ADVERTENCIA: ¡Este capítulo es mucho más largo que el anterior! Espero no aburrirlos xD
Bueno, ya se acabó...el último! Para mí fue un placer escribirlo y más porque es ByakuyaxHisana (mi segunda pareja favorita de Bleach) y antes de terminar con mi sermón debo decir que estas personas:
-Gabriela
-Lindarin
-Ryunna-san y Yunna-san
-Ghost iv
-Onny-Chan
-KByakuya
-PLoTaMoTuS
-PatitoLoco y BBadGuy 4ever
-metitus
-Ferthebest-ia
-Any-chan15
-Lavi-hime 4E -3
-shihoin carol
-Zagachan (ella fue el rayito de inspiración en hacer el fic xD)
-Sakurasheila
Muchas gracias porque ellos alguna vez comentaron y leyeron el fic y me daban inspiración y debo de decir algo de ánimo para seguir escribiendo. (Lo sé...me pongo sentimental al momento de terminar un fic, en especial si el fic ocupaba la mayor parte de mi tiempo estando en la compu)
Y también debo disculparme por las faltotas ortográficas que se me escapaban al igual que las metidas de pata en la historia XD.
Ahora sin más que decir ya parezco Miss Universo recibiendo la corona xDDD! disfruten esta última entrega!
Disclaimer: Bleach le pertenece a Tite Kubo
Nueve meses caóticamente hermosos
Epílogo: Nacer es sólo el comienzo
Ambos padres suspiraron hondamente estando a la par. Por fin, desde hace horas lo intentaron pero rindió frutos el esfuerzo que su pequeña hija, Sakura, se durmiera pacíficamente en su cuna. Eran las 10:00 PM y era relativamente temprano para la pareja. Desde que la bebé llegó al hogar la noche parecía larga cuando la hora de dormir se trataba. Y lo peor de todo era que al día siguiente Byakuya debía trabajar arduamente en sus casos. Sin embargo, tampoco quería dejarle todo el quehacer a Hisana en lidiar con su pequeña. A veces en la vida se necesitaban sacrificios para alcanzar la felicidad…o la paz con la bebé.
—Creo que ya sabemos el truco…—sonrió Hisana cansadamente mientras veía a Byakuya con ojos abatidos, tenía algo de sueño—, cantarle una canción de cuna lo mas lento y aburrido que podamos.
Byakuya bufó entre sus adentros cerrando los ojos pesadamente. Sí…podían cantarle lo mas lento y aburrido posible si no eran ellos los que se dormían primero.
—Supongo que es la etapa que está atravesando. —dijo roncamente Byakuya. Éste lo decía ya que su bebé aún tenía 5 meses de edad. Aunque debía admitir que los primeros días y meses fueron más caóticos que estos.
Hisana observaba la respiración plausiva de su hija y tenía cierto color rosado que teñían sus blandas mejillas. A pesar que aún estaba creciendo todos decían que se parecía a su madre, físicamente, y a su padre temperamentalmente. Aunque por el pasar de los años esas ideas podían variar ya que ahora no se podría decir a quien se parezca más, al padre o la madre. Sakura tiene su cabello negro y lacio, al igual que ambos padres, sus ojos eran grandes como cualquier bebé y sus ojos eran grises. Sin embargo, eso podría cambiar ya que los ojos de todos los bebés pasan por una etapa donde sus ojos son grises y con el pasar del tiempo ese color cambia a su color predestinado. Pero sin duda alguna, de carácter se lo sacó a su padre. Terca y algo estirada como él.
— ¿Tú crees?—susurró Hisana bostezando
Byakuya cerró los ojos mientras se dirigía hacia su cama. Hisana le siguió el paso. No caminaron muy lejos ya que la cuna estaba en su habitación.
—Esperemos que sí…—dijo Byakuya fríamente. No quería lidiar con una hija que lo estuviera despertando por el resto de su vida.
Hisana sonrió el comentario. Disfrutaba la manera en como Byakuya hacia su papel de padre principiante. Ella tampoco era una experta en su totalidad pero tenía algo de experiencia por cuidar a las hijas de Rukia.
Ambos esposos dejaron llevar su peso hacia la cama sin importarles nada. Se sentían cansados por esta labor tan agobiante. Si Hisana sufrió en el embarazo ahora le tocaba Byakuya a sufrir con ella en la crianza de su hija. Hisana parpadeó por unos segundos mientras veía el techo oscuro. Solo la luz de la luna se reflejaba en las ventanas de la habitación.
—Estoy cansada…—murmuró Hisana—, pero no tengo sueño…
Byakuya cerró los ojos mientras respondía con un 'hmm' emitido en su garganta.
—Estamos de la misma manera—contestó Byakuya después de una pausa viendo la hora en su reloj rolex—, presumo que es porque ya nos hemos acostumbrado a dormir mucho más tarde que a esta hora.
Hisana inspiró y suspiró profundamente. Dejó de observar el techo y se volteó hacia su esposo con una sonrisa. Éste la vio detenidamente con su expresión claramente fría mientras ella desviaba su mirada con pena y rubor en sus mejillas.
—Fuese lo que fuese, me alegra que estés aquí junto conmigo—dijo Hisana estirando su brazo para poder acariciar la mejilla de él—, hace mucho que no estamos en un momento de paz y silencio…—sonrió mientras cerraba sus ojos.
La mirada de Byakuya se suavizó al instante. La rodeó entre sus brazos con delicadeza mientras besaba su frente.
