Capítulo 1
En el Instituto Seishun Gakuen todos los alumnos se encontraban comiendo, ya sea en el casino o en sus respectivos salones. Salvo un chico de cabello negro, quien se encontraba bajo un árbol intentando dormir en el césped, apoyando su cabeza entre sus manos y utilizando su gorra para proteger sus ojos. Estaba tan cansado, había sido un largo y agotador día, por lo mismo quería aprovechar la oportunidad de descansar durante el descanso, teniendo en cuenta que ya había devorado su almuerzo. Por lo mismo se acomodó para cerrar los ojos y dejarse llevar por los brazos de morfeo, tenía el tiempo suficiente para descansar un momento.
Al abrir sus ojos, se encontró en la estación de trenes, se había dormido al parecer en espera del suyo. El reloj indicaba las seis con treinta minutos, se levantó sin preámbulos, no recordaba cómo había llegado ahí, lo que más le sorprendía era el hecho de que llevaba el uniforme de Seigaku. Por la multitud que se encuentra a su alrededor, infería que el tren llevaba algunas horas de retraso.
De súbito, el tren llegó a la estación interrumpieron sus pensamientos. Caminó a zancadas hacia la entrada, esperando que la gente descendiera de él para abordarlo. Sin embargo, la muchedumbre que avanzaba con desesperación le impedía el paso. Producto de la gente que lo arrastraba, unas chicas chocaron con él de improviso.
— ¡Lo sentimos! —Dijeron ambas nerviosas.
—Da igual.
Asustadas por el rostro que llevaba el ambarino, entraron al tren sin pensarlo. Al fin había espacio suficiente para entrar, por lo que no tenía tiempo que perder e intentarlo. No obstante, alguien lo tomó del brazo llamándolo por su apellido, al voltear se percató que se trataba de su mejor amigo que llevaba su gorra blanca ¿En qué momento la había olvidado? "Gracias" Susurró, poniéndola en su lugar. Entonces las puertas se cerraron y el tren partió sin ser capaz de abordarlo.
—Rayos.
—Lo siento, Echizen. —Rió Momo burlándose de él.
De repente, escucharon unos fuertes gritos atrás de ellos, al voltear se percataron que un hombre armado se encontraba en el vagón, apuntando a las chicas que había visto antes con una pistola. Fue cuando notó como una de ellas se presionaba el pecho con fuerza, parecía estar teniendo un paro cardiaco.
¡Echizen, reacciona! Gritó una voz cerca de su oído, se trataba de Momo-Sempai otra vez, pero le daba la impresión de que le hablaba de una menor distancia de la que se encontraba. Al abrir los ojos, entonces realmente Ryoma abrió los ojos y vio como Momo con Eiji lo observaban con una sonrisa. Se levantó y se fregó los ojos para ver bien, al parecer había dormido demasiado, porque incluso el sol resplandeciente de antes había bajado bastante.
— ¿Qué hora es? —Murmuró.
—Son las 16:30. —Rió Momo—Al parecer dormiste demasiado…
—Ochibi eres un dormilón—Rió Eiji—Pero sabes, estamos aquí porque el Capitán te ha estado buscando y si no vamos en 10 minutos…
—Los tres pagaremos con 70 vueltas a la cancha—Tragó saliva Momo— Y además Inui tiene un nuevo jugo especial.
— ¡Es verdad! —Saltó Eiji.
Ryoma se levanto atemorizado y corrió a la cancha, siendo seguidos por los otros dos, no había nada peor que un zumo especial de Inui.
Llegaron tan rápido que ni siquiera el genio de Seigaku lo pudo castigar, aunque ganas tenía de sobra, para que probaran su nuevo jugo especial y vieran qué tan efectivo era.
Luego de horas de entrenamiento, los titulares salieron del Instituto agotados por ello. Y no habían podido darse un baño, debido a que les habían cortado el agua por problemas en todo el Instituto, razones por las cuales los estudiantes habían salido antes de clases.
Como todos tenían hambre y estaban cerca de una tienda de hamburguesas, decidieron ir a comer ahí, todos salvo el capitán que tenía algunos asuntos que resolver.
Cuando terminaron de comer, caminaron a la estación del tren, ya que Ryoma quería ir a comprar a una tienda que estaba a una mayor distancia.
— ¿Ya has pensado qué vas a estudiar? —Preguntó Momo interesado a Eiji.
—mmm la verdad todavía no lo sé. —Suspiro Eiji y esbozo una sonrisa nuevamente—¿Y tu oishi?
—Estaba pensando en medicina, pero la verdad no estoy seguro. —Murmuró.
