Esta historia no me pertenece, los personajes son de S. Meyer y la autora es My-Bella, yo sólo traduzco.
Este es Our Little Man, secuela de Pequeñas Elecciones de la Vida. Bella y Edward tienen 23 años. Esta es la cuarta Navidad que Edward y Bella pasan juntos. Llevan casados un año y medio. Todos son humanos, lo que por supuesto significa que habrá OOC – además, Emmett crió a Bella, así que ella es mucho más extrovertida.
Editado: 13/01/12
Nuestro Pequeño
Capitulo 1: Felices, Felices Noticias
Edward POV
"¿A que hora es tu cita con el doctor?" Pregunté, mirando su reflejo en el espejo de nuestro baño.
"A las 10," respondió regresándome la mirada.
"¿Quieres que vaya contigo?"
"No. Esta bien. Lo más seguro es que tengas razón. Es probable que solo sea una recaída de la gripe que tuve el mes pasado. El doctor me dará una preinscripción para mas antibióticos y volveré a ser yo misma en un santiamén."
"Eso espero. Sabia que era demasiado pronto para salir a bailar."
Me reprendí mentalmente a mi mismo por enésima vez por acceder a las demandas de Alice de una noche de baile. Eso sólo había causado que Bella tuviera una recaída de su gripe. Realmente me había asustado la primera vez, así que era más aprensivo a que ella volviera a enfermarse. Había estado muy enferma debido a la alta fiebre, había sido terca rechazando ir al doctor. Termine llevándola a la oficina yo mismo.
"¡No empieces de nuevo!" respondió, agitando su cepillo de dientes hacia mí. "Me sentía perfectamente bien esa noche como lo demuestra la forma en que nos quedamos despiertos toda la noche haciendo el amor. ¡Sé que tus padres nos oyeron!"
"Puede que mi mama haya mencionado algo sobre insonorizar nuestra habitación," bromee, sonriéndole.
Me golpeó el brazo juguetonamente. "Sigue con eso y pasara un tiempo muy largo antes de que tus manos vuelvan a tocar alguna parte de mí."
La tome en mis brazos y la abracé suavemente – había estado enferma esta mañana y no quería apretar mucho su estómago. "Te amo, Bella Cullen."
"Te amo, Edward Cullen," se puso de puntitas y besó mi nariz. "Me voy al doctor. Debería estar en casa un poco después del almuerzo por el tiempo que tarden en darme la receta."
"¿Te gustaría que cocine para ti?"
"Mejor nos esperamos y vemos que tal esta mi apetito. Justo ahora, posiblemente no podría pensar en comer, volvería a aparecer todo lo que comiera."
"Eso es realmente asqueroso, Bella," dije, simulando asco.
"Puedes quejarte cuando seas él que vomite a primera hora de la mañana," dijo. "Voy a tomar el Volvo ya que tu te quedarás aquí con Emmett y Jasper."
"¿Cómo sabes que me voy a quedar aquí?"
"Ellos están en casa y el Xbox esta conectado," replicó, con una presumida sonrisa en sus labios. "No te metas en muchos problemas con aquellos dos mientras estoy fuera."
"Nunca se me ocurriría, amor," me eché a reír, acercándola a mí. Coloque un mechón de su rebelde cabello detrás de su oreja antes de darle un beso de despedida.
Sonrió y después se fue. Mientras miraba la puerta abierta me pregunte otra vez si debí haberla acompañado. Bella tenía la tendencia de editar las cosas y sabía que si el doctor le ordenaba más descanso ella no me daría esa información a mí. Ella no era nada si no era terca. Sacudí la cabeza y sonreí, sabiendo que nunca me importaría que tan terca era, la amaba con todo mí ser.
Até mis tenis y me encaminé hacia abajo para encontrar a mis cuñados. Rose, Alice y Lily eran las únicas que estaban en la sala. "¿Dónde están sus débiles mitades, damas?" pregunte, sentándome a un lado de Rose y Lily.
"Hicieron una estúpida apuesta acerca de quien podría correr una milla y regresar sin perder el aliento," replicó Rose.
"No habrá un ganador," dijo Alice a sabiendas.
Lily soltó una risita y yo la miré. "¿Y como esta mi sobrina favorita esta mañana?"
