Despertó en un cuarto elegante… con papel tapiz rojo con rayas finas blancas, elegantes muebles, cuadros y… los cuerpos de aquellos que les había quitado la vida. La tenue luz de las velas iluminaba poco, pero lo suficiente para ver sus propios actos, como si hubieran pasado hace solo unos momentos. La sangre aun tibia chorreando, los ojos sin brillo y el olor a muerte.

Se levanto del selo y comenzó a recorrer el lugar, notando junto a cada victima el arma homicida, mirando sus manos con unas manchas de sangre, esa escena no le consternaba en lo mas mínimo, era como un vago recuerdo, hincándose para ver en cuerpo sin vida de Kelly… y junto a ella un pequeño bulto envuelto entre sabanas blancas salpicadas igualmente de rojo carmesí, acaricio con cuidado el rostro de la chica con lagrimas y sangre, justo en ese momento el fantasma del homicidio apareció detrás de el, como la chica se arrinconaba y el con despecho le clavaba un cuchillo en el vientre ya notable de su embarazo, escuchando los aterradores gritos que penetraban hasta el alma y después… desaparecieron. Mas sin en cambio para el fue un recuerdo de victoria, de seguro la criatura en las mantas era su hijo que no pudo nacer; sin poder evitarlo soltó una carcajada cínica, le era divertido recordar como quito vidas, como disfruto con sus gritos y escurrió su sangre en sus manos; no le incomodaba de echo… se sentía orgulloso quitar a los estorbos que arruinan su mundo perfecto.

Y… así de uno en uno admiro los cuerpos, y revivía viejos recuerdos, soltando risas, bailando entre cadáveres, moviendo las manos al compas de la melodía interna, encendiendo y apagando las velas con un delicado movimiento con sus manos, recargado contra la pared podía sentir ese cosquilleo interno.

Miro curioso un objeto colgado de una pared, se haceros curioso, un espejo con marco de plata. Mirándose en el por un momento sorprendido pero al final termino gustándole lo que vio, era el mismo pero con la piel mas pálida, sus dos ojos rojo sangre, brillando internamente con el fuego del infierno, su fiel cabellera rubia larga ahora convertida en azabache de la que sobresalían dos cuernos de toro, que me sonrió mostrando unos blancos colmillos; fue amor inmediato a ese demonio interno… era hermoso…. Con delicadeza pasando mi mano por el mi rostro, por su rostro, al fin y al cabo era yo, mirando sus ojos, su cabello sus cuernos, era precisamente la mejor imagen de mi mismo que pude haber visto enamorándose de inmediato.

Su reflejo sonrió a un mas y sus manos traspasaron el espejo logrando tocarme la piel, su cuerpo estaba frio a comparación de la suya; deje que me tocara el rostro tocándolo curioso, hasta que yo cerré lo ojos, entonces tomo mi cuello con sus dos manos frías, presionando, presionando, mire a esos ojos que se reían de mi, y los caninos desnudos, hambrientos de mi alma. Me retorcía para que me dejara, que no me tocara, perdía el alentó, no podía respirar, sacudí mi cuerpo y tome sus brazos alejándolo de mi….

Ya no lo soporte, mi conciencia se fue y cay en sus brazos, lo ultimo que pude sentir eran sus manos acariciando mi cabellos y un dulce susurro que claramente decía… " ¿Qué quieres ser… un ángel o un demonio?"

Que extraño sueño… mi re con picardía al joven moreno que aun dormía, se veía tan lindo y angelical cuando dormía, nadie pensaría que era la representación del mal, acaricio con cuidado los suaves cabellos negros del otro, se miro en el espejo de un tocador bastante simple, su reflejo era el mimo desde hace ya años, seguía con esas facciones delicadas e infantiles, un ojo celeste y un ojo rojo, pelo rubio largo y su piel cremosa, según Damien era exactamente la misma imagen de los ángeles, solo faltaban unas blancas alas y podría ir al cielo y pasaría por el mas bello de los ángeles. Lo malo era que solo tenía la imagen, su alma manchada hasta el límite por el pecado, pero eso no era para avergonzarse cuando ya era un demonio, un lobo muy bien disfrazado de cordero inocente; sonrió mirando el bien formado cuerpo de su ahora novio permanente, el placer del pecado jamás fue tan dulce.

-hola…

Al parecer el morocho ya estaba despierto, sonrió de esa forma tan dulce que le encantaba al anticristo, pura y angelical en apariencia, el demonio devolvió el gesto mostrando los caninos largos propios de el y que no podía ocultar a diferencia suya.

