Re-subido 22/08/17

•Los personajes de Naruto no son míos, pertenecen a Masashi Kishimoto, si lo fueran, Sasori jamás hubiera muerto. Nada de lo publicado aquí se hace con fines de lucro, mera e insana diversión•

Pareja(s): Sasu-Saku


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Futuro con lazos del pasado.

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I

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"Compromiso"

13 de agosto de 1849 – 7:40 a.m

Los pisos estaban deslumbrantes, los sirvientes despiertos ya hace horas luchaban contra el polvo que aún residía por algunos lugares y el sol, con furia, entraba por las ventanas de la mansión, anunciante del día que había empezado en toda su majestad. Los señores del castillo fueron los primeros en empezar su día, le siguió el hijo mayor, por consiguiente el menor también, los Uchiha, eran los dueños de la tierra y ciudadanía de Fiorona, una de los mejores lugares para los hechiceros y guerreros que residían ahí, los más fuertes y destacados por la zona, y en su mayoría del continente, toda una honra para el rey del lugar, Fugaku Uchiha, el cual con disciplina y estricta reglamentación mantenía al pueblo en buenas condiciones para pero sin llegar nunca a ser considerado un tirano, sino más bien como un rey justo y honorable, eso era todo lo que hacia, así era su mundo, era su vida. Y no lo iba a cambiar por nada ni nadie.

-Hermano –Susurró el Uchiha menor con voz apática, mientras le seguía- ¿Es necesario?

-Sí –Se giró y vio la cara de poca amistad de su familiar- No te pongas así, no es necesario que elijas y vivas con ella ahora, la puedes ver solo cuando te cases, como yo.

-Pero tú, hermano, siempre estas ocupado, de cualquier manera no tendrías que verla –Frunció el ceño mientras se acercaban a la puerta de la habitación de adjunto- ¿Por qué si soy tan pequeño tengo que elegir prometida ahora? –Volvió a insistir, sinceramente en su infantil pensamiento no había lógica que cuadrara tal situación.

-Puesto que cumpliste los 7 años, los 7 significa en nuestra tierra, amor, abundancia y buena era, por eso la tienes que elegir en esta edad trae buena suerte –Volvió a repetir, ya perdía la cuenta de cuantas veces se lo había dicho- Además ya te lo dije Sasuke, no es necesario que te relaciones con ella hasta que te cases.

-¿Y si no me agrada ninguna Itachi? –Le preguntó aburrido- Las niñas son molestas, feas y pesadas, siempre me persiguen cuando voy al pueblo con mi madre y me miran como… -Un escalofrió le paso por la espalda, su hermano carcajeo por lo bajo mientras entraban al salón.

-No tienes que preocuparte de más, si ninguna de las niñas que te presente te gusta, nuestro padre puede pedir traigan más de otros pueblos… –Alzó una ceja receptivo mientras se sentaba en un sillón de cuero rojo, junto con su hermano- Además no creo que sea necesario, aquí hay niñas muy lindas –Sonrió con burla al ver a su hermano sacar la lengua del asco- Agradece que hoy no he ido a entrenar con Jiraiya y me he quedado contigo para apoyarte moralmente.

-Sí, sí, gracias querido hermano, por acompañarme en esta tortura, como si no lo disfrutaras… –Gruñó, enfadado, no le encantaba tener que elegir prometida, ni nada por el estilo, era desagradable.

El peli-negro mayor negó con la cabeza riendo para sus adentros, él también recordaba cuando su madre, a rastras le había obligado a elegir una prometida, se llamaba Izumi, pero no la veía hace años, sinceramente le era completamente indiferente; no estaba interesado en eso, se suponía que a los 24 años tendría que casarse, por ahora solo tenía 17, pero por el momento estaba más interesado en aprender nuevas cosas, y hacerse más fuerte, Jiraiya era de una ayuda excepcional para eso.

