Hola esta es una nueva historia en la que eh estado trabajado y me da mucha ilusión, pues esta idea llego a mi tan de repente que me entusiasma mucho. Además adoro a esta pareja. Sakura y Sasori es una de mis favoritas.

Resumen: Esta historia se desarrolla justo después de la pelea de Sakura y Chiyo Vs Sasori. En la cual Sakura ha atraído la atención de Sasori en su pelea y ahora él la desea para convertirla en su obra máxima, en su marioneta ideal y para lograr eso le ha secuestrado y aplicado un jutsu para borrar y modificar sus recuerdos y así morderla a su gusto.

Advertencia: Me eh basado más o menos en la línea del manga. Sin embargo e ignorado deliberadamente algunos hechos para continuar la historia.

Parejas: Sasori/Sakura, Sasuke/Sakura, Ino/Sai y tal vez un poco de Ino/Naruto.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto y la trama salió de mi retorcida imaginación.

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Ok, edite el capítulo, le agregue algunas cosillas. Más descripción y algunos errores que tenía. Espero que les guste. Y quiero agradecer a Kabegami por hacerme el favor de betear.

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Lejos fué, tiempo atrás
poco a poco se pierde
lo que ame de verdad
más conservo en mi mente
la canción que escuche
una vez en diciembre.

Una vez en diciembre/Anastasia

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Capítulo I

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En Konoha, se mostraba en lo alto de la gran torre a una nerviosa e impaciente Tsunade, tenía un muy mal presentimiento.

Dispuesta a comprobarlo, tomo un billete de lotería y lo rascó.

— ¡Lo sabia!—exclamó enojada. Azotando el maldito billete contra el escritorio.

Había ganado la lotería: El premio mayor.

El hueco en su estomago se hizo presente. Era como le vez que había perdido a Dan y a Nawaki. Tenía que mandar refuerzos de inmediato a la Arena a como diera lugar.

— ¡Shizune! —mandó a llamar golpeando nuevamente su escritorio con fuerza. Derramando su preciado sake sobre los documentos.

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En la profundidad del espeso del bosque. Se atravesaba una sombra, saltando de árbol en árbol tratando de alcanzar a sus compañeros.

—Por fin les alcance—decía una Chiyo exhausta por la travesía.

—Oba-chan ¡Lo lograron!—dijo Naruto con alegría, volteando su rostro de un lado a otro en busca de Sakura. —Y… ¿Dónde está, Sakura? —cuestionó preocupado al no ver a su amiga por ningún lado.

—Se quedó cerca de donde peleamos, agoto todo su chakra—informo Chiyo rápidamente.

—Entiendo. Gai—dijo Kakashi mirando significativamente su compañero.

—Por supuesto Kakashi —respondió. Después se dirigió a su equipo — Neji, Lee vayan por Sakura y estén alerta.

— ¡Sí!— contestaron al unísono y emprendieron la búsqueda de inmediato.

— ¿Y dónde está Gaara?—demando saber Chiyo con urgencia.

Naruto se lo señalo con tristeza. Le dolía en el alma ver a su amigo en ese estado.

Chiyo miró a Gaara. Ya no le quedaba mucho tiempo, sí lo iba a resucitar era ahora o nunca. Se dirigió al cuerpo y comenzó el proceso.

Después de todo… se lo debía.

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No muy lejos del bosque. Dos sujetos se movían entre los escombros dejados por la batalla, que hace poco por había tenido lugar ahí. Indagaban por los alrededores en busca en algo.

—Vaya, dejaron este lugar hecho un desastre.

—Sólo sigue buscando Tobi, el anillo debe de estar por aquí.

— ¡Lo encontré, lo encontré! —decía con emoción Tobi—Zetsu-san lo encon… ¡Ay!—gritó el buen chico — ¡Esto se mueve! ¡La mano se mueve! —señalo impresionado.

Zetsu se movió con rapidez para ver qué es lo que ocurría—Oh, estás vivo todavía —dijo con interés —Así que esta es tú verdadera apariencia —indico sorprendido.

—Sí —respondió Sasori desinteresadamente mientras terminaba de sacudirse el polvo de la ropa, ya de por si maltratada y raída.

— ¡Oh no! Entonces ya no podre unirme a Akatsuki —reclamó Tobi con su voz chillona— ¿Por qué? Si Tobi es un buen chico —ahora parecía que estaba a punto de ponerse a llorar.

—Calma, puede que Deidara esté muerto —musitó Zestu tranquilamente.

—Sí, ojala este muerto—replicó la contraparte de Zetsu.

Sasori se limitó a mirar la escena con aburrimiento. Esos dos eran unos completos idiotas, en su opinión.

