. Cuánta curiosidad insatisfecha.

Por ir pensando tantas cosas que su potenciada mente le permitía, no se percató del momento en que dejó de caminar cuadrúpedo, para tomar una postura totalmente bípeda. Sin distraerse por eso, seguía divagando en la identidad de su comida. Un cambio radical se dio al instante en que el primer pedazo de hueso, de los tantos que formaban su espalda, se desprendió y golpeó el terreno ruidosamente. Paró en seco y lo observó con atención, pero sólo duró un breve lapso de tiempo, ya estaba acostumbrado a cambios así de repentinos, además de que un fuerte olor a sangre, posiblemente a causa de una lucha, invadió sus sentidos y lo hizo apresurar torpemente el paso en su nueva posición.

- "Hay más comida, y está muy cerca, casi puedo observarlos..."

Las capas de hueso que daban forma a sus garras inferiores, quedaron abandonadas en el camino, dejando en su lugar un rasgo humano: Pies, los cuales estaban cubiertos de una blanca piel que casi podían pasar desapercibidos entre la arena que los rodeaba. Mientras su portador, no dejaba de utilizar su cerebro, con pensamientos más racionales y humanos:

- "Todo es extraño hoy. Por cada paso que doy, me siento más fuerte y cómodo, no debería ser así..."

La inseguridad aumentó, haciéndolo considerar detenerse, pero el olor a comida segura estaba allí, y él tenía mucha hambre, no podía darse el lujo de desperdiciar tal oportunidad en ese lugar, en donde conseguir comida era simplemente buena búsqueda y hasta algo de suerte. Al dar un paso más, sus brazos perdieron casi todas las escamas óseas que los recubrían, sólo mostrando músculos algo sobre salientes y la misma piel de sus otras aberturas sobre ellos.

Su espalda ya era totalmente humana, y poco faltaba para que el resto de su cuerpo estuviera en iguales condiciones. Sin molestarse, porque no poseía explicación alguna y aparte, ya había visualizado a su presa, una pequeña hollow que gruñía intentando levantarse mientras sangre caía de su cuerpo copiosamente a raíz de heridas recién hechas, se abalanzó con la firme intención de comer, haciendo crujir sus dientes en el proceso...

-Crick-

Casi se resbaló en la arena al sentir una grieta aparecer en su frente, mientras la Hollow le gruñía amenazadoramente con la vista puesta en sus movimientos...

-Crack-

Atemorizado como nunca antes por el crujir lastimero del hueso que formaba su máscara, se irguió con lentitud y llevó sus garras a su rostro, en un desesperando intento por detener el horrible sonido que venía de él, pero al apoyar un garfio alargado de las mismas en el lugar, estalló, revelando un rostro pálido y asombrado, un cabello negro y brillante, con orbes de tonalidad carmesí oscuro. Todas las fuerzas que había obtenido en el camino, se esfumaron y cayó de bruces al suelo, sumergido en la inconsciencia.

Había evolucionado en Arrancar sin saberlo

-.-

"He He He... No, eso no es macabro..."

"Aplastaré, te aplastaré, niehehe, comeré, te comeré. Como a un insecto. Porque eso es lo que significa tu existencia para mí..."

"¡KYAJAJAJAJA!... No está mal... "KYAJAJAJA" Mhmhh, me gusta... ¡KYAJAJAJA!"

.

.

Una mente ágil se activó, mientras los recuerdos regresaban, buscando a su antiguo creador, y las imágenes de esa vida tan olvidada se dispersaban en su subconsciente a velocidades imposibles de medir. Los párpados se despegaron con violencia, dejando libres a los globos oculares con irises carmesí, mientras su mente y cuerpo aún asimilaban la información recibida.

Despegó los pálidos y finos labios, mientras murmuraba con una insistencia casi maniática:

- Yo...

Parpadeó dos veces, muy rápido, aún sentía el doloroso palpitar de sus sienes por el inmenso trabajo, y seguía intentando terminar su frase:

- Yo... soy...

