Los personajes no me pertenecen, son de la maravillosa escritora Stephanie Meyer, yo solo escribo las locas historias que se me ocurren en mi mente :P


1. LA FIESTA

Bella POV:

―¡Sal del baño Bella o te juro por Dios que no te gustará que te saque yo!

Me miré en el espejo e intenté sonreír por enésima vez desde que entré al baño, en cambio me salió una horrible mueca que asustaría a cualquiera. Leah golpeó la puerta otra vez y me obligué a abrir para que me ayudase a terminar mi "look fiestero". Yo ya le había preguntado si podía ponerme mis zapatillas de siempre y amarrarme el cabello en una coleta, pero su respuesta fue una mirada de horror hacia mí que cualquiera pensaría que le estaba sugiriendo comer vidrios o robarles dinero a huérfanos.

Así que aquí estaba yo, semidesnuda, solo con una toalla alrededor de mi cuerpo, recién bañada y sin ninguna gana de ir a la fiesta que se habían organizado mis compañeros de carrera. Sip, hoy era la famosa fiesta del año, donde los alumnos de Medicina de nuestra universidad se encontraban todos juntos en un lugar demasiado ruidoso, con luces parpadeantes que daban náuseas y licor barato para que todos se emborrachasen.

¿Ya había dicho que no quería ir? Pues de verdad no quería ir.

Leah no estudiaba Medicina como yo, pero necesitaba a mi media hermana para sobrevivir este día. Ya me habían mencionado que faltar a esta fiesta era algo así como suicidio social, y a pesar que no sea una criatura sociable en sí, aún quería hablar con gente de vez en cuando, no necesitaba además agregarle algo a la lista de "por qué no hablar con Bella", ya tenía suficiente con mis pequeños accidentes. No es muy bien visto que una futura doctora pasase más en el hospital por sus propias heridas.

―¡Tierra llamando a Bella! Siéntate para que pueda maquillarte. Si, te voy a maquillar… ¡Con tu ayuda o sin ella!

Gruñí, pero no repliqué nada, porque honestamente era una batalla perdida. Me resigné a sentarme y asentir a todo lo que dijese Leah. Debo reconocer que esta era una de sus virtudes: maquillar y peinar, y era bueno que la tuviese a ella para estas situaciones. Ella tenía un hermoso tono oliváceo en su piel y un pelo negro largo y liso, era naturalmente linda y femenina, cualquiera pensaría que no necesitaba más para ser atractiva, pero de alguna forma se superaba a sí misma.

―Mamá me llamó hoy, me contaba que Charlie se recuperó de su resfriado y volvió a trabajar. Te manda a decir que sigas estudiando mucho para que seas tú la que le des las indicaciones médicas la próxima vez.

―Estoy en primer año y ni siquiera lo he terminado. Creo que necesito al menos llegar a las clases prácticas para saber algo médico, y supongo que ni siquiera en ese momento podría sugerirlo.

―Yo lo sé, tú lo sabes, pero no creo que ellos lo sepan ―sonrió Leah muy cerca de mí, porque en este momento me estaba encrespando las pestañas―. Sabes, hoy vamos a conocer chicos. Chicos que estudian Medicina. Chicos que algún día van a ser médicos ―me dijo con un brillo en sus ojos. Sacó un delineador y comenzó a dibujar una línea alrededor de mis ojos mientras seguía hablando―. No me molestaría llegar hoy a casa acompañada… o no llegar a casa.

―No tienes remedio ―respondí entre risas.

―Tú deberías hacer lo mismo, búscate un hombre bien dotado y pásala bien. Es mi humilde consejo, deberías seguirlo ―dijo con una sonrisa que mostraba todos sus dientes.

―No tengo tiempo en este momento para una relación.

―¿Y quién habló de una relación? Yo hablo de "bum, bum ¡zas!" y no verlo nunca más. Simple, sin complicaciones.

―¿Bum, bum… zas? ―la miré con una ceja levantada y conteniendo una carcajada.

―Sabes lo que quiero decir. Los hombres son para divertirse, y si les preguntas a ellos, te van a responder lo mismo en cuanto a las mujeres. El amor no existe, la lujuria sí.

Me quedé pensando en eso un momento, no es como si yo conociese el amor por mí misma, pero en el fondo si creía que existía. Nunca me había enamorado y mis padres no tuvieron un final feliz de cuentos de hadas, ni siquiera duraron un año de casados. Pero lo de la mamá de Leah y Charlie se veía bien encaminado. Parecían quererse mucho la última vez que fui a verlos y esperaba que siguieran así. Papá se veía feliz y yo me había acostumbrado ya a mi odiosa-pero-querida nueva hermana.