—Toma—dijo seriamente mientras le entregaba el valioso anillo a Zetsu. En tanto, este lo venia entre una mezcla de asombro e intriga —Voy a renunciar a Akatsuki —ahora él hombre lo veía con unos ojos interrogantes —.Ya no tengo nada que hacer aquí. Encontré a mi marioneta de belleza eterna —respondió con un todo sutil de… molestia. Le chocaba perder el tiempo.

— Entiendo.

Tobi, escuchada con mucho interés la conversación, y al oír que él pelirrojo se iba de la organización, no pudo evitar dar saltos de alegría.

— ¡Yupi! ¡Yupi! Entonces estoy dentro, ¡Hay un espacio libre!

—No seas idiota —dijo molesto la parte oscura de Zetsu—no es tan simple.

—Podemos dejarlo entrar —respondió la parte blanca con calma.

—Zetsu, necesito pedirte un favor —el hombre-planta lo miro con atención. Le intrigaba su petición era bien conocido que Akasuna no Sasori no pedía favores.

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Neji y Lee se dirigían al encuentro con Sakura. Tenía que encontrarla pronto, con Akatsuki por los alrededores nada era seguro.

—La encontré, está a cinco kilómetros y medio ¡Vamos Lee!

Lee miro a su compañero con fuego en la mirada —Apresuremos el paso Neji, Sakura-chan nos necesita —Neji hizo una afirmación silenciosa y aumentaron el ritmo.

Lo que el castaño no le dijo a Lee, para no preocuparlo más de la cuenta era que la chica estaba realmente débil e inconsciente.

— ¡Nooo!—gritó Neji con desesperación y apretó el paso.

— ¡¿Que sucede Neji?—preguntó un Rock Lee alterado, sospechando que algo grave pasaba.

—Es Sakura un Akatsuki la tiene…

Confirmando sus sospechas de que Sakura estaba en peligro inminente, Lee se saco las pesas con rapidez y fue a ella como la bestia verde de Konoha que era.

Neji sólo entonces vio, impotente cómo es que la asesinaba. Él sujeto le cortó el cuello con un kunai, la chica se desangraba y pronto ya no quedo nada de chakra en su cuerpo, para su horror ella había muerto.

No pudo hacer nada, tan cercas de ella pero a la vez tal lejos.

Ambos habían llegaron tarde, por más esfuerzos que hicieron no lograron llegar a tiempo para salvarla.

Su cuerpo bañado del carmín de la sangre que fluía libremente como el caudal algún río por su carótida destrozada por aquel maldito kunai. El charco de sangre coagulada rodeaba su níveo cuerpo, su frágil cuerpo, su cuerpo muerto ya.

Lee estaba histérico e incontrolable; gritando y llorando. Lágrimas de rabia, de dolor. Buscaba por todas partes al asesino de su bella flor de cerezo. Su compañero y amigo no pudo controlarlo, aunque tampoco hizo mucho esfuerzo por ello. El sólo recordar como aquel bastardo la había asesinado, tan cobardemente le hacía hervir la sangre —la chica estaba indefensa, no era ninguna amenaza ¡Por Dios!—pensaba encolerizado —y el muy infeliz no solo la había matado, también había…había trabado de comérsela, si Lee no hubiera llegado en eso momento el muy infeliz la abría... —no podía terminar de concluir esa frase en su mente era tan atroz y enfermo.

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¿Quieres intentar convertirte en esto también? Si lo haces quizás me comprendas —Eso es lo que le había dicho Sasori a Sakura en su pelea.

Akasuna no Sasori por fin había encontrado una inspiración para continuar su trabajo. Después de todo, los artistas siempre están en una constante búsqueda constante de inspiración para crear cosas nuevas.

En el caso de Sasori sería una obra maravillosa y de belleza eterna. Con la que siempre había soñado con crear.

Su búsqueda por fin había dado frutos. Ahora tenía a Sakura Haruno en su poder, para llevar a cabo su ideal.

—Te daré tú recompensa por haber peleado tan duramente —murmuraba como una dulce nana para la durmiente mientras la depositaba en la cama. — Te moldeare, te convertiré en mi mejor obra de arte. Serás mi marioneta ideal, la que siempre eh soñado con crear, mi marioneta de belleza inmortal —decía mientras se preparaba para la operación.

Una operación que daría el inicio de su mejor obra de arte.

Meterse a la mente humana era algo complicado, pero borrar y sustituir recuerdos era algo aun más complicado y difícil, además de altamente peligroso. Para eso Sasori necesitaba todo su poder y concentración para realizar tan delicada operación de precisión quirúrgica y eso es precisamente lo que se disponía a hacerle a la chica que tenía enfrente de él.

Fueron cuatro días y cuatro noches para modificarle la memoria a Sakura Haruno.

La chica era testaruda y muy altiva, fue más difícil de lo que nunca imagino el maestro marionetista, sustituir sus recuerdos para que no afectara sus capacidades de medico-ninja, su increíble control de chakra o sus prodigiosos conocimientos fue francamente un trabajo agotador. Pero ya tendría su recompensa.