Lily tenía unos profundos ojos azules y el cabello rizado y café claro, al igual que Emmett. De Rosalie tenia su piel pálida, fina nariz y sus labios.
"Esta con la esperanza de que al tío Edward no le moleste llevarla a la cocina y darle su desayuno," dijo Rose astutamente.
"¿Y justo cuando podría ser su madre ya que estamos tan cerca de la cocina?" pregunté, levantando una ceja.
"Su madre va a estar en el porche, esperando ver a su esposo hacer el ridículo," Rose se rió entre dientes.
"En ese caso, me encantaría," dije, extendiendo mis manos hacía Lily.
Lily inmediatamente se inclinó hacía mí para cargarla. Bella y yo habíamos estado mas que felices de cuidarla en numerosas ocasiones, Lily y yo nos habíamos convertido en buenos amigos.
"Vamos, ostia Lily," le dije, acercándola a mí. "Apuesto a que abuela Esme tiene fresas que necesitan ser comidas."
"Sus Cheerios están en el gabinete que esta a la derecha de la estufa," gritó Rose.
"Claro," respondí mientras caminaba a través de la puerta que daba a la cocina. "Cheerios y fresas, Lily. Uno para lanzar y otra de papilla para ti sola. Suena como el desayuno perfecto."
Coloque a Lily en su silla para comer y me asegure de que podía verla mientras preparaba el desayuno. Coloque un puñado de Cheerios en la bandeja de su silla, causando que ella comenzara a reír y aplaudir. Era una bebé en verdad feliz y su risa siempre nos hacía sonreír a todos.
Busqué las fresas dentro del refrigerador y las saqué. Corte la fruta en rodajas platicando con mi sobrina "Entonces, ¿Cómo es la vida en la cuna, osita Lily? ¿Haz hecho nuevos amigos últimamente? La tía Bella me ha dicho que tu papá perdió al Sr. Frog."
"¡OSH!" exclamó Lily y arrojo una pieza de cereal hacia mí. Tenía buena puntería, pero no mucha fuerza así que el cereal apenas paso su sillita.
"¿Qué tipo de gratitud es esa para tu tío? Estoy aquí, trabajando como esclavo para cortar tus fresas y tú me lanzas cereal."
Sacó la lengua, soplando saliva hacia mí, y me eché a reír. Después de cortar la última pieza de fruta, acerque la tabla de cortar y empuje las piezas de fruta a su bandeja. Lily agarraba la pieza y la metía en su boca. Hacia pequeños ruidos cuando masticaba la fruta.
"Creo que te gusta," me reí entre dientes mientras me alejaba para poner la tabla y el cuchillo en el fregadero antes de sentarme al lado de Lily.
Ella jugó a ofrecerme su comida y hacer su mano hacia atrás tan pronto como me acercaba a ella. Sus risas fueron constantes mientras jugábamos este familiar juego.
"Osita Lily," dije, pretendiendo estar triste. "¿No se ha ganado el tío Edward un pequeño Cheerio?"
La atronadora risa de Emmett lleno la casa, anunciando su regreso con Jasper. Lily olvido todo acerca de mí e inmediatamente comenzó a aplaudir repitiendo una de sus nuevas palabras, 'papi'.
La puerta se abrió y levante la vista para ver a Emmett y Jasper paseando dentro de la cocina, llevaban sonrisas idénticas.
"¿Hubo un ganador?" pregunté.
"Una milla es mucho más de lo que recordaba," Jasper se rió entre dientes, sentándose junto a mi.
Emmett se agacho junto a Lily con la boca abierta. Ella soltó una risita y trato de meter una pieza de fresa a su boca, pero su objetivo estaba un poco lejos y terminó aplastando la fresa contra la esquina de su boca. "Gracias por eso," contestó Emmett con una risita, limpiando la fresa con su lengua, mientras Jasper y yo nos reíamos.
En definitiva, Lily había sacado a relucir el lado más suave de Emmett. Nada podía hacerlo pasar de un feroz oso a un oso de peluche más rápido que su sonrisa. Teniendo él a su propio bebé para criar, Emmett había dejado de tratar a Bella como si fuera una niña… la mayor parte del tiempo.
