CAPITULO 14
Decir que me estaba derrumbando por dentro era poco, estaba perdiéndome entre el mar de sensaciones que él me entregaba.
—Dilo…—Exigió, mientras volvía a entrar con más fuerzas y gemía con fuerza contra mi oído. Sabía que quería escuchar y aun dudaba de lo que quería, algo dentro de mí me decía que tramaba algo.
Algo que se escaba a mis conocimientos.
O tal vez fuese solo mi imaginación y estaba turbada por lo egoísta que lograba ser aquel demonio. Nuevamente arremetió con fuerza mientras con sus manos iba apretando mi cintura, acercándola más a nuestra unión. Olía delicioso y su cabello me acariciaba la nariz mientras intentaba contener los gemidos que suplicaba por salir de mi garganta.
—No podré irme. — intente decir más como afirmación, buscando algo de libertad, porque era lo único que pensaba, porque aquellos ojos dorados me prometían más que seguridad y comodidades el jamás poder encontrarme con mi vida.
—Para que quieres irte, si conmigo lo tendrás todo.— Dijo, mientras se separaba lo suficiente para ver su mirada de determinación.— No entiendes el tamaño de nuestra unión, pero no tienes salida, por más que huyas… tú serás mía y estaremos en esta misma situación.
Y note que siempre había razón, que esto no era tan fácil y más aun sabiendo lo que hacía, me entregue y sin saber cómo desarrolle sentimientos por él, aun sabiendo que no podía ser posible que yo albergara sentimientos por un ser como él. Sus ojos fríos y determinados me seguían estudiando en silencio, mientras sentía aun su erección palpitar dentro de mí. Al recordar eso, desvié la mirada avergonzada, escuche una leve risa a la vez que con un fuerte movimiento de sus garras cortaba las cadenas que me aprisionaban. El me sostuvo mientras yo me seguía debatiendo.
¿Y si lo intentaba?
Total.
Ya esperaba un hijo de él.
Lo volví a mirar aun avergonzada y el dejo una leve sonrisa en su rostro mientras me estrujaba contra la pared y volvía a retomar el ritmo. Me agarre con fuerza de sus hombros.
— ¿Qué hay de la advertencia que hiciste?— dije entre un hilo de voz, cuando logre encontrar un poco de luz a sus palabras.
—Ahome… ahora no quiero hablar… te extrañé demasiado. — Dijo con algo de impaciencia y antes de que pudiese replicar su mano agarro mi cuello y me silencio, sus labios exigentes me rozaron con brusquedad, mientras que su lengua, se deslizaba con la elegancia que solo podía promulgar su dueño. Acaricio mi lengua con dulzura, mientras sus labios salvajes intentaban sacar palabras que aun intentaba aclarar… pero si tenía claro el inmenso deseo que corría por mis venas y los celos al verlo con ella.
Mis manos por fin se movieron y para mi sorpresa y fascinación se fundieron en la manta blanca de su cabello, lo sentí sonreír contra mis labios y reanudo con más ímpetu sus besos, su manos se deslizaron tranquilamente por mi espalda, mientras nos dejábamos caer, sentí el vacío de la bajada, como relajaba sus piernas y con sus manos movía mis caderas contra las suyas, separo sus labios de los míos para liberar un quedo gruñido de satisfacción, yo intentaba como podía el aguantar la descarga de sensaciones desconocidas que me arrollaban mientras él se movía diestramente, guiándome por un camino oscuro.
—Ahome…— Dijo sin abrir los ojos, pero note su advertencia, su suplica y su exigencia, mientras iba revelando sus blancos comillas. — Vamos amor… dame todo de lo que me estas privando.
Terminando de decir esto sus dientes se clavaron con fuerza en mi hombro sin marcas, sin saber cómo; sentí mi mente salirse de control mientras que mi cuerpo tiritaba a ritmo de un orgasmo que aun llenaba mis sentidos, fuera de mi control, escuche alimentarse de mí, mientras que se quedaba quieto.
Lo abrace y mi cuerpo comenzó a contorsionarse contra el de él, me moví con delicadeza mientras el ronroneaba gustoso y se apretaba más, me dedique a sentir como su pecho se agitaba violentamente y su erección aun palpitaba, decidí moverme con un poco de más interés mientras las sensaciones volvían a bloquearme, la inmensa satisfacción de mi piel y el hormigueo constante entre mis piernas al sentirlo salir y entrar de mi. Finalmente me libero el hombro y me miro fascinado, sonreí intentando ver al demonio del cual estaba enamorada… y cubierto de sangre, mientras susurraba promesas y me hacía única, se encontraba él.
—Al parecer lo entiendes— dijo finalmente, sin esperar algún comentario se posiciono encima mío, subiendo una de mis piernas hasta acomodarlas en su hombro entro violentamente, pero salía delicadamente, su cabello escondía su rostro, mientras que yo intentaba grabarlo todo, para encontrarme junto a él.
Y ahí estaba.
—Eso… ¿Cómo te sientes?— murmuro, mientras se movía controlada y sagazmente, yo sentía la gran presión en mi vientre, mientras intentaba liberarse algo nuevamente.
—Perfecta.
Al terminar mi frase entro una última vez, mientras sentía como ambos nos abrazábamos y sentíamos nuestros orgasmos perderse entre las respiraciones del otro.
Sentí como salía de mí, a la vez que me levantaba con él. Note su mirada seria, pero decidida.
Volvía con su máscara indiferente.
Pero sabía que algo había cambiado.
—Vamos a bañarnos… mi preciosa esposa. — Dijo, asentí, a la vez que sentía sus manos levantarme sin esfuerzo, yo me abrace a su cuello y enterré mi rostro en su cabello, mientras sentía como poco a poco me iba durmiendo.
HOLA.
Espero les haya gustado, disculpen la demora… no tengo nada más que pedir disculpas y esperar a que sus comentarios no sean muy recriminatorios.
Se acerca el final… que aún no cuadro. Un beso.