Esta labor bien había valido la pena si todo resultaba con forme al plan.

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Todo estaba muy oscuro y solo. En donde se posara la vista solo encontraba oscuridad.

Sakura sentía una intromisión en su psique, algo muy similar a cuando Ino se introdujo en su mente en su primer examen chunnin. Pero esto ciertamente era mucho más agresivo y poderoso, no sabía qué pasaba.

Era un lugar lúgubre y tétrico donde se encontraba ahora y algo o alguien trataba de someterla.

Lo estaba sucediendo era grave, muy grave.

Sentía que estaba perdiendo algo muy importante y no sabía exactamente que era. Todas sus alarmas y alertas estaban activadas. Su inner estaba resistiendo, luchado con todo lo que tenia, pero no le era suficiente y se estaba comenzando a quebrar.

Le era todo tan confuso y extraño.

Sakura comenzó a correr hasta que se topo con un muro. Desesperada comenzó a golpearlo con todas sus fuerzas. Sus puños ya estaba todos descarapelados y llorando sangre por el esfuerzo. El maldito dolor se la estaba comiendo cada golpe. Pero tenía que continuar costase, lo que costase.

¿Quién sabe, cuánto tiempo paso así? Para ella fue una maldita eternidad, cada segundo era interminable. Ya la situación se estaba volviendo insostenible a estas alturas; y del dolor ni hablar. En cualquier momento se desmayaría.

Paro un momento para limpiarse el sudor de la frente y respirar un momento antes de volver a la carga. Ya había abierto una fisura al muro, con unos cuantos golpes más lograría derribarla.

Miro sus destrozados puños bañados en sangre y los huesos que se asomaba en sus nudillos. Los cerró una vez más y se armó de valor. El cual se reflejó en sus ojos tan duros como el jade, se impulsó contra el muro con el puño en alto. Acabaría con aquel maldito estorbo que le impedía continuar de una vez por todas.

Sonrío con autosuficiencia el escuchar el dulce sonido de la victoria a sus pies.

Atravesó el muro y se encontró con un pasaje frío, oscuro y desolado. Un escalofrío le recorrió la espalda, borrado el confort de su victoria pasada. Comenzó entonces a buscado desesperada que era aquello que le estaban quitando, aquello que le era tan importante — ¿Porqué me siento tan triste y sola?—se preguntaba con amargura y las lagrimas comenzaban ya a empañar sus orbes cual jade.

Se comenzaba a sentir vacía.

Alarmada apresuro el paso entre los pasillos de aquel laberinto, buscado con desesperación algo, cualquier cosa. Se dejo guiar por sus instintos.

Finalmente encontró a su familia y amigos.

Sin embargo estos comenzaba a alejarse uno por uno y a perderse entre las sombras de su memoria — ¡No se vayan, no me dejen!—gritó desesperada.

Fue en vano, ellos no la escuchaban, solo se alejaban y comenzaban a perderse en la oscuridad uno a uno.

Sakura corrió hacía ellos.

— ¡No voy a permitir que se vayan!—dijo mientras lograba prenderse de las manos de Sasuke y Naruto.

Mas algo la jalaba con fuerza —demasiada —para ese entonces Sakura comprendió que tendría que soltar a uno para salvar al otro o los perdería a ambos quizá para siempre.

Comenzó a derramar lágrimas; a rogar, suplicar, pidiendo:

— ¡No me obligues a elegir por favor no!

Un tirón más poderoso que los anteriores, la obligo a soltar a ambos.

— ¡No!—el grito fue ensordecedor.

Se obligo a si misma a correr nuevamente, tomando impulso y salto hacia adelante, logrando asir a Sasuke.

— ¡No lo soltare, pase lo que pase no lo soltare!—clamaba con furia, aferrándose al chico son fuerza.

Sabía que si lo soltaba parte de su corazón y alma morirían con él.

De pronto sintió a alguien a sus espaldas y un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

Sakura temió lo peor en ese momento.

—Déjalo ir mujer, no te aferres a él.

— ¡No! ¡Nunca!

—Vamos, suéltalo o tendré que hacer que lo sueltes por la fuerza.

— ¡Nunca! ¡Nunca! —sollozo

—Bien, tú lo quisiste de este modo mujer—dijo Sasori con calma y frialdad. Una calma y frialdad que alertaron a Sakura a prepararse para lo peor.

Sasori por su parte, comenzó a juntar una gran cantidad de chakra en su puño y tomó impulso para descargar el poderoso golpe en la nuca de la chica.

Sakura no pudo resistir, ni siquiera se pudo proteger de este, porque esto implicaba soltar a Sasuke. Pero este golpe fue tan brutal, que se vio obligaba a soltarlo aun en contra de sus deseos.

