Los personajes no me pertenecen, solo juego con ellos en mi cabeza
contiene temas fuertes, si eres menor de edad o no te gusta; no lo leas...
¿Cómo había podido ser tan ciego? ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Siempre tuve la verdad frente a mis narices y no me había dado cuenta. Ahora él estaba cerca de mi familia, cerca de lo único que me importaba, además de Isabella, y no encontraba manera de destruirlo fácilmente. Porque, ¿Qué podría hacer? Jasper estaba liado sentimentalmente con mi hermana menor, lo peor del caso es que ella aseguraba amarlo, jamás me perdonaría si yo hiciese algo para separarlos, pero esa no era completamente la cuestión, ya que ni siquiera podía decir que Jasper era un asesino, sin delatarme también, porque, ¿Cómo podría yo saber lo que él era? Fácil, yo era su igual, yo era un monstruo como él.
Pero de algo estaba completamente seguro, no dejaría que lastimase a mi familia. Yo mismo lo despedazaría con mis propias manos si siquiera lo intentara.
Lo primero que haría ahora era dirigirme a la central, teníamos que investigar a Jasper, debía avisar a los demás que ya sabia que el era el otro asesino. Mi único temor con delatarlo era exponer de ese modo a Alice, pero yo la protegería de cualquier cosa.
- ¿Estas bien Edward?- pregunto Isabella sacándome de mis cavilaciones, y es que después del encuentro que tuve con él, lo primero que hice fue pasar por ella a la universidad.
- Si- dije secamente, mi mente era un caos, las cosas se estaban complicando. Mi familia corría peligro, al igual que Isabella. Me tense, era verdad, ese imbécil podría lastimar a Isabella tratando de llegar a mi. Lo mataría si siquiera se acercaba a ella. – Te llevare a mi departamento, yo tengo cosas que arreglar aun- dije, y es que en mi departamento ella estaría mas segura.
- Yo preferiría quedarme esta noche en mi departamento- dijo mirándome mientras yo conducía.
- No- fue mi única respuesta, ella me miro molesta.
- ¿No?, oye, tu no decides por mi-
- Isabella- gruñí, ¿no podía entender que lo hacia para protegerla? – Te quedaras en mi departamento te guste o no, y si tratas de irte mientras no este, ire por ti y te traeré a rastras- dije mirándola fijamente con el ceño fruncido. Ella resoplo molesta.
- Bien- gruño.
Una vez llegue a mi edificio le entregue la llave, yo no me bajaría, tenia cosas que arreglar. Ella tomo las llaves molesta y se dio la vuelta para bajarse del auto, por lo que la jale bruscamente y pegue mis labios a los suyos en un beso hambriento. Al principio se resistió, pero cuando vio que no tenia otra opción comenzó a responder. Antes que perdiera el control me separe de ella suavemente. Ella me dio un ultimo casto beso y salió del auto, entrando al edificio.
Suspire pesadamente, quería ir tras ella y arrancarle ese uniforme que la hacia ver tan deliciosa e irresistible, pero debía arreglar todo, debía protegerlas, no sabia que seria capaz de hacer ese cabrón, por lo que debía actuar rápido.
Conduje como loco por las calles, me sentía demasiado impotente, ni siquiera tenia un plan preciso para actuar. Pero todavía había algo que no me cuadraba. Jasper hasta el día de hoy se había enterado que yo era su rival, entonces, ¿Qué rayos hacia con Alice? El se había mostrado interesado desde un principio por ella.
Yo mismo había visto su forma de verla y tratarla, pero el era como yo, por lo que, no creía que quisiera realmente a Alice ¿o si? Pero también debía recordar su reacción cuando le dije que se alejara de ella, parecía reticente a hacerlo. ¿Podria alguien como nosotros estar enamorado? Tu lo estas. No. Eres un necio, al menos ese tal Jasper si esta seguro de lo que quiere. No, estoy seguro que el solo quiere llegar a mi, a través de ella. El no sabia quien eras tu. Si ambos se amaban esto se me complicaría aun mas, jamás permitiría que Alice estuviera con alguien como el, que en cualquier momento podría hacerle daño.