Su hermano Sasuke, que hace pocos días había cumplido los 7 años, era la viva copia de él a su edad: serio, mal genio, poco amable y algo tonto, su hermano no sabía cómo relacionar algunas cosas, como si fuera de un planeta diferente, por lo menos él había cambiado, quizá un poco a la fuerza, era algo más amable, lo había aprendido de su madre, ya que algún día, tendría que estar a cargo de Fiorona, y no podía ser un tirano, eso era lo peor que podía pasarle a un pueblo y lo tenía siempre presente. Alzó una ceja al escuchar al peli-azabache gemir de impresión.

-¿Qué te pasa? –Le preguntó, este giro en su dirección con la boca abierta y después una mueca de asco y susto se adueñó de su rostro.

-¡No veré a todas esas niñas! ¡Me sacaran el pelo! –Gritó despavorido apuntando hacia la puerta, había una fila, bastante considerable de niñas que babeaban por él, o algunas que sus padres babeaban, usándolas para conseguir un mejor estatus, casándolas con un príncipe.

-Oh vaya… –Susurró- Tienes más de las que yo tuve a tu edad –Se encogió de hombros ante la mirada asesina del menor- Las niñas de hoy en día si están más liberales.

-¡Ese no es el punto yo… -No lo dejaron continuar, observó a un guardia real dar la entrada a la primera niña, mientras su larga capa negra dejaba centellar los broches de plata contra la puerta.

Era una rubia bastante bonita, de su edad, por lo que había escuchado, llamada Rubi, rodó los ojos, escucho una y mil razones del por qué se debía de casar con ella, era una pretenciosa de clase alta-media lo dedujo de inmediato. No le intereso, se trago las ganas de decir que no quería ver a ninguna de las cientos de niñas que había ahí, pero sabía que su padre lo reprendería y castigaría por eso, bajo la cabeza. Mientras veía a la segunda niña entrar, ni siquiera se fijo que su hermano había sacado a la primera, el día seria largo… muy largo.


13 de agosto de 1849 – 5: 49 p.m

Estaba en el jardín trasero del castillo, después de largas horas, en las que ni siquiera pudo comer algo, por culpa de las niñas, se pudo deshacer de todas. Estaba con su madre a su lado derecho, ella con un vestido de color vainilla claro, una cinta roja en el cuello y descalza, sentada en el fresco y hermoso césped del lugar junto con él, Itachi estaba acostado en el mismo lugar a su lado izquierdo, con los ojos cerrados y las manos detrás de la cabeza, sin decir nada.

-Oh ¡Sasuke-chan! ¿Cómo no te ha gustado ninguna? –Preguntó con tono meloso, el oji-negro frunció el ceño al escuchar el "chan", odiaba que le llamase así, le hacia sentir como un bebe.

-Todas eran unas pesadas –Dijo en tono seco y frío- Tontas, presumidas, feas y obsesionadas –Chasqueó la lengua.

-Bueno… –Paso una mano por sus cabellos sacudiéndolo y después beso su frente- Así nadie me quitaran a mi bebe.

-Ya madre… no soy un bebe –Susurró por lo bajo algo rojo.

-Tengo una idea –Bisbiseó el peli-negro abriendo los ojos, ladeó la cabeza y miró a su hermano- ¿Qué tal si vamos al pueblo? Quizás encuentres a la elegida tú mismo –Sonrió de medio lado.

-¡No! –Giró la cabeza y su madre le miró pensante, no era mala idea- ¡Dije que no iré!


13 de agosto de 1849 – 6: 50 p.m

Estaban sobre los hombros de su hermano, aburrido y hastiado, habían paseado por la aldea cerca de media hora, ya que no sabía cómo, lo habían convencido/obligado de ir ahí a buscar algo interesante, susurró un par de maldiciones por lo bajo tratando de no ser escuchado, estaba harto, habían visto a casi la mayoría de las niñas que estaban antes en el castillo diciendo "¡Oh! El Príncipe Sasuke ha venido a buscarme se los dije, lo enamore con mi belleza" o "Príncipe… lo sabía has venido por mí", sintió asco al escucharlas, y lo único que quería era irse, su hermano lo subió en sus hombros sujetándolo de las rodillas para que no escapase. Gruñó, odiaba todo eso, desearía volver el tiempo atrás y no cumplir años.