"Emmett dijo que habías enviado a Bella al doctor. ¿Esta todo bien?" preguntó Jasper una vez que su risa estaba bajo control.
"Estoy bastante seguro de que tuvo una recaída de la gripe," dije.
"Tal vez no. Tal vez son los senos para nasales o algo tan sencillo como eso," ofreció Emmett. Él sabia que tan preocupado había estado cuando Bella se enfermo.
"Tal vez," suspire, no confiaba en que fuera algo tan sencillo.
Emmett nunca podía estar para una conversación seria, como era normal, cambió el tema. "¿Te importaría participar en algunos videojuegos?" preguntó con una gran sonrisa.
"En realidad, creo que es mejor comenzar a revisar algunos trabajos de mis estudiantes. Estoy seguro de que les gustaría tener sus calificaciones antes de que termine el año," dije, levantándome.
"Todo el trabajo y nada de juegos te hace un chico aburrido Eddie," Emmett se rió entre dientes.
"Llámame 'Eddie' de nuevo y te haré algo que no puedo decir delante de la dulce y pequeña osita Lily, Emmett," repliqué.
"Salvado por la bebé una vez más," Jasper se rió entre dientes.
Sacudí mi cabeza caminando fuera de la cocina. Pase a través de la sala y me di cuenta de que Alice y Rose estaban profundamente metidas en otra revista de moda. Era agradable ver que aunque todos hayamos crecido y comenzado nuestras propias familias, algunas cosas no cambian. Mi hermana todavía es una adicta a las compras y Rose aun podría rivalizar con cualquier modelo del mundo. Y mi Bella aun era tan asombrosa y cautivadora como la primera vez que la vi. Tenia la esperanza, una vez más, de que sólo fuera un virus estomacal o algo de corto plazo.
Entre a nuestra habitación, agarré mi maletín y me senté en el sofá. Lo abrí y agarre el primero de muchos ensayos finales para la clase de música que imparto. Bella y yo somos profesores de universidad ahora, yo enseño Introducción a La Música Clásica, mientras que Bella enseña un curso de la Literatura del siglo 90. Es perfecto para ella poder compartir su pasión por los autores de esa época.
Finalmente estaba a punto de terminar la pila de ensayos cuando Bella regresó a casa. Escuche la puerta cerrarse y comencé a leer un poco más rápido, ansioso por escuchar lo que el doctor le había dicho.
"Edward, necesito hablar contigo," dijo suavemente.
Sonaba un poco nerviosa y quería estar seguro de darle toda mi atención, lo que sólo sucedería cuando terminara de leer el trabajo en mis manos. A veces tendía a ser un perfeccionista y sabía que no iba a dejar de pensar en el trabajo si no lo terminaba de leer.
"Este bien. Sólo permíteme terminar este párrafo y entonces tendrás toda mi atención." Termine el ultimo párrafo, puse el papel hacia abajo y sonreí a mi hermosa esposa. "Bien, adelante."
"Es acerca del auto. Creo que necesito un carro nuevo," dijo.
"¿Le paso algo al Volvo hoy?" pregunté, su nerviosismo tomaba un nuevo significado ahora.
"No exactamente."
"¿Qué quieres decir con 'no exactamente', Bella?"
"Creo que es momento de dejar que me compres un carro nuevo en lugar del usado con el que remplace mi camioneta," ella se acercó un poco más a mí, todavía se veía vacilante y nerviosa.
Abrí mis brazos para ella y se sentó a horcajadas en mi regazo. "¿Por qué ese repentino interés por un carro nuevo?"
Se encogió de hombros. "Solo pensé que podrías querer que tu hijo fuera en un carro más seguro. Aunque podría mantener el viejo si tú quieres."
¿Hijo? Mi cerebro y mis pulmones se apagaron por un segundo. ¿Había dicho 'hijo'? Había escuchado mal. Ella no podría estar estaría. ¿O si? "¿Bella?" Era todo lo que alcanzaba a decir.
"No estoy enferma, Edward. Estoy embarazada."
Sentí mi mandíbula caer y mis ojos agrandarse. Esto tenía que ser una especie de sueño. Nosotros siempre habíamos sido muy cuidadosos para estar seguros de que Bella era constante con sus anticonceptivos.
