Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. La trama pertenece totalmente a mi imaginación.

Gracias a Lady B por betear el capítulo!

Mi Compañero Gay

Capítulo 1

Y ahí estaba yo, con el papelito con la dirección en la mano. El edificio, de color ocre, tenía seis plantas y una estructura simple con muchas hileras de ventanas.

-Bien Edward, vamos, tu puedes.

Comprobé de nuevo la dirección. Estaba en el lugar correcto. Llamé al porterillo metálico.

-¿Sí? – una voz femenina respondió.

-Soy Edward Cullen.

-De acuerdo, sube.

El pitido indicó que la puerta estaba abierta. Entré. En frente había un ascensor, a la izquierda los buzones y a la derecha unas escaleras que subían.

Dentro del ascensor, miré mi aspecto de nuevo. Jeans oscuros ajustados y una camiseta de mangas cortas verde. Jasper decía que la camiseta me sentaba bien, que combinaba con mis ojos. Aunque claro, después de soltar el comentario, no pudo parar de reír. Su amigo dijo que eso es lo que hacen los "gays", conjuntar su ropa de acuerdo a su aspecto físico.

Me pasé la mano por el pelo, nervioso. A esta hora, mi cabello sería un total estropicio.

No sabía si había hecho bien metiéndome en esto.

Cuando llegué al piso cuarto y llamé a la puerta B, esperé impaciente unos segundos hasta que la puerta se abrió. Una chica de un metro sesenta y pico, cabellera castaña y ojos chocolates me sonrió.

-¿Edward? – me tendió una mano – Soy Bella.

Me acerqué a tomar su mano, pero la chica a último momento la retiró y me plantó un beso en cada mejilla. Un olor a fresas y flores silvestres me envolvió. Me aparté de ella.

-Lo siento, - se mordió el labio – creí que vosotros, los gays, os saludabais así.

-Ejem… - tosí levemente – sí, claro.

-Vamos, pasa – Bella sonrió de nuevo y se apartó.

Entramos directamente a un pequeño salón. Había un sofá de dos cuerpos y un sofá individual de color beige que rodeaban una mesa baja. Delante había una pequeña televisión y al lado un mueble con un equipo de música y diversos discos. La habitación tenía dos amplios ventanales por los que entraba mucha luz.

-Ven, siéntate – Bella se colocó en el sofá de dos cuerpos y palmeó el asiento libre a su lado – háblame sobre ti.

-Bueno… – me senté y carraspeé nervioso – soy Edward Cullen. Soy de Juneau, Alaska, y estudio aquí – no sabía que más decir.

-¿En la universidad? ¿qué estudias?

-Voy a empezar el cuarto año de medicina.

-Interesante – Bella rio – suelo tropezarme o caerme con mucha facilidad, me vendrá bien un médico cerca. Yo empiezo segundo año de Literatura – me indicó – y bueno, ¿cómo es que buscas alquilar un piso cuando llevas aquí tres años estudiando?

Buena pregunta, me dije, ¿cómo explicarle que había roto con mi novia de toda la vida y que ésta me había echado del piso a fines del curso escolar anterior? Todo sería más fácil si supuestamente no fuera gay.

-El piso en el que estaba los otros años estaba muy alejado de mi campus y mis antiguos compañeros no eran muy cooperativos en las tareas domésticas.

-¡Oh, bien! Con eso no tendrás problemas aquí, me gusta hacer un planning con las tareas que nos corresponde a cada uno. Confío en que no te las saltaras.

-Por supuesto que no – le sonreí. Haría lo que sea por quedarme con el piso.

-De acuerdo, Edward, te enseñaré la que sería tu habitación – Bella se levantó y me condujo por un pasillo.

-Esta es mi habitación – señaló una primera puerta cerrada que quedaba a la derecha – y esta – le mostró la que estaba a continuación – es el baño.

Bella abrió la puerta que quedaba en frente de las dos y que sería mi futura habitación. Había una cama de dos plazas, una mesa de escritorio y un armario. Una pequeña ventana junto al armario estaba abierta y las cortinas de color crema ondeaban. Para el precio que me pedía estaba muy bien. Ya me encargaría de amueblarla un poco más.

La chica siguió el tour por la casa. Me mostró el baño y la cocina. Me dijo el espacio del frigorífico que me dejaría para mí y las baldas vacías de los muebles de la cocina que me correspondería para poder meter mis útiles.

-¿Qué te parece? – me preguntó la chica.

-Estupendo, Bella. Me quedó con la habitación.

-¡Genial! Puedes empezar a instalarte cuando quieras. Estaba deseando encontrar a alguien para acabar con esto. Solo había entrevistado antes a dos chicas y ninguna me daba buena espina, pero tú pareces ser una maravillosa persona.

Evité pasar saliva.

-¿Puedo hacerte una pregunta? – la curiosidad me iba a matar - ¿por qué solo querías chicas o… gays? – me costó decir la palabra.

Bella rio. No pude evitar fijarme como su pecho subía y bajaba y como sus ojos se volvían más brillantes.

-Es fácil. El año pasado lo alquilé junto con una compañera del instituto, pero este año ha decidido cambiarse de universidad. Cuando eso pasó, mi padre me dió dos opciones, o bien, buscaba otro piso para mi sola, o buscaba otra chica, o gay, en su defecto. No quería nada de chicos viriles e entusiastas por aquí.

Esperaba que el padre de la chica no se enterara de lo viril que yo podía llegar a ser.

-Ah.

-Mi padre sigue creyendo que soy casta y pura, su nenita – Bella rió aún más – pero si para que esté tranquilo tengo que hacer esto, lo haré. De todas formas, él no sabe lo que hago los viernes por la noche – y tras decir eso, Bella me guiñó un ojo.

No me quedó más remedio que sonreírle con camaradería. Bien se ve que me había metido en la boca de lobo.


Hola! :)

Aquí estoy con nuevo fic, esta vez totalmente de mi autoría y corregido por mi querida Lady B.

No tengo mucho más escrito, pero depende de la acogida le meteré el turbo o no, así que, ¿qué os parece?

El contenido M se refiere sobre todo a comentarios y situaciones adultas, oki?

Espero impaciente vuestros comentarios!