—A mi también me alegra, Hisana—dijo Byakuya al sentir una extraña tensión en su cuerpo por la cercanía de su amada. Sentía la ansiedad en su cuerpo por estar un momento a solas con ella, relativamente, sin tener a uno en medio de ellos. Quería hacerlo. Esperó mucho para eso y no lo hizo antes por temor en lastimarla; ahora que ellos dos no tenían la pesadez del sueño. —Parece que has perdido algo de peso…—comenzó a decir Byakuya.
Hisana se sorprendió de gran manera. Después del embarazo ella había perdido algo de peso por hacer dietas y un poco de ejercicio pero aun no llegaba a su talla de antes. Sin embargo, Rukia le decía que se veía fantástica y que no se notaba mucho sus libras extras. Que Byakuya se percatara de ello le pareció algo extraño en él ya que nunca menciona o alaga en pequeñeces tan simples.
Ella frunció un poco sus labios, ¿a dónde quería llegar?:—Pues...he trabajado en bajar unas cuantas libras...—dijo Hisana algo extrañada
El pelinegro decidió aflojar un poco con el abrazo mientras veía detenidamente hacia los grandes ojos y pestañas de su esposa. Veía como el nerviosismo se apoderaba de ella al sentir un brazo que se deslizaba con lentitud hacia su muslo y el otro brazo iba directo hacia su blusa de dormir desabotonando los botones con cierta ansiedad.
—¿Estás lista para celebrar tu logro?—dijo Byakuya profundamente susurrándole en el oído causando cosquillas en Hisana.
La pelinegra sintió como ese brazo en su muslo se acercaba cada vez más y se metía bajo su blusa para acariciar su piel con suavidad. Ella gimió levemente ante el roce mientras posaba ambas manos en el pecho algo descubierto de Byakuya. Hisana supo lo que proponía él. Hace mucho tiempo que no compartían esa experiencia de cada acaricia, cada gemido que emitían al sentir tan delicadeza y sentimientos mezclados en una noche tan peculiar.
Hisana sintió como su blusa se deslizaba bajo su hombros descubriéndolos por completo mientras sentía como los botones de su blusa eran separados y dejándola completamente expuesta ante la mirada de Byakuya.
—Sí...—murmuró Hisana tratando de reprimir gemidos tras sentir el roce de labios en su cuello—Sí quiero...
Byakuya sonrió con algo de placer al oír esas palabras que tanto había deseado escuchar. Se separó del cuello y le dio un beso profundo en los labios de su amada. Hisana gimió más fuerte por la intensidad de aquel beso mientras ella tímidamente trata de quitarle la camisa a su esposo. Por la falta de aire, Byakuya se separó de sus labios pero no con el contacto físico; prosiguió besándola en la mejilla y descendiendo lentamente en su pecho mientras trataba de quitarle el pantalón.
—B...Byakuya—jadeó Hisana de placer ante el ritmo de Byakuya.
—Hisana...—dijo Byakuya roncamente al sentir como esas pequeñas manos acariciaban su abdomen.
Más esto no duro mucho ya que despertaron a cierta bebé. Sakura lloró fuertemente al ser interrumpida de su sueño. No podía culparla, tenía dos padres que no podían ser más cuidadosos cuando hacían el amor.
Byakuya y Hisana se separaron de inmediato y observaron hacia la cuna y como su bebé gritaba y lloraba simultáneamente hasta quedar completamente roja. Su madre se arregló su blusa rápidamente mientras corría hacia ella cargándola con sumo cuidado y arrullándola. Byakuya quedó perplejo. Suspiró profundamente mientras gruñía en sus pensamientos. Su hija había frustrado sus intentos en disfrutar un momento con su mamá.
—Creo que...debemos posponerlo...—dijo Hisana sonrojada al máximo al referirse lo que estaban haciendo hace unos momentos. Sin embargo, su bebé empezó a llorar mucho más fuerte que antes después de oír las palabras de su madre.
Byakuya asintió pesadamente mientras veía a su hija. Estaba teniendo una rabieta horrible. A la próxima vez deberán ser más cuidadosos...o poner la cuna en un cuarto aparte. Éste de acercó a su esposa mientras acariciaba la pequeña cabeza de su hija.
—¿No tendrá hambre?—sugirió Byakuya arqueando una ceja tras ignorar la posibilidad que solo quería atención ya que él no quería cantar otra canción de cuna para que su hija se durmiera.
Hicieron lo que pudieron. Trataron de alimentarla, cambiarle el pañal, de arrullarla todo lo que podían, cantarle una aburrida canción de cuna e incluso Byakuya la subió al auto y empezó a conducir por toda la cuadra donde hubiera muchas curvas pero su hija Sakura no se dormía. Dejó de llorar cuando le cambiaron su pañal y veía a sus padres algo indecisos sobre que debían hacer. La dejaban en su cuna para haber si se dormían después que Byakuya había llegado de su misión incompleta; más sin embargo, Sakura empezaba a jugar con sus manos y pies y gorjeaba en la cuna. Decidieron dejarla ahí y que se durmiera del cansancio. Resultó...sólo por un momento, ya que Sakura empezó a llorar nuevamente...había mojado el pañal.
Eso fue lo único que recuerda Byakuya tras perder la conciencia y atender a su hija como un zombie. Hisana estaba en las mismas después de haberle cambiado el pañal. Ya había perdido la cuenta de cuanta veces se había levantado y atendido a su bebé. ¿Byakuya la ayudó durante ese transcurso de tiempo? No lo recuerda...