Una vez que llegue, me baje del auto y prácticamente corrí a la oficina. Encontré a Alec y Demetri jugando cartas, por lo que al llegar yo se sobresaltaron y me miraron con odio.
- Se quien es el asesino- dije sin rodeos. Ellos me miraron sin comprender al principio pero luego me miraron con entendimiento.
- ¿Y quien es?- pregunto Demetri que se había puesto de pie.
- Solo conozco su nombre, Jasper, el creció en la casa hogar que les dije-
Para poder investigarlo necesitamos al menos un apellido- dijo Alec. Yo lo pensé, jamás había escuchado su apellido, no lo sabia, pero entonces recordé quien podría saberlo.
- Vuelvo en un segundo- dije saliendo de la oficina, encaminándome hacia el patio. No quería que ellos se enteraran de la relación que había entre mi hermana y ese pendejo. Ella podría salir perjudicada.
Una vez que estuve completamente solo, la llame.
- ¡Hermanito!- chillo feliz al contestar. Tenia que jugar bien mis cartas si quería que todo saliera bien.
- Hola Allie- dije como solía llamarla cuando era pequeña. - ¿Cómo estas peque?- si yo también podía ser dulce.
- Hace mucho no me dices así- dijo con emoción. – Estoy muy pero muy bien- chillo nuevamente, haciéndome reír, pero instantáneamente borre esa sonrisa, ya que imaginaba que, o mas bien quien la hacia tan "Feliz"
- Me alegra, sabes estaba pensando que hace días no te veo, deberíamos salir ¿no te parece?- pregunte sabiendo que aceptaría. Ahora mas que nunca debía estar cerca de ella.
- ¡Lo dices enserio!- grito tan alto que tuve que separar el celular de mi oído.
- Por supuesto Allie- dije. – Es mas deberíamos hacerlo hoy mismo, ¿Qué te parece?-
- Wiiiiii- chillo emocionada, ya la imaginaba dando saltitos feliz. – Le dire a Jazz- dijo haciéndome tensar, pero tal vez era lo mejor. – Pero tu tienes que llevar a Bella- dijo dejándome sorprendido. ¿Cómo rayos sabia Alice de la existencia de Isabella?
- Pero, ¿Cómo es que…
- Emmett- dijo solamente. Imbécil, Emmett era un imbécil. No me gustaba la idea de meter a Isabella con mi familia, ahora mismo no estaba seguro de que papel jugaba ella en mi vida y relacionarla con ellos seria enseriar las cosas, algo de lo que no estaba completamente seguro. - ¿Entonces Ed que dices?- pregunto entusiasmada. Suspire, por ahora solo debía preocuparme por su seguridad.
- Seguro- dije tratando de sonar emocionado también.
- Genial, ya quiero conocer a Bella, Emmett dijo que era muy hermosa y simpática- parloteo.
- Si lo es- dije con una sonrisa. – Sabes Allie, creo que no me he comportado contigo como debo, quiero saber mas sobre ti, sobre Jasper, tal vez así nos empecemos a llevar bien- dije como quien no quiere la cosa.
- Lo dices enserio- pregunto en un susurro.
- Claro, siento que no se nada sobre el- dije. – Ni siquiera se como se apellida- dije tentando mi suerte.
- Tienes razón, se apellida Withlock por cierto, en la cena de hoy podrás preguntarle todo lo que quieras, y veraz que es un amor- dijo soñadoramente, pero ya me había soltado la información que era lo que yo necesitaba.
- Claro- dije – Sabes Allie, ahora estoy ocupado, te llamo mas tarde para concertar el encuentro, ¿te parece?-
- Si, ya veraz todo será increíble, ay estoy tan feliz- dijo emocionada, y yo, me sentí mal por ella, saldría lastimada independientemente de lo que pase. Yo no podría ahorrarle el sufrimiento y eso me mataba.
- Me alegro Allie- mentí, - Te llamo después- dije cortando la llamada sin dejarla despedirse, no quería hacerla sufrir, pero eso no estaba en mis manos.