Recordaba todo: Conocido como B por el lugar donde estuvo recluido hasta casi sus dieciséis años, la Wammys House, la razón de la investigación...

Lue Luxaky

El caso L.A.B.B, el desafío hacia L, su guerra personal, su personalidad cada vez más desequilibrada, los años repletos de planes fallidos y escondites improvisados, Los Ángeles, la mujer detective, las muñecas de paja, pistas, números, tiempos de vida, y finalmente él quemándose en un infierno de gasolina y humo. Pero, aún no comprendía el por qué su mente reconocía como causa de muerte un paro cardiaco...

Veintiún de Enero del año dos mil cuatro

Año de muerte, estaba en una cárcel, eso era lo último que recordaba... Y también...

- Yo soy Beyond...

Se incorporó del suelo, mientras captaba instantáneamente la soledad gigantesca que lo rodeaba, al parecer había tenido suerte y nadie lo devoró mientras no lograba reaccionar. Una gigantesca línea curva hacia arriba dibuja sus labios, mientras que la voz, tiznada de algo similar a la locura, hizo vibrar por algunos instantes el frio aire que soplaba insistentemente a su alrededor, mientras las dunas de arena se deshacían silenciosamente...

- Yo soy Beyond Birthday

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Mientras sus pies lo arrastraban a un destino ignorado y totalmente indiferente para él, no paraba de sorprenderse ante su nuevo aspecto. Es decir, nunca había establecido una idea fija de lo que sucedería luego de que muriera en el plano humano, quizá porque jamás fue tan relevante como organizar su caso, por citar ejemplo.

Pero, ¡Vamos! Que, con forma humana, pisando un desierto helado en donde no parecía existir la claridad, y aparte una larga y muy estorbosa cola en forma de lanza, la cual no dejaba de agitarse de un lado a otro por cada paso dado, era extremadamente surrealista e imposible de asimilar. Sin contar el hecho de que, ni muerto, o lo que sea que fuese ahora, su vista era natural, no no no. Los malditos ojos de shinigami, que ya no le eran para nada útiles, seguían allí, empañando su visión de un aura rojiza algo transparente, pero ahora no había ni tiempos de vida ni nombres... Qué desperdicio...

- Me pregunto por qué sigo teniéndolos, si me guio por la lógica, es absurdo conseguir algo vivo por aquí... Dudo demasiado que un organismo tenga tiempo de vida cuando posee un agujero que lo atraviesa a la altura del pecho y restos de huesos como un exoesqueleto... Mhmhmh...

¿Y si era el Infierno? No se lo había planteado, y considerando su forma física actual con la clase de vida que escogió llevar, no sonaba tan descabellado, guardaba similitud con un espíritu demoníaco, de los que tanto estereotipaban mientras vivía, con ese aterrador hoyo en su esternón y las garras huesudas, así como la cola pintoresca y macabra que se mecía rítmicamente con su estado de animo. No esperaba ni más ni menos, a decir verdad, consideraba ese infierno bastante llevadero, la soledad no le molestaba en lo más mínimo, aunque estaba surgiendo un pequeño problema...

- Tengo mucha hambre, no creo que me muera por eso, pero cada vez es peor...

Casi como si su existencia se esfumaría si no devoraba a otro ser inferior, de esos que llevaba tanto tiempo viendo huir de su presencia por ese desierto con algún ocasional árbol quebradizo. Eran tantos sus recuerdos de su vida pasada, que apenas podía identificar lo básico aprendido en su tiempo como ser inferior. Sólo sabía que él era un "Vastolorde" y que los demás seres que ocasionalmente usaba para saciar su hambre eran "Hollows", nada más

- ¡Qué patético eres Beyond! ¡Podrías aunque sea hacer un esfuerzo y recordar algo más vital, rayos!