A la mañana siguiente, Hisana frunció sus ojos al oír un gorjeo en su oído y un movimiento en la cama. Gimió levemente mientras se frotaba su ojos izquierdo. Aún estaba muy soñolienta y miraba las cosas borrosas. Movió su cabeza al oír otro gorjeo más fuerte. Observó a su hija en la cama moviendo sus pies. ¿Qué estaba haciendo ella ahí? Y lo peor es que andaba despierta, ¿acaso ella no dormirá? La cargó con cuidado mientras se percataba que Byakuya no estaba en la cama. Hisana frunció sus labios mientras lo buscaba con la mirada, ¿a dónde fue?
—¿Byakuya?—llamó Hisana mientras Sakura tomaba el dedo de su madre para chuparlo
La pelinegra se sobresaltó al escuchar un gran gruñido en el suelo. Alzo su mirada al suelo mientras su hija se sostenía más fuerte de su madre. Hisana parpadeó al ver a Byakuya tirado en el suelo con todo y sábanas. ¿Acaso ella lo había pateado o algo para qué su esposo terminara en el suelo? La verdad ella no lo recordaba, ¡no se recordaba de nada.! Por otra parte, Byakuya posó su mano en su cabeza. Sentía un fuerte dolor en todo el cuerpo pero más en la cabeza. El piso era frío y duro y no sentía nada de su cuerpo...¿sera posible que haya caído de cara? Gruñó nuevamente mientras trababa de recordar aunque sea algo...pero nada...no recordaba casi nada. Después de muchos quejidos voltea a ver a Hisana con Sakura arriba de la cama. Su esposa se veía asustada al encontrarlo ahí tirado como una muñeca de trapo. Éste suspiró profundamente mientras se levantaba tranquilamente y besaba los labios de Hisana.
—Buenos días—se limitó a decir Byakuya mientras besaba la mejilla de su bebé.
Hisana parpadeó confundida. Él actuaba tan natural como si nada le hubiera pasado, si hubiera sido ella hubiera gemido y quejado por todo:—B...Buenos días...—dijo Hisana con algo de trance.
Byakuya le sonrió mientras le arrebataba a Sakura de sus brazos. Besó de nuevo sus labios de forma lenta y profunda mientras Hisana salía de su trance abriendo sus ojos al máximo al percatarse de su beso. Hisana lo profundizó más al acercarse cada vez más a Byakuya. Sintió algo de ansiedad al sentir como los labios del pelinegro formaban una sonrisa en medio del beso. Luego de unos minutos se separaron y sonrieron de oreja a oreja. Eso tal vez recompensaba lo que no pudieron hacer en la noche.
—Pre...prepararé el desayuno...—murmuró Hisana sonrojada mientras salía de la cama.
Byakuya asintió y bajo con ella junto con su hija hacia la cocina. Debía apurarse antes de que Renji toque la puerta como loco.
Luego de varías horas de cuidar a Sakura y de que Byakuya se había ido al trabajo; Hisana notó algo extraño en su hija. Mientras le daba de mamar y la observaba le notaba algo extraño. No sabía si estaba enferma o algo, pero eso ya se lo había notado desde hace tiempo, tal vez desde que llegó al hogar por primera vez. Le contó a Rukia sobre eso pero dijo que no debía preocuparse, que pareciera que era genético lo que tenía su hija. Sin embargo, eso no terminaba con la preocupación de Hisana. Algo le ocurría y esperaba que fuera genético.
De repente, Hisana escuchó el ruido de la puerta que se abría lentamente. Observó su reloj de mano y se dio cuenta que apenas eran las 4:30 PM. Apreció unos pasos que se dirigían hacia ella. Y después lo vio...vio a ese hombre tan hermoso para sus ojos. Le sonrió apaciblemente mientras observaba que él se quitaba su saco y lo colocaba en el sofá. Desde que Hisana dio a luz, Byakuya a sido más cuidadoso con su horario de trabajo. Trataba la manera de no salir tan noche de su oficina con Renji para pasar más tiempo con su familia. Byakuya al notar a su Hisana dando de mamar a su hija Sakura se sentó al lado de ellas.
—¿Cómo te fue en el trabajo?—preguntó Hisana recibiendo el beso de Byakuya en sus labios.
Byakuya se acomodó en el sillón mientras decía:—Estuvo bien...—Ignorando las quejas de sus clientes, las tardanzas del juez y las risas enfrente de su oficina de Renji y otros compañeros de trabajo que le arruinaban la vida, su día estuvo bien...no se quejaba.—¿Y el tuyo?
Hisana le sonrió mientras Sakura dejaba de mamar. Se acomodó la ropa y luego colocó a su hija en su regazo en posición de sentarse.
—Muy bien Byakuya—dijo aún sonriendo—, gracias por preguntar...
Después de la última frase mencionada hubo un pequeño silencio. Sin embargo, los gorjeos de Sakura rompieron con ese silencio algo incomodo haciendo eco en la espaciosa sala. Byakuya observaba detenidamente los movimientos de su hija; de como ésta se chupaba su dedo y ella lo veía fijamente mientras se recostaba cerca de Hisana. Él se percató que Sakura ya le había crecido un poco el cabello, tenía una pelusa de pelo pero aún era algo calva. Mientras tanto, Hisana se mordía el labio inferior porque estaba algo aturdida por pensar que su hija tenía algo malo. Estaba algo indecisa si decirle o no a Byakuya lo que pensaba; más sin embargo, Byakuya notó eses comportamiento algo extraño de su esposa desde que llegó a su hogar.
—¿Qué es lo que te molesta, Hisana?—preguntó Byakuya estirando su brazo para jalar suavemente la mano de su hija para impedir que siguiera chupándose su dedo pulgar.