Regrese a la oficina y les di el nombre y apellido de mi "cuñado" ambos dijeron que me tendrían la información necesaria entre hoy y mañana, yo esperaba que fuera lo mas pronto posible, me sentía demasiado frustrado y para que mentir, atemorizado también… no sabia de que era capaz por lastimarme. No me importaba lo que hiciera en mi contra, pero con mi familia nadie se metía sin pagar las caras consecuencias que esto traería.
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Me sentía emocionalmente cansado, que no daría por ir a la cama y dormir un buen rato con Isabella en mi cama. Pero no podía, hoy saldría con Alice y el perro. Ya habíamos acordado que nos veríamos en el restaurante en el que conoció a "jazz"
Al llegar a mi departamento lo primero que hice fue buscar a Isabella, no se había ido, ya que su mochila estaba en uno de los sillones. Lo mas seguro es que estuviera en la habitación, por lo que me dirigí rápidamente a ella, topándome con una imagen demasiado sensual.
Isabella estaba acostada en mi cama, boca a bajo, con sus piernas levantadas, la falda se le había levantado quedando en su cintura, mostrando unos sexys bóxers rosados, su trasero se veía delicioso, mis manos picaban por tocarlo.
Ella no había notado mi presencia, ya que estaba de espaldas a mi, al parecer estaba haciendo sus deberes, ya que tenia un cuaderno y un libro sobre la cama, y para rematar, sus audífonos puestos.
Mis ojos viajaron por sus piernas, trasero y su espalda, la necesitaba ahora mismo. Necesitaba poseerla, descargar todo el estrés que venia acumulando de este día.
Me quite mi chaqueta y los zapatos y me desabroche el pantalón, necesitaba estar dentro suyo.
Me acerque despacio hacia ella y acaricie sus piernas, ella se sobresalto y pego un gritito de sorpresa. Se quito rápidamente los audífonos.
- Me asustaste- dijo con la respiración agitada. Yo no dije nada simplemente me fui acercando a ella lentamente. Ella miro mis labios, lamiéndose de paso los suyos, haciéndome gemir.
Ella se puso de rodillas en la cama y levanto mi camiseta, quitándomela en el proceso. Sus manos se pasearon por mi pecho, haciéndome ronronear de satisfacción. Mis manos se fueron a su camisa blanca comenzando a desabotonarla. Tenía un sostén a juego con su bóxer rosa, se veía jodidamente sensual.
Mis manos acariciaban cada parte de su piel expuesta. Sus manos bajaron de un tirón mi pantalón, rápidamente me deshice de el.
Puse mis manos en su cintura y la levante con agilidad para acostarla mejor en la cama y poder colocarme sobre ella.
Una vez sobre ella, me apodere con hambre de sus labios, que me recibieron gustosos, su lengua se sentía como la gloria, bailando sensualmente junto con la mía. Sus manos se paseaban por mi pecho, mis hombros hasta llegar a mi espalda y de regreso. Mientras que las mías, se paseaban por su cuello, hombros, sus pechos, su plano abdomen, y sus deliciosas piernas.
Mi ya enorme erección se sentía atrapada por la tela de mi bóxer, suplicándome a gritos que la liberara.
Mis manos se fueron hacia su espalda y rápidamente desabroche su sujetador. Liberando sus deliciosos senos. Sin perder tiempo, comencé a lamer el derecho, como un poseso, mientras que masajeaba con mi mano el izquierdo. Isabella se retorcía bajo mi cuerpo y sus gemidos se escuchaban por todo el departamento. Luego comencé a devorar su otro pezón para darles igual atención a ambos.
Las manos de Isabella se encontraban tomando mi cabello, acercándome mas a sus senos, ofreciéndomelos. Y yo gustosamente los aceptaba. Deje sus senos y pase mis manos nuevamente por su cuerpo, encontrando la tela de sus bragas. Por lo que rápidamente las saque de su cuerpo tirándolas a algún lugar de la habitación; ahora Isabella estaba completamente desnuda para mi.
Mis manos viajaron a su centro, haciéndome gemir al sentir lo húmeda que se encontraba, y todo por mi. Acaricie su pequeño botón, haciéndola gemir alto, mis dedos siguieron acariciando todo a su paso, metí uno dentro de ella y comencé a bombear rápidamente, ella no paraba de gemir y jadear de placer. Mi boca se encontraba nuevamente en sus pezones, lamiéndolos intercaladamente, chupándolos y mordisqueándolos con hambre.