"¡Lo sé!" exclamó Bella, señalando mi cara. "Esa fue la mirada que le di al doctor. Le pregunte que como era esto posible, al parecer los antibióticos le quitan la parte de 'anti' a los anticonceptivos, dejando atrás la parte de 'conceptivos'. Así que esa encantadora noche de baile de la que estabas bromeando esta mañana fue la culpable." Me dio un momento para procesar sus palabras antes de intervenir de nuevo. "Yo se que esto es mucho para procesar, pero ¿podrías decir algo antes de que grite?"
"¿Estas embarazada?" pregunté, comprobando que había escuchado bien.
Asintió lentamente, mordiendo su labio inferior.
Sentí una sonrisa arrastrase a través de mi cara cuando me di cuenta de que verdaderamente tenía ante mi a un ángel embarazada de nuestro hijo. "Estas embarazada." Necesitaba que lo repitiera una vez más, hacerlo completamente real para mó.
Asintió de nuevo, esta vez con una brillante sonrisa en sus magníficos labios.
La agarre en mis brazos y salí corriendo del cuarto. Me detuve en la cima de las escaleras gritando a través de la casa. Quería que todos supieran estas maravillosas noticias. "¡BELLA ESTA EMBARAZADA!"
Las puertas de la casa comenzaron a abrirse y Bella se aferro a mí, el sonido de pasos corriendo lleno el aire a nuestro alrededor.
"Oh, Bella," chilló Alice corriendo por las escaleras, pasando a todos los demás.
Alejé a Bella de las escaleras, viendo que Alice estaba muy excitada. Bella no siempre se encontraba estable en sus pies y no quería arriesgarla a tener un accidente. Ella tendía a ser un poco torpe a veces, aunque había conseguido mejorar en los últimos años.
Alice abrazó firmemente a Bella por los hombros, pero manteniéndose lejos de su estómago. "¡Voy a ser tía!" chilló Alice.
"No es que no este emocionado pero ¿Cómo paso?" pregunto a Emmett, sosteniendo a Lily en brazos. "Pensaba que ustedes dos se estaban cuidando. No has estado tanto tiempo fuera de la universidad."
Estaba muy emocionado de verlo tan tranquilo. Podía llegar a ser muy irrazonable cuando de Bella se trataba, a menudo llegaba a los extremos para asegurarse de que ella estaba bien. Le había magullado la costilla una vez después de ver la ropa que mi hermana y Rose le habían puesto para salir a un club.
"¡Bueno, papá!" dijo Bella sarcásticamente. "Fue un accidente. Fue una pequeña cosa que Renee olvido mencionar y yo nunca pregunté."
"¿Qué?" preguntó Rose, tomando a Lily de los brazos de Emmett.
Bella besó la frente de Lily y le sonrió a Rose. "Los antibióticos que te dan para la gripe contrarrestan a los anticonceptivos"
"Oh," exclamó Jasper, comenzó a reírse y se sentó en las escaleras. "Es solo… ¡Oh!"
"¿Qué le pasa?" preguntó Bella.
Mi hermana sonrió. "Así fue como él y Rose fueron concebidos."
"Carlisle, vamos a ser abuelos otra vez. Es mejor que saques tus tenis de abuelito," bromeó Esme.
"Voy a ser un joven abuelo hippie, Esme," bromeó Carlisle. "No hay tenis para mí."
"Tenemos mucho que planear," dijo Alice, tomando las manos de Bella en las suyas. "Tenemos que comprar ropa y accesorios, y ver donde van a vivir para que podamos adornar al cuarto del bebé tan pronto como sea posible."
"Alice, para," dije suavemente, retirando las manos de mi esposa lejos de mi hermana. "Vas a asustar a Bella innecesariamente. Solo déjanos ser felices por el momento y disfrutar navidad. Podemos hablar de todo esto después."
"Bien, pero hablaremos de esto," advirtió Alice, pronto comenzó a sonreír de nuevo. "Voy a ser la tía Ali," se sentó en el regazo de Jasper, lanzando sus brazos alrededor de él. "¿Cómo suena eso, tío Jazzy?"
"Nosotros ya tenemos esos nombres, Alice," Jasper se rió entre dientes. "Lily, ¿recuerdas?"