-Vayámonos, Itachi –Susurró completamente harto.

-No –Se rió por lo bajo al sentir como el pequeño le golpeaba la cabeza con una mano- No me golpee príncipe, aún no encontramos a la bella elegida, no nos podemos ir todavía.

-Ni que elegida ni nada –Enfatizó cabreado- Larguémonos, yo no quiero ver más a estas niñas odiosas.

-Venga Sasuke –Murmuró- Vamos por esta calle y si no hay nada, nos regresamos.

-Bien –Sentenció- Esa calle y nada más.

Entraron por una calle bien mantenida, habían casas de personas con un estatus más o menos alto, tal vez mas de alguno consejero u representador del pueblo ante el rey. El pequeño peli-azabache suspiro, pidió a su hermano que le bajase para poder caminar, este le obedeció resignado y lo dejo en el suelo, siguieron caminando hasta el final de la calle… nada.

Sasuke, sonrió orgulloso y Itachi se encogió de hombros resignado, desviaron camino subiendo, para ir de vuelta al castillo, caminaron unos cuantos minutos sin decir nada, tranquilamente, los dos hermanos iban distraídos sin mirar bien los detalles y aburridos, el pequeño Uchiha siguió caminando hasta que sintió que su hermano no lo seguía, volteo.

-¿Qué pas… -Itachi estaba inclinado hablando con alguien que su cuerpo cubría y no podía distinguir, se les acerco.

-¡Disculpa! ¿Estás bien? –Le preguntó el peli-negro algo preocupado, distraído una niña había tropezado con él y esta había terminado en el suelo, agachado a su altura le vio mejor.

-Itaaiii…. –Susurró la pequeña, tenía una voz, suave y dulce como una cantante, parpadeo en el suelo y toco su frente que tenia un leve color rojizo- S—sí estoy bien, disculpe, estaba distraída corriendo y no lo vi–Murmuró bajando la cabeza apenada.

-Esta bien, es mi culpa, también estaba distraído –Le tendió una mano y le ayudo a levantarse, se estremeció un poco al tocar su piel, era como si estuviese tocando una masa de energía suave y tersa.

-¿Qué paso hermano? –Preguntó Sasuke, llegando a su lado, miró a la niña y alzó una ceja al ver el extraño color rosa de su cabello, tenia la cabeza baja y no podía ver el rostro de esta.

-Pase a tirar a esta linda señorita –Su mente gritó un "¡Lo sabía! Encontré la elegida", sonrió de medio lado, vio a la niña pasar una mano por su frente y después dejarla ahí- ¿De verdad estas bien?

-¿Eh? –Alzó la cabeza, dejando a los dos chicos sorprendidos, de sus manos salía unos signos en forma de estrella pentagral con una luz verde claro y sanaban su herida, después miró a pequeño que acompañaba a el peli-negro, trago saliva y quito sus manos alarmad- U-stedes son los hijo—s de los re—yes de aquí ¿no? –Susurró entrando en pánico, lo había echado a perder, solamente su vestimenta debería haberle dado todas las señales desde un principio.

-… -Sorprendido vio unos brillantes ojos verdes claro, como unos jades, centellantes y vivaces, trago saliva, extrañado, y volteó la cabeza algo acalorado sin decir nada, ¿Quién era esa chica?.

-Oh, sí, lo somos –Susurró, vio a la pequeña tensarse por completo- Tranquila, tranquila no te preocupes, no hay problema, ni que fuésemos Hari[1]–Sonrió, la niña se tranquilizo un poco- Bueno y ¿Cómo te llamas? nunca había visto a alguien con cabello rosa en mi vida –Siguió sonriendo, estaba extasiado, la niña sabía hechizos básicos de curación, había sorprendido a su hermano, eso era extraño y bueno, tal vez esa niña iba ser la elegida.

-Y—yo pues me llamo –Bajo la cabeza otra vez- Me llamo Sakura Haruno ¡Mucho gusto príncipes! –Alzó la cabeza con los ojos cerrados aún y brindándoles una hermosa sonrisa. Itachi, sonrió algo sonrojado por la dulzura de la chica.