—Deben decidirse pronto, porque ya no nos queda mucho para salir del Instituto. —Dijo Inui
—Tienes razón…—Sonrió Fuji
—mmm hemos llegado, nos vemos. —Dijo Ryoma observando la estación de tren
—Hasta mañana, Ochibi—Sonrió Eiji.
—Nos vemos, Echizen. — Dijeron los demás
Al llegar a la estación, espero impacientemente que llegara su tren, ya que tenía muchas ganas de llegar a casa y comer, porque se moría de hambre y además que estaba muy cansado. Y eso era raro, considerando que se había tomado una gran siesta en el Instituto.
El tren tardó más de lo común en llegar, eso se le hacía familiar de algún sitio, pero no sabía de dónde. El reloj marcó las seis con treinta minutos y se apresuró a caminar entre la gente para abordar a él, debía darse prisa si quería comprar lo que necesitaba. Pero entonces, unas chicas chocaron contra él, provocando que se estrellara con otras personas. Las miró con odio, debían tener más cuidado. "¡Lo sentimos!" gritaron. Esas voces se le hacían familiares, ya lo recordaba, era similar a ese sueño que había tenido durante el descanso. Ryoma las observó extrañado, había pasado todo exactamente igual, incluso sus reacciones, aquellas palabras y especialmente ellas eran iguales a las chicas del sueño. Debía tratarse sólo de una mísera coincidencia, no debía pensar en ello.
Dejando a un lado sus pensamientos, se preparó para entrar. Entonces alguien le tocó el hombro, haciendo que su corazón se estremeciera al recordar ese mismo gesto. "Echizen, se te olvidó tu gorra" Le sonrió el chico de ojos violeta. Temía lo que se avecinaba.
—Thank you, Momo-Sempai.
— ¿Qué ocurre? ¿Por qué tienes esa cara? —Preguntó Momo preocupado
—Debemos evitarlo. —Susurró pensativo.
Pero antes que fuese capaz de entrar al tren, las puertas se cerraron con fuerza, ignorando sus deseos de advertirles lo que estaba a punto de ocurrir. Un escalofrío recorrió su espina dorsal, casi como si se encontrara frente a un fantasma.
—Echizen, estás palideciendo. —Intervino Momo— ¿Es porque has perdido el tren o no te sientes bien?
De súbito, su pesadilla cobró vida, porque se escucharon unos desesperantes gritos provenientes del vagón central. "¿Qué fue eso?" Preguntó Momo preocupado, ahora no se trataba de un mal sueño, la realidad lo aterraba más que la ficción. Unos hombres de negro anunciaron que tenían armas, no era necesario escucharlos para saber lo que decían, ahí estaba todo exactamente igual a cómo había ocurrido. En un abrir y cerrar de ojos, una de las chicas con la que había chocado, se presionó el pecho con fuerza como si se estuviera ahogando, su amiga intentó contenerla, pero ya era tarde…lucía inconsciente desde el exterior.
La ambulancia no tardó demasiado en llegar, vio como el cuerpo de la joven era sacada en una camilla, pero aunque los paramédicos intentaron hacer todo lo posible por reanimarla, su alma ya se había ido. La policía no llegó a tiempo para arrestar a los criminales que huyeron en medio del caos, llevándose algunas pertenencias de los pasajeros. Pero más allá de que se hubieran llevado dinero, Ryoma no podía dejar de pensar en esa chica con la que había chocado que ahora yacía en la camilla con una manta sobre su rostro, mientras la otra chica lloraba a mares, sin poder entenderlo. Él podría haberlo evitado, pero no había hecho si quiera el intento, se había paralizado ante las coincidencias.
Antes que fueran a pedir sus testimonios, Momo lo sacó de la estación de trenes rumbo al exterior, no tenía deseos de relatar lo ocurrido, estaba más preocupado por el estado de shock en que se encontraba su mejor amigo. Caminaron por las calles en silencio, ninguno de los dos deseó hablar sobre lo que habían presenciado, no obstante ambos estaban de acuerdo con salir de ahí.
—No puedo creer lo que pasó, pobre chica. —Se atrevió a decir Momo.
—Sí, me ha sorprendido…
—Es extraño, no lucías sorprendido, era como si supieras precisamente que iba a ocurrir. Por cierto ¿Qué quería detener exactamente? ¿Se trataba de eso?
—P-Pues…
—Aunque eso es imposible. —Se burló. —Después de todo, tú no podrías haber estado al tanto de eso, salvo que estuvieras dentro de un equipo terrorista o algo por el estilo ¿O acaso lo estás y me lo has ocultado?
