- ¿Có... Cómo estás? - preguntó él totalmente confundido, paseándose una mano por el cabello, arreglando su camisa, nervioso a más no poder por aquella sorpresa.
- Bien, bien, ¿Qué haces aquí? -la castaña sonrió extrañada, su cabello estaba un poco más corto, lo tenía hasta la barbilla y su forma de maquillarse parecía un poco más sobria que esos días en la secundaria cuando solo se ponía un lipstick, algo de sombra en los ojos y si era necesario algo que cubriera los granos que le salían.
- Bueno, tengo que hacer algunos trabajos aquí, ya sabes, sobre cine...
- Nunca cambiaste las cámaras -ella le miró con algo de nostalgia- ¿Angélica te recibió y se largó o qué?
- Está dándose un baño, le había pedido quedarme aquí pero...
- ¿En serio? -Rachel realmente estaba sorprendida, sentimiento que compartía con Tommy- Mira, por mi no hay problema pero oir cantar a Angélica todo el condenado día es un reto que debes pasar si quieres quedarte.
- Creo que conozco y acepto a mi prima -él se relajó.
- Bienvenido a París entonces, Tommy Pickles -la joven le revolvió el cabello y se fue a su habitación.
La cabeza de Tommy era un desastre en ese momento y los sonoros tacos sonando repetitivamente contra el suelo a medida que Rachel se alejaba parecían ser martillazos en su pobre cráneo confundido.
Todo eso era tan... extraño.
"Cay preparó una trampa para extraterrestres en su gran jardín, hermano, la chica vive casi llegando a los bosques y tiene un jardín E-NOR-ME. Sea donde sea que estés tienes que caminar hacia atrás y llegar a la dirección que te daré..."
Dil, sentado en el asiento del avión en la clase turista, escuchando a un bebé llorar y a Carlitos pelear con Phil por quién era el mejor luchador de nosequé liga, leyó el pequeño mensaje que Nick le enviaba con urgencia a su móvil.
Estaba consternado. Pensaba que Francia sería toda una historia pero la cosa era que en toda su vida lo único que le había fascinado era seguir y (casi) atrapar extraterrestres, ESO era toda una historia, era la historia de su extraña vida y...
- Chicos -murmuró quitándose el cinturón de seguridad. Los demás estaban tan enfrascados en lo suyo que no le escucharon- Al demonio.
Saltó de su asiento al pasillo, bajó su mochila de los guardadores y se la puso en la espalda.
- Lo lamento mucho, dile a Tommy que ellos me necesitan -le dijo a Sussie antes de largarse como si tuviera un cohete en el trasero.
- ¿Quién rayos son ellos? -la morena soltó pero no obtuvo respuesta, él ya se había ido.
"Dios santo, esta chica no me da la dirección, ¿Dónde diablos estás? Espero que no en un avión porque no podrías leer este mensaje y quedaría como un idiota"
leyó mientras caminaba sin mirar a la gente con la que chocaba de vuelta al aeropuerto. Cuando encontró un asiento fuera y tuvo un momento de calma pudo escribirle a Nick:
"Consigue esa dirección, mueve ese gordo trasero que voy para tu casa cuando consiga que me devuelvan el pasaje que pagué por ir al rescate de mi hermano... él lo comprenderá, ya lo sé"
Sonrió y partió a hacer las diligencias correspondientes.
- ¿Qué pasó con Dil? -ahora todos estaban enfrascados en una conversación sobre el chico al que no tomaron en cuenta, y ya estaban en el aire así que no podían hacer ni saber mucho.
- Que se fue y ya basta -Lily se quitó los audífonos con su música a todo volumen y los miró a todos con saña- Estamos en este avión con un solo propósito y Dylan se largó ¿Cuál es el problema?
- Tiene quince, no puede andar haciendo lo que se le dé la gana en un aeropuerto... -Carlitos gruñó.
- ¿Qué? ¿Tienes un paracaidas? ¿Quieres ir por Dil o por Thomas? -Kimi se exasperó- Sussie dice que Dil mencionó algo sobre "ellos"
- Oh -soltaron todos.
- Extraterrestres - Phil sonrió, algunas veces admiraba la dedicación del adolescente para "ellos", era sorprendente.
- Bien, el tema se ha acabado, él está en tierra y fascinado -Sussie rió.
- Por cierto, es decir, cambiando de tema -habló Kimi- ¿Dónde se queda Tomm... Thomas?
- En el apartamento de Angélica -Carlitos era el único, como siempre, que sabía todos los pelos y detalles de los planes de su mejor amigo, y había un detalle que se había saltado y no sabía si mencionarlo.
Quizás si lo hacía explotaba la tercera guerra mundial. Pero sentía que debía hacerlo de todos modos aunque todos murieran luego de ello.
- ¿Con angélica?
- Sí -vaciló, listo para soltarlo- Y con la compañera de gastos de Angélica.
- ¿Y quién sería? - Lily alzó una ceja, intrigada.
- Rachel.
Y no tuvo que decir ni su apellido ni su tipo de sangre, todos supieron que cuando la mencionó con ese tono de voz, era "esa" Rachel.
Kimi sintió como perdía el aire ante el reencuentro de Tommy con una persona que fue tan... tan importante para él.
¡EH! Que luego de años he vuelto porque tan solo al leer esta historia no pude dejarla así como así, MIL disculpas a todo quien leyó y sigue leyendo esos tres capítulos abandonados pensando que soy una de esas escritoras bastardas que se pierde dejando un fic abandonado. Ha sido muy sorpresivo para mí que de vez en cuando sigan llegándome correos con personas que agregan a favoritos a la historia, la siguen o dejan un comentario que ARCH, he sido mala con este fic, lo sé, y espero no dejarlo.
De nuevo, gracias a los que aún siguen interesados en leer, esta es mi primer y única historia de Rugrats y es extraño escribirla pero he recibido mucha buena onda de parte de quienes lo leen y se agradece.
¡Un beso!