―¡Terminé! ―dijo Leah, con un tono de satisfacción.

Wow, estaba distraída, ya me había maquillado y peinado. Me miré en el espejo y debo admitir que me veía bastante bien. Me puso lápiz labial con brillos que hacían ver mis labios más abundantes, las pestañas crespas y más oscuras hacían ver mis ojos más abiertos, profundos y misteriosos y en mi pelo lo peinó de tal forma que las ondas de éste quedaran definidas y muy lindas.

―¡Oh gracias Leah! Me veo… bien.

―¿Bien? ¡Te ves excelente, Bella! Es obvio que te ves así, yo te ayudé ―señoras y señores, mi humilde hermana―. Ahora la ropa, te la pondrás sin ningún reclamo ya que he demostrado hace solo segundos atrás mi buen gusto y mis buenas decisiones.

Caminé hacia mi habitación y encontré en la cama la ropa que me iba a poner hoy: unos jeans oscuros a la cadera que se ajustarían a mi cuerpo, una polera azul cielo con tirantes y… y…

―¡Leah qué es esto! ―grité sin darme cuenta.

―¿Qué pasa…? ―mi hermana se asomó desde la puerta de mi habitación con una expresión inocente. Bruja, apuesto todo lo que tengo a que esperaba mi reacción.

―¿Cómo que qué pasa? ¡No me voy a poner esto!

―¡Por el amor de Dios, Bella! No seas mojigata, solo es ropa interior. Como vas a usar ropa que se adhiere a tu cuerpo necesitas estos encajes. Nada del otro mundo ―la última frase lo dijo con un movimiento de mano, restándole importancia.

―No lo voy a usar ―me crucé de brazos, golpeando el suelo con mi pie derecho para darle énfasis a mi postura. Lo más probable es que parecía niñita con rabieta.

―Sí que lo harás ―dijo con suficiencia.

―No, no lo haré.

20 minutos después…

―No puedo creer que esté usando estos intentos de ropa interior, ¡son molestos!

―La ropa se te ve bien, es lo único que importa.

―La apariencia no lo es todo en una persona ¿sabes? ―le dije con intención de molestarla.

―Lo sé, también es importante que sepa hacerlo en la cama ―me respondió con una sonrisa.

―Mente de alcantarilla ―contuve una sonrisa. Leah siempre tenía ese efecto en mí, no podía estar enojada con ella más de 5 minutos.

―Y así me quieres.

.

.

Llegamos al club más famoso de todo L.A. Acá aparentemente se iba a vivir la fiesta del año. Por fuera se veía como todo club, estaba pintado de negro y tenía varios guardias resguardando la entrada. Había dos filas de personas que estaban esperando su ingreso, ya que los estudiantes de Medicina de la UCLA habían arrendado gran parte del club, pero también podían entrar pagando su entrada. Con Leah nos fuimos a la más pequeña, entregamos nuestro pase y pudimos entrar.

Por dentro era distinto, al menos a lo que yo me esperaba. Todo estaba muy limpio, y tampoco olía a tabaco o alcohol. Aun así tenía las luces parpadeantes y la música estridente, pero no era desagradable, de hecho daban ganas de pasarlo bien. En el escenario a la izquierda se veía el D.J. poniendo la música y bailando al ritmo de ella y la pista de baile tenía luces en el piso, dándole un toque disco característico.

Caminamos con mi hermana hasta el bar, para sentarnos y tomarnos un trago en la barra. Yo no era muy partidaria a tomar alcohol, pero creo que en este momento me relajaría un poco y podría mimetizarme con el resto de las personas que estaban acá. No había mucha gente aún, pero eso es porque era bastante temprano. En el camino nos encontramos con algunos de mis compañeros, del mismo año de ingreso que yo, así que al menos sabía sus nombres.

―¡Bella! ¡Viniste! No sabes cuánto me alegro de que estés aquí, ¡la pasaremos excelente! ―ella era Jessica Stanley, debo admitir que siempre ha sido muy cordial conmigo, pero a veces creo que no es muy sincera en su actuar, pareciese que es amable conmigo con algún fin.

―Bella, Bella, Bella. Te ves muy bien ―dijo Mike Newton, no precisamente mirándome a los ojos. Sabía que esto de venir no era muy buena idea. Desde la primera vez que nos conocimos Mike me ha sugerido que sería bueno salir juntos, en una cita. Yo todas las veces le he dicho que no, de forma sutil. Parece que este chico no entiende de sutilezas.

―Chicos, les presento a mi hermana Leah. Leah, ellos son Jessica y Mike. Al lado de Jess está Ángela y Lauren, y al lado de Mike está…

―Eric, mucho gusto. Debo reconocer que la ciencia está muy avanzada. Ahora hasta los bombones caminan ―me interrumpió con un tono que él cree que es sexy, le tomó la mano a Leah y le dio un beso en los nudillos.