"¡Por supuesto que la recuerdo! ¡Solo estoy emocionada! Nosotros sabíamos que Rose tendría una familia. Pero quien iba a pensar que el pequeño Eddie crecería, se casaría con una bella mujer y traerían un bebé al mundo," Alice soltó una risita.
"Entonces, ¿todos están contentos con esto?" preguntó Bella. Era claro en su tono de voz que había estado nerviosa por la reacción que tuviéramos a esta noticia.
Todos gritamos su nombre juntos. "¡Bella!"
"Dios, espero que el niño tenga más sentido común que tú," bromeó Emmett, empujando a Bella dentro de un abrazo.
"Con tal de que el bebé tenga su sentido del humor," agregó Rose.
"Pero el bebé debe tener la inclinación a la música como Edward," dijo Alice.
"Alto," Bella se rió entre dientes. "¿Puedo estar embarazada por todo un día antes de que ustedes comiencen a planear la vida de mi bebe?"
Me giré hacia ella y le sonreí. "Nuestro bebé, Bella."
"Si, Edward," dijo, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello. "Nuestro bebé."
"Ahora que todos han sido informados me robaré a mi esposa el resto de la noche," anuncié.
"¡Edward, no puedes hacer eso!" Alice hizo un puchero.
"Mírame," la desafié. Levante a Bella al estilo de novia y corrí dentro de nuestra habitación, cerrando la puerta detrás de nosotros.
Alice golpeaba la puerta. "¡Edward Anthony Cullen! ¡Trae a Bella de regreso en este instante!"
Puse mi dedo contra los labios de Bella, esperando que el silencio ayudara a convencer a Alice de que se fuera lejos por ahora. Estaba seguro de que el duende intentaría robar a mi esposa de nuevo más tarde.
"Alice, déjalos solos," la reprendió Esme. "Necesitan tiempo para platicar sobre la noticia entre ellos. Ya tendrás tiempo para torturar a Bella comprando y planeando más tarde"
"Mamá, no es tortura. ¡Es muy necesario!" se defendió Alice, su voz se iba desvaneciendo mientras caminaba lejos con el resto de nuestra familia.
Bella me miró, amor y humor brillaban en sus profundos ojos cafés. La atraje hacia mí y la bese, dejándola saber lo mucho que la amaba. Esta mujer, mi esposa, nos iba a convertir en padres y no podría estar más feliz por eso.
"Edward," Bella suspiró, alejándose de nuestro beso para respirar.
Me senté en la cama, con Bella enfrente de mi, su espalda contra mi pecho. Puse mi mano debajo de su blusa y la apreté contra su estómago, mi tonta sonrisa cada vez más amplia. Allí estaba creciendo un bebé, justo bajo mi mano. Nuestro bebé. Juntos habíamos creado una vida…trozos y piezas de nosotros dos. Dios, espero que el bebé luzca como ella…y tenga una mente como la suya, pero definitivamente con mis habilidades matemáticas.
"¿Qué estas haciendo?" soltó una risita, poniendo su mano sobre la mía.
"Lo que te dije. Te voy a robar para mí el resto del día," contesté.
"Esta bien," suspiro, relajándose completamente contra mí.
"¿Qué? ¿No hay quejas? ¿No insistirás en que debo compartirte con la familia?"
"No. Ninguna," dijo. "Pienso que probablemente deberíamos tener una conversación acerca de las cosas."
"¿Y que cosas crees que deberíamos discutir?"
"Yo creo que es bastante obvio, Tutor-boy."
Fruncí el seño, incluso aunque no pudiera verlo. Cuatro años juntos y todavía no había sido capaz de conseguir que renunciara a ese apodo.
"Puedo oírte frunciendo el ceño," se rió entre dientes.
"Bella, no puedes oírme frunciendo el ceño."
"Puedo," replicó con convicción.
"Haz que deje de fruncir el ceño pues," la reté.
Ella se giro en mis brazos y me miró con una presumida sonrisa en sus magníficos labios. "¡Edward, vamos a tener un bebé!"
"Si que funciona," suspiré, moviendo mi cara hacia ella.
"Entonces, ¿Qué hacemos ahora?" preguntó, alejándose en el último segundo. Aquellos hermosos ojos cafés de ella me mostraron muchas emociones: amor, felicidad, júbilo, curiosidad y una pequeña parte de miedo. Bella siempre había sido un poco aprensiva al cambio.