Sakura cayó de rodillas y el grito que emitió fue desgarrador.

Lejos.

Muy lejos, se fueron atrás poco a poco perdiéndose en el olvido, lo que amo de verdad alguna vez en su mente.

Se había extraviado algo muy importante y tanto su alma como corazón agonizaban por ello, pero lo peor para Sakura es que no sabía qué era.

Todo era oscuro, vacio y solitario.

Estaba ahí acostada, abrazándose a sí misma, sintiéndose muy sola sin nadie a quien acudir, se sentía perdida.

Sólo se escuchaba una voz en medio de ese aislamiento que le preguntaba — ¿Quién eres?

— ¡Sakura! ¡Sakura Haruno! —vocifero con todas sus fuerzas

Y la voz volvía a preguntar una y otra vez. Sakura contestaba lo mismo cada vez. Esto se repitió innumerables veces, por quien sabe cuánto tiempo.

Sakura cada vez perdía más y más fuerzas, ya no sabía nada; ni donde estaba, ni cuando, donde o porque. Se estaba perdiendo en el vacío, hasta el punto en que ya comenzaba a dudar quien era ella y cuando la voz volvía a preguntar contestaba cada vez más insegura de su respuesta.

— ¿Quién eres?

—Yo soy...—dijo con duda—yo...no… no lo sé—respondió finalmente con confusión.

Sasori por su parte, sonrió complacido.

Por fin la había quebrado y era el momento de comenzar a moldear a la chica a su manera.

—Tú eres Sora

—Sora—repitió, convenciéndose a sí misma del nombre—Si… creo que… si lo soy.

—Lo eres—le reafirmo con firmeza Sasori

—Sora —dijo la chica con más confianza —Si, soy Sora.

Complacido con esta respuesta, Sasori finalmente salió del largo transe, dando por terminado el justu.

. . .

Kakashi estaba en la morgue observando el cuerpo de su difunta ex -alumna.

Como le dolía verle, debía haberla protegido ese era su deber. Pero ese era el mundo del shinobi, una vez más la guerra se había llevado a una buena persona.

—Kakashi—se escucho la voz de Tsunade a sus espaldas —saliste antes del hospital.

—Tsunade-sama —respondió sin voltear a verla.

La Hokage se posiciono a su lado viendo el cuerpo con tristeza.

—Kakashi, se cómo te sientes, pero esto no es tú culpa —la rubia lo miro ahora a la cara —. Hay algo que debes saber.

Hakate la vio intrigado.

—Lo que te voy a decir es altamente confidencial —dijo mientras descubría por completo el cadáver en la mesa — esta de aquí no es Sakura

Kakashi miró a Tsunade con sorpresa.

— Pero Neji lo vio. El akatsuki la mato.

—Si, Neji vio a un akatsuki matar a una mujer, pero no a Sakura —decía mientras señalaba el cadáver— hice una autopsia completa y aun que físicamente es idéntica...

En ese momento el ninja-copia lo entendió todo.

—Un justu-medico, para modificar cuerpos.

Tsunade asintió en silencio y prosiguió.

—Akatsuki tiene a Sakura —confirmo la Hokage—ya eh enviado a un grupo anbu a buscarla, pero nada es seguro —dijo mientras de mordía la uña del pulgar —Sakura sabe demasiado, Kakashi. Es mi mejor alumna y una de mis ayudantes personales, a visto muchos documentos confidenciales y ni que decir de lo que significa para Naruto. Me temo mucho que van a torturarla para conseguir respuestas y la usaran para atraer a Naruto a ellos, —la frustración e impotencia se escuchaban en su voz—quiero que te unas a la búsqueda en cuanto te hayas recuperado por completo, también necesito que me sugieras a alguien que pueda cuidar a Naruto. Danzo está presionando mucho y se necesita a un anbu que no esté ligado a él de ninguna forma.

—Comprendo —respondió con fingida calma — pero también tenemos que alejar a Naruto de akatsuki a como dé lugar, en estos momentos clama venganza contra ellos y no se va detener por nada ni nadie Tsunade-sama.

—Lo sé, ya tengo una misión que lo mantendrá ocupado y lejos de akatsuki, por lo menos el tiempo suficiente hasta que podamos mandarlo a la montaña Myoboku.

— ¿La montaña Myoboku?

—Si, Jiraya me dijo que deseaba que Naruto entrenara ahí las artes del ermitaño, además de que podrá perfeccionar el rasengan por completo.

—Entiendo ¿Pero a qué misión lo va a enviar?

—Hemos encontrado el escondite actual de Orochimaru, pensaba enviarlo de todas maneras.

—En momentos es mejor que se concentre en Orochimaru y Sasuke que en Akatsuki.

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Sasori estaba agotado, tanto física, como mentalmente y ni que decir de sus reservas de chakra. Solo se mantenía de pie por mera voluntad y si no fuera porque tenía visitas, se tumbaría a reponer fuerzas en ese instante.