No pude evitarlo, solté una carcajada.

Leah lo miró con cara de asco. Oh no, ella en general es amorosa, lo juro, pero lo mejor es no hacerla enojar.

―Mira niño bonito ―comenzó—, si sabes lo que es bueno no te me acercarás a mí con tácticas baratas de seducción. Soy una mujer y merezco respeto, o si no te voy a sacar las joyas de la familia y te las pondré de collar –sonrió―. ¿Entendido?

Ya en ese momento estábamos todos riendo, exceptuando claro al pobre de Eric, que se tapó con ambas manos su ingle y tenía los ojos muy abiertos.

―Leah, no asustes a mis compañeros ―le dije todavía entre risas.

―Solo era un comentario Bella, no es mi culpa que tu amigo sea nenita.

―Nos vemos chicos, vamos por un trago, quizás más tarde nos encontraremos otra vez.

―¡Nos vemos Bella! ¡Me debes un baile! ―me gritó Mike, guiñándome un ojo. Yo solo me di la vuelta y gruñí. ¿Es que acaso tenía déficit atencional? Creo que he sido bastante clara con mis intenciones, y no han sido precisamente tener algo romántico con él.

―Si fueras directa como yo, no tendrías este problema ―dijo Leah, con una sonrisa de suficiencia.

―Creo que ni siquiera de esa forma Mike entendería el mensaje ―le respondí con un suspiro al final. Nos miramos y comenzamos a reír. Llegamos a la barra aún riéndonos del idiota de Mike. Nos sentamos y vimos que el barman estaba de espaldas a nosotros sirviendo tragos a otras personas.

―Mira el culo, del barman. ¡Está para comérselo!

—No está mal —le respondí. Las charlas apreciativas que tenía con Leah siempre eran un poco incomodas, esencialmente porque hablaba muy fuerte y generalmente muy cerca del espécimen a apreciar.

―¿No está mal? ¡LE DARÍA UN MORDISCO A ESE CULO AQUÍ Y AHORA!

―¡Demonios Leah! Baja la voz —susurré incómoda.

―Señoritas, ¿desean algo? ―nos dijo el barman. En ese momento ya tenía todas las tonalidades de rojo en mi cara, porque la voz de este hombre daba a entender que escuchó lo que estábamos hablando.

―Tu nombre, para comenzar ―le respondió Leah inclinándose en la barra, mostrando mejor su escote. ¿Dónde quedó el "soy mujer y merezco respeto"?

―Embry, ¿y tú?

―Leah.

La perdí. Tenía esa mirada de cazadora y definitivamente barman-Embry era la víctima. Aunque no se veía descontento. Todo lo contrario. Pedí un Daiquiri de Frutilla y le dije a Leah que me daría una vuelta por el club. Me dijo algo así como "Si, si, claro" para después dirigir toda su atención a Embry, que servía tragos a otros y volvía a coquetear con ella inmediatamente.

La música estaba bastante fuerte, pero en ese momento la canción cambió y comenzó a sonar "In my Head" de Jason Derulo. Me gusta mucho esa canción, así que lentamente comencé a mover mis caderas al son de la canción. Cerré un poco los ojos y me dejé llevar por la canción.

Everybody's lookin' for love, oh, oh

Ain't that the reason you're at this club, oh, oh

You ain't gon' find it dancin' wit' him, no oh

I got a better solution for you, girl, oh, oh

Con los ojos cerrados sentí la presencia de alguien mirándome. Abrí lentamente los párpados, estaba ya algo mareada, no sé si eran las luces o si habrá sido el trago que ya me había acabado. Al abrirlos completamente me encontré con unos ojos verdes mirando directamente los míos. Los ojos más bellos que he visto en mi vida.


¿Qué tal? ¡Mi primer fic! Estoy contenta de poder escribir que más personas puedan leerlo.

Tenía esta idea de hace unas semanas atrás, y cada vez que me tenía tiempo de fantasear, continuaba la historia en mi mente. "¡Solo te falta escribirla!" me dije a mi misma jeje.

Ahora, espero que me dejen sus opiniones respecto a la historia, se que aún Bella y Edward no se conocen, pero en el próximo capítulo se dilucidará un poco más la historia.

En cuanto a las actualizaciones, no se cada cuánto va a ser aún, pero les aseguro que nunca más de una semana. Yo también soy lectora de algunos fics y sé lo que se siente esperar… ¡lo odio! Jajajaja

¡Por favoooor dejen un review! Por último para decirme que la historia es horrible (espero que no :P)

¡NOS LEEMOS! :D