La pelinegra se sobresaltó ante la inesperada pregunta. Observó a Byakuya quien éste la veía arqueando una ceja mientras ella reía nerviosamente. No podía ocultarlo más...él la conocía bastante bien como para darse cuenta que algo le pasaba. Hisana se lamentó en no poder disimular muy bien sus sentimientos enfrente de él.
—Pues...—empezó a decir Hisana con una sonrisa nerviosa. Pero luego de ver a Byakuya serio observándola ella suspiro.—; Byakuya estoy preocupada...—dijo con cierta melancolía.
Éste parpadeó unas cuantas veces antes de contestar: —¿Por qué estás preocupada?—cuestionó Byakuya
Hisana observó a Sakura y la abrazó levemente:—Bueno, por Sakura...me preocupa su estado...—confesó
Byakuya sintió una leve inquietud en sus adentros. ¿Su hija andaba enferma? Sin parecer preocupado el pelinegro dice:
—¿Le ocurre algo malo? ¿Está mal de salud?—La revisó con la mirada mientras la pequeña lo observaba.
—Bueno no...¡es decir sí!—exclamó Hisana confundiendo a Byakuya.
—¿Entonces...?
Hisana respiró antes de formular bien su fundamento. Después de respirar unas cuantas veces prosiguió:
—¿No has notado que Sakura no a sonreído desde que llegó a casa?—declaró Hisana algo alterada
Byakuya abrió un poco los ojos. No, la verdad nunca había notado o visto que Sakura tuviera algo malo y mucho menos si ha sonreído. Él pensaba que era algo normal en ella, que estaba en la etapa; pero ¿sonreír? , mientras más lo pensaba Byakuya más se percataba de los hechos.
Pero por estar más seguro de lo que pensaba era lo correcto dijo: —¿A qué te refieres que no sonríe?
Hisana desvió la mirada para ver a su hija tratando de chuparse el dedo del pie:—Me refiero a que ella...solo gorjea, no hay una sonrisa en sus labios...y bueno...los bebés sonríen en todo momento...pero Sakura jamás nos ha sonreído a nosotros, sus padres...—observó a Byakuya—, y me preocupa si está enferma o algo...
Byakuya frunció su ceño mientras observaba a su esposa. Tenía algo de razón, no podía pasar por alto la posibilidad de que ella tuviera alguna enfermedad o algo por el estilo.
—Le comenté a Rukia sobre todo esto—empezó a decir Hisana—, y ella me dijo que pueda ser algo genético...
—¿Genético?—repitió Byakuya llamándole la atención.
Hisana asintió:—Porque Byakuya es muy serio...—dijo con una sonrisa forzada—, pueda ser que Sakura también lo sea por su padre.
El pelinegro gruñó un poco. Pueda ser que eso sea verdad. Sin embargo, Byakuya recuerda que él se transformó en frío e indiferente durante la adultez jamás en la niñez. Su padre Sojun y su abuelo Ginrei le decían que él era un hiperactivo, enojón y alegador cuando era joven y cuando era bebé lloraba por cualquier cosa y sonreía a cada rato. Se le hacía raro que su hija fuera así de seria. Había una posibilidad que ella fuera de temperamento flemático y por eso ella era como era; más sin embargo, aún los flemáticos cuando son bebés sonríen, no todo el tiempo, pero más de alguna sonrisa se les sale y mas aun si estaban con sus padres.
—Yo dudo que tenga algo malo...—informó Byakuya.
—¿Tú crees?—dijo Hisana calmando sus nervios.
Byakuya cruzó los brazos mientras asentía:—Pueda ser que no hemos encontrado algo que la haga reír...—sugirió
Hisana sonrió mientras sacaba algo de su bolsillo:—También he pensado en eso...—Captó la atención de Byakuya al ver que Hisana sacaba una hoja de papel—, por eso Ichigo-san me dio esto...—enseñó el papel a Byakuya—, me dijo que esto hacía reír a carcajadas a sus hijas cuando eran bebés y pueda ser que funcione con Sakura—Sonrió inocentemente
Byakuya le dio un pequeño tic en su ojo. No podía creer lo que Hisana había traído en la casa. A él le daba repugnancia al ver que esa hoja de papel era una imagen de Isshin Kurosaki guiñando su ojos derecho con cierto brillo a su alrededor con una gran sonrisa torcida en su rostro. No sabía que pensar sobre todo eso...no sabía si daba risa o no...pero debían probar si a su hija le causaba gracia.
—Hazlo...—dijo Byakuya con cierta amargura. Por una extraña razón no le caía bien los Kurosakis.
Hisana rió levemente mientras posaba su mano en su boca. Su esposo se comportaba como un niño malcriado.
—Sakura...—llamó suavemente Hisana mientras su hija la volteaba a ver haciendo un gorjeo—, mira lo que tengo aquí...
Los ojos de la bebé se ensancharon notablemente mientras abría su boquita en forma de estupefacción. Al ver la imagen de Isshin le causo cierto trance en la bebé. Byakuya frunció un poco el ceño y Hisana la observaba con detenimiento por cualquier cambio. Pero de repente, los ojos grises de Sakura se empezaron a humedecer y arrugó su carita mientras giraba su cabeza hacia su mamá y tratando de ocultarse en ella. Le daba miedo Isshin.
Hisana rápidamente apartó la fotografía mientras observaba como su esposo tomaba a su hija en sus brazos y colocaba su cabeza en su amplio pecho:—No le gusta los hombres feos...—dijo Byakuya con amargura.
