Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, y debería ABSOLUTAMENTE hacer esto. La trama pertenece a Amethyst Jackson, yo sólo traduje.


Summary: Edward le lleva un gatito a Bella


°::..::The Eddy Series::..::°

Capítulo 1
Edward y el gatito


Estaba esperando a Edward. Había prometido venir hoy, antes de que Charlie llegara a casa del trabajo, y no era de él llegar tarde. Había arreglado que tuviéramos sobras para la cena sólo para que pudiera dedicar toda esta cantidad de tiempo para mi novio vampiro, y se había ausentado sin permiso.

Un toque en la puerta me sorprendió. Edward no me molestaba con la puerta cuando era la única en casa; ¿quién podría ser?

Pero, no, era Edward en la puerta, sonriendo como si tuviera un secreto y prácticamente saltando con impaciencia, como si Alice hubiera robado su cuerpo.

—Te tengo una sorpresa —dijo alegremente. Entonces, noté que sus manos estaban detrás de su espalda, y entrecerré mis ojos con recelo.

—¿Una sorpresa?

Rodó sus ojos ante mi escaldado tono.

—Esta te gustará, lo prometo. Sólo cierra tus ojos por un momento, ¿por favor?

Suspiré e hice lo que dijo. Oí un extraño sonido chirriante y casi echaba una ojeada, pero sabía que Edward me pillaría. Finalmente, pareció satisfecho.

—De acuerdo. Ábrelos.

Lo hice, y me encontré con la última cosa que hubiera esperado ver.

Conociendo a Edward, habría encontrado un Porsche estacionado enfrente de mi casa, o encontrado alguna extravagante pieza de joyería en sus manos, pero no era ninguna de esas cosas. Era… era…

…un gatito.

Un gatito, una pequeña, cuadrúpeda, mullida y anaranjada creatura de ojos grandes ronroneando, mirándome con la cara más adorable en el universo conocido. Se sentaba perfectamente derecho en las manos de Edward, observándome con curiosidad.

Gemí.

—¡Edward! —suspiré—. ¿No te das cuentas a lo que acabas de condenar a este animal por traérmelo a ? ¿No estabas prestando nada de atención cuando te conté de mi cementerio de peces de colores?

Se rió entre dientes.

—Relájate, Bella. Puede quedarse con nosotros si estás tan preocupada.

Suspiré, viendo la esperanza en sus ojos, ojos que eran casi exactamente del mismo tono dorado que los del gatito.

—¿Estás seguro de que no resultará comido en tu casa?

Extendió sus brazos para pasarme al gatito.

—Nadie se tomaría la molestia. Ni siquiera pasaría por un bocadillo.

A regañadientes, tomé al gatito en mis brazos. Parecía contento de estar de vuelta en manos cálidas y se acurrucó contento en mi pecho. Entonces supe que había perdido.

—Maldita sea —refunfuñé—. Es adorable.

Edward rió entre dientes.

—¿Entonces te lo quedarás?

El gatito me ronroneó alegremente, acariciando mi mentón con su nariz.

—En realidad no tengo opción, no lo creo. Pero no tengo nada de lo que necesito para cuidar de él…

Rodó los ojos.

—No te compraría un gatito sin ayudarte a cuidarlo. Tiene todas sus vacunas y tengo todo lo que necesitas en el coche.

Sacudí mi cabeza y entré a la sala, con el gato aún en las manos, y me senté en el sofá. Edward vino después, todavía sonriendo de alegría por su triunfo.

—En todo caso, ¿qué diablos te poseyó para darme un gatito? —pregunté.

Edward se sentó a un lado de mí, y observó al gatito comenzar a trepar por mi hombro con absoluta satisfacción.

—Pues, pareces decidida a convertirte en un vampiro, y nunca has tenido una mascota realmente, por lo que pensé que era una experiencia humana que deberíamos tener.

El gatito ahora había hecho su camino a través de mis hombros, hasta mi regazo, y ahora estaba golpeando de forma tentativa la rodilla de Edward. Le sonrió afectuosamente al gato y cuidadosamente le acarició su peluda cabeza.

—Entonces… ¿te has resignado a mi conversión en vampiro? —pregunté, nunca perdiendo una oportunidad para presionarlo para lo que quería.

Suspiró.

—Sé que yo no puedo hacerte cambiar de opinión. Así que… supongo que sí.

Su boca estaba torcida hacia abajo en una mueca, pero yo sonreí triunfalmente. Él me lanzó una mirada de exasperación pura y regresó su atención a la feliz bolita de pelos entre nosotros.

—Todavía necesita un nombre, sabes —dijo Edward—. Pensé que preferirías elegirlo tú.

Alcé al gatito y lo hice volver a mí, examinando su peludo rostro mientras me miraba con impaciencia y confusión; una mirada que conocía muy bien, y fue entonces cuando el nombre vino a mí.

—Creo que lo llamaré Eddy.

¿Eddy? —dijo Edward incrédulamente—. ¿Por qué?

—Pues, sería confuso si lo llamo Edward, ¿no? —dije inocentemente.

Su respuesta fue un gruñido que envió a Eddy corriendo de vuelta a mi regazo.


[N. de la T.]

Vale, ¿qué les parece?, jaja…

En el próximo capítulo hay Jacob, jaja.

JakeVsEddy
PerroVsGatito

XD

Próximo Capítulo: "Perros y Gatos", jaja.

Las quiero
.::Sol::.