Vociferó en voz alta criticándose a sí mismo, mientras reía un poco. Era un maldito bastardo con suerte, a pesar de merecer una muerte terriblemente dolorosa, en realidad sólo se dedicaba a vagar mientras intentaba conseguir una buena presa. Tan pacífico y salvaje, casi ni recordaba al maniático asesino obsesionado con una letra, se sentía... Como si jamás hubiese nacido, hasta pensó que lo tomó demasiado a la ligera, pero tampoco se consideraba alguien extremista, simplemente se amoldaba a la situación y eso era el final del día, algo que le gustaba mucho de su personalidad, definitivamente.

Un gruñido que jamás creyó escucharía, retumbó cómicamente en el interior de su estómago... Un momento... ¿Tenía uno? Más importante aún ¿Podía tener gases, como si siguiera vivo? Comenzó a sospechar que sólo estaba viviendo una peculiar pesadilla que su delicada psique le mostraba, tal vez si forzaba un poco la vista volvería a conseguir el techo de cemento mugriento y agrietado que le daba la bienvenida todas las mañanas en su prisión de california.

Lo intentó, pero nada cambió, su estómago sonaba cada vez más seguido y el aire se calaba a través de su nueva piel, haciéndolo temblar un poco, en conclusión: Seguía muerto. Los pies le reclamaron descanso, y hasta ese momento cayó en cuenta de lo mucho que había caminado, se lanzó de espaldas al suelo, sin ánimos de moverse demasiado, el hambre no se iba y comenzaba a extrañar el sabor de aquella cosa dulce y pegajosa llamada en sus recuerdos "Mermelada de Fresa". Una extraña sensación lo invadió, casi como si fuera nostalgia...

Renegó con la cabeza, mientras murmuraba:

- No necesito comer, sólo matar, así que no me pondré melancólico por un miserable aperitivo...

¿O sí? Ohhh, que añoran-

Un material grueso y felpudo cubrió su vista completamente durante unos segundos de sorpresa, mientras escuchaba una suave pero firme voz, casi como si una niña le estuviese hablando:

+- ¿Nunca te enseñaron a cubrir tus partes frente a una mujer? ¿Qué clase de enfermo mental eres? Ponte esto, pareces un animal así

Con algo de torpeza y lentitud, se retiró la prenda de la cabeza, descubriendo una camisa corta y holgada, al igual que un pantalón de diseño oriental, ambos de un inmaculado blanco con el reverso negro, parecía una especie de uniforme.

Sin inmutarse, deslizó su mirada hasta la misteriosa interlocutora, visualizó unos zapatos bastante extraños, a juego con las ropas que sostenía entre sus manos, siguió subiendo, consiguiendo piernas, un tronco y brazos de formas humanas, algo más interesado terminó de detallar a su nuevo acompañante, pero no pudo evitar sorprenderse

¿Qué clase de color era ese? Entendía el hecho que, en ese plano, la lógica no existiese muy a menudo, pero un brillante cabello coloración verde pistacho, cayendo grácilmente por los hombros femeninos, llegando hasta un poco más abajo de la cintura, no era precisamente algo que esperase, o imaginase. Y no, los tintes los descartaba por completo.

Lo que más le llamó la atención, fue el rostro de la muchacha, no denotaba mucha edad, pero eso era algo que ya no podía asegurar, volviendo al tema, era fino y delicado, muy bella, sinceramente. Los ojos poseían un iris pardo-grisáceo, lo cual le hizo parpadear con curiosidad, muchos colores para una figura humanoide, una gruesa línea, rosa fuerte, le atravesaba el rostro en horizontal, pasando por encima de su pequeña y estilizada nariz. Y lo más llamativo de su exótica apariencia: Un hueso que fácilmente se asumiría como un cráneo de un carnero, apoyado firmemente sobre sus sienes, cuyos cuernos perfilaban el fino rostro de la fémina que lo analizaba fríamente con los ojos

Sus pupilas se dilataron. El razonamiento digno de dioses hizo aparición después de tanto tiempo...

-"Posee una especie de hueso en su cuerpo, ella es igual a lo que yo soy ahora. Necesito saber más información sobre mi estado, después de todo, no me gusta quedarme con dudas de ningún tipo. Por una vez, debo hacerle caso a alguien..."