La pelinegra se sorprendió un poco por ese comentario mientras fruncía sus labios. Ella pensó que iba a funcionar, nunca creyó que se iba asustar de esa manera. Suspiró profundamente causando que ella se recostara en el sofá. Ahora debía buscar otra manera de hacerla reír.
Mientras tanto, Sakura, quien estaba en los brazos de papí, se preguntaba por qué su mamí le mostró ese hombre tan horrible, tan espeluznante le guiñaba y le veía de esa manera tan terrorífica. Empezó a jadear tratando de desahogarse en el pecho de su papá mientras éste le arrullaba, a su manera. Sin embargo, Sakura notó que el cabello de su papá era muy largo que le hacía cosquillas en su nariz. Tomó y jaloneó un mechón de cabello mientras sus lloriqueos disminuían. Hizo un pequeño gorjeo al notar que su pelo era suave y lacio y era de buen sentir al tocarlo. Eso la emocionó causando que abriera la boca y se chupara el cabello de papí.
Byakuya por su parte, se asustó un poco por sus adentros al sentir que su lacio y hermoso cabello era babeado por su hija. Hisana se levantó de inmediato al ver el acto de su hija; iba a pararla, pero se detuvo en seco al oír una risa infantil cerca de Byakuya.
—¿Lo escuchas?—dijo ansiosa Hisana—¡Está riendo!
Por otra parte, Byakuya no estaba contento, y quién lo estaría al saber que alguien chupaba su cabelllo, era algo...antihigiénico. El pelinegro tomó a Sakura de las axilas y la alzó para alejarla un poco de él. Más sin embargo, ella aún seguía con su cabello en su boca causando una gran liga de baba que estilaba al momento de la separación. A cambio la bebé Sakura disfrutaba el momento, le gustaba el cabello de papí y como olía su champú caro. Hisana reía levemente reprimiendo cualquier carcajada. Era lindo verlos así, pero Byakuya no pensaba lo mismo. Él estiró su mano y con cuidado y asco jalaba su cabello ensalivado mientras su hija reía y mostraba que tenía algunos pelos negros de su papá dentro de su boca. Hisana con una sonrisa, le quita esos cabellos arrancados de la cabeza de Byakuya a su bebé. Hisana era feliz, ahora ya sabía como hacer reír a carcajadas a su hija. Después de sacarlos, ella observó a su esposo. La pelinegra jadeó al verlo tan serio y enojado.
Byakuya alzó a su hija a la altura de su rostro y le miró enojado: —Nunca más vuelvas hacer eso...—ordenó Byakuya severamente mientras fruncía su ceño. No estaba jugando, no le agrado que su hija le faltara el respeto de esa manera.
La mente de Sakura era aún muy pequeña para entender a Byakuya. Ella parpadeó mientras daba un gorjeo. Estaba fascinada al ver como su papí movía sus labios y como se le arrugaba la cara del enojo. Sin pensarlo dos veces, ella alzó sus pequeños brazos y con toda la fuerza que tenía le dio cachetadas a su padre mientras se reía.
Hisana al notar que su hija se comportaba de esa manera acudió inmediatamente al rescate:—¡Sakura! ¡No hagas eso!—dijo Hisana tratando de tomarla a sus brazos para así alejarla de su padre.
—Está bien...—dijo Byakuya al sentir que su hija jalaba sus mejillas y las estiraba lo más que podía mientras él la fulminaba con la mirada—Déjala...si esto la hace reír...—hizo una pausa al sentir que Sakura mentía sus dedos a su boca—...que continúe...—Hisana sacó los dedos de su hija de la boca de Byakuya.
—¿Seguro?—preguntó no muy convencida—Te está faltando el respeto...
Byakuya respiró profundo mientras alejaba un poco a Sakura de su rostro:—Ella no reconoce que es el respeto...—aclaró—, deja que disfrute ahora que puede...
Por otra parte, Sakura reía divertidamente al ver que la cara de papí hacia caras chistosas.
Hisana suspiró profundamente ante el alivio. Pensó que Byakuya estaba enfurecido con su hija. Aunque...no quería desperdiciar el momento. Ya que Byakuya dijo que no había problema...
La pelinegra se paró y corrió rápidamente hacia la habitación. Byakuya arqueó una ceja al oir que su esposa dijo "ya vuelvo." Observo a su hija quien apretaba su rostro con sus pequeñas fuerzas.
—¿Te gusta verme sufrir, Sakura?—dijo Byakuya viendo a su hija haciendo travesuras en su cara.
Pasó un momento desde que Hisana se había ido. Pero luego de ese momento Byakuya escuchó pasos cerca de él. Frunció el ceño al máximo al ver a su esposa con la cámara de vídeo.
—No te atrevas...—dijo Byakuya lento pero seguro con un tono frío al ver a Hisana acercarse y enfocarlos.
Hisana rió alegremente, lo que no sabía él era que ya estaba grabando.
—Por favor Byakuya—suplicó Hisana enfrente de ellos—¿Cuándo volveré a ver una escena tan prometedora?—aclaró Hisana riendo mientras Byakuya fruncía más el ceño—. Es para la prosperidad.
Byakuya le dio un tic en el ojo. ¡¿Por qué nunca le podía decir que "NO" a Hisana? !
—¡De acuerdo!—bramó Byakuya enojado al sentir que su hija de una manera sobrenatural jalaba con mucha más fuerza que antes—¡Solo unos segundos y lo apagas!
