Título: Baja estatura
Personajes: Kazahaya, Saiga/Kakei, mención de Rikuo.
Género: Humor/Fluff?
Clasificación
: G / K
Advertencias
: -
Palabras: 452
Beta: yin_tiempo
Nota: Para Papaveri y haruko


Es un día aburrido en la farmacia Green Drug. Kazahaya se encuentra en el mostrador, esperando a que algún cliente, aunque sea uno, entre a comprar o a preguntar algo. Lo que sea. Sólo están él y su jefe: Kakei va de aquí para allá, reordenando algunos productos y poniendo otros nuevos. Rikuo debe de estar durmiendo, hoy le toca trabajar más tarde. Y Saiga probablemente está también durmiendo en el fondo, Kazahaya no lo ha visto en toda la mañana.

Más que ver a los transeúntes pasar, no tiene otro entretenimiento. Sin embargo, de pronto se le ocurre observar a su jefe. Kakei y su fina figura van tranquilos, aunque con ligereza, de aquí para allá, de pronto agachándose, buscando algo en alguna caja, moviendo unos productos. Entonces llega el momento de colocar otros objetos en uno de los estantes más altos. Kakei se pone en puntas de pie, pero es inútil, su estatura no colabora.

A Kazahaya le divierte un poco verlo así. Su jefe, un tipo que parece siempre preparado y con todas las respuestas, no puede con su altura. Pero, ¡momento!, un pensamiento fugaz se le cruza por la cabeza al joven: no es buena idea divertirse de éstas suerte de desventajas del mayor. Conociéndolo, seguramente le echará alguno de esos castigos sádicos encima si se da cuenta, así que es mejor cesar.

—Hay una escalera de mano en el fondo —dice Kazahaya con suavidad, casi con timidez—, ¿la voy a buscar?

Kakei se gira y simplemente lo mira con una fina sonrisa, le hace un gesto con la mano, como diciéndole que espere. Vuelve a la lucha con la altura, lo que, por supuesto, confunde un poco al joven. Entonces, una nueva voz entra en escena.

—Déjame darte una mano —sin más preámbulo, Saiga toma a su amante de la cintura y lo separa del suelo, permitiéndole al más bajo llegar cómodamente a donde antes no podía. Luego de poner una, dos, tres cosas en su lugar, lo devuelve con lentitud al piso.

—Muchas gracias —agradece también dándole a Saiga un minúsculo beso sobre los labios.

—Voy a comprar algo, no me tardo.

—Ve con cuidado —Kakei ensancha su sonrisa y lo despide con un leve movimiento de su mano. A continuación, mirando a Kazahaya, agrega—: Kudo-kun, tú también eres de baja estatura. Seguramente podrías usar esta… práctica con Himura, ¿no te parece?

En menos de un segundo, el rostro del menor se ha tornado de un color rojo brillante, a lo que el dueño de la farmacia ríe alegremente.

Ha dejado de ser un día aburrido en Green Drugstore. Y a partir de ahora, Kazahaya se asegurará de tener esa escalera de mano cerca.


N/A: ¡Mil gracias por leer~!