-buenos días Damien

-peculiarmente alegre esta mañana ¿no? Philip

-se podría decir…

-y… se puede preguntar ¿Por qué?

-no lo se… tal vez tendrá que ver con la fecha de hoy

-veo que lo recuerdas

-creo que me iré temprano al infierno para regresar y…

-de acuerdo yo de todos modos iré con Tweek y Butters.

-no te tardes, esperare con un regalo para ti.

-de acuerdo.

Después de todo este tiempo aun se guardaban amor incondicional, demostrándoselo con mucha frecuencia, con besos, caricias, y noches largas en el fin de semana. Damien asumiría los controles del infierno algún día, por tanto tenia que ir constantemente a inspección, aunque fuera completamente inútil considerando que era como una metrópolis donde todos hacían lo que quisieran cuando quisieran, eso cambiaria, después de todo, el infierno es la tortura eterna y mucho más con su pequeño ángel sádico a su lado.

Cuando terminaron de jugar a los recién casados, Philip fue a hacer el desayuno, desayunaron y siguieron jugando melosamente, cuando llego la hora de irse, se despidieron en la puerta con un besa y una sonrisa viendo desaparecer a su novio en una nube de fuego. Regreso al interior de su ahora hogar, una lijosa mansión, con los decorados, muebles y artilugios costosos que alguna vez pudo imaginar, una ventaja de ser el novio del anticristo que solo con un batir de manos y creaba fama y fortuna.

Subió al cuarto que compartía con Damien y propuso a darse un baño y arreglarse para su compromiso con sus amigos, disfrutando mucho de cepillar y peinar su cabello aun mojado por el baño, con una pequeña sonrisa imaginando la sorpresa que su novio le daría al regresar, siempre le daba regalos muy bonitos y costosos, regularmente con diamantes o rubíes alguna piedra preciosa cubierto por oro o plata, ahora quien diría que un donnadie pasaría a un rico demonio, la vida no podría ser mas justa.

Se puso de pie, cambiándose por una linda camisa de mangas cortas negra, pantalón igualmente negro, unos tenis una corbata amarilla que colgaba de su cuello, termino con unos pasadores en su cabello para despejar su rostro; se admiro por un momento más en el espejo, y en un simple juego su ojo rojo brillo con intensidad y le crecieron colmillos sonriendo frente a sí mismo, resonando una carcajada por toda la mansión.

Su gusto se fue interrumpido por el sonido del timbre… su risa se borro cambiado por una mueca de disgusto, cambiando su cara radicalmente a una sonrisa fingida y con sus ojos camuflados y caninos reducidos bajo a ver quién diablos molestaba en medio de su admiración personal. Bajo las escaleras en busca abrió la puerta, encontrando atónito a un hombre adulto, con lentes gruesos, cabello castaño y claramente devoto fiel a la iglesia.

-padre Maxi…

-hijo mío, es crucial que yo hable contigo ahora mismo

-¿conmigo? ¿De que padre?

-primero déjame entrar por favor Philip

-claro, pase

Dejar pasar a este hombre a la casa del anticristo es una de las reglas mas estrictas que le daba su novio, bueno, la verdad era una de las pocas reglas que le imponía, pero esta la comprendía muy bien, los hombres devotos de inmediato sabrían que allí habita una presencia oscura.

-¿Qué pasa?

-hijo mío, temo ser yo el que te comunique que descubrí quien fue el culpable de los atentados de hace algunos años

Mi atención se centro completamente en lo que dijo el hombre, acaso es que… vino a desenmascararlo, sabia que el y los otros mataron a todas esas personas, que Gregory mando a implantar bombas. ¡No! No dejaría que separara a nadie, costo mucho llegar a ese puesto, años de maltrato y golpes humillaciones por montón para que un inútil llegue y eche a perder todo lo que ha logrado. Pero no se podría estar seguro del todo así que decidí hacerme el idiota y fingir demencia.

-d-de verdad y… ¿Quién es?

-son ellos Philip el hijo de los Tweak y los Stoch, pero ellos no son mi mayor preocupación, lo que pasa es que descubrí el peor de los demonios, el mayor pecador habido y por haber… Damien, el-el es el anticristo, corres un peligro enorme, descuida, yo te salvare, conseguí en estos últimos años capturar todas estas dagas, con esto salvaremos a la humanidad

Le mostro al chico siete dagas, según Damien la única forma de matarlo era con ellas, ahora si se paso, nadie lo separaría del anticristo, no ahora, no, jamás aceptaría estar lejos de el; tendría que eliminar al padre… tal y como lo hizo con tantas otras personas, tal como lo hizo con la perra de Kelly y como ara con cualquiera que intente interponerse en su relación.