-Mucho gusto pequeña lindura –La chica se sonrojo un poco más, miró a su hermano, el cual estaba embobado mirándola, sin decir nada, sí… como había pensado, encontraron lo que andaban buscando- Yo me Llamó Itachi, él es Sasuke, es un poco tímido por eso no habla –Puso una mano sobre la cabeza de su hermano y la bajo en signo de saludo.

-¡Itachi! –Gritó enfadado otra vez, rojo- ¡No hagas eso!

-¿Eres una aprendiz de Hechicera Kiiru? –Preguntó por lo bajo, otra vez, a la altura de esta, ella sonrió un poco más y negó con la cabeza- ¿Entonces? –Ladeó la cabeza, pensado un poco- Espera… dijiste ¿Haruno? –La peli-rosa asistió- ¿Eres hija de Tsunade y Dan Haruno? –Cuestionó sorprendido, esta volvió a asentir- ¡Con razón! Ellos son los mejores médicos de la aldea de Gureiza y tienen fama por todo el continente. Mi padre había hablado de que venían aquí, a trabajar al hospital.

-¿Qué es eso de Hechicera Kiiru? –Preguntó Sasuke, extrañado, había escuchado muchos hechiceros pero de ese tipo en particular jamás.

-Son Hechiceros especialistas en la rama de medicina –Susurró con voz algo menguante mirando al peli-azabache sonrojada- Pero creo… que tu hermano acertó con Kiiru porque son los de signo estrella pentagonal salud y fuerza –Murmuró explicándole, no estaba segura de si tenia que hablarle así a un príncipe.

-Claro –Sonrió- Tú has escuchado de los Kai –Sasuke asistió- Esos son los de estrella normal, los que se especializan en solo salud, pentagonal da fuerza, son personas que además de curar saben pelear –Le explico a su hermano, este desvió la vista a la pequeña otra vez mirándola como diciendo "¿Pelear? ¿Ella?".

-Y—o en realidad no se pelear pero… sé algunas cosas que he aprendido de mi madre –Susurró al ver la vista puesta en ella- Es solo eso.

-Entiendo, eres una ternura muy inteligente- Pasó una mano por el cabello de la peli-rosa, que llegaba a la altura de sus hombros un poco mas abajo, la niña no era especialmente una belleza como otras que estaban tratando de cazar a Sasuke, pero era muy linda, tenia algo especial, una ternura que sobresalía y una hermosura poco común, como una muñeca.

-G—gracias –Susurró bajito cohibida y aún más roja por el contacto.

-¿Tus padre vendrán a cenar mañana no? –Esta levando la cabeza- El rey dijo que los había invitado a cenar para darles la bienvenida –Susurró recordando lo de hace días- ¿Qué tal si les dices que te lleven a ti también? –La chica abrió los ojos sorprendida.

-P—pero eso sería de mala educa...ción y y—yo… mis padres dijeron que tenia que quedarme con Shizune-onee-chan –Trato de articular por la repentina invitación- A—demás no creo que me crean que los conocí –Balbució más bajo.

-Toma –En un rápido movimiento le extendió el broche que tenia en la camisa en esos momentos, era el símbolo de su familia grabado en oro blanco, rubí y ónix, que formaba parte importante de su calidad de príncipes- Es un broche real, creo que con esto te creerán, diles que debes devolvérmelo durante la cena –Le sonrió levemente- ¿Te parece?

-¿Est—a bien si lo hago? –Preguntó algo sorprenda, tomando el prendedor entre sus dedos- P-porque pueden pensar cualquier cosa y yo…

-¡No exageres! –Se rió divertido por la actitud de la pequeña- Nos vemos Sakura-chan, debemos irnos, despídete Sasuke –Le dijo a su hermano que seguía sin emitir palabra.

-A—adiós –Susurró bajito, se cohibió hablando con ella, como si le hubieran puesto un ratón en el estómago, era raro que no se le lanzase al cuello, Itachi bajo a su altura inclinándose- ¿Qué?

