Pues hemos llegado al final, muchas gracias por haberos leído esta chorradilla que recuperó Selene y que me convenció acabar y publicar.
Epílogo
"No iré a buscarte"
16 de octubre de 1997
Los días pasan volando en el hogar de los Branigan. John y Alec hablan durante horas, los hijos del cazador no son capaces de imaginarse qué tema de conversación es capaz de entretener a su padre durante tanto tiempo.
Ellos van a pescar, o al auto-cine, nada de actividades que requieran ejercicio físico, las costillas del pequeño aunque ya no duelen aún tienen que soldar. Sam intenta no presionar a su hermano, desde la noche que llegaron no han hablado de lo que ocurrió, y quiere hablar, explicarse, quiere que su hermano le entienda, pero cada vez que lo intenta el pecoso descubre la manera de escabullirse y cambiar de conversación.
Las vacaciones han llegado a su fin, John los ha enviado a pescar al puerto pues tenía algo que tratar con Alec. El adolescente inicia una protesta, está cansado, protesta que corta su padre lanzando al mayor las llaves del coche. "Vamos quejica" el pecoso carga las cañas, unos bocadillos y unos refrescos en el coche y con "Avant Garden" de Aerosmith, a todo volumen se dirige al puerto.
No es tan mal plan, el castaño tiene la genial idea de que allí sentados, él en el sillón de playa y Dean con los pies colgando al borde de embarcadero, puede ser la ocasión para que su hermano le escuche y le perdone.
El mayor no se lo pone fácil, en cuanto comienza "Necesito que sepas que no me fui por Huesos, o por ti.." intenta callarlo "los peces no pican cuando la gente no para de hablar" o cambiar de tema "¿has visto al pibón de la lancha?", no hay manera, al pecoso sólo le falta taparse los oídos y recitar "bla bla bla" sin parar. Sam no duda que si vuelve a intentar disculparse, lo verá hacerlo.
Regresan a casa, apenas han pescado un par de peces, y al ver la cara de circunstancias de Bian Branigan sospechan que muy comestibles no van a ser. "Recoge Dean, nos iremos temprano por la mañana, me han pedido que eche un vistazo a algo en Spanish Fork". En fin, los dos muchachos se entienden sin decir nada, lo bueno siempre se acaba, hay trabajo a la vista.
Cenan entre bromas y recuerdos de los dos ex-marines, y los chicos se despiden de sus anfitriones. La mujer sigue tratándolos como a dos críos, pero no les importa, ellos también responden a ese cariño con un abrazo y se van a su dormitorio.
El adolescente ha desistido ya de intentar hablar con su hermano, se queda en camiseta y se mete en la cama "¿Apago la luz?" el otro no responde, la deja encendida. Dean sale del aseo, se sienta en la cama, aprieta algo fuertemente en la mano y parece bastante nervioso.
• Yo, a veces, me siento como si no estuviese en el sitio correcto – Sam cree que le está tomando el pelo, pero sólo durante un segundo, puede ver el esfuerzo que está haciendo su hermano por sincerarse con él - A veces... siento que me dejáis al margen, que no os importo... me siento como si sólo fuese un empleado, o un perro. Tú y papá, sois lo único que tengo, cuidar de vosotros es lo único que se hacer. Sam, sé que tú eres inteligente, que te graduarás y las universidades se te rifarán, podrás elegir qué vas a hacer. Yo sólo quiero que sepas que eres mi hermano pequeño, que...
• Sólo has escrito las dos primeras frases ¿verdad? - le ha cogido el papel de la mano cuando ha visto que se atascaba - ¿lo has ensayado?
• Oh, vamos, cállate niñato – y el adolescente sonríe, sabe que ya no tiene que explicarle nada porque lo escuchó aquella noche cuando hablaba con su padre – no sé ni cómo te aguanto.
• Porque soy un chico inteligente y encantador – le pica el castaño usando una de las frases típicas de su hermano.
• Lo que eres es una nenita.
• Y tú un capullo.
• Y tú un imbécil.
• Buenas noches princesita – y el mayor se acuesta y le da la espalda.
• Buenas noches Dean – lo oye resoplar y el adolescente sonríe feliz – en el fondo eres un hermano increíble.
Cree que ya está, que ha ganado, ha conseguido decir la última palabra. Iluso, "¿Sammy?" el más joven gruñe un adormilado "¿qué?". "Sammy, si vuelves a escaparte así será mejor que no te metas en problemas porque no iré a buscarte"
Es una baladronada y el castaño la sabe, se duerme con una sonrisa. El mayor permanece despierto hasta que lo oye respirar regularmente, sabe que no lo ha engañado, sabe que si el pelmazo de su hermano menor vuelve a meterse en problemas por supuesto que cuidará de él. Se duerme al fin, soñando con la tranquilidad del embarcadero, con los pies colgados sobre el agua y los peces riéndose de su cebo. Se duerme soñando con su padre jugando a las cartas con Branigan mientras cuentan batallitas de cuando estaban en el ejército. Se duerme soñando con su hermano jugando con Huesos y una sonrisa se dibuja en sus labios mientras duerme.
FIN