-ten, toma hijo mío esto te protegerá…

Le entrego una cruz de madera y un frasco con agua bendita, a pesar del ardor y que su piel se quemara un poco al contacto con estos objetos el lo disimulo y siguió con su falsa demencia escuchando la sarta de estupideces que el padre que morirá si sigue hablando así de su novio. Cuando por fin termino de dar su discurso marica sonrió abriendo el agua bendita y tirándola con hipocresía al suelo cuando la botella estuvo vacía, tomo la cruz y a pesar del dolor la apretó tanto que la rompió a la mitad ante la mirada atónita del padre.

-no… usted no ara nada, yo me asegurare de eso, nadie me separará de mi novio

-hijo mío, el anticristo te ha nublado la mente, regresa conmigo al camino del bien

-no regresare a ningún lugar, yo pertenezco este mundo… usted no me separara de nadie, ¡yo amo a Damien! ¡Es mi novio! Y usted no me alejara de el… yo no se lo permitiré…

Su ojo derecho brillo, y de un momento a otro se abalanzo sobre el hombre, de algo estaba seguro, si Philip lo consideraba una amenaza estaba perdido. Pues verán, Pip ahora se tomaba las cosas mucho mas lento que si amado anticristo que solo con un chasquido de dedos un alma más estaría de camino al infierno, a diferencia suya que prefería pasársela horas y horas en la cámara de tortura… viendo el sufrimiento, dolor y tristeza de los demás, como lloraban y suplicaban que parara, como hace ya algunos años atrás el también lo hacia, toda su infancia llena de pobreza, miseria y abusos, esta vez ahora el seria el que torturara, que se riera de la desgracia ajena.

-Kenny amor…

-¿Qué sucede?

El chico de sudadera anaranjada (que a pesar de los años y tener ya los recursos económicos necesarios para comprarse otra, seguía apegado a ella) recostado en el sofá de su apartamento compartido por el rubio menor Leopold, quien se acerco y en un rápido movimiento alcanzo a besar los labios del chico en el sillón.

-Kenny… yo tengo que ir con Pip, iremos a… tomar el te, regresare pronto

-de verdad ¿solo por una fiesta de te?

-es muy importante para el

-pues si es importante para ti estaré esperándote

-regreso, no tardare mucho…

Beso con delicadeza y dulzura los labios del mayor, que se volvió salvaje, Leopold para ser el pasivo era bastante activo cuando lo deseaba, dejando a Kenny agitado, jadeante y con una mordida en el cuello; salió con una enorme sonrisa de la casa que solo al cerrar la puerta se convirtió en una mueca de desagrado ¿Qué diablos quería Pip para sacarlo urgente de su casa? Dios que con eso de que ya era un demonio creía que podría hacer lo que sea cuando se le diera la gana.

-Tweek ¿Qué haces?

-juego…

El pequeño rubio jugando acariciarse con su novio, desde hace mucho cogió esa manía de ser más cariñoso, cambiando su adicción al café por una nueva droga que funcionaba mejor y era gratis. La vida era perfecta en su pequeño pedacito de cielo hasta que el sonido del celular del rubio interrumpió el momento regresándolos al mundo real. Mientras el menor contestaba la llamada Craig miraba a su alrededor admirando el bello hogar que formo con mucho empeño. Tweek era más tratable ya casi no soltaba sus locos y posibles eventos que tenían involucrados a él, al gobierno, a los extraterrestres y de vez en cuando los gnomos roba calzoncillos, pero si ignorabas lo que decía ere normal.

Cuando el rubio colgó la llamada y regreso con el moreno, mostrando esos ojitos grandes verdes y brillosos, sinónimo de que quería algo. Se sentó coquetamente de nuevo en el regazo del otro y se abrazo a su cuello respirando cerca de su oreja susurrando provocativamente:

-Craig… cariño… puedo salir por un momento….

Ese tipo de ofrecimiento siempre funcionaba, así que no le costó mucho que el moreno aceptara, saliendo de su hogar para ir con los demás rubios, cargando una mochila que escondía de todo… hasta de Craig, la protegía como si fuera el tesoro de la reina… y no era para menos, su contenido era valioso, como un pequeño recuerdo.