No se lo ordenó. Más bien le pidió un favor, pero con un tono de voz tan leve y firme que cualquiera creería que era una orden, vaya manera de hablar. La complacería, necesitaba muchas respuestas, rápidamente se enfundó los pantalones y la chaqueta, sin decir absolutamente nada, mientras la chica no le quitaba la mirada de encima, y finalmente se enderezó hasta quedar mirándola por encima de su cabeza, ahora notaba que ella no era tan alta. No cambió la expresión, y Beyond titubeó un poco en su mente antes de hablar, parece que alguien le había copiado el efectivo truco de la "intimidación visual", debía buscar una nueva táctica para espantar seres, esa estaba muy reusada.

Quiso reírse un poco, su demencia volvía a ratos, pero prefirió guardar la compostura y hablar con el mayor tono de voz desconfiado y desdeñoso que logró articular en ese momento:

- ¿Quién eres y por qué me ayudas?

La mujer mantuvo su expresión compuesta, mientras la veía cerrar los ojos un momento, como si pensara cuidadosamente lo que le iba a contestar, se sintió incómodo por un momento, hasta que finalmente replicó:

+- Preguntas algo que ya deberías conocer, Arrancar. Tercera Espada de Hueco Mundo, Neliel Tu Oderschvank, imagino que eres un nuevo Arrancar, tienes un buen Reatsu, muy intenso, por lo tanto, alguien de tu categoría no merece andar vagando como un simple Hollow sin evolucionar

-... Entiendo

Mentira. Apenas estaba logrando procesar lo que la chica le había dicho, reformulando todas sus teorías, ya eran varias cosas que lograba comprender, la primera, que definitivamente estaba bien muerto, la segunda, que el nombre "Arrancar" para su nueva etapa le parecía lo más estúpido que había escuchado en su vida, descontando el hecho de que la mujer lo explicó en español, por suerte la entendió gracias a su conocimiento de humano, si no, nunca habría comprendido nada, y tercero, al parecer esa masa de aire pesada alrededor de cada uno de ellos se le llamaba "reatsu", y entre más pesada fuera, indicaba más poder, se alegraba de ser poderoso, eso le ayudaría para sus objetivos...

Cuando terminó de pensar, casi no reconoce a la extraña mujer frente a él, tenía una mirada entre traviesa y juguetona, y una pose muy inclinada, casi como si le indicara que quería divertirse un rato con él. Al no entender nada de lo que estaba sucediendo, carraspeó un poco y ella le hablo, hasta su tono de voz había cambiado, era más suave y amigable:

+- ¿Cuál es tu nombre, Arrancar?

Lo tomó un poco desprevenido. Y quiso mentirle como antaño, pero ¿Para qué? Ya no había nada que ocultar ni que organizar, en este mundo era simplemente él y los que rodeaban su ser, en este caso ella, así que, dejando que una extraña sonrisa deformara su expresión, murmuró con diversión retorcida:

- Llámame Beyond

+- ¿Beyond?

- Sí, Beyond Birthday

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El viaje fue largo, realmente largo. Ella le ofreció ir a un lugar lleno de Arrancars, que se le solía llamar "Las Noches", Beyond no preguntó nada acerca del comentario, parecía que le dolía bastante recordar cosas relacionadas al sitio. En cambio, aprovechó para averiguar muchísimas cosas, siempre bajo la capa de simples comentarios, pero la chica era más inteligente de lo que pensó, así que ella accedió a contarle todo lo que sabía, desde sus orígenes como Espada hasta la Guerra de Invierno, un muchacho pelinaranja y de mirada tierna pero a la vez decidida, Ichigo Kurosaki, acabó con el shinigami traidor que creo al ejército al que la excéntrica peli verde era ex integrante, cuatro años humanos atrás.