Hisana sonrió ampliamente mientras llamaba la atención de Sakura para que viera a la cámara. Ella volteó a ver a su mamá mientras jalaba más la mejilla de su papá simultáneamente causando que saliera algo de baba. Hisana rió a carcajadas al igual que su hija Sakura. El único que no disfrutaba era Byakuya. Pobre de él...
Habían pasado 3 meses después de lo ocurrido con Byakuya y su vergonzosa experiencia con Sakura quien de un abrir y cerrar de ojos era una niña seria a una alegre. Sakura crecía rápidamente que ambos padres no lo podían creer como volaba el tiempo. Los ojos de la pequeña se tornaron en su verdadero color, violeta. Ya no eran grises, para sorpresa del padre, si no tenía los hermosos ojos de su madre. Y para colmo de males, el cabello de su hija crecía cada vez más. Ella iba ser hermosa como Hisana. Se notaba como los mechones negros crecían y, de una manera sorprendente, formaban uno solo, como el mechón de su madre. A Sakura ya se le podían hacer coletas, y casi todos los días Hisana la peinaba con dos coletas pequeñas al frente con sus vestidos color rosa.
Hoy era un día especial, Hisana vestía a Sakura con uno de sus vestidos rosas pálido con muchos vuelos alrededor. Tomó algunos hules para poder hacerle dos coletas pequeñas. Sonrió al verla tan linda y lista para su primera reunión familiar. Iban a estar la familia Kurosaki y la de Byakuya. Hacía mucho que no se reunían porque era algo difícil de lidiar con Sakura. Pero como ahora ya era más grande, no había ningún problema reunirse. Una vez ya lista, Hisana se encaminó junto con su hija hacia la sala donde había juguetes de ella. Una vez allá la dejó en el suelo mientras ella reía animadamente al ver sus juguetes nuevamente, en especial el de su tía Rukia, un chappy blanco de peluche.
Hisana la veía como jugaba con su chappy mientras sonreía. Parecía estar muy feliz con el. De repente, Sakura se percató que no estaba su chin-chin favorito. Lo buscó rápidamente girando su cabeza y abriendo bien sus ojos violeta. Gorjeó al ver que estaba muy cerca de su mamá y empezó a gorjear más fuerte mientras señalaba su chin-chin. Hisana parpadeó un poco mientras baja su mirada. Ve al chin-chin y sonríe plausivamente mientras lo recoge y se queda hincada.
—Sakura...—llama Hisana a su hija quien ésta voltea rápidamente—. Ven por tu chin-chin...—Lo agita.
La bebé se emociona demasiado al ver que su madre estira sus brazos con todo y chin-chin mientras que la mano que tiene libre la abre y la cierra simultáneamente. Con toda velocidad posible que pudieron sus piernitas Sakura empieza a gatear con felicidad hacia Hisana. La bebé jadeaba de alegría mientras baba salía por su boca. Aunque no era una distancia muy larga que las separaban, Sakura sentía que era una carrera que debía ganar. Su madre rió levemente cuando se percató que su hija se agarraba de sus piernas mientras alzaba su mirada con una infantil sonrisa.
—Ma-ma...¡ma-má!—Sakura trataba de decir "mamá" mientras tomaba su chin-chin.
Hisana reía animada mientras alzaba a su hija y le daba besos en sus mejillas: —Mi linda Sakura—Le da otro beso en la mejilla—, mi muñeca preciosa...
—Como su madre...
Hisana se sobresaltó causando un ligero susto en su cuerpo. Voltea rápidamente hacia sus espaldas con sus mejillas sonrojadas cuando visualiza a Byakuya parado atrás de ellas. ¿Desde cuándo ha estado ahí?
—¡B...Byakuya!—exclamó Hisana—¡Me asustaste...!
Byakuya sonrío levemente mientras se acercaba hacia su familia. Una vez estando ahí, besó la frente de su bebé y los labios de su esposa:—Disculpa...—dijo el pelinegro.
Hisana suspiró profundamente mientras sentía como su hija estiraba sus brazos hacia Byakuya. Éste la tomó en sus brazos cargándola con sumo cuidado.
—¿Puedes decir "papá"?—preguntó Byakuya con un rayo de esperanza. Desde hace mucho que decía "mamá" pero nunca ha dicho "papá"en su corta vida.
Sakura lo miraba atentamente mientras trataba de decir esa palabra rara.
—Pddppa...—escupió un poco—¡...pppá...!—Agitó sus brazos
Pero cuando agitó sus brazos, la campana del chin-chin empezó a sonar dejando atrás la tarea encomendada por su papí. Rió alegremente al oír ese sonido de la campana. Byakuya, por otro lado, se sentía algo abandonado al ver que su hija se distraía en otra cosa. Hisana reía alegremente mientras se acercaba a su esposo para darle un beso en su mejilla. Byakuya le miró fijamente mientras suspiraba profundo mientras le daba a Hisana una pequeña sonrisa. Oh bueno...algún día lo iba a lograr.
—¡Ma-má!—gritó Sakura mientras miraba a ese viejo arrugado.
Ginrei arqueó una ceja con disgusto. Sorbía un poco de su té mientras escuchaba con su oído las risas infantiles de su bisnieta en el suelo junto con Masaki y Hisana Jr. Esa niña...le decía "mamá" a todo el mundo.
Estaban sentados el viejo Ginrei junto con su hijo Sojun en un sofá, en el otro sofá de la casa de Byakuya estaba sentado el nieto Kuchiki junto con su esposa Hisana y a la par de ellos estaban Ichigo y Rukia; todos con tazas de té.
—¡No te distraigas, Senbonzakura!—gritó Masaki refiriéndose a Sakura. Las niñas estaban jugando a los piratas en el suelo con muchos juguetes a su alrededor—¡Aún debemos encontrar el tesoro perdido!