-Christophe

-oui

-tengo que ir con Pip… ya casi es hora de….

-no me digas… tu asqueroso te

-que no te guste no quiere decir que sea asqueroso….

-como digas dulzura….

El rubio beso con cuidado los labios de su novio francés, que correspondió con gusto, tal vez el sabor amargo del asqueroso té que bebía Gregory le molestaba pero el sabor a té de hierbas y miel en los labios del ingles lo hacían tan diferente que prefería un beso suyo a un poco de su nicotina. Dejo al ingles marcharse a su maldita fiesta de té para señoritas…

-como quieras Chris… regresare pronto…

-adiós, señorito

Leopold Joseph y Gregory estaban parados frente a la enorme puerta de la iglesia, en la que extrañamente los había citado… lo cual era raro considerando que ellos estaban más que enterados de lo que era Philip más de una vez les toco ver como practicaba algún maleficio en un animal, ahora quería que fuéramos a la dichosa iglesia y le dijo a Tweek que llevara su maleta especial.

-y… ¿para qué diablos venimos aquí? Tengo prisa…

Exclama molesto Leopold, se ha vuelto un poco más… ¿Cómo decirlo? Solo un poco más abrasivo, pero solo con el resto de los seres vivientes que no fueran Kenny, con el rubio de chaqueta anaranjada era una cerecita en dulce, y cuando estaba solo era perfectamente lo contrario a lo que el joven Kenneth se imaginaria de su adorado rubio.

-hablas como si yo supiera Stotch, solo sé que Philip nos llamo de urgencia y deduzco que a ustedes tampoco les dijo nada

Como siempre la voz de la razón entre todos los rubios… Gregory, en este tiempo se reunieron lo suficiente como para llamarlo un amigo mas, y si, se enteraron de que Gregory fue el homicida indirecto de casi todos sus compañeros de clase, no se molestaron tanto como él pensó, ya que si no fuera por eso jamás se hubieran reconciliado con los otros, pero no se salvo de una que otra apuñalada no mortal o algún disparo fallido.

-oigan… ¿Qué es eso?

Tweek señalo a una pequeña bola de fuego que flameaba en el suelo… llamando su atención…. Los rubios caminaron hacia ella… pero sorpresivamente comenzó a moverse, haciendo un camino hacia una puerta oculta en los jardines de la iglesia, en la esquina mas apartada. Abriendo un pasadizo mal cuidado, sucio y con muchos animales rastreros por ahí. Pero eso era lo de menos, el punto era seguir la bolita de fuego que saltaba y saltaba alrededor del pasadizo hasta colarse por debajo de una puerta de madera increíblemente sin quemarla. Los otros abrieron la puerta escuchando ahora unos claros sollozos… el cuarto estaba oscuro.

No sabían donde se fue la bolita de fuego, entraron y de repente la luz de unas antorchas incrustadas en fila alrededor de las paredes de un enorme cuarto al fondeo se distinguía una puerta, los sollozos aun se escuchaban ahora un poco mas fuerte… lo único que veían era el respaldo de un muy elegante sofá color vino y los bordes de madera negra brillante… ellos sin mas se acercaron encontrando algo que los dejo anonadados.

Era el padre Maxi atado de pies y manos, con severas heridas que sangraban, gemía y lloraba de dolor. Mientras que el sillón rojo un cantarín Philip algo cambiado sonreía, mostrando sus caninos blancos. Todos anonadados, no por el padre… habían visto cosas peores de mano del chico, pero, ahora su imagen era algo mas demoniaca y aunque no lo dijeran imponía un poco de miedo.

-qué bueno que llegaron… estaba llegando a pensar que no vendrían y me vería en la penosa necesidad de traer sus rubios traseros hasta aquí…

Hablo con una voz espeluznantemente dulce, poniéndose de pie y saludando con una sonrisa, acomodándose coquetamente su ahora cabello negro, del que salían unos puntiagudos cuernos negros, batiendo su cola de reptil, viéndolos con los ojos rojos del diablo, dejando con la boca abierta los demás rubios; no sabría decir si por impresión o por envidia.

-l-lo sabia… ellos también estaban i-implicados e-en los atentados, ellos junto contigo Philip…

Dijo entre jadeos el padre llamando la atención de los muchachos quienes sonrieron con malicia, pobre… ellos eran peor de lo que pensaba.

-parece que no fue una completa pérdida de tiempo. Tweek las ¿trajiste el paquete especial, no?