-No te escuche, díselo mas fuerte, normalmente la gente gusta de escuchar la voz de otros para decir adiós –Le dijo poniéndole mala cara, no quería que pasase por mal educado delante de la chica que podía ser su cuñada- No seas mal educado –Susurró por lo bajo.

-Pero yo si me d… –Se quedó con la palabra en la boca.

-Etto… bueno me tengo que retirar también –Sonrió levemente, se acercó a Itachi e hizo lo que creyó acertado, le dio un leve beso en la mejilla, este le miró sorprendido y después hizo lo mismo con Sasuke, el cual se quedó atónito - ¡Adiós príncipes! Espero volver a verlos… –Y salió corriendo, perdiéndose por las calles del lugar.

-… -El rostro del pequeño peli-azabache tomó un tono rojo escarlata incendiario, Itachi que aún estaba a su altura algo sorprendido por la actitud de la niña, se giró verlo, y lanzo una carcajada. Su hermano no reacciono ni siquiera con eso.

-Esa niña es especial, es un poco tontita pero muy, muy linda- Recalcó, tomó a su hermano y lo puso en sus hombros otra vez, al ver que no se iba a mover- Mi madre es la única que nos besaba en la mejilla –Sonrió, al sentir el cuerpo de su hermano tensarse- Pero dos son mejor que una ¿Verdad?

-C—cállate –Susurró como pudo el oji-negro aún ardiendo.


13 de agosto de 1849 – 8: 20 p.m

-Madre ¡Ya llegamos! –Llamó el peli-negro mientras paseaba por los pasillos, su hermano le seguía por detrás sin decir nada- ¿Madre?

-¡Por aquí queridos! –Su voz resonó desde una habitación cercana.

Los dos Uchiha entraron al cuarto de donde provenía la voz de su madre, estaba en un cuarto algo más vació de lo normal, no habían entrado nunca ahí, estaba ordenando a unas sirvientas que movieran algunas cosas de ahí para allá, y ella tanteaba sin mucha eficacia unas cuantas más.

-¿Qué pasa aquí? –Preguntó con voz pausada, algo extrañado por el alboroto.

-Es para la prometida de Sasuke-chan, Itachi –El mismo alzó una ceja- Decidí que cuando elija a su futura esposa esta se quedara aquí, no como la tuya Itachi –Este la miro atónito ante la noticia, sin saber responderle- Tienen que tener mas contacto, es una desgracia que no hables con Izumi siendo ella tan linda.

-Pero madre… ¿Qué dice él? –Obviamente había una referencia a su padre, no sabía si eso le podría parecer apropiado.

-Ya lo hable con él, dijo que no había problema –Sonrió, miró a su pequeño y vio que no decía nada, estaba algo distraído mirando por la ventana ignorando todo lo que ellos hablaban- ¿Cómo les fue en el pueblo?

-Muy bien –Sonrió de medio lado, Mikoto lo miró extrañada y sorprendida- La encontramos.

-¿De verdad? –Susurró a media voz, sorprendida- ¡Increíble! ¿Y cómo es? ¿Cuál es su apellido? ¿La conozco? ¿Dónde vive? ¿Sasuke-chan estas feliz? ¿De verdad te gusta? –Preguntó todo de golpe, el pequeño reacciono y se sonrojo de inmediato ante el bombardeo de preguntas.

-¡Itachi no mientas! –Le gritó furioso y avergonzado, sus mejillas siguieron ardiendo al momento que su cerebro figuro la imagen de la peli-rosa.

-Pues es una pequeña muy linda, pelo rosa, ojos jade, es una Haruno, no la conoces pero lo harás mañana, vive bajando un poco por el norte, yo creo que sí pues está bien rojo, y si le gusto porque se pone nervioso y esas cosas –Le respondió a sus preguntas por orden, su madre parpadeo atónita.

-Pero… Itachi, Sasuke dice que… -Miró a el niño el cual tenia la vista clavada en el suelo con vergüenza, sus mejillas estaba mas rojas después de escuchar a Itachi- Ohh… Sasuke-chan de verdad tienes tu primer amor–Sonrió con felicidad.