Nos moví para quedar recostados sobre nuestros lados, uno frente al otro. "Por ahora, en este segundo, digo que disfrutemos la compañía del otro"
"Eso suena…excelente," se acurruco cerca de mí, pasando su brazo alrededor de mi cintura.
Comencé a acariciar su hombro y su cabello, sabiendo que había cedido con demasiada facilidad. Sus preguntas se la comerían antes de tiempo, así que esperaría pacientemente a que ella comenzara. Bella era capaz de decir veinte preguntas de una vez cuando algo le llamaba la atención.
"¿Edward?" me llamó después de alrededor de cinco minutos en silencio.
"¿Si, amor?"
"¿Realmente te sientes feliz con esto? ¿Con tener un bebé?"
Levante su barbilla con mi dedo, consiguiendo que viera mis ojos. "Bella, no tengo palabras suficientes para expresar mi amor por ti, incluso hay menos para describir la alegría que siento al saber que hay una vida creciendo dentro de ti," moví mi mano, apoyándola sobre su estomago y ella puso la suya sobre la mía. "¿Tu estas feliz?"
"¡Emocionada! Nunca pensé que sabría lo que es ser parte de una familia de nuevo hasta que me enamore de ti. Y más sabiendo que vamos a traer un bebé al mundo… Edward, va más allá de cualquier cosa. ¡Mas allá de todo!"
"Emmett reacciono bastante bien, ¿no te parece?"
Bella rió felizmente, sus ojos cafés brillaban. "Yo pienso que es por que tenía a Lily en brazos y Rose ha sido completamente dura para que él controle su vocabulario alrededor de la bebé."
"¿Qué causó eso?"
"Lily dice 'mierda' siempre que Rosa cambia su pañal," Bella soltó una risita.
"Supongo que tenia que suceder ya que esa es una de las palabras favoritas de Emmett."
Empezó a morderse el labio y yo tuve que controlar mi risa. De un momento a otro se rompería y las preguntas comenzarían a salir de ella. Presione su nariz juguetonamente con mi dedo y fue como si fuera un botón accionado en ella.
"¿Quieres un niño o una niña? ¿Tienes alguna preferencia? ¿Crees que me voy a poner muy gorda? ¿Crees que mi vientre será tan redondo como el de Rose? ¿Saldrás a media noche si tengo un antojo? ¿Debería llamar a Angela y Ben? ¿Piensas que Renee y Charlie lo saben? Si lo hacen, ¿crees que están felices?"
Puse mi mano sobre su boca "Bella. Si no te detienes para tomar un respiro justo en este momento…"
Ella retiro mi mano lejos de su boca y me dio una magnifica sonrisa. "Las amenazas no forman parte de tus habilidades, cariño."
"Te aviso que acabas de tomar un respiro, amor," me reí entre dientes.
"¿Y que?," cantó.
"Y que," me reí entre dientes.
"¡Edward! ¿No vas a responder a mis preguntas?" hizo un puchero.
"Lo haría, excepto que tu las haces demasiado rápido para mí. Si quisieras ir menos rápido y de una por una, con mucho gusto las responderé para ti."
"Eso no es divertido," soltó una risita. "Esta bien, empezare otra vez. ¿Quieres un niño o una niña?"
"Cualquiera de los dos. No importa. Siempre y cuando luzca como tú."
"No maldigas al bebé, Edward. No es lindo." Bella siempre había tenido problemas para verse a si misma y reconocer su belleza. No importaba cuantas veces le dijera que era hermosa y magnifica, parte de ella aun dudaba de mis palabras. Por suerte, puedo ser tan testarudo como ella y nunca dejare de repetírselo.
"Isabella, eres la criatura mas hermosa de este planeta. ¿Cómo puedes decir que el bebé estará maldito?"
Ignoro completamente mi pregunta. "Si es un niño quiero que tenga el cabello igual que tú."
"Ahora esa es la maldición," me reí. "El pobre pequeño nunca será capaz de hacer nada con él."
Se levanto y paso su mano a través de mi cabello. "Sucede que me encanta el desorden natural de tu cabello. Él tendrá suerte si lo tiene igual de lindo."