Cuando sentí que sus paredes aprisionaban mis dedos, los saque rápidamente, causando que ella gruñera molesta, cosa que me hizo reír. Volví a besar sus labios ferozmente, sus manos viajaron al elástico de mis bóxers y lo bajo de un tirón, dejándome completamente desnudo.
No podía soportarlo mas, necesitaba estar dentro de ella, por lo que tome de la mesita un condón y lo puse rápidamente.
Me coloque entre sus muslos y entre en ella de una fuerte estocada. Ambos gemimos fuertemente. Isabella se sentía jodidamente apretada. Comencé a moverme primero lentamente, pero con firmeza, ambos gemíamos sin parar, Isabella había enrollado sus piernas alrededor de mi cintura haciendo que entrara mas en ella.
Mi boca busco la suya nuevamente en un beso casi desesperado, nuestras lenguas se entrelazaban sin control.
Mis embestidas ahora se habían vuelto frenéticas, ahora nuestros gemidos se habían vuelto gritos descontrolados de placer.
Ya no me quedaba mucho, pronto terminaría, pero quería que ella lo hiciese conmigo, por lo que como pude, baje una de mis manos entre nuestra unión, y comencé a estimular su clítoris, haciéndola estremecer.
Seguí moviéndome arduamente, ambos estábamos a punto de terminar, mi boca estaba nuevamente sobre la suya, proclamándola como mía.
Sus paredes se contrajeron a mi alrededor, haciéndome mas difícil la tarea. Con un grito liberador Isabella se corrió haciéndome venir a mi también con un estruendoso gruñido.
Nuestras respiraciones estaban agitadas, me acosté a su lado, atrayéndola hacia mi cuerpo. Esto era algo que yo no lograba entender, me gustaba tener a Isabella cerca de mi. No era igual que con las demás, jamás tenia suficiente de ella.
Ella se acurruco en mi pecho, pasando sus manos distraídamente por los vellos que en el se encontraban.
Ambos habíamos recuperado nuestras respiraciones.
- Hay planes para hoy- dije después de un momento de silencio.
- ¿Si?-
- Vamos a salir a cenar con mi hermana y su novio- dije indiferentemente. Sentí a Isabella tensarse.
- Tengo cosas que hacer, no puedo- fruncí el ceño, no le estaba preguntando, lo haríamos quisiera o no.
- Déjalas para otra ocasión, hoy tenemos planes- dije serio. Ella se separo de mi molesta.
- Tu no me preguntaste si yo podía, y te estoy diciendo que tengo planes- dijo.
- Me importa un carajo que tengas planes, he dicho que no iras-
- Tu no me mandas- gruño.
- Isabella- dije ahora bastante cabreado, ¿no debería estar feliz porque conocerá a parte de mi familia? Se supone que a las mujeres les gusta ese tipo de cosas.
- No-
- Si, iras y fin de la discusión- dije mirándola retadoramente.
- Aggg, te odio- dijo parándose de la cama entrando al baño y cerrando la puerta de un portazo. Te odio, te odio, te odio, te odio. Sin saber porque esas palabras se quedaron atoradas en mi cabeza por bastante tiempo.
Te odio
Ella solo lo había dicho por su molestia conmigo ¿cierto? No era verdad. Pero sentía una extraña opresión en el pecho al recordar. Me estaba volviendo una nenita sensible.
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Ahora mismo nos dirigíamos al restaurante, el auto iba en un silencio sepulcral ya que ni Isabella ni yo nos habíamos dirigido la palabra desde que salimos del apartamento.
Iba molesta, podía notarlo en su semblante. Hasta enojada se veía hermosa. Parecía una diosa con el vestido que traía puesto, el cual dejaba a la vista la silueta de sus senos, y sus deliciosas piernas, tenia muy en claro que no la dejaría sola en ningún momento.
