Hola 333! Hace tiempo que no actualizaba, lo siento. Ahora que entré a la U tengo menos tiempo, peeeero, no son excusas. Además que, para qué mentiles, la doña inspiración y la señora imaginación se fueron de vacaciones y me dejaron sola las yeguas 8D! Pero heme aquí nuevamente... Espero les guste, es súper cortito pero está hecho con amor 833!

Disclaimer: Pandora Hearts NO me pertenece ni sus personajes, sólo la historia Malpensados.

Título: Placer.

Personajes: Alice


Placer.

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Alice

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Sonrío dulcemente.

Para ella era una experimentación totalmente nueva, nunca en su vida pensó que podría haber una acción tan reconfortadora, tan deliciosa, tan rica.

Ésta vez sonrío pícaramente. ¿Qué pasaba si alguien la veía en ese estado? ¿Qué pensarían los demás? Tenía una habitación sola, por supuesto, como todos en la mansión; pero a diferencia de Sharon Rainsworth, todos entraban como querían a su habitación. No les importaba si ella se estaba vistiendo, si estaba durmiendo, o si estaba, quien sabe, entrenando. Pero no… ¡A nadie le importaba!

Oz se las daba de dueño de la habitación. Entraba y salía, entraba y salía sin siquiera dar tres toques a la gran puerta de madera. Gilbert simplemente gritaba desde afuera "Coneja" y entraba como si esa fuese una clave o algún código para abrir la famosa puerta.

Al menos la única persona que respetaba su privacidad era la señorita Sharon, que de modales ella sabía y mucho; estaba agradecida con ella por el tan sólo hecho de que avisara o preguntara "¿Puedo entrar?", cada vez que la iba a visitar.

¿Y para qué mencionar a Xerxes? Él ni siquiera entraba por la puerta, sino más bien por la ventana.

Abrió los ojos abruptamente. Miró hacia su derecha y divisó las ventanas que anteriormente habían sido sacadas en su pensamiento… ¡Break!

Se paró minuciosa, como nunca, y cerró las cortinas. Cualquiera podría asomarse por ahí y ver lo que estaba haciendo. No es que fuese algo malo, algo maligno y que por eso la encerrarían por el resto de su vida en una cárcel o algo por el estilo; pero era bastante… ¿vergonzoso?

Esperen… ¿ella tenía vergüenza?

Sí. A lo largo de su experiencia con aquellos humanos, había aprendido lo que era sentir vergüenza, y por alguna extraña razón ella sentía aquél sentimiento mientras hacía lo que estaba haciendo.

Dio media vuelta para dirigirse a su cama y suspiró. Todo estaba en penumbra. No le gustaba la oscuridad, en ella se sentía sola… Pero era la única manera de no ser descubierta.

Y se arrimó nuevamente, esta vez casi con pesadez, se tapó y su respiración se agitó enseguida. Tan sólo de pensar en lo que iba a hacer ya se le hacía bastante excitante.

Bajó sus manos por el cuerpo suavemente, siendo totalmente rigurosa. Volvió a cerrar los ojos lentamente, buscando entre sus piernas lo tan anhelado.

—Mmm… —susurró apenas tocó la suave carne. Acarició con las yemas de los dedos, no dejando ningún espacio sin ser tocado. —Qué… rico.

Una leve sonrisa tímida apareció en sus labios, sus mejillas se sonrosaron y su corazón se aceleró.

¡Ella no estaba haciendo nada malo!

Era una chica en crecimiento, ¿no? Y necesitaba de eso… tenía que hacerlo, eran cosas de la vida. Y Sharon siempre se lo mencionó…

En un impulso metió los dedos hasta el fondo. Sentía la suavidad, la calidez, lo delicioso que era tocar aquél rincón. Movió sus dedos mucho más rápido, provocando un mayor acelero de su corazón; saboreó sus labios y apretó fuertemente la mandíbula.

Ésta vez sonrío triunfal.

—¡Sí! —gritó.

Miraba la deliciosa carne que escondía entre sus sábanas. ¡Esa noche comería muy bien!

Total, no era nada malo, Rainsworth le dijo que necesitaba comer porque estaba en pleno desarrollo. Y ella esa noche tenía mucha hambre, demasiada. A pesar de las advertencias de Oz, "no saques carne a las tantas de la madrugada Alice, porque no es mucha la que tenemos por ahora". A ella no le importaba, necesitaba comer para crecer.