Bueno, antes de que lo lean quiero hacer una aclaración, para éste capítulo me he inspirado un poquito en el final del libro Donde termina el arco iris de Cecilia Ahern. Sólo por si alguien ya lo leyó, no quiero que me vaya a reclamar que me copié xDD literalmente no lo he hecho, sólo me inspiré para poder escribir.

Dicho esto... disfrútenlo :)


Epílogo

Poco más de un año transcurrió sin presentar alteraciones en la vida de TK. Paulatinamente, recuperó la rutina que había sido modificada al conocer a Kari.
Había regresado de Francia pocos días antes, donde había pasado las fiestas de fin de año con su abuelo.

Cierta tarde llegó del gimnasio, donde había tenido una larga sesión de entrenamiento con sus amigos. Saludó a Sora, que estaba recostada en el suelo de la sala, junto a Matt, haciendo tarea, ambos rodeados de unos cuantos libros y luego fue a la cocina, donde su mamá preparaba la cena.

-¿Cansado?- preguntó, mientras le daba un beso en la mejilla.

-Sí, pero bien.- respondió riendo, satisfecho.

La expresión de ella cambió un poco y lo miró, como si llevara todo el día esperando para decirle algo.

-Cariño… llegó una carta para ti.- sacó un sobre de su bolsillo y se lo mostró, poniendo el remitente justo frente a los ojos de TK, que abrió la boca, pero no fue capaz de emitir un solo sonido.

El nombre de Kari relucía en el blanco papel, con curvilíneas letras negras. Sintió que el corazón le daba un salto, no había vuelto a tener noticias de ella a pesar de que había tratado de comunicarse. Varios días estuvo algo trastornado y preocupado… pero finalmente había decidido que era lo mejor. Kari no lo perdonaría nunca.

Tomó el sobre con increíble lentitud, sin dejar de mirarlo. Luego se retiró, instintivamente, hacia su cuarto. Allí era donde mejor se sentía, era su lugar favorito de la casa y podía encontrar el silencio y la tranquilidad para leer la carta que acababa de llegar a sus manos. Estaba sentado mientras contemplaba el despliegue de palabras que tenía ante sí. Le dolía la espalda y le ardían los ojos. Le ardían por el cansancio y las lágrimas que aquél día, como cada uno desde que ella se marchó, había derramado.

Sin que se diera ni cuenta, el sol se había metido.

Lo abrió ceremoniosamente y extrajo una larga hoja, escrita con la misma letra que el sobre, tan femenina y delicada como la recordaba a ella. Aspiró profundamente antes de empezar a leer:

"Querido TK:

Ha pasado mucho tiempo, miles de horas sin verte. Lamento que lo último que vivimos juntos fue una escena tan dolorosa, pero nunca olvidaré, ni querré olvidar la forma en que me besaste, tan dulcemente…

Sin embargo, al mismo tiempo, jamás nada me había lastimado así. Saber que sólo me besaste para lograr que me fuera, fue una angustia que he tenido clavada en el corazón todos estos meses. Y, a pesar de ello, te perdono. La desesperación te llevó a buscar la salida más inesperada.

Y también tengo que pedirte perdón por mis errores. Por cada palabra que dije que pudo herirte, por cada actitud caprichosa… supongo que todo era miedo. Miedo a perderte. Me alegro de que aparecieras en mi vida. Era verdad. Nos unió Dios, algo tan extraño como maravilloso. Gracias a él pude tenerte a mi lado, pude disfrutar de todas las cosas hermosas que vivimos juntos. Gracias a él sigo viva, porque me guió a ti. Tú me enseñaste que se puede vivir, por muy grande que sea tu dolor. Aún cuando creemos que no queda nada más por lo que luchar, siempre queda una razón, por mínima que sea.

Aunque te echo mucho de menos, gracias a ti no temo el futuro. Porque finalmente pude ver lo que era y lo que soy hoy. Pude enfrentar la enfermedad que me consumía y, poco a poco, voy desprendiéndome de ella. Ha sido un largo camino. Me costó mucho dejar mis hábitos y darme cuenta de lo que me sucedía. Los primeros meses sólo pensaba en seguir bajando de peso y me odiaba por los kilos que me hacían subir. Pero te recordé y seguí adelante, porque a pesar de las cosas horrendas que te dije, el amor que siento por ti me mantiene viva y me da fuerzas para seguir.

Te escribo esta carta mientras termino de armar mis maletas. Al fin puedo dejar el centro de rehabilitación, aunque no esté totalmente recuperada. Pero al menos me permitieron irme a casa, donde mi madre podrá controlarme y darme ánimos cuando me falten. El resentimiento que sentía por lo sucedido aquel día me hizo actuar mal. No quise comunicarme contigo ni dejar que nadie más te dijera qué sucedía. Espero que entiendas que me sentía demasiado desdichada como para seguir formando parte de tu vida. Quería olvidarme de ti, pero me di cuenta que es imposible.

En cuanto a mi futuro… aún no sé qué será de mí. No me imagino enamorándome de alguien más. A veces el dolor es abrumador y aunque entiendo que quizás no volvamos a vernos, una parte de mi quiere aferrarse a ti para siempre. Me resultaría fácil hacerlo porque amar a otra persona podría borrar mis recuerdos de ti.

Sin embargo, no deseo olvidarte. Gracias a ti tengo esperanzas de que algún día mi tristeza sea reemplazada por algo hermoso.