—Creo que la televisión te ha estado afectando, Momo-Sempai. —Suspiró.
—Es posible. —Rió—Al menos que tuvieras poderes especiales del tipo que predicen el futuro. Pero sí los tuvieras, sería genial ¿no?
—No subestimes ese tipo de poderes. —Susurró cabizbajo. —No son tan geniales como lo que muestran en la televisión, porque nadie es capaz de frenar al destino aunque reciban alertas…
—Ay Echizen, te lo estás tomando demasiado en serio. —Sonrió— Sólo piensa las cosas increíbles que podrías hacer con ellos.
Mientras Momo hablaba de todas las cosas que él haría si estuviera en esa situación, Ryoma se detenía a escuchar sus pensamientos, todo había ocurrido exactamente igual…no podía tratarse de una coincidencia ¿O sí? No podía constatar algo sin estar seguro, por lo mismo debía hacer el experimento al día siguiente con el sueño que tuviera esa misma noche.
Al día siguiente, había tenido grandes pesadillas por la noche, relacionada con la muerte de muchas personas que no conocía, rogaba que no fueran reales. Sin embargo, los sucesos volvieron a ocurrir y no pudo hacer nada al respecto. Se encontraba perdido en un mundo confuso e irracional ¿Por qué él tenía que pasar por eso? Talvez Momo en su lugar estaría más emocionado y divertido sabiendo todo lo que va a pasar día a día. Sin embargo, para él era todo lo contrario, no estaba impaciente por saber lo que ocurriría al día siguiente, sino que en las noches temía dormir pensando en todos los accidentes y muertes que pasarían.
Es cierto que todos los días muere gente sin que ni siquiera uno lo presienta, solo pasa, como si el destino lo quisiese así. Pero lo terrible era saber exactamente donde iba a ocurrir cada situación, a que hora exactamente y que personas se verían afectadas.
El chico de ojos ambar se sintió totalmente atemorizado frente a todo lo que estaba pasando. Su vida había cambiado radicalmente ante esto, que sin darse cuenta comenzó a alejarse de sus amigos y sus compañeros, concentrándose solo en lo que pasaba en su subconsciente.
Sus extraños comportamientos, comenzaron a preocuparle a todos, especialmente a la chica de largos cabellos castaños miel y ojos marrones.
Que, a pesar de haber sido ignorada miles de veces por este tenista, no se rendiría fácilmente y haría lo que fuera para saber cual era su problema.
Porque después de todo, aun estaba completamente enamorada de él y por lo mismo no quería que nada malo le ocurriera.
Un día, Ryoma se encontraba acostado sobre la terraza del Instituto, mirando hacía al cielo pensando sobre un sueño inexplicable que había tenido. Donde había visto a una chica cruzándose imprudentemente en una avenida. Lo extraño era que no salía su rostro, por lo tanto ni siquiera se imaginaba de quien podría ser.
De repente, unos cortos pasos caminaron hacia él. Sin mirar atrás, permaneció en su posición, suponiendo que quien se trataba:
-Ryoma-Kun…-Susurro- Quería hablar contigo-
-¿Sobre que?- Dijo en el mismo tono frío que la otra vez
-Es que...últimamente has estado actuando extraño, cada día que pasa más te distancias de los demás y eso me preocupa. Por eso, quería saber que te sucede-
-Son asuntos míos…-Suspiro- Además es muy complicado de explicar-
-¿Por qué? ¿Es muy malo?-
-Un poco…-
-Pero, puedes confiar en mi…no se lo diré a nadie, de verdad-
-Betsuni, no se lo diré a nadie-
-Pero…yo-
-Lo siento, Ryusaki- Dijo cortante
Sakuno se sintió totalmente triste ante esa respuesta, sabía que Ryoma era un chico frío que siempre se guardaba sus problemas, sin embargo ahora estaba más cortante que antes y eso le dolía, ya que ser rechazada de esa forma significaba que él no confiaba en ella.
En menos de cinco minutos, Sakuno había desaparecido de ese lugar. Y Ryoma volvía a cerrar los ojos, para dormir una siesta.
El mismo sueño se repetía otra vez, el de aquella chica desconocida para él.
Sin embargo, ahora se veía un poco más claro, ella pertenecía a esta misma escuela, su cabello era largo, de un color castaño miel.
Ella caminaba distraídamente pensando en quien sabe que, dirigiéndose directamente hacía la avenida, sin ni siquiera fijarse en la luz roja que la alertaba.