— Después de todo soy solo una marioneta incompleta—se lamentaba a sí mismo con pesar —.El chakra no es eterno, por desgracia—dándose así una vez más la razón de lo perpetuo.

Salió de la habitación, no sin antes darle un último vistazo a la chica sobre la cama, su rostro se veía pacifico y relajado. No despertaría hasta en un par de días, su esfuerzo había valido la pena.

Salió de aquel cuarto para concentrar toda su atención en lo que le aguardaba afuera de esta.

Un par de hombres estaban sentados, aguardando por él.

—Así que esta es tú verdadera apariencia. Te vez muy joven—resonó una fuerte voz.

Sasori solo ignoro el cometario y Kisame sonrió con sorna

—Por fin terminaste—afirmo, pero aun así Sasori contesto con una afirmación silenciosa. Él maestro marionetista estaba cansado e irritado —estoy agotado así que al grano Kisame, Itachi —dijo mirando a este último con desdén.

—Siempre tan directo, ¿eh Sasori?. Bueno si así lo quieres, dinos que información pudiste extraer de la chica.

—Lo suponía —cerro sus ojos con resinación — ¿Hasta cuándo lo iban a dejar en paz? Me chocaba perder el tiempo inútilmente — se preguntaba —. Lo único de interés que les puede servir es que, existe un sello que inhibe los poderes del jinchuriki, cuando se sale de control el kyubi. Él chico aun no lo controla, este sello lo deja en estado de inconsciencia una vez que se usa. Lo creo el sannin Jiraya y Hakate Kakashi lo tiene en su poder —Sasori se echo literalmente en el sillón individual que se encontrada en el cuarto, simplemente estaba muy cansado ya. —Es todo lo que encontré en sus recuerdos que les pueda servir. Ya que no han podido con él...supongo que esto les será muy útil, si es que logran conseguir el sello y usarlo contra en jinchuriki —dijo con un tono un tanto burlón de su parte.

Ambos akatsuki miraron al marionetista, procesando lo dicho por este.

—La chica te dejo muerto, ¿eh Sasori? —bufo Kisame contra-atacando la burla del maestro del hitokugutsu—tardaste una eternidad en controlarla —concluyo Kisame con la esperanza que aquel escorpión soltara algo mas, estaba seguro que no era todo lo que la chica sabia del kyubi.

Sasori lo miro con sospecha, pero le siguió el juego. Desde luego que no pensaba soltar la lengua de más. Mantener un as bajo la manga era una de sus reglas.

No iba a caer en el juego del hombre-tiburón.

—Sí, fue muy testaruda, su mente es... algo complicada—concluyo mientras recordaba lo fascinante que fue apoderarse la mente de la chica.

Sakura le había plantado batalla en todo el proceso, su mente se dividía en dos entes. Una consiente la cual era Sakura, y la otra inconsciente representada con su inner que fue la que más peleo y es la verdadera personalidad de la chica. Un ser humano normal no es capaz de controla esa parte de su mente inconsciente, la cual solo se presenta activa en el estado de sueño ren, pero ella tenía activa esta parte de su cerebro todo el tiempo e incluso había entrenado esta parte de su ser para protegerse frente ataques de genjutsu, después de todo ella es de ese tipo. Y la había presionado tanto que casi muere en el proceso. Afortunadamente, ahora es parte suya estaba muy bien encerrada en su mente.

—Lucho mucho —concluyo Sasori volteado a ver a Itachi —¿Sabes que por lo que más lucho fue por los recuerdo se tú hermano?. Parece que eran compañeros de equipo ¿Lo sabías? —pregunto con tono algo cínico.

—No —respondió con su habitual seriedad e indiferencia.

Pero lo cierto era que esta respuesta era una vil mentira, por supuesto que lo sabía. Siempre tuvo un ojo puesto en Sasuke desde que se fue de la aldea. Él tercer Hokage lo mantenía bien informado en secreto de todo lo que pasaba con su hermano.

Sakura Haruno, la compañera de equipo de su tonto hermano menor. Al principio no le tomo importancia a la chica, la consideraba una fan más de Sasuke y ya. Pero lentamente ella comenzó a hacerse notar poco a poco con las atenciones que tenía con Sasuke.

Los detalles que tenía con su hermano como ir a dejarle su comida favorita a su departamento, cuidar de que no muriera de agotamiento por tanto entrenar, obligándolo a descansar y comer, cuidaba sus heridas por más insignificantes que fueran, aunque Sasuke le dijera que era una tonta por preocuparse por ello. Le hacía compañía cuando llegó a ser hospitalizado y le leía sus libros favoritos.

Itachi se dio cuenta de que Sakura fue metiéndose lentamente en el corazón de su hermano, y Sasuke ni se dio cuenta, ni cuando, ni en qué momento había pasado.