—¡Sí! ¡Sólo tú nos puedes guiar hacia allá gracias a tus poderes de pétalos de rosas!—habló Hisana Jr.
—¿En dónde está el camino, Senbonzakura?—dijo Masaki con voz ronca
Sakura las veía con confusión total. No sabía de que hablaban esas niñas y que era el "tesoro perdido." Gorjeó al ver en una esquina su peluche chappy en el suelo. Gateó con furor dejando atrás a sus primas.
Hisana Jr. jadeó:—¡Oh! ¡Ha encontrado el tesoro!—posó sus manos en su rostro—¡Vamos Grand Fisher!—gritó refiriéndose a Masaki
—¡Te sigo Inuzuri!—dijo Masaki refiriéndose a Hisana Jr.
Ambas niñas gatearon a perseguir a su prima para ver quien tomaba primero al chappy.
Sojun observaba la escena con esmero. Cuanto había crecido su nieta durante todo ese tiempo, hasta le había llamado "mamá." Hah...si su esposa estuviera aquí para ver como la hija de su hijo crecía a cada momento.
—¿Y dime cómo van las cosas?—preguntó Rukia a Hisana
Hisana sonrió mientras se dirigía hacia los presentes.
—Muy bien...—dijo Hisana—, supongo que ya nos estamos adaptando a nuestro nuevo estilo de vida...
—Que bueno...—contestó Ichigo, jamás pensó que esos dos iban a llegar tan lejos.
En eso, Sojun se metió:—Parece que mi nieta ya sonríe más que antes...—declaró—¿Cómo lo hicieron?
—¡Es verdad!—dijo Rukia tomando un sorbo de té—Me dijiste que la fotografía de Isshin-san no te funciono, ¿qué usaste en vez de eso?
Hisana sudo un poco de frío al sentir la mirada fulminadora de Byakuya hacia ella mientras éste sorbía un poco de té pero sin despegarse de ella.
—Nada sin importancia...—habló esta vez Byakuya.
Hisana tragó saliva:—Sí...sólo hacer unas muecas graciosas...eso es todo—Los ojos de Byakuya se ensancharon al oír eso. Hisana tan sólo rió levemente, se le había salido.
Ichigo arqueó una ceja ante esa escena. Sabía que había algo más y lo estaban ocultando. No fueron simples "muecas graciosas" como decía Hisana.
—¿Y dime Byakuya...qué tal tus finanzas?—dijo Ichigo con un tono de voz misterioso
Byakuya sonrió entre sus adentros:—Muy bien...—dijo fríamente—¿Ya pudiste estabilizarte, Kurosaki?
Ichigo gruñó mientras apretaba la taza con fuerzas:—S...sí Byakuya...gracias por preguntar—dijo Ichigo temblando de ira pero disimulándolo con una sonrisa falsa.
Los demás no sabían la cruel y vil verdad que ocultaba Byakuya. Era como un pequeño secreto que compartían. Desde el nacimiento de Sakura, cuando Byakuya tuvo que pagar el hospital y aparte el doctor, le salía un dineral para Ichigo—ya que él cobraba muy caro—. Sin embargo, el plan de Byakuya era obedecer a su esposa cuando le había pedido que le devolviera el dinero "robado" a Ichigo, pero ella nunca dijo el "cuando." A la hora de cobrar Byakuya pagó...pero con el dinero de Ichigo. Éste se dio cuenta al final ya que Byakuya le había escrito un papel que decía "Lo que fácil viene, fácil se va" y contó el dinero que Byakuya le había dado y era lo mismo que lo había pagado anteriormente. Eso quería decir que le estaba devolviendo su dinero de antes. Ichigo jamás supo el por qué Byakuya lo obligara a pagar la fortuna, tenía una teoría: Byakuya era un ser vengativo que si alguien molestase a su esposa se las vería con él. Ya que Ichigo, digamos que no tenía mucha fe en Hisana y que iba a morir. Pero pasado es pasado. Ichigo juró que jamás volvería hablar de más.
—¿No han notado... —comenzó decir Ginrei captando la atención de todos después de una afonía aburrida —...qué en esta generación hay más mujeres que varones?
Sojun bufó fuertemente. Este hombre va morir con trauma si no supera que sus predicciones fueron erróneas.
—¡Aún sigues con eso, papá! —gritó Sojun desesperado
Ichigo, más sin embargo, lo meditó un poco: —Mhmm...pueda ser que tenga razón —dijo Ichigo —ya que yo tengo dos hermanas gemelas no idénticas —observó a Rukia —, mi esposa es la hermana menor de Hisana, yo tuve dos gemelas no idénticas y Byakuya tuvo una hija... —Ichigo posó su mano en su mentón —Son muchas mujeres...
—Y es mejor que sea así... —declaró Byakuya cerrando los ojos y dando un sorbo
—¿Por qué Byakuya? —preguntó Hisana con curiosidad
Aún con los ojos cerrados él contesta: —Porque si hay menos hombres en esta generación; me preocuparé mucho menos en vigilar y ahuyentar a esos "futuros candidatos" que querrán conquistar el corazón de mi hija...
Ichigo asiente con la cabeza mientras cruza los brazos. Estaba de acuerdo con Byakuya por primera vez. Él y Byakuya compartían el sentimiento de ser unos padres celosos.
Hisana y Rukia ríen animadamente y Sojun niega con la cabeza con una sonrisa. Al igual que su padre Ginrei exageran las cosas. A cambio Ginrei estaba orgulloso. Pensaban como él...
