Me equivoqué y Bones volvía el día 4. Nunca me he alegrado tanto de equivocarme. Al final este viernes es el famoso parcial de estadística así que aquí va una nueva historia. No sé cómo acabará pero os subo dos capítulos que espero que os gusten. Adoro a Pablo Neruda, por si no se nota :P

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Disclaimer: "Puedo escribir los versos…" es un fanfic basado en la serie Bones. Booth, Brennan y el resto de los personajes mencionados son propiedad intelectual de su creador, Hart Hanson, de la antropóloga forense Kathy Reichs y de la cadena Fox. Yo no intento violar las leyes de copyright, ni obtengo ningún tipo de remuneración económica por escribir esto. Sólo escribo para divertirme y con la idea de compartirlo para que más gente lo disfrute.

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Capítulo 1: Un libro desconocido en el estante

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Era de noche y Booth caminaba por su solitario apartamento. Hannah se había ido hacía una semana, esta vez para siempre. En el fondo se lo esperaba, al fin y al cabo ella era nómada. No puedes cambiar la naturaleza de la gente.

Booth se sorprendió de la rapidez con que lo había asumido y había seguido su vida sin ella. La había querido mucho, había sido una relación muy intensa, unidos por la guerra y la adrenalina. Tal vez por eso, Hannah no había podido adaptarse a la vida tranquila y había escapado. Era de esperar, se decía Booth a sí mismo.

Procuraba con todas sus fuerzas no pensar en el hecho de que siempre acababa así, solo.

Él, que siempre creyó en el amor, que siempre soñó con encontrar a alguien con quien compartir su vida… Él, que le prometió a Huesos que algún día lograría creer en el amor, había perdido la fe. Ojalá fuera como Brennan y no necesitara a nadie a su lado.

Brennan, siempre Brennan… todos los caminos conducían a Huesos. Nada parecía funcionar con ella. Si la quería, mal y si intentaba dejar de quererla… bueno, ahí estaba la prueba.

Solo en su apartamento, dudando de todo en lo que siempre había creído.

Con Hannah en Afganistán y Brennan con una cita… se imaginaba. Brennan no había parado de tener citas desde que regresaron a Washington.

Encendió la televisión pero no había nada interesante y su cabeza no paraba de dar vueltas. Tal vez fuera hora de acostarse.

Caminó hacia su cuarto y, al abrir la cama, un libro cayó de la balda en la que dejaba los documentos. Miró la tapa del libro y se dio cuenta de que estaba en castellano. Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Habiendo viajado por Sudamérica sabía defenderse en el idioma y al ver el nombre del autor supo que le sonaba de algo. Pablo Neruda -dijo para sí-. Voy a buscarlo en google. Antes de que tuviera tiempo de hacerlo, una nota cayó del libro. La recogió y la leyó.

"Seeley, para cuando leas esto, yo ya me habré ido. No pienses que la razón de mi partida es que no te quiero, te he querido más de lo que te puedas llegar a imaginar. Pero lo nuestro no funciona en Washington. ¿Por qué? No lo sé. Simplemente no funciona.

Te dejo este libro, mi libro preferido de poemas. Está en español pero sé que tú lo hablas un poco y si estás muy perdido sé que Temperance te ayudará. Ella siempre está ahí. Espero que te guste.

Sé feliz.

Hannah"

-Neruda… -dijo en voz alta. Se acercó al portátil y lo encendió-. Vamos a ver quién eres-leyó en voz alta-. Pablo Neruda fue un poeta y militante comunista chileno, considerado entre los mejores y más influyentes de su siglo, siendo llamado por el novelista Gabriel García Márquez "el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". También fue un destacado activista político, siendo senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista y precandidato a la presidencia de su país. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford. Pues qué bien –dijo Booth con ironía. Siguió leyendo-. Su libro más famoso es Veinte poemas de amor y una canción desesperada y el poema más famoso el número veinte.

Booth abrió el desgastado libro y buscó el poema número 20. Tenía muchísimas figuras literarias y era muy difícil de entender para él.

Suspiró y se metió en la cama, intentando dormir. Definitivamente, todos los caminos conducían a Huesos.

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Los reviews son extremadamente agradecidos, además de tener un efecto antidepresivo... en mí XD