Una vez llegamos al restaurante me baje rápidamente para abrirle la puerta y ayudarla a bajar, cosa que no me dejo ya que no quiso aceptar mi ayuda. Los guardias de la entrada le dieron un buen vistazo a mi mujer de arriba abajo haciéndome gruñir y lanzarles una mirada de advertencia que entendieron rápidamente y quitaron su mirada de mis pertenencias.
Pase un brazo alrededor de su cintura, el cual ella quiso quitar rápidamente, pero no la deje, afianzándola mas a mi. Ella bufo molesta y siguió caminando con mi brazo a su alrededor.
Antes de seguir nuestro camino, nos detuve firmemente, a lo que ella me miro alzando una ceja. Sin esperar a que pudiera decir nada, la jale contra mi y pegue mis labios a los suyos en un ardiente y posesivo beso.
Ella trato de resistirse pero mi fuerza era superior a la suya por lo que sus intentos eran inútiles. Ya cuando supo que no lograría nada, paso sus manos por mi pecho hasta enredarlos en mi cuello y devolverme el beso con el mismo ardor que yo.
Nuestras lenguas danzaban al unísono, se sentía la puta gloria. Cuando nos falto el aire nos separamos, pero no por completo ya que pegue nuestras frentes.
- Ya no estés molesta preciosa- dije sosteniéndola contra mi. Ella suspiro y se abrazo mas fuerte a mi cuerpo.
- Como odio que me hagas esto- dijo con sus ojos cerrados y una sonrisa surcando sus labios. Yo sonreí a mi vez. Me gustaba tener este poder sobre ella.
Nos dimos un ultimo y casto beso y la guie para que siguiéramos nuestro camino.
Cuando íbamos a la mitad pare en seco al ver la escena que se desarrollaba frente a mi.
A unas mesas delante nuestro se encontraba mi pequeña hermana Alice, con su rostro pegado al bastardo de Jasper, que al parecer trataba de tragarse a mi hermanita. Ambos parecían absortos en su burbuja.
Cuando por fin se despegaron ninguno de los dos aparto la mirada del otro. Alice lo miraba con un brillo especial en sus ojos, y una sonrisa de felicidad en sus labios. Jasper la miraba con adoración, como un ciego mirando el sol por primera vez. Sus manos estaban tomadas, se miraban con tal devoción que me incomodo ver esa escena. Realmente estaba jodido.
Un carraspeo a mi lado me hizo reaccionar. Isabella me miraba confundida. Tal vez preguntándose que mierdas me pasaba. Tome su mano y la guie hasta la mesa en la que ellos se encontraban.
- Buenas noches- dije interrumpiendo su intercambio sin palabras. Alice salió de su ensoñación y sonrió de oreja a oreja al verme levantándose de un salto de su silla.
- ¡Hermanito!- chillo lanzándose a mis brazos, que la rodearon inmediatamente. Aunque mis ojos se clavaron en los del maldito, que me miraba con odio.
- Hola Allie-
- Me alegra que hayas venido- dijo emocionada, luego se dio la vuelta y miro a bella con una sonrisa de felicidad. – Tu debes ser Bella, eres mas bonita de lo que imaginaba, soy Alice Cullen - dijo mirando intensamente a Isabella.
- Gracias Alice, es un gusto-
- Seremos las mejores amigas ya lo veras- canturreo. – Te presento al mejor novio del mundo, osea el mío, Jasper Withlock- dijo haciéndome tensar. Maldito idiota, esto me hacia mas complicadas las cosas que nunca.
- Por fin nos conocemos oficialmente- dijo Jasper con una sonrisa maliciosa. – Encantado Bella- dijo tomando su mano con galantería y dejando un beso en su dorso. Juro que vi todo rojo.
- ¿Ya se conocían?- pregunto Alice confundida, al igual que a mi. ¿de donde mierdas este pendejo conocía a mi mujer?
- Lo que pasa Allie, es que el día que fuimos al bar con tus hermanos, Bella se encontraba en el bar también, y un tipo quiso pasarse de listo con ella, así que le di una mano- dijo el recordándome ese episodio, sonreí con satisfacción al recordar el fin que tuvo el pendejo ese por quererse meter con lo que era mío.