"Yo definitivamente quiero que el bebé vea el mundo de la manera en que tú lo haces, amor."
"Esta bien, pero necesitamos que salga con tus habilidades matemáticas para balancear las cosas."
"Estoy de acuerdo," me reí. "Siguiente pregunta."
"¿Debería llamar a Angela y Ben?" preguntó.
"Creo que deberías decirles cuando vengan para el tradicional desayuno de crepas de Víspera de Navidad en dos días."
"Me gusta esa idea. Bien pensado, cariño."
"Gracias, hermosa futura madre."
"Aw, Edward," sollozó, enterrando su cara en mi camiseta.
La abrace, frotando su espalda. "¿Qué dije? ¿Por qué estas llorando?"
"No lo sé," dijo mientras seguía llorando.
No pude evitarlo y comencé a reír. "Puedo decir que los próximos meses serán muy interesantes. Hablando de eso, nunca me dijiste cuanto tiempo tienes."
Bella levanto la cabeza y se secó las lagrimas "No lo só. Vamos a ir el viernes para averiguarlo. Hice una cita para ver al Dr. Johnson. Las enfermeras dijeron que podías venir conmigo, si tú quieres."
"Como si hubiera otro lugar en el que quisiera estar," le dije colocando un tierno beso en su frente.
"¿Piensas que mamá y papá lo saben y están felices?" susurró.
Cuando conocí por primera vez al hermoso ángel acostado a mi lado, era reacia a mencionar a sus padres de cualquier manera. Sus padres murieron en un trágico accidente de carro cuando Bella tan solo tenia 15 años y ella se negaba a si misma pensar en ellos o ponerse triste. A través de los últimos años Bella había trabajado duro para dejar de lado su dolor y concentrarse en las memorias felices que guarda. Pero yo estaba seguro de que le hacían mucha falta en estos momentos.
"Yo creo que ellos lo saben y son extremadamente felices," dije, intentando tranquilizarla.
"¿Piensas que me voy a poner muy gorda?"
"¿Más preguntas?" me reí entre dientes.
"Algunas más," admitió. "¿Lo piensas?"
"Una mujer embarazada no es gorda… ¡nunca! Son redondas con el niño dentro."
"¡Buena respuesta, Tutor-boy!" soltó una risita.
Le sonreí y coloque un beso en su frente. "Lo digo en serio, Bella. Tu estarás hermosa a pesar de que el bebé te haga ganar peso."
"Estas siendo muy presuntuoso," replicó.
"Siguiente pregunta."
"Bien, lo dejare ir por ahora. ¿Crees que mi vientre será tan redondo como el de Rose?"
"Esa es una pregunta que no puedo responder. Cada una es diferente. Pero si tomas el ejemplo de tu madre, como lo hacen de muchas formas, estoy seguro de que será redondo y encantador."
"¿Y si es de forma extraña o algo?" preguntó, arrugando su nariz ligeramente.
"Bella," me reí. "Esa es una preocupación ridícula en este momento"
"Si, lo sé. Iré a la siguiente pregunta en este momento. ¿Saldrás corriendo a media noche si me da un antojo?"
"Absolutamente. Dos veces, si es necesario."
"Eres tan buen esposo, Edward. Te amo."
"Yo también te amo, Bella."
Se quedo quieta por unos minutos trazando formas en mi camiseta. "¿Edward?"
"¿Si amor?"
"¿Crees que seré una buena madre?"
"Sin ninguna duda." Y realmente lo creía. Ningún niño podrá tener nunca una madre tan amorosa. "¿Qué hay de mi?"
"Creo que serás una horrible madre, pero sólo por que no cuentas con el equipo necesario. Pero si no te importa ser el padre estoy segura de que estaremos bien. Eres prácticamente perfecto en todo. Casi pones correctamente las luces del árbol este año."
"Isabella Cullen, ¿Qué voy a hacer contigo?" le gruñí en broma tomando su cara en mis manos.
"Lo mismo que haces siempre… amarme y decirme que soy hermosa."
Sonreí y besé suavemente sus mejillas. "Te amo y tú eres más que hermosa." Ella era un ángel de todas las maneras imaginables. Y ahora, Mi Bella estaba embarazada con nuestro bebé. Casi parecía demasiado perfecto para ser real.