El rubio de ojos verdes asintió y de su mochila saco un portafolio gris como en las películas, abriéndolo y perfectamente cuidadas, alineadas y limpias estaban sus viejas armas. La razón por la cual se las dejaron al rubio fue porque es el mismo, si las perdiera o le dijera a alguien más de que las poseían, el simplemente lo diría sin pensarlo por la presión y culpa.

Tweek le entrego a Leopold su arma y a Gregory la que anteriormente le correspondía a Philip, mientras este solo los miraba recordando lo sucedido como una película de acción.

-¿y qué hay de ti?

-descuiden…

Con un simple batido de manos una arma negra y detalles en rojo apareció en su mano en una nube de humo.

-es bastante fácil…

-si… oye… solo tengo una duda, yo comprendo que el bastardo nos descubrió y que como todos los otros estorbos debe ser removido, que te intente separar de Damien y eso no lo toleras y que ya seas un demonio pero… ¿Por qué el nuevo look?

-simplemente esta es la forma de un demonio… y la luzco con orgullo.

Leopold sonrió a su amigo demonio y se dirigieron todas las miradas al padre, que admiro todo estupefacto, las lagrimas sin importar que lo vieran salieron de sus ojos mientras era acorralado y liberado de sus mordazas, es mas divertido ver los intentos inútiles por defenderse que solo la paliza.

-bien… ¿y cómo iniciamos contigo?

Sonrió Leopold, los demás lo pensaron un momento hasta que un grito o mejor dicho un alarido del padre invadió todo el cuarto, regresaron la vista a Philip que había hecho una cortadura bastante profunda y sangrante en la espalda del hombre con un látigo de cuero con filosas agujas al final.

-amas tanto a la perra de Jesús ¿no? Demuéstralo… ¡sufre como él lo hizo!

Grito al momento de dar otro latigazo. Los otros solo se limitaron a mirar… no tenían intención de defender a una presa de un demonio ofendido… menos si era pareja del anticristo… en cierta forma Philip influía un miedo extraño, y si era el aprendiz el maestro debía ser peor.

De un ritón logro desgarrar muy profundo, sangrando a chorros, Leopold se acerco a él sonriéndole con una dulzura falsa y disparando contra el brazo del padre, Gregory sacaba una navaja y la encajaba en el ojo del hombre, Joseph tomo un encendedor y fue quemando secciones de piel. Todos regocijándose con los gritos y llantos, ahora ellos mandaba, ellos decidían como cuando y donde seria la próxima herida. Jugaban a ser los brabucones a escondidas, alejados del mundo.

Pasaron horas allí encerrados, todos burlándose de la desgracia del hombre, disparándolo, apuñalándolo, quemándolo, dando latigazos a su cuerpo sin ningún remordimiento ni reconsideración, claro, procurando que la herida no sea mortal, lo querían con vida para el evento principal de la tortura. Cuando se cansaron tomaron un leve receso, aunque sonara tétrico, torturar a un inocente era muy agotador, pero según el reloj de Gregory eras apenas las 5, tiempo suficiente como para tomar el té. Así que el demonio hizo aparecer una pequeña mesa con té en una extraña porcelana negra, mientras los americanos en sí, tomaban asiento en una sala de muebles finos, la verdad que no tenían intenciones de saber de donde aparecían los objetos.

-extrañaba esto… no recordaba cuanto me divertía

Sonrieron los rubios americanos mientras daban una calada a su cigarrillo, adquirieron el vicio secretamente así que no le digan a nadie…

-que rápido, ya es tarde y necesito regresar con Damien…

-si eso suponía… yo también necesito regresar con Chris… así que ya es tiempo de acabar con esto, además ya me canse… desde que lo encerraste en el armario no ha hecho otra cosa más que gritar y ya me estoy cansando de escucharlo.

-es el maleficio de la tortura eterna por favor… grita porque crea la sensación que se te queman las entrañas desde adentro asía afuera.

-verdad, verdad, fue error mío

Guardaron sus cosas y tomaron al padre inconsciente ya de un golpe en la cabeza con una piedra… cargándolo como peso muerto hasta las montañas, arrastrándolo sin importar nada, por fin llegaron a un espeso bosque, nadie se atrevía a entrar ahí ¿Por qué? Pues… según los rumores un asesino dejo ahí recientemente los cuerpos de muchas personas y ahora creían que sus almas vagaban por el bosque. Pues eso de verdad los ofendía… eran cuatro asesinos, no solo uno, pero en fin, el casi es que dejaron al padre tirado y mientras despertaba preparaban las cosas para acabar con él.