Y la chica lo conocía bastante bien, sabia interpretar todos y cada uno de sus monosílabos e inexpresiones a la perfección, se esforzaba por tratar de entenderlo. Después de todo fue la única en darse cuenta que había decidido irse con Orochimaru.

Es cierto que la chica no sabía comprender del todo el terrible trauma de su infancia, pero a cambio de eso le daba la compañía y el cariño que necesitaba.

Itachi sabía que a su hermanito le llego a gustar un poco Sakura, pero también sabía que el vengador estaba antes que el hombre y sacrifico esos sentimientos nacientes por la chica y su amistad con el chico Kyubi. Y no lo culpaba ni un poco por ello, después de todo Sasuke era un muy orgulloso miembro del clan Uchiha.

Sentía mucha pena por la chica, pues Sasori vio en una sola pelea lo que a Sasuke le costó años ver.

Lo que hacía tan especial a Sakura Haruno y ahora el maestro marionetista se había prendado de ella y la deseaba para él.

Todavía oía los escalofriantes gritos de Sakura rogando que no le quitaran a Naruto y a Sasuke. Cuando finalmente Sasori lo consiguió, la chica casi muere en el acto y tuyo que intervenir muy a su pesar.

Un paro al corazón.

Itachi tenía que salvarla mientras Sasori aun estaba en transe, así que le tuvo que darle descargas eléctricas con sus propias manos para revivirla, casi no lo logra.

En su opinión personal la chica estaría mejor muerta, de hecho pensó en dejarla morir; eso era mejor que lo que le esperaba con Sasori.

Pero se vio forzado a no dejarla ir, por la constante vigilancia de Kisame, cualquier acto sospechoso por pequeño que fuera sería castigado por aquel tiburón, de eso estaba seguro.

Itachi dejo sus cavilaciones en cuanto escucho la voz de Kisame.

—Bien Sasori, ahora que has cumplido con tu parte en akatsuki y las cinco naciones ninja te creen muerto ¿Que harás?

—Seguir desarrollando mi arte—dijo mirando la habitación donde momentos antes había estado.

—Oh claro, después de todo ese fue tu motivo para entrar en primer lugar. Buscar a más personas para acrecentar tú colección y también encontrar a tú máxima obra. Recuerdo que dijiste que en cuanto la encontraras te retirarías.

—En efecto, esas fueron las condiciones de mi ingreso —argumento aburrido.

—Pero aun seguirás sirviendo de espía para la organización —menciono Kisame en un tono un tanto casual y una subyacente amenaza en lo dicho—Verdad.

Sasori sabía que no se libraría tan fácilmente de la dichosa organización, lo estarían vigilando y al fin y al cabo seguiría trabajando para esta indirectamente de una u otra forma.

—Si, por supuesto —declaro indiferente. No porque les temiera, obvio que no. Era simplemente curiosidad por saber si Akatsuki lograría cumplir con su cometido o no.

—Ya nos tenemos que ir, estamos algo retrasados —informo Kisame.

Sasori inclino la cabeza a forma de despedida y sin más, los dos akatsukis se pusieron en marcha.

Él pelirrojo los siguió con la mirada hasta la puerta y rastreo su chakra, y cuando finalmente los considero lo suficiente mente lejos se dispuso a descansar por fin.

. . .

Naruto estaba desolado.

— Sakura-chan, esta muer. . . muerta —repetían este hecho aun sin lograr hacerse a la idea que lo que había sucedido.

Desde el momento en que piso la aldea se fue directo a su casa, estaba en estado de shock.

Aun no creía lo que había pasado.

Estaba tan feliz de que Gaara había vuelto de la muerte y que la misión fuera un completo éxito.

Dos Akatsukis derrotados, una gran victoria por Konoha. Pero entonces llego Neji y un Lee devastado cargado a una Sakura muerta.

Naruto perdió el control nuevamente.

Todos los presentes tuvieron que intervenir para poder colocarle el sello en la frente antes de que fuera demasiado tarde.

Aun no creía que nunca más vería a Sakura, su Sakura; la chica que le gustaba, su compañera, su amiga, su familia.

No quería ver, ni hablar con nadie. Estaba en estado de negación absoluta.

La puerta sonó.

Naruto de mala gana fue a atenderla—Sea quien sea le diré que me deje solo—declaro resentido en su mente.

Fue grande su sorpresa al encontrarse a Ino, jamás se espero que de todas las posibles personas que habitan Konoha, fuera ella quien viniera a verlo.

Se veía fatal, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Su cabello se veía revuelto y estaba tan pálida como un fantasma.

— ¿Naruto, puedo entrar?— pregunto entre hipidos.

— Claro Ino —respondió —Después de todo, Ino era la mejor amiga de Sakura.