Los Shinigamis de la Sociedad de Almas perdonaron a los Espadas sobrevivientes, a cambio de limitar su espacio de desplazamiento y que no cambiaran de residencia, es decir, las ruinas de Las Noches, desde la batalla entre el Espada Cuatro y el famoso shinigami, más los demás que lograron llegar a través de Gargantas, destrozaron el único lugar donde los soldados podían refugiarse del hostil ambiente que los rodeaba, y conservar sus poderes gracias al gigantesco reatsu de la Hougyoku, aún impregnado en las paredes del recinto, Beyond sintió removerse un poco de ira en su interior, sus historias tan similares...

Después de terminar su improvisada y emocionante historia de Hueco Mundo, el lugar donde se encontraban, los invadió un silencio fúnebre, el cual Beyond no deseaba romper, tenía muchas cosas en las qué pensar, pero, nuevamente, Nell lo despegó de sus pensamientos con algo que lo extrañó sobremanera:

+- Te pareces... a... el amo Ulquiorra...

Beyond prestó un poco de atención, recordando unos fragmentos de la conversación que habían tenido hace poco:

- ¿El Espada Cuatro?

Nell sonrió con nostalgia y algo de curiosidad, casi diría que eran idénticos, así que le contestó enérgicamente:

+- ¡Claro que sí! En lo único que se diferencian es en el color de ojos y los restos de hueso hollow. De hecho, cuando te observé a lo lejos, creí por varios minutos que se trataba de él

Silencio. Beyond consideró un poco lo que la cabra loca le decía ¿Tan similar a él? ¿Sólo se diferencian en el color de ojos? ¿Acaso sería posible que...? No. Ese no era lugar para alguien así, pero indagó un poco más, el tema atraía su atención más de lo debido:

- ¿Ichigo lo venció?

Nell lo miró con severidad, para suspirar con un poco de cansancio y contarle de forma casual, casi como si no supiera de qué le estaban hablando:

+- Desapareció. No estoy muy segura de que fue lo que sucedió en el domo de Las Noches, pero según los relatos de los espadas que sobrevivieron a la Guerra, se volvió cenizas...

¿Así que había desaparecido eh? Qué interesante, tal vez investigaría un poco a fondo sobre ese tal Ulquiorra, tenía un ligero presentimiento acerca de ese ser, y jamás se equivocaba cuando de sexto sentido se trataba. Caminaron en silencio un poco más, hasta que Nell, visiblemente cansada, le mencionó:

+- Señor Beyond, podemos desplazarnos lo que queda de recorrido a la fortaleza con Sonido, mi reatsu está disminuyendo y el tuyo también

Él la observó, pero no le dirigió ni una palabra, Nell se rascó la cabeza un poco enfadada y, en cuestión de instantes, su imagen se hizo borrosa hasta no dejar rastros de ella. El pelinegro abrió mucho los ojos ¿Qué era eso? ¿Tele transportación? Bueno, siendo espíritus, no parecía tan sorpresivo, a pesar de apenas conocer su significado, pudo sentir el fuerte reatsu de Neliel detenerse a unos metros más adelante, como esperándolo. Pero prefería no arriesgarse, aún no sabía dominar esa extraña técnica y no quería volver a morir tan pronto. Mientras alargaba sus pasos, pudo notar muchos Hollows diminutos huir de sus escondites debajo del suelo, para que, al pasar corriendo cerca de él, estallar en pedazos. Eso lo divirtió sobremanera, tanto que se permitió una carcajada, y volviendo a su estado malvado y adicto por los decesos violentos, murmuró al aire, sintiéndose, por primera vez desde que recuperó sus recuerdos, a gusto con el espantoso lugar:

- Niehehe ¿A los muertos les agrada estar muertos? ¡KYAJAJAJAJA!

Las risotadas llenaron su alrededor de aquél símbolo demoníaco tan característico que su sólo nombre imponía, el símbolo de un asesino maniático, terriblemente frio y calculador, así como de inteligente y sarcástico, el cual, una vez más, podía decir al mundo que ahora le rodeaba...

Te he vencido de nuevo, Muerte

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