Cuando el padre despertó se pusieron de pie para recibirlo con los vivos por última vez.

-bienvenido padre… qué bueno que este bien… lo encontramos muy mal herido…

-¡criaturas infernales! irán al infierno, con el mismo Lucifer y entonces se arrepentirán. Tú eres el que más me decepciona Philip, eres un demonio

-no lo soy… yo soy el angelito favorito del anticristo… solo véame… de verdad cree que alguien siquiera pensaría que yo soy capaz de las timar a alguien, soy un ángel… y… un demonio

-¡yo lo diré! ¡Todos sabrán lo que hicieron!

Los rubios no pudieron hacer otra cosa más que echar una sonora carcajada, de verdad que el viejo era simpático, era gracioso pensar en que el viejo fuera de verdad con las autoridades después de años de asesinar gente y quedar impunes ante tantos actos.

-qué risa abuelo, de verdad cree que va a vivir después de lo que aremos

Se burlo el joven Philip aun con su apariencia demoniaca, apareciendo en una nube de fuego una extraña arma de fuego. Una nueva adquisición a su arsenal demoniaco.

-padre Maxi… le presento a mi nuevo rifle de precisión, este es el momento en donde usted empieza acorrer.

El hombre tuerto y cojearte asustado comenzó a moverse… torpemente entre los arboles… mientras Philip apuntaba a la cabeza del hombre. Y cantaba una cancioncita.

-los chicos populares deben correr mejor, correr mejor, que mi pistola…. Correr más rápido que mi bala….

Con esa estrofa de su canción jalo el gatillo, y el cuerpo del hombre se desplomo en un charco de sangre que salía de su cabeza. Para los rubios y el… moreno… fue la hora de partir cada uno a sus respectivas casas con sus respectivas parejas, a pasar una agradable noche uno en compañía del otro sin miedo a alguien que interrumpa su felicidad… muchos lo intentaron y terminaron en el mismo bosque… y así seguiría siendo hasta que el mundo entero cooperara con su silencio vivos o muertos….

….

Llego a su casa, mirándose de nuevo en el espejo del recibidor, su pelo rubio, sus ojos azules y su piel rosada… seguía siendo él, su reflejo cambio a su forma de demonio que le sonreía mostrando los dientes afilados. Sonrió y acaricio el espejo con cuidado…

-"entonces…. Dime… ¿Qué quieres ser… un ángel o un demonio?"

Seseo con vos dulce y aterradora su propio reflejo, a lo que él solo sonrió y negó con la cabeza…

-puede que en el cielo también se sufra, y en el infierno se goce… pero yo no escojo ninguna… soy un ángel y un demonio y ese es mi secreto.

Con esas palabras su reflejo regreso a la normalidad y el siguió caminando siendo recibido por los brazos del anticristo…

….

En fin… esta fue una historia que se rumora por los alrededores en un pequeño pueblo montañés, que fue invadido por la masacre y el olor de la sangre… donde nadie se salvaba, los intolerantes, los populares… todos aquellos que amenazaban su felicidad fueron exterminados… pero eso es lo que pasa cuando los rubios se revelan.

FIN

6 malditos meses…. Eso me tomo este maldito epilogo… pero no me malinterpreten… dejen les resumo…

Después del ultimo capitulo no sabia de entre todas mis opciones hacer…. Escribiendo y borrando cada intento… hasta que unas canciones me inspiraron lo suficiente… termine el epilogo, solo me faltaba un toque por allí y por allá… pero… el monstro volador de espagueti estaba de malas y le mando virus a mi computadora… 71 virus en mi memoria USB donde guardo mis fics y 130 en mi computadora… se comió todos mis fics y 3 años de mi vida en trabajos escolares. Me molesta solo recordarlo… eso se tomo aproximadamente 4 meses… y 2 meses en hacer este porque tengo otras actividades.

Por eso pido una disculpa si tardo mas en actualizar… bueno mas de lo normal, y con eso se van mis proyectos futuros… en fin… pero este es el fin de mi primer fic, me tarde un año en hacerlo pero lo termine.

Se lo dedico a todas aquellas amigas y amigos que estaban ahí desde el principio a algunas nuevas y otros que ni siquiera saben quien carajo soy…

Bueno… yo… soy Cereal Pascual… y aquí… me despido.