Ino entro con una lentitud pasmosa y comenzó llorando como histeria

—Ella está... esta —él solo la abraso con fuerza e Ino se aferro a este abraso como si la vida se le fuera en ello.

Naruto ya no se pudo contener más y comenzó a llorar también.

Quien sabe cuánto tiempo estuvieron así, tal vez fueron minutos o incluso horas, quien sabe. Lo único que importaba es que ambos se sentían mejor de esa manera, en ese lugar, en ese momento. Desahogándose, sacando el dolor que sentía juntos.

Finalmente ambos dejar de sollozar y se miraron las caras.

Ino fue la primera en romper el silencio.

—Gracias Naruto — dijo ya más calmada.

—Está bien —respondió Naruto con una voz muerta —ya te contaron todo.

Ino afirmo con la cabeza.

—Pagaran por ello, Naruto te lo aseguro — declaro con odio.

—Fue mi culpa yo debía haber estado ahí con ella, si no hubiera salido por el otro... —no pudo concluir pues Ino le cubrió los labios con su mano.

Ahora fue el turno de Naruto en afirmar en silencio.

—Si no lo hubieras hecho, no habrías recuperado el cuerpo de Gaara y ahora estaría muerto —dijo con comprensión—y Sakura nunca te lo hubiera perdonado. Somos ninjas Naruto, y Sakura siempre lo tuvo en mente. Por eso entrenaba día tras día con todas su fuerzas, no quería que la siguieran rescatando y mucho menos depender de alguien en las misiones. Quería luchar para proteger lo que amaba. Mírame Naruto—dijo mientras tomaba su rostro sus manos y lo hacía mirarla a los ojos—. No te culpes por lo ello, no fue tú culpa —concluyo con tristeza.

Naruto la miraba a los ojos con sorpresa. Esas palabras lo reconfortaban un poco en su dolor.

—Hay algo que quiero mostrarte—menciono, mientras sacaba un pergamino de su bolsa trasera y se lo daba a Naruto. Este lo tomo extrañado.

—Sakura me dijo que, si algo le pasaba lo leyéramos juntos. Sakura siempre fue muy precavida —manifestó con tristeza.

Naruto le ofreció asiento a Ino y abrió el pergamino, viendo unos sellos.

—Supongo que debemos juntar nuestro chakra para que se abra el contenido —informo Ino al ver el sello.

Ambos juntaron sus manos y las pusieron sobre el sello activando sus respectivos chakras.

La acción tuvo su afecto y el sello se desvaneció para mostrar la letra de Sakura.

Naruto e Ino, si están leyendo esto significa que morí en alguna misión. O que Ino estaba tan desesperada por ver el contenido del pergamino que le pidió ayuda a Naruto para abrirlo.

Si ese es el caso de una vez te digo que eres una cerda, si no lo es, significa que si en efecto caí en combate.

A esto Ino sonrió, nunca más oiría a Sakura decirle cerda y una lágrima se le escapo.

Ino, Naruto, les deje esto porque ustedes son mi familia más cercana y querida, ya que no tengo padres a quien dedicarles palabras, ahora que han muerto también.

La vida de un shinobi es muy impredecible y toda misión en la salimos, puede ser la última.

Cuando estuve en la ola aprendí esta dolorosa lección y se reafirmo cuando mis padres murieron en una.

Naruto no te culpes por no haberme podido protegerme, tú me enseñaste la senda para seguir mi propio camino del ninja y no retroceder jamás, ni retráctame de mis palabras. Me mostraste lo que es ser fuerte en tantas formas. Cambiaste mi forma de pensar y ver el mundo con tus palabras y acciones.

Eres el ninja más grande y genial que haya conocido jamás, te convertirás en Hokage algún día y les callaras la boca a esa parda de imbéciles que aun lo dudan. De eso no me cabe duda alguna.

Ino gracias a ti pude crecer como mujer y pude sentirme orgullosa de ser una kunoichi. Con la frente siempre en alto como me enseñaste cuando éramos niñas.

Siempre te eh admirado, me hiciste comprender que cada flor es tan única como bella, siempre me apoyaste y gracias a ti pude lograr florecer por mí misma.

Solo lamento no poder seguir compitiendo contigo, siempre fuiste la mejor de las dos Ino.

Ahora quiero que sean mi voluntad y que sigan viviendo como las buenas personas que son. No quiero venganzas en mi nombre, no quiero que eso los consuma como a Sasuke-kun.

Perdóname Naruto ya no podre seguir ayudándote a traer de vuelta a Sasuke, pero confío plenamente en que lo lograras. Nunca flaquees en tú camino, recuerda que siempre te apoyare.

Ahora solo me queda decirles que los amo, ustedes marcaron mi vida y la cambiaron.

Estoy orgullosa y feliz que haberlos conocido en esta vida.

