Quería hacer algo corto y dulce de una de mis parejas favoritas


Castigo

Sentado a un lado de la cama la observó descansar. Su respiración suave y pausada elevando ligeramente su pecho. Se relamió los labios nervioso cuando la noto girarse sobre si misma en el colchón, buscando una posición más cómoda. Acaricio los dorados cabellos tratando de calmar su sueño y tranquilizarse él mismo.

- Seiya.

¿Había sido su imaginación o aquello había sonado demasiado como una insinuación? Otro sonido inentendible y el chico se maldijo por haber captado lo que su cordura trataba arduamente de ignorar; el delicado escote que formaba los botones abiertos de su holgada pijama, el tenue brillo en sus rosados labios...

- ¡Seiya! -un movimiento más brusco, sus manos apretando ligeramente las sabanas- Detente...

¿Por qué tenía que hablar mientras dormía? ¿Cuál era el motivo de ensañarse en abrir los labios de esa manera mientras hablaba? Esto tenía que ser alguna clase de broma.

- Bombón -frotó ligeramente el brazo de la chica con manos temblorosas- Despier-

- ¡No! No abras ahí Seiya.

¿Ahí? ¿Dónde ahí? ¿Qué ahí?

- Bo-bombón -no pudo evitar que su voz sonara insegura y casi desesperada- Despierta, esto no es divertido.

Ella se incorporó de golpe en un segundo y él por reflejo se alejó rápidamente terminando sentado en el suelo, mirándola con ojos exageradamente abiertos.

- ¿Bombón? -llamó suavemente, temeroso-

- ¿Cómo pudiste? -sus azules ojos brillantes en cristalinas lágrimas, mirándolo de forma acusadora. Lo hacían sentir miserable por algo que ni siquiera había hecho- Confié en ti, Seiya...

- Bombón, espera –se acercó con cautela, sintiendo el rechazo al verla retroceder como un cuchillo al pecho- No he hecho nada, no sería capaz de hacerte nada, lo jur-

- ¡No! No te creo, mentiroso -le lanzó la almohada al rostro sin darle tiempo siquiera a terminar- Me arrebataste mi… mi…

¡¿Qué mierda había hecho?!

- ¡Mi caja de chocolates y caramelos!

...

Alguien tenía, definitivamente, que odiarlo.