Ojalá puedas perdonarme como yo te perdoné a ti. Pero más que nada, deseo estar siempre presente en tu memoria. Ojalá me recuerdes con calidez y comprendas que, para una personita muy insignificante, fuiste la diferencia entre la vida y la muerte.

Gracias por abrir mis ojos y por mantener los tuyos siempre abiertos.

Te amo, Kari."

Un par de lágrimas solitarias se escaparon por sus mejillas y cayeron sobre el papel.

TK le sonrió a la carta y se dispuso a leerla nuevamente, cuando se dio cuenta que todavía había algo en el sobre. Metió la mano y extrajo una fotografía. La chica que sonreía y posaba era muy distinta a la que él recordaba. Tenía vida y sus huesos ya no eran lo primero que saltaban a la vista. El cabello castaño había sido cortado a la altura de sus hombros, brillando al sol, contra la fachada empedrada del centro Renfrew.

Tuvo ganas de reír de dicha, al ver lo saludable que lucía. La contempló interminables minutos, borrando la vieja imagen que tenía de ella, para reemplazarla por la nueva. Luego, sonriendo ampliamente, puso la carta y la foto en el sobre y guardó todo cuidadosamente en el cajón de su escritorio. Apagó la luz y cerró la puerta tras de sí.


Se escuchó el timbre sonar ruidosamente. TK miró a su reloj de pared: 7:45am. Lentamente, se puso de pie haciendo un gesto de dolor ya que había estado haciendo lagartijas durante horas. Se agarró del colchón de la cama y se levantó. Poco a poco estiró la espalda. El timbre sonó otra vez. Las rodillas le tronaron haciendo un sonido gracioso.

-¡Voy!- gritó, algo irritado.

Pensó en lo tonto que había sido quedándose en vela toda la noche para leer aquella carta. Le esperaba una jornada bastante movida y no podía permitirse estar cansado. El timbre volvió a sonar. Puso los ojos en blanco y maldijo para sí. No estaba de humor para bromas. No cuando no había dormido ni un instante.

-¡Ya voy!- repitió. Se agarró del barandal para bajar la escalera más aprisa.

Sin fijarse, se golpeó el dedo gordo del pie contra la mochila que había dejado tontamente junto al primer escalón. Al tropezar salió despedido hacia delante y entonces una mano lo sostuvo con firmeza por el brazo para que recobrara el equilibrio.

-Lo siento mucho.- se disculpó una voz femenina, y TK levantó la cabeza de golpe.- La puerta estaba abierta...

Miró a la mujer que tenía delante. Casi un metro sesenta, de pelo moreno. Tenía la piel muy suave y blanca. Se veían los ojos cansados, pero brillaban y parecieron cobrar vida al humedecerse. Los ojos de TK también se humedecieron. Notó que le apretaban el brazo con más fuerza. Era ella. Finalmente era ella. La mujer que había escrito la carta final que leyó todos los días durante un mes. Y mientras el silencio mágico volvía a envolverlos un año después, lo único que pudieron hacer fue mirarse a los ojos. Y sonreír.

Fin.


Espero que les haya gustado chicos! Háganmelo saber en un review, por favor... si les gustó, si no les gustó... si me van a demandar xDD

Consideren que es mi primer historia en fanfiction y tenía casi tres años de no escribir así que... cometí errores, faltas gramaticales pero finalmente la he terminado y he aprendido de ella y siento, casi creo, que he mejorado en la que sigue xDD jajajaja...

No tienen idea de lo divertido y relajante que es para mí escribir, de verdad... es padrísimo, lo disfruto en el alma y me arrepiento de no haberme metido a estudiar Literatura en letras o algo... pero ¿adivinen qué? Es un proyecto que tengo! :D ya lo decidí, aunque me llevará algo de tiempo, sé que, si Dios me da vida, cuando termine mi carrera quiero pagarme la Licenciatura y escribir. Quiero publicar un libro, que sé quizás no sea un best seller, pero quiero hacerlo, es algo que me apasiona mucho.

En twitter de uno de mis seguidores, leí la siguiente frase:

"Choose a job you love, and you will never have to work a day in your life." - Confucius (que en español dice lo siguiente: Elije el empleo que amas y no tendrás que trabajar un sólo día de tu vida. Confucio).

Y me movió bastante! Anyways, para no hacer un discurso largo xDD quiero darles las gracias, porque sus reviews me levantaron cuando lo necesitaba, para mí son una bendición y me han motivado, me han apoyado bastante! Es genialísimo saber que lo que hago le gusta a la gente, aunque sea a una sola persona :')

Mi propósito del 2011 y al que más fuerte me aferraré: Trabajar para pagarme la Licenciatura en letras.

También quiero agradecer y dedicar ésta historia a svabutterfly: Gracias nena, porque tú me metiste en éste lío de fanfiction y llenaste mi vida de bendiciones! Si la llego a publicar un día (fuera de fanfiction, con pasta y todo xD), te aseguró serás la primera en los agradecimientos.

¡Feliz año nuevo! Deseo de todo corazón que cada anhelo, cada sueño, cada visión que haya en ustedes sea hecha y que el trabajo de sus manos siempre sea fructífero.

Dios los bendiga y los llene de felicidad, gozo y prosperidad en éste nuevo comienzo... :)