—¿Y cómo ha sido la experiencia como padres? —preguntó Sojun después de las risas
Byakuya y Hisana se vieron fijamente. Sonrieron dulcemente el uno al otro mientras se tomaban de las manos.
—Debo decir...que es una experiencia caóticamente hermosa... —rió Hisana suavemente.
Byakuya observó a su esposa con una sonrisa que solo ella podía ver. Se acercó a ella lentamente hacia su rostro para darle un beso en sus labios. Ya había perdido la vergüenza de besarla en público. A cambio Ichigo, desviaba la mirada para no verlos, le daba algo de pena observarlos de esa manera que casi no la ve nadie. Rukia le da un codazo por su actitud pero con una sonrisa. Ichigo gruñe mientras fulminaba con la mirada a Rukia.
En eso, Masaki, Hisana Jr. se acercan hacia los adultos junto con Sakura gateando.
—¡Encontramos el tesoro perdido! —dijo Masaki alzando a chappy
Sojun sonrió alegremente. Vida de niños...
Masaki y Hisana Jr. se abalanzaron hacia sus padres. Ichigo y Rukia jadearon al recibir todo el peso de sus hijas. Toda la familia rieron mientras las niñas se acomodaban en el regazo de Ichigo. Por otro lado, Sakura gateaba y gorjeaba hacia las piernas de su madre. Hisana sonrió al ver a su Sakura estirando sus brazos indicando que quería que la subieran. Hisana la alzó y la sentó sobre su regazo mientras ella sorbía su té.
Mientras tanto, Ginrei observaba a su bisnieta con mucho detenimiento casi absorto. Escuchaba cada risa de ella, cada vez que se chupaba el dedo, ¡todo! Era una niña muy interesante de ver. A pesar que el quería un varón eso no quería decir que no amaba a la hija de su nieto. Al contrario, la adoraba, era tan linda y tierna con un futuro muy bueno para ella ya que ella tendrá el carácter firme de su padre y la belleza de su madre. Pero se preguntaba, si habrá más bisnietos...si había una oportunidad, aunque sea una, de que uno fuera varón...así no se perdería el apellido Kuchiki...
—¿Papá?—dijo Sojun al ver a Ginrei tan ido.
Ginrei parpadeó un poco antes de decir:—Y dime Byakuya...¿aún hay planes?
Byakuya dejó de jugar con las manos de su bebé para observar a su abuelo con serenidad. ¿Planes? ¿De qué? :—¿A qué se refiere?—preguntó arqueando una ceja mientras bebía té.
—Para que nazca otro bisnieto...
Los ojos de Byakuya se dilataron totalmente mientras escupía su té. ¡¿Qué dijo? Hisana por su parte jadeó y sobresaltó por esa palabras. ¿Otro hijo? si apenas con Sakura era suficiente para lidiarla. ¡ Y el embarazo..! ¡ella no quería embarazarse tan pronto! ¡Otra vez el dolor no!
—¡Papá!—bramó Sojun llamándole la atención a su padre, eso no fue correcto.
Ichigo y Rukia no pudieron reprimirlo...rieron a todo dar mientras sus hijas no entendían el por qué las risas...era algo tan confuso en ser pequeña y no entender como vienen los bebés y como nacen. Por otro lado, Sakura observaba a sus padres que estaban crispados. De alguna manera eso le gustó mucho a ella que empezó aplaudir y tratar de imitar las palabras enojadas de su abuelo.
—¡P-a-pá ¡Pa-pá!—aplaudió Sakura en el regazo de Hisana observando a Byakuya.
Hisana y Byakuya voltearon aún atónitos al escuchar que su hija decía "papá" Ginrei no lo podía creer y menos Sojun que escuchó como su nieta decía su segunda palabra. Sus primas, Hisana Jr. y Masaki le aplaudieron mientras Ichigo y Rukia le felicitaban.
Byakuya quedó pálido, por fin su hija Sakura le llamaba "papá"
—Dijo...papá...—susurró Byakuya con boca abierta
Sin embargo, faltaba muchos años para que Sakura creciera e hiciera más cosas para impresionar a sus padres, porque en la vida está llena de sorpresas y una de ellas fue el embarazo de Hisana y las penas de Byakuya al saber que Sakura iba ser un miembro de la familia que cambiaría sus vidas por siempre.
-.-.-.-.-.-.-.-.-. THE END-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Lo diré, ese fue mi primera (y espero que la última) vez que escribo lemmon o algo parecido a ello :S Para ser sincera...esa parte no muy me convenció pero bueno...ahí que se quede. Y sentí mucha nostalgia al escribir los últimos renglones del fic! pensé "este ya es el final, bububu"
Como sea, este es el último capítulo! espero que lo hayan disfrutado y espero que Tite ponga algo más sobre Hisana o el pasado de Byakuya ya que nada nos pone! aunque...ahora como van con el manga ya sabremos algo sobre la familia Kurosaki, quien sabe?
Nos vemos en los próximos y futuros proyectos! y sobre los otros fics que escribo y ustedes lo leen, pues, actualizare el otro mes...(primero Dios) y trataré de escribir el abandonado fic "siameses" XD y "Un amor casi inalcanzable" ahí veré que hago. Fijo, voy hacer un fic navideño xD hace ratos que no escribo comedia jejeje, ichiruki claro está.
Y declaro este fic como TERMINADO ¡ya no más capítulos! así que no se les ocurra pedirme más XD
Se me cuidan mucho! y muchas GRACIAS! :D dejen reviews XD! adiós!