De repente, cuando iba cruzando la calle, una bocina resonó en sus oídos. Sin darse cuenta un camión se acercaba a ella a gran velocidad. Y no podía hacer nada, para detenerla, entonces cerro los ojos para no ver aquella nefasta escena, sin embargo sus oídos captaron aquel grito…que se le hacía muy familiar ¿Dónde antes lo había escuchado?
Posteriormente la escena cambió totalmente, ahora ya no se encontraba en la avenida, sino que se encontraba en clases de Lenguaje. Estaba como siempre aburrido tomando apuntes sobre lo que decía la profesora, cuando se percató que el puesto de Ryusaki estaba vacío, algo que le sorprendió mucho, sabiendo que la castaña nunca faltaba.
Cinco minutos después, un inspector apareció informándoles que una estudiante de esa misma clase, había sufrido un gran accidente el día anterior. Al principio no presto mucha atención a lo que decían, pero entonces el Inspector menciono ese apellido tan especial para él "Ryusaki".
Despertó de golpe, mirando hacía todos lados, con el corazón mas acelerado que nunca. Al mirar la hora en su celular, eran las cinco de la tarde, hora de salida de aquel día:
-Otra vez, me he dormido demasiado…-Suspiro, entonces recordó aquella imagen de cierta chica siendo arrollada por un camión- Esa chica…es definitivamente Ryusaki, Oh no- Susurro- Eso quiere decir que ella-
-Ochibi…Al fin te encuentro-Sonrió Eiji- Nuevamente te has quedado dormido y-
-Kikumaru-Sempai-Lo interrumpió- ¿Has visto a Ryusaki?-
-¿Eh? ¿Ryusaki? No, para nada…debe estar arriba-Murmuro confundido- ¿A que viene esa pregunta?-Sonrió picaronamente- Al fin has madurado…eh-
-Lo siento Sempai, no tengo tiempo para tus bromas, necesito encontrarla ahora-
Dicho esto, se levantó raudamente, dejando a un pelirrojo confundido.
Corrió por los pasillos del Instituto, buscando por todos lados a la nieta de la entrenadora "¿Dónde estará? Debo encontrarla…antes que suceda eso" Pensó asustado. Al llegar a su salón, lo abrió con fuerza, esperando encontrar allí a la castaña de ojos carmesí. Sin embargo, solo pudo ver a Osada y a los novatos:
-Ryoma-Sama… ¿Por qué has faltado a clase? Todo el mundo se preguntaba donde estabas, especialmente el profesor de ingles, ya que nunca faltas ¿Qué te sucede?-
-No me sucede nada…solo quiero saber ¿Dónde esta Ryusaki?-
-¿Eh? Sakuno-Chan ya se ha ido. No sé que le ocurre, pero anda un poco distraída, -
-¿Hace cuanto se ha ido?-
-Unos diez minutos…-
-Thank You-
Diciendo esto, salió del salón, con rumbo hacía la salida "Oh no, si no llego a tiempo, será demasiado tarde. No entiendo porque estoy tan preocupado, ella y yo no somos nada más que simples compañeros. Pero aun así, no quiero que su vida acabe de esta forma…"Pensó.
Cinco cuadras mas abajo, caminaba una chica de largas trenzas castañas y ojos carmesí, mostrando preocupación en su rostro "¿Qué le ocurrirá a Ryoma-Kun? Últimamente esta actuando muy extraño, y no me quiere decir porque, entiendo que sean asuntos de él, pero aun así me preocupa. Hoy falto a todas las clases, él no es de esos chicos que se saltan las clases ¿Por qué lo habrá hecho? Ya ni se concentra en las practicas" Pensó, mientras cruzaba la calle "Si tan solo pudiera hacer algo", una bocina sonó de repente, dejándola inmóvil frente a un camión que venía a gran velocidad.
Cuando pensaba que era el final, una mano la jalo hacía atrás velozmente, salvándola de aquel terrible accidente. Al mirar atrás, se encontró con aquellos ojos ambar de los que estaba enamorada:
-Ryoma-Kun…-
-¿Estas bien?-
-Sí, gracias…-
-Menos mal…llegue a tiempo-Suspiro
-¿A tiempo? No entiendo ¿Tú sabias que esto iba a pasar?-
-Eh, pues yo…-
Continuara…
Konichiwa!
¿Cómo están? Espero que muy bien, aquí subiendo otra historia
Ryosaku.
Hace tiempo que planeaba subirla, justo después de que terminara Matrimonio Concertado, pero como no lo termino aun.
La subiré por mientras^^
Espero que les guste
Que esten bn
Debo ir a dormir, tengo clases mañana
Arigato por pasar