Sakura

Ambos terminaron de leer con lágrimas recorriendo en sus rostros y se volvieron a abrasar. Esas palabras dejadas por Sakura le hicieron sentir infinitamente mejor.

Ese día Ino y Naruto formaron un lazó muy fuerte y especial. Se habían convertido en amigos más cercanos y prometieron apoyarse mutuamente siempre. Harían que Sakura se enorgulleciera de ellos. Recuperarían a Sasuke y acabarían con Akatsuki, no por venganza si no por justicia.

Se convertirían en su voluntad.

A la mañana siguiente fue el funeral.

Rock Lee estaba inconsolable y era apoyado por Gai.

Shikamaru y Choji abrazaban fuertemente a Ino.

Y Naruto lloraba en silencio con Kakashi, Tsunade y Shizune.

Mientras una sombre silenciosa los observaba a distancia.

. . .

Sasori contemplaba a la ahora llamada Sora mientras dormía profundamente.

Hacía bocetos de ella.

Uno tras otro, marcando todos los detalles de los que era capaz de captar. Sin embargo nunca era suficiente, entre más la observaba se encontraba algo nuevo.

No parecía una kunoichi, su cuerpo se venía demasiado frágil y fino, se veía como una chica a la que se debía cuidar y proteger, no como la shinobi que era.

Él marionetista había conocido a algunas ninjas pero ninguna se veía con ese aspecto tan vulnerable.

Me pregunto ¿Si todas las mujeres se verán así de delicadas cuando duermen? —meditó en silencio mientras seguía analizando a Sora.

Parecía una muñeca de porcelana en ese estado de inconsciencia a primera vista, pero si la observaba a detalle como lo estaba haciendo en ese justo instante, uno se podría dar cuenta perfectamente bien de las ligeras cicatrices.

Apenas unas finas líneas blancas se trazaban sobre su nívea piel. Ningún ninja queda exento a esto, es la consecuencia del trabajo.

Sasori comenzó a delinear suavemente su brazo.

Era una marca antigua, de un kunai al parecer.

Vio más en sus puños.

Y sin darse cuenta se encontraba contando todos y cada una de las marcas dejadas.

Eran los testigos que mostraban inequívocamente que la chica en efecto era un shinobi y que cargaba cada una de sus marcas como un orgulloso trofeo. Recordatorio de que había sobrevivido a una misión más.

—La vida es tan efímera, etérea y frágil ¿Para qué se nace, si al final se muere? —Se preguntaba sin obtener una respuesta como siempre. —No dejare que el tiempo, ni la vejes, ni la muerte te alcancen. No te dejare caer en el olvido —le dijo a la chica en la cama y así mismo.

Cerró sus ojos, dejando que el aroma de Sora lo invadiera. Una sutil fragancia a cerezos emanaba del cuerpo de aquella criatura.

Esa era en definitiva una de las cosas que tendría que conservar en ella para la inmortalidad—se recordó y lo apunto en sus notas. Recordando todas las cosas que habían llamado su atención en la pelea que lo hizo tomar la decisión de hacerla su marioneta.

Tenía que admitir que su abuela y su ahora Sora le había dado una de las mejor peleas de su vida.

La chica tenía muchas habilidades, ese control preciso del chakra, su fuerza monstruosa, sus jutsus médicos, la destreza con la que se curaba en la batalla y su prodigiosa inteligencia.

Su esencia floral lo había estado invadiendo durante toda la pelea, era embriagante.

Si, le faltaba velocidad, resistencia, experiencia y porte a la hora de pelear, pero lo compensaba con su coraje y determinación.

Además, eso se podía ir puliendo.

Su taijutsu también era algo torpe, mas era bastante buena esquivando en el momento preciso y la forma que como su abuela Chiyo la manejo fue simplemente sublime.

Fue una marioneta viviente magnifica.

Tenía que tenerla, así que ideo un plan:

Fingiría su muerte para así poder trabajar en completa paz en su arte. Sin interrupciones y pérdida de tiempo. Tomaría a Sakura y la puliría como el diamante que es.

Pero para eso tendría que alejarla de Konoha, y en definitiva estaba seguro que ella no lo aceptaría, así que también aparentaría su muerte y simplemente le modificaría la memoria, para mantenerla a su lado y moldearla a su manera.

Haría florecer por completo aquella joven y la convertiría en la mejor arma que al mundo haya vistos jamás.

Fue sacado de sus remembranzas al escuchar como la respiración de Sora es comenzaba hacer poco a poco más regular indicando que ya estaba por despertar.

El momento de ver como resulto su jutsu de borrado y modificación de la memoria se estaba acercando.

Ya estaba algo impaciente por ver el resultado de sus acciones.

—Vamos, despierta pronto—decía a su oído con una voz suave y aterciopelada —No me hagas tener que esperar más.

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N/A:

Hay una frase que utilice, la subraye y la extraje directamente del manga: tomo 31 pág. 73.

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