- Si, gracias por eso- dijo Isabella con una sonrisa amable. No me gusto la mirada que le lanzo ese imbécil a Isabella. La miro calculadoramente. Como si estuviese planeando algo. Ellas que estaban algo distraídas no se habían dado cuenta de ello.
- Ed, no has saludado a Jazzy- dijo Alice con una mirada de suplica.
- ¿Qué tal?- dije saludándolo con la mano, cosa que el rápidamente acepto.
- Es un gusto que hayan venido- dijo el apretando mi mano con mas fuerza de la necesaria, al igual que yo. Nos miramos a los ojos retadoramente. Daría cualquier cosa por poder romperle la cara de niño bonito que tenia, pero tenia que contenerme.
- Muero de hambre, deberíamos ordenar- dijo Alice sin darse cuenta de nuestro intercambio silencioso.
Nos soltamos inmediatamente y el "caballerosamente" ayudo a Alice a sentarse nuevamente. Lo mire con odio. Ella lo miraba con tanto amor que no tenia idea de cómo solucionar las cosas sin que ella saliera herida.
También ayude a Isabella a sentarse y rápidamente ordenamos.
La cena paso en tensión por parte mía y de Jasper, ya que nuestras miradas estaban conectadas transmitiéndose todo el odio que sentíamos mutuamente, conexión que se rompió cuando Alice puso su pequeña mano en el brazo de Jasper llamando su atención por completo, su rostro cambio completamente. Suavizando sus facciones y mirándola dulcemente.
Mire con el ceño fruncido a la parejita, no quería a ese imbécil cerca de Alice, si fuera por mi ya lo hubiese asesinado.
La mirada de Alice llamo mi atención completamente. La forma en la que lo miraba, como si el fuera su todo, me dejo incomodo y a la vez con un sentimiento extraño dentro de mi.
Isabella jamás me había mirado de esa manera. Como si yo fuera todo para ella. Sentí envidia. Anhelaba que ella me mirara así. Anhelaba todo de ella.
Voltee a verla al mismo tiempo que ella lo hizo, sus ojos quedaron prendados a los míos, sonrió de manera arrebatadora, y en su mirada había un brillo especial. Toda ella me robo el aliento. Le sonreí de vuelta. Acaricie su mano con suavidad sin despegar nuestras miradas. Era tan hermosa. Y completamente mía.
Comencé a agacharme un poco para poder besarla y una vez nuestros labios estuvieron juntos, sentí explosiones en mi cuerpo. La corriente eléctrica no se hizo esperar. No quise profundizar mucho el beso, ya que no era ni el momento ni el lugar. Por lo que me separe de ella besándola solo una vez mas.
Cuando volteamos a ver nuevamente hacia el frente me tope con la radiante sonrisa de Alice que acababa de ver mi escena con Isabella. Pero fue otra cosa la que me dejo estático y con un nudo en el estomago.
Jasper nos miraba con un brillo malicioso en su mirada. Tenia una sonrisa sádica en el rostro, y una mirada de entendimiento. Miro a Isabella sonriendo burlonamente. ¡Mierda! Le había dado una entrada para destruirme. Le había servido en bandeja de plata el como lastimarme directamente. Su objetivo seria Isabella de ahora en adelante y todo, absolutamente todo era mi culpa. La protegería con mi vida si era preciso. Lo despedazaría con mis propias manos si se atrevía a tocarla. Pero no se apartaba de mi cabeza lo que pasaba.
Era mi culpa, mi culpa, mi culpa, todo, absolutamente todo era mi culpa.
La cena siguió transcurriendo de manera tensa, por lo menos por parte mía, ya que al parecer Alice e Isabella se la estaban pasando de lo lindo, y a pesar de que en algunas ocasiones Isabella parecía incomoda por tanta atención por parte de Alice, ambas lo estaban disfrutando.
Jasper parecía meditar, estaba en silencio, como si analizara la situación, mentiría si dijera que no me preocupaba, era tan cínico como yo, me atrevía a decir que era un profesional y que raramente algo podía salirle mal.
Su mirada estaba en Isabella, lo que me ponía los nervios a flor de piel, tenía mi arma entre mi ropa, y no dudaría en usarla si se atrevía a hacer un movimiento en falso.