-¡No! –Levantó su cabeza, su madre rió al ver sus mejillas- ¡No me gusta, no hablen más de eso! –Se dio media vuelta y empezó a retirarse apresurado de la habitación- ¡No me gusto esa tal Sakura! –Su voz se perdió por el pasillo.

-Pues conoceré a la elegida mañana ¿no? –Itachi sonrió asistiendo- Una Haruno, es nueva aquí, por eso no debe de haber venido hoy –Rió con suavidad mientras entrecerraba los ojos – Mi pequeño… que grande esta.

-Sí, claro grande –Susurró burlón, de grande nada, de tonto pues si tenia mucho- Bueno ¿Quieres que te ayude madre?

-¿De verdad? –Algo sorprendida por la oferta.

-¡Claro! Quiero que mi cuñada este a gusto, es muy mona –Sonrió divertido, su madre asistió riendo también.

-Parece que para agradarte a ti, si debe de ser linda –Susurró y volvió a hacer lo que estaba minutos antes de que llegasen sus hijos, ahora dándole órdenes a Itachi también.


13 de agosto de 1849 – 8: 50 p.m

-Estas de broma –Soltó burlón mientras sin poder evitarlo le siguió una risa que lo hizo terminar sujetándose el estómago, quedando pegado al césped boca arriba al caer.

-¡Idiota! ¡Recuerda qué soy el príncipe no puedes burlarte de mí!–Le regaño a su amigo, un rubio oji-azul que no le estaba ayudando en nada.

-Pero… -Se mordió el labio inferior tratando de contener la risa- Lo siento pero… -Sasuke alzó una ceja sin entenderlo- ¡Jajajajaja no jajaja no lo puedo evitar jajaja! –Se siguió riendo a todo pulmón.

-¡Naruto! –Gruñó irritado, estaba a punto de golpearlo cuando este paro de reír de golpe.

-¿Así que te gusto? –Le preguntó secándose las lágrimas después de desahogar su risa.

-¡No! –Su sonrojo volvió a aparecer- ¡Te lo dije 100 veces! ¡No me gusto!

-Y ¿Por qué te sonrojas entonces? –Alzó una ceja, el azabache volteo la cara.

-Por—porqué –Bajo la cabeza y miró el suelo sin saber cómo seguir.

-Si, bueno y yo era el idiota ¿Verdad? –El Uchiha le miró- Sí ella te gusto no entiendo cuál es el punto de negarlo, deberías aprovechar la oportunidad.

-Pero soy un Uchiha –Rezongo hastiado- Los Uchihas vamos por la vida siendo serios y respetables, no hay tiempo para niñadas.

-Estar enamorado no es una niñada, estúpido –Le lanzaron una mirada asesina- Si fuera una "niñada" como dices ¿Por qué crees que tus padres se casaron? –Le preguntó, el Uchiha no supo que responder- Oye esta bien, además es mejor casarte con alguien que te guste, a que alguien que no te guste y estar amargado, toda tu vida.

-Si pero…

-¡Uzumaki Naruto! ¡Te dije que no salieses hoy! ¡Estas castigado! ¡¿Recuerdas?! –Le gritó otro rubio idéntico a él pero en versión adulta, acercándosele desde una colina al establo donde estaban ambos niños, cuando llego a su lado miró al pequeño Uchiha con amabilidad- Buenas noches Sasuke –Dijo con naturalidad, lo conocía desde que nació, además él y su padre eran amigos cercanos, por su parte era el dirigente de Fiorona después de Fugaku, el oji-negro respondió al saludo moviendo la cabeza.

-Pero papá –Dijo con voz apática inflando las mejillas- Sasuke me estaba contando algo… -Explico berrinchudo.

-Bueno será cuando acabes tu castigo, ahora ¡Vete a casa! –Le ordeno, el oji-azul se despidió dándole un golpe en el hombro al peli-azabache y se fue corriendo- Niño irresponsable. Bueno le tendrás que seguir hablando otro día Sasuke, nos vemos, adiós.

-Adiós –Susurró viendo como Minato se perdía entre la parte delantera del jardín hacia el pueblo.

Se levantó del pasto y sacudió sus pantalones, puso cara de angustia, debía admitirlo la chica le había llamado la atención, pero ¿Gustarle?, ¿Como le podía gustar si la vio menos de 10 minutos y nada mas?, suspiro abrumado, golpeo sus mejillas con sus palmas para después entrar a su casa, mañana tenia que verla de nuevo, veríamos que pasaba.


14 de agosto de 1849 – 7: 46 p.m

-"Basta Sasuke Uchiha tranquilízate, tú no eres así, solo es una niña, igual a todas las demás, no tienes porque ponerte nervioso por algo así" –Pensó paseándose de un lado a otro en su habitación, los Haruno llegarían a las 8 al castillo, y sin saber por qué estaba más que intranquilo.

Itachi estaba en la habitación también, despreocupado y mirando por la ventana mientras esperaba a que su madre fuese por ellos para darles permiso a bajar, odiaba que si era menor de edad, sus padres tenían que darle autorización a todo cuando había visitas en el lugar, suspiro, no le quedaba de otra que esperar. Disimuladamente miró a su hermano por el rabillo del ojo, sonrió de medio lado, aparentaba estar cabreado, con el ceño fruncido y los brazos cruzados mientras caminaba con paso amortiguado por la alfombra una y otra vez hace ya unos cuantos minutos.

Estaba con una camisa blanca de ceda, era molesta ya que el igual la usaba y la detestaba con su alma, unos pantalones negros, zapatos de cuero y una chaqueta negra también que dejaba ver los brazos y parte de delante de la camisa blanca, siempre había dicho, que parecían pingüinos, cuando el fuese rey, haría que los estilistas pensaran en algo más ingenioso para vestirse y sobre todo, más cómodo.

-No estés nervioso, lo mas seguro que la pequeña si vendrá –Susurró con calma.

-¡No estoy nervioso! –Le gritó alterado, el peli-negro alzó una ceja y sonrió de medio lado para después mirar a su derecha- Me da igual que venga esa Sakura o no. No me interesa.

-Seria una lastima que no viniese –Le ignoro por completo y su comentario fluyo con aparente pena- Es tan mona.

-¡Itachi escúchame cuando te hablo! –Volvió a alzar la voz, molesto.

-Porque además me tiene que devolver el broche, nuestro padre me preguntó ayer por el en la cena –Rodó los ojos al recordarlo- Espero que si venga.

-Maldición –Refunfuñó al ver que lo ignoraban completamente, dejo de pasearse y se sentó de golpe sobre la cama.

Pasaron cerca de unos 10 minutos en los que Itachi seguía hablando acerca de la pequeña y Sasuke trataba de ignorarlo, sin emitir algún comentario que claramente seria todo menos escuchado, la puerta se abrió lentamente y dejo ver a su madre, con un hermoso vestido celeste cielo, su cabello negro suelo y una sonrisa. Ella siempre destacaba por ser una reina modesta, cuya belleza no necesitaba de una pomposidad exuberante para relucir todos los días.

-Vamos niños, los Haruno ya llegaron –Susurró mientras se daba media vuelta para que la siguieran.

-Vamos –Le dijo a su hermano, este bajo de la cama y le siguió, los dos iban detrás de su madre siguiéndola hasta al comedor del primer piso.

Cuando llegaron a el comedor encontraron a dos personas, una rubia despampanante con un gran busto, en un hermoso vestido de seda amarillo muy claro casi blanco, sus ojos eran amarillos como el ámbar, al lado de ella estaba un hombre alto vestido casi igual que su padre con una capa negra que pasaba por sus brazos una camisa del mismo color y pantalones anchos igual negros, su cabello era largo y plateado-celestino sus ojos también eran de ese color. Itachi y Sasuke buscaron con la mirada a la peli-rosa pero no la encontró vio a su madre caminar para saludar los dos llegados y después agacharse.

-¡Ay que ternura! –Emitió llamando la atención de todos, entre los dos llegados, estaba una peli-rosa- Qué