Silence

Silence 1 — Strawberry

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Incluso si estamos lejos uno del otro, nuestros pensamientos están conectados

Incluso si nos depara un malvado destino, no acabará con nosotros.

No importa cuánto mi cuerpo arda, con tal de que te sea entregado.

Sería bueno que llegaras a ver el mundo en el que renací, algún día.

L'Arc-en-Ciel — Link

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Así que, ¿esto es todo?, pensé para mis adentros. Este es el adiós, Rukia.

Siempre lo supe, desde el momento en que te conocí lo supe, que algún día tendríamos que decir adiós. Un adiós para siempre. Es solo que…es diferente a lo que imagine en un comienzo, pensaba que sería fácil y no lo fue. Aprender esa técnica, el perder todos mis poderes, era lo mismo que perderte a ti, es solo que he sido egoísta contigo y conmigo, o más bien dicho, hemos sido egoístas, salvar a todas esas personas que no tenían ninguna culpa de lo que Aizen haría, teníamos que hacerlo, ¿verdad? Eran demasiadas decisiones, demasiados afectados.

— Kurosaki-kun —oh, es Inoue. ¿Ha estado todo ese tiempo ahí? No me he dado cuenta, la verdad no me he dado cuenta de muchas cosas antes de este día—. ¿Est…?

No pudo terminar su pregunta, al parecer mis ojos le dieron a entender la respuesta. Ni ella, ni nadie, encontrarían las palabras que me hicieran sobrellevar esto. Sin embargo…

— Estoy bien —mi voz posiblemente parecía susurros más que palabras—. La verdad es que necesito descansar un poco más, un mes no ha sido suficiente.

— Sí, creo que eso es lo mejor —Ishida, él sonó como si supiera mi pesar—. Después hablaremos sobre todo.

— Hmmm…después —dije con esfuerzo.

— ¡Sí! —Inoue, con su típica sonrisa intentaba darme ánimos o así lo interprete yo, y aunque intenté regresarle una sonrisa, no pude, no sería de todos modos una sonrisa genuina—. Kurosaki-kun debe de estar muy cansado, vendremos a verlo después.

Yo solo coloque mi mano sobre la cabeza de Inoue.

— Que bueno que estés bien —le dije, recordando que ella había estado en manos de los Espada todo este tiempo—. Debió ser difícil para ti, también.

Inoue comenzó a sollozar, tanto había escuchado eso que ya no me sorprendía de su parte.

— No tanto como para Kurosaki-kun, eso lo sé.

— Adiós.

Una vez que ellos se fueron, me di cuenta de que algo estaba quemando mi interior, era cálido, extraño, dulce, tenebroso y al mismo tiempo hermoso, un dolor tan diferente al dolor físico, un dolor que solo he vivido cuando…ella murió, aunque al mismo tiempo era diferente porque aunque sé que no volveré a verte otra vez, lo comprendo y lo acepto. También sé que esto es lo mejor. Al menos mi mente comprende eso porque mi corazón se rehúsa a escucharlo.

Entre a mi casa, ni Yuzu ni Karin parecían estar ahí, todo estaba en silencio, tan quieto. Preferí ir a mi habitación y descansar, la verdad es que mis ojos intentaban cerrarse y no era precisamente por el cansancio, estaba bien físicamente hablando pero, mi alma parecía estar colapsando poco a poco, así que no le daré el gusto de verme derribado. Eso pensé, hasta que entre a mi cuarto, todo estaba igual que cuando lo deje la última vez, al menos todo estaría bien si no fuera por el hecho que todo lo que ahí estaba me recordaba a ti. El armario principalmente, ese era tu lugar favorito de mi habitación.

No debo temblar, no debo flaquear, es fácil ordenarle al cuerpo con pensamientos, pero la verdad es que mi cuerpo se hacía cada vez más pesado, sin hacerle caso a los mandatos de mi cabeza, me sentía cansado, dolido, triste, me sentía…solo. Fue así hasta que su voz me llamo.

— ¡Ichigo! —era papá, su voz hizo que levantara un poco mi orgullo haciéndome más fuerte—. Creo que…tenemos que hablar, ¿no?

— ¿De ti? —le pregunté, ¿de qué más podría ser?

Él negó con su cabeza.

— Entonces…

— Comprendo perfectamente cómo te sientes —susurro, parecía como si estuviera evocando recuerdos del pasado—. Sobre Rukia-chan, te entiendo muy bien.

— No estoy del todo seguro de ello, papá.

Él no dijo nada, pero fue directamente a sentarse en la cama. La verdad es que no quiero hablar con nadie, ni con él, ni con ninguna otra persona, solo quiero estar solo y pensar todo con calma, necesito poner en claro mis prioridades en mi nueva vida.

— Creo que debí haberte dicho eso, antes.

— No —respondí—. Lo dijiste, una vez mencionaste que perdería mis poderes, lo supe, además ella y yo no estábamos tan unidos como imaginas.

¡Qué gran mentira!

— Si quieres dejarlo así, está bien —al parecer mi papá no creyó ni una de mis palabras—. Pero, ambos fueron muy fuertes, al despedirse sin lágrimas, sin deseos de quedarse.

— No tenía otra opción, si le decía lo que en verdad sentía no seríamos capaz de decir adiós —respondí, aunque no fue un adiós el que le dije, estoy seguro que sin mis poderes no podre verla—, eso la lastimaría más.

Mi papá sonrió, normalmente él intentaría animarme con una de sus estúpidas bromas. Pero, esta vez, me sonrió dándome a entender que él estaba orgulloso de mí y de mis palabras.

— Ahora entiendo porque él me dijo que tú y yo nos parecíamos —dijo—. Es cierto, tú y yo somos muy parecidos cuando…amamos.

¿Amor? Sentí que mis mejillas se enrojecían poco a poco, pero lo que él decía tenía mucha verdad. En verdad me di cuenta demasiado tarde, amo a Rukia, la quiero, la extraño, la necesito. Es solo que desde que la conocí decidí no retenerla, no obligarla a quedarse sin importar cuanto lo deseara, ella y yo lo sabíamos desde que nuestras miradas se cruzaron por primera vez.

— Eres mi hijo después de todo, pero ¿por qué no le dijiste lo que sentías?

— Porque eso no cambiaría nada —eso solo aumentaría más el dolor de los dos—. Además…

Él espero hasta que decidí hablar.

— Además, es muy cierto que Rukia y yo no somos simples amigos, aunque tampoco tenemos una relación romántica —no, el romance no va con nosotros—. Lo nuestro va más allá de eso, no es amistad tampoco es romance, ella y yo tenemos un lazo que realmente no tiene descripción. Yo solo siento que está bien si no nos vemos, mientras ella esté bien.

Mi papá se levanto y puso una de sus manos en mi hombro derecho.

— Siento que hayas tenido que pasar por todo esto.

— No, soy feliz por haber hecho todo lo que hice, porque así conocí a Rukia —dije, en verdad que era feliz—. Si no hubiera sido por estos poderes, yo no habría tenido la oportunidad de conocer a tantas personas. No me arrepiento, no debería.

Pero, lo hacía, me arrepentía de usar esa técnica, solo un instante desee "jamás haberla usado", entonces así al menos estaría con ella, podría ayudarla, podría sentirla. He salvado a muchas personas, pero he perdido a muchas más.

— Tengo mi vida normal otra vez y tendré que seguir hacía adelante —me dije casi a mi mismo—. Por mi mismo.

— Ichigo, estamos solo tú y yo aquí —papá dijo—, nadie va a juzgarte por sentirte triste, por tener el deseo de llorar, por maldecir, eres humano y sé qué mantenerte indiferente no es la solución.

No sé porque pero esas palabras hicieron en mi corazón un par de grietas que dejaron escapar mis sentimientos enterrados, encerrado dentro de esa habitación de silencio. Ahora, las cosas que deje a un lado querían salir, querían olvidarse de ese silencio en donde las recluí mientras hablaba con Rukia.

— Quiero…verla —dije—. Deseo verla de nuevo, Rukia es la mujer más importante que he conocido, cuando la conocí fue la primera vez que me sentí vivo luego de la muerte de mi madre, ella es la persona que me hizo ver que la vida seguía adelante. ¡Quiero verla!

Un par de lágrimas recorrieron mis mejillas, no me importaba mi orgullo como hombre, simplemente tenía un solo deseo y ese era ver a Rukia, la necesito, la quiero. Sin darme cuenta mi papá salió de ahí dejándome, él entendía que ya no podía hacer nada más que confiar en mí. Y si, lloraría un poco más, imploraría un poco más de tiempo entre Rukia y yo, lo haría porque mañana será otro día, tendré que levantarme y dar la cara a una nueva vida. Aun pensando diariamente en ti, nunca dejaré de pensar, aunque sea por un instante, en ti porque sé que algún día nos volveremos a ver y te darás cuenta que si estoy bien será todavía por ti.

— Lamento no haberlo dicho antes —dije, viendo al cielo—. Te amo, Rukia.

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Notas de la Escritora:

Se darán cuenta que está basado en lo que paso después del capítulo 423 del manga, la verdad me entro lo sentimental y luego con la presión de los exámenes siempre resulta este tipo de FF. Espero les haya gustado, que a mí se me partió el corazón escribirlo y aun así SÉ que no es ni lo mínimo que sienten estos dos en realidad.

Próximo Capitulo:

Silence 2 — Death

— ¿Estás bien? —Renji dice.

— No, no estoy bien —respondo, no tenía caso mentirme más.

— Rukia…