- ¿Cuántos años tienes Bella?- pregunto "inocentemente" el maldito, que fingió desinterés llevando su copa de vino a sus labios. Lo mire con ganas de matarlo, que mierdas le importaba la edad de MI mujer.
- Tengo diecinueve- dijo tímidamente Isabella, con un hermoso rubor en sus mejillas, al parecer se avergonzaba de ser tan joven.
- ¿Y trabajas en el bar?- siguió
- Si aunque no es diariamente- dijo un poco incomoda.
- Vaya, entonces tal vez te vea por allí un día de estos, muchas de nuestras reuniones de negocios las realizamos en ese bar- dijo mirándome a mi en el proceso. Isabella iba a contestar pero me adelante.
- En realidad no creo que eso sea posible, Isabella y yo hablamos sobre dejar ese trabajo ¿no linda?- dije pasando un brazo protectoramente por sus hombros. Ella me miro frunciendo el ceño, pero algo en mi mirada la hizo relajarse.
- Si, aunque todavía no es seguro- contesto sonriendo, sacándome un silencioso gruñido.
- Bueno, sería una pena entonces- dijo Jasper "desinteresadamente" unos segundos después se puso de pie tranquilamente. – Vuelvo enseguida- dijo dirigiéndose a Alice primero. Ella hizo un puchero muy a su estilo, haciendo que el sonriera y se agachara a su lado, tomando su rostro y plantando un casto beso en sus labios, lo que me hizo querer molerlo a golpes. – No tardare cariño- Alice sonrió y asintió levemente. Jasper se perdió entre las mesas.
- ¿No es un sueño?- dijo Alice suspirando soñadoramente, viendo el camino que él había tomado. Era mi oportunidad, tenía que "hablar" con ese imbécil.
- Si me disculpan- me puse de pie.
- ¿A dónde vas?- pregunto Isabella mirándome curiosa.
- A tomar un poco de aire vuelvo pronto- dije dejando inconscientemente un beso en su frente, ella frunció el ceño pero luego sonrió y asintió.
Camine por la misma dirección que Jasper había cruzado, ese imbécil me iba a escuchar, lo torturaría hasta la muerte por quererse meter con la gente que me importa.
El balcón estaba prácticamente solo, y completamente oscuro, era difícil diferenciar las personas que ahí se encontraban, claro que con mi habilidad ya adquirida me fue fácil captar el sonido de pasos.
Seguí caminando a lo largo del balcón hasta llegar a lo mas recóndito del lugar, sabia que el estaba cerca, podía sentirlo.
Y como si fuera en cámara lenta, mi mano viajo hasta mi chaqueta sacando velozmente mi arma y apunte hacia el frente, a la vez que una sombra negra hacia exactamente lo mismo.
- Te estaba esperando- dijo burlonamente, con su rostro completamente serio.
Y ahí estábamos frente a frente, con armas en nuestras manos, dispuestos a matar sin importar nada…
Continuara…
LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO... SE QUE NO TENGO PERDON POR HABERME TARDADO TANTO PERO SINCERAMENTE SE ME HA HECHO SUPER IMPOSIBLE ESCRIBIR Y SUBIR...
COMO ALGUNAS SABEN NO HE TENIDO INTERNET EN MI CASA Y DE REMATE AHORA TENGO UN TRABAJO QUE ME ABSORBE POR COMPLETO Y TERMINO SUPER CANSADA JAJAJA,
NO PUDE CONTESTAR A SUS REVIEW, SIENTO ESO, PERO SI LOS LEI TODOS, GRACIAS POR COMENTAR, ME ENCANTA. Y BIENVENIDAS A LAS NUEVAS LECTORAS...
NO PODRE ACTUALIZAR REFLEJOS TODAVIA, PERO INTENTARE HACERLO, NO LO ABANDONARE,
AQUI LES DEJO EL NUEVO CAPI, ESPERO QUE LES GUSTE Y ME DEJEN SUS OPINIONES... NOS VEMOS LINDAS, LAS ADORO
ATTE. SU AMIGA TEISHI QUE LAS ADORA... MUAAAAA