Summary: A veces te observa de lejos quien menos te lo esperas y esa misma persona te puede ayudar a sobrevivir un mal rato... En algún punto desearás ir al infierno mas a menudo. Damien x Kenny, Style y otras parejas extrañas.
Hola! Este es mi primer fanfic después de muuuucho tiempo. Vuelvo con una pareja rara de un fandom poco conocido, pero aún así como lo amo, carajo! XD Espero que le den una oportunidad a la pareja principal, aunque no tengo idea si hay mas de ellos por aquí. Eeeeen fin. Comencemos...
DESEOS DE COSAS IMPOSIBLES
CAPITULO 1
A 666 CENTIMETROS DE TI.
Sorbió un poco de su jugo de uva esperando que aquella mañana "ellos" también hicieran aparición como era costumbre. Sentado bajo un árbol observaba la punta de sus tenis mientras meneaba sus pies de lado a lado con las piernas estiradas. Tiró el empaque vacío hacia atrás como si no le importara el mundo en lo absoluto y encogió las piernas para estirarse colocando un brazo detrás del otro.
Volteó de un lado a otro de nuevo para observar el panorama, apenas se veía como el jardín de la escuela se iba llenando de estudiantes saliendo a tomar un descanso de media mañana.
Ese día había decidido saltarse la clase antes del receso para relajarse un poco. Ultimamente había demasiadas cosas girando en su cabeza y pasaba una mala racha en que todo lo ponía de malas. No tenía ganas de soportar especialmente a ese profesor que le crispaba los nervios, parecía que tenía algo en contra de él solo por ser un poco "extraño".
Su cabello negro brillaba con el sol haciéndolo adquirir tonos azulados y su ropa negra lo hacia lucir aún mas blanco de lo que en realidad era. Sonrió con cierta emoción al observar que Stan y Kyle salían por la puerta mientras que Kenny y Butters venían detrás de ellos charlando animadamente. Tapó su boca con una mano reprimiéndose y sintiéndose idiota al sonreír de esa manera por algo tan insignificante.
Damien se escondió detrás del árbol para tener mas posibilidades de pasar desapercibido mientras los observaba. Bueno, mas bien mientras observaba a...
-¡Kenny! ¡Hijo de puta! - Gritaba Cartman con una cara de pocos amigos mientras se acercaba al grupito de amigos. El oji-rojo frunció el ceño, ¿quién carajos le daba el derecho a Cartman de gritarle de esa manera al rubio? No le gustaba que nadie lo insultara y sobre todo odiaba cada vez que se burlaban de Kenny por ser pobre. Contuvo la respiración un poco para no salirse de control y terminar incendiándolo todo como ya había pasado en varias ocasiones. Lástima que tenía que reprimirlo, ese era el trato con su padre para poder permanecer en el mundo mortal, eso y...
-¿Qué demonios te pasa, culo gordo?- Ese era Stan con cara de enojo pero tono de indiferencia, mientras se sentaba en unas mesas que había cerca. Kenny, Kyle y Butters lo imitaron, prefiriendo ignorar los gritos de Cartman. Damien maldijo que Kenny quedara de espaldas a él pero aún así siguió observando con cuidado.
-¡Tu no te metas, maldito Hippie! - Cartman agarró aire para continuar – Estoy seguro de que Kenny se robó mi almuerzo, es el único que tendría razones, por pobre!
Kenny frunció el ceño e iba a empezar a hablar pero el pelirrojo se le adelantó.
-¡Eres idiota Cartman! Claro que Kenny no lo hizo, estuvo con nosotros todo el tiempo-
Butters se revolvía un poco nervioso en su asiento, no le gustaba tener que estar en medio de una discusión, así que sacó la billetera de la bolsa de su suéter y se dirigió hacia Cartman.
-Vamos Cartman, no importa quien haya sido, si quieres yo te compro tu almuerzo en la cafetería.-
Cartman lo miró aún con su cara de enojo pero recordó que podía hacer que el tonto de Butters le comprara todo lo que quisiera. Sonrió fingiendo ser una persona amable.
-¿En serio, Butters? Andando entonces. - y caminó a toda prisa hacia la entrada de la escuela.
Los demás rodaron los ojos mientras Butters se alejaba del lugar.
-Gracias por defenderme- murmuró Kenny-
Damien sentado desde su lugar sintió algo de celos, pensando que le encantaría escuchar esas palabras dirigidas a él algún día.
-No hay de que Kenny- Sonrió Stan mientras le daba una mordida a su sandwich.
-¡Cartman nunca cambiará! ¡Es el mismo desde que estábamos en primaria y ya hace 5 años de eso! A veces me dan ganas de tomar una vara de hierro hirviendo y encajársela por el ...!
-¡Kyle! Estamos comiendo-
-AGH pero es que Cartman me enoja tanto, tanto-
Kenny sonreía pensando que tampoco Kyle había cambiado mucho, seguía siendo el tipo amable e inteligente, con un nivel ridículo de empatía y sentido de la justicia. Con esa personalidad era obvio que odiara tanto a Cartman.
Y Stan... parecía ser el mismo de siempre, pero a la vez no lo sentía del todo así. Tal vez porque ahora lo veía con otros ojos: desde hace un año y medio que Marsh le había empezado a interesar como algo mas que como amigo. Aún así sabía perfectamente que nunca jamás en su retorcida existencia Stan le haría ni el mas mínimo caso, era obvio que el pelinegro estaba totalmente enamorado de el chico judío, cualquiera que los observara por mas de 10 segundos se daría cuenta.
Suspiró al salir de sus pensamientos y comenzó a comerse lo que había traído de su casa ese día.
-Damieeeen- se escucho una voz demasiado alegre para su gusto -¿Qué haces escondido tras ese árbol?- Era Pip quien se acercaba corriendo hacia su amigo.
El oji-rojo tenso el cuerpo nervioso haciéndole una señal a Pip para que guardara silencio, pero ya era demasiado tarde. Kenny volteó curioso hacia atrás alcanzando a ver como unas cuantas hojas caían del árbol y como Pip era arrastrado hacía él por unos brazos.
El rubio se encogió de hombros y siguió comiendo mientras observaba de reojo a Stan cuando podía.
-mMmmHMm!- Atrás del árbol Pip intentaba hablar pero Damien seguía tenso cubriéndole la boca para no volver a llamar la atención. Finalmente lo soltó y ambos se dejaron caer en el pasto. -aaah- soltó Pip intentando recuperar el aliento -¿Te pasa algo, amigo mío? -
Damien se quedó en silencio un rato volteando hacia el piso como si este se fuera a desintegrar si le quitaba la vista de encima. Cuando estuvo seguro de ya no escuchar las voces de Stan, Kenny y Kyle, se puso de pie rápidamente y se alejó de ahí caminando.
-¿Otra vez? - Pip lo miró confundido y pensó seguirlo para preguntarle más pero supuso que hoy su amigo no estaba de buen humor. Al final prefirió acostarse en el pasto por unos minutos.
_._._._.
El sol comenzaba a ocultarse cuando por fin Kenny salió de la casa de los Broflovski con las manos en los bolsillos del pantalón. Seguro habían estado jugando Xbox toda la tarde, Stan también. Apretó los dientes odiando que el rubio pasara tanto tiempo con ellos. Le dolía pensar que Kenny sólo se dedicaba a sufrir mientras estaba cerca de esos dos.
Damien estaba totalmente consciente de los sentimientos del ojiazul por Stan Marsh. Después de observarlo todos los días durante 3 meses cualquiera podría empezar a sospechar. Odiaba ver la manera en que Kenny veía al tipo ese, como si fuera algo tan deseado e inalcanzable. Y por supuesto que también se había percatado de que Stan solo tenia ojos para el chico Broflovski.
Apretó los puños. No había mucho que hacer por el momento.
Esa tarde estaba haciendo mas frío que días anteriores, pronto llegaría el invierno. ¿Kenny tendría frío? Se mordió el labio inferior pensando que le encantaría abrazarlo para poder compartirle su calor corporal, pero era tan imposible y tan lejano que le dolió un poco el corazón de pensar en ello.
Cuando el rubio estuvo a una distancia prudente, comenzó a caminar tras de él, intentando hacer el menor ruido posible. Todos los días hacía lo mismo, le gustaba seguirlo hasta su casa y despedirse de él en un susurro aunque éste no se diera cuenta. Usaba un sueter negro con gorro que le cubría la mitad de la cara y la otra mitad no se alcanzaba a distinguir por la sombra que generaba.
¿Por qué hacía aquello? Simplemente le horrorizaba la idea de Kenny siendo atacado antes de poder llegar a su casa. El rubio vivía en un terreno demasiado peligroso, si algo pasaba, él no dudaría en matarlos a todos y machacarlos hasta convertirlos en una masa deforme de carne y sangre.
Claro que aún no estaba consciente de los poderes sobrenaturales de Kenny, que lo hacían volver a la vida pasara lo que pasara, y aún si lo supiera de todas maneras lo protegería como diera lugar.
Por fin habían llegado a su casa, de nuevo sano y salvo. Desde la acera de enfrente, algo alejado lo vio entrando no sin antes estornudar. Damien hizo nota mental de llevar algo a clase para que Kenny no se resfriara. Luego pensaría en como hacérselo llegar.
-Hasta mañana...- susurró deseando con todo su ser que sus palabras le llegaran tarde o temprano.
Se dió la vuelta para dirigirse a su casa. Su padre le había construido una mansión para él solo, en un abrir y cerrar de ojos. Satanás estaba empeñado en hacerle una casa al estilo mas moderno posible o conseguirle un departamento loco de soltero, pero curiosamente Damien era mas anticuado que su propio padre. Así es como su casa guardaba el estilo sombrío y antiguo que tanto le gustaba.
Cuando llegó a su habitación se dejó caer en la cama boca arriba, pasó uno de sus brazos por su cabeza y cerró los ojos. Otra vez le comenzaba a doler, siempre le pasaba cuando pensaba demasiado en el rubio (bueno, mas que de costumbre).
¿No crees que todo esto se está volviendo enfermizo? Le decía una vocecita en su cabeza, pero solo apretaba los ojos tratando de negar esos pensamientos. Él no podía estarse volviendo un obsesionado, y menos con un mortal, algún día sería el rey del infierno y tendría que olvidarse por completo de vivir en el mundo terrenal.
Respiró profundamente unas cuantas veces y se hizo bolita en la cama. El estar tan solo también le causaba pensar más en Kenny. Él era el único que vivía en la mansión. Bueno, realmente no, tenía alguien que le servía todos los días y se encargaba del mantenimiento de toda la casa, pero no era como si se la pasara ahí con él. Casi siempre desaparecía cuando terminaba de cumplir sus deberes, marchándose a quien sabe donde. Nunca le había importado preguntarle.
Escuchó como tocaban a su puerta y dirigió un débil "adelante" incorporándose para no lucir tan deplorable.
-La cena está servida, joven amo- habló con total educación su mayordomo mientras hacía una pequeña reverencia.
Era un hombre algo viejo pero solo en apariencia. Tenía la fuerza y la energía de un muchacho de 20 años. Su cabello negro estaba peinado totalmente hacia atrás y llevaba un traje puesto.
Damien suspiro por enésima vez mientras daba un salto para dirigirse al comedor.
Después de eso dormiría para olvidarse de todo aunque sea por un momento.
_._._._Fin del capitulo 1.
JOJOJO ¿Qué tal? ¿Demasiado extraño? Lo sé XD Había pensado hacer mas largo este capítulo pero consideré que hasta aquí era suficiente para darle una introducción decente a todo este embrollo. Capítulo siguiente muy pronto...