Disclaimer: Los personajes de Inuyasha no son propiedad mia, pertenecen a Rumiko Takahashi :D
Aclaraciones:
Negritas - Dialogo
Negras cursivas - Pensamiento
Negras subrayadas - Intervención de la Autora
Negras cursivas subrayadas - Titulo del capitulo
NEGRAS CURSIVAS SUBRAYADAS Y EN MAYÚSCULAS - Titulo de la historia
Acepto criticas :3
Pero moderense, las criticas tienen que ser para bien del fic, cualquier critica con sentido de insultar y/o ofender será reportada.
Sean bienvenidos a mi fic y espero lo disfruten :3
Y recuerden... "El hentai es bueno para el alma" XP
Disfrutenlo! xD
UNA HISTORIA DIFERENTE
¿Presentaciones?
- No mamá, no quiero estar aquí – decía una joven a su madre
- No te lo estoy preguntando – replicaba la señora – Te lo estoy ordenando
- No puedes obligarme, ya tengo 18 años de edad y no soy una niña – decía la joven
Estaban montando un alboroto en la entrada a una lujosa sala, donde se iba a dar una conferencia. Todo el mundo se había volteado a mirar la escena. Pero a la joven parecía no importarle.
- No permitiré que me obligues a entrar a una aburrida sala, en donde solo hay gente mayor reunida para oír a un estúpido hombre ambicioso que trata por todos los medios agrandar su estúpida fortuna – exclamaba la joven
- Sango, ya basta, vas a entrar y punto – dijo la señora
- No, no lo haré y no me obligaras – replicó Sango indignada
- Cállate, estas haciendo un drama – dijo la señora enojada
- ¡No! – Grito Sango más enfadada que su madre
El joven Taisho, encargado de la conferecia se acerco a las causantes de tanto alboroto molesto porque no lo dejaban comenzar con el discurso, y no tenia tiempo que perder.
- Disculpen, podrían tomar sus asientos o marcharse, no podemos empezar con todo este alboroto – dijo el joven Taisho
- ¡No! – Respondió Sango
- ¡Sango! ¡Es suficiente! – Le regaño la madre de Sango a esta
- ¡No madre, No cumpliré tus caprichos, y usted, no se meta donde no lo han llamado! – Gritó Sango enojada
- Señorita ¿acaso sabes quien soy? – Dijo el joven Taisho ya muy molesto
- No, y tampoco me interesa – respondió esta mirándole con odio
- Pues debería, soy Sesshomaru Taisho, usted esta faltando el respeto a todas las personas presentes e interrumpiendo la conferencia para quienes si están interesados – le informó él friamente
- ¡Ah! Pues lo siento por usted, si evito que gane más millones con una conferencia absurda. Estoy segura que lo único que ve en una persona es su cuenta bancaria – lo insultó Sango
- Controle esa boca – le replicó Sesshomaru con severidad
- ¿Sabe que? Me voy, no tengo tiempo para alguien tan estúpido como usted – dijo Sango
Sesshomaru que ya estaba lo suficientemente enojado no aguanto más, le hizo seña a los de seguridad para que se acercaran. Les dio ordenes claras y concisas.
- Saquen a esta joven insolente de aquí – dijo Sesshomaru
- Como usted ordene, señor – dijeron los guardias
- No me pongan la mano – dijo Sango amenazadoramente – Yo sé caminar
- Vaya, por lo menos eso sabes, veo que no eres tan estúpida – dijo Sesshomaru en tono ironico
Sango se le acerco, levanto la mano y lo abofeteo sin que nadie se lo esperara. Sesshomaru se sorprendió, nunca nadie se había atrevido a tocarlo y esa chiquilla lo abofetea y no pudo evitar mirarla con rencor. Pero en vez de intimidarse, ella le dijo:
- ¡Me voy! – y dicho esto se marchó
- Disculpe a mi hija señor Taisho, ella es una muchacha imprudente y mal educada – decía la señora angustiada
- Espero que esto no se repita – respondió él con frialdad
- No señor – dijo la señora
Y dicho esto se dio la vuelta y se fue al escenario a dar la dichosa conferencia, aunque notaba los murmullos de las personas en la sala, sin duda hablaban del escándalo y de la bofetada.
"Esto me lo voy a cobrar" – pensó Sesshomaru
- ¡Que hombre más arrogante, se merecía que lo pusieran en su lugar! – decía Sango que estaba en el parque comiéndose un 3 leches – Como odio cuando mi madre quiere mandar sobre mi.
Odiaba que la trataran como una niña que no podía pensar por si misma, su madre siempre le decía que ella era una orgullosa y que creía que podía hacer las cosas por si misma, y no era mentira, desde que tenia uso de razón, nunca había pedido ayuda a nadie para resolver sus asuntos, solo sus amigas y su familia sabían cuanto se esforzaba ella por conseguir su independencia.
Dio un largo y profundo suspiro, ella no era una joven que perdiera tan rápido los estribos, pero, su madre siempre lo conseguía y eso le molestaba, porque creía que nunca más le afectaría que hiciera su madre. Pero lo que más le molestaba era la arrogancia de aquel joven, solo porque fuera famoso y reconocido no le daba derecho a hablarle así.
- ¿Quién se cree que es? – Refunfuñaba Sango – No tiene ningún derecho de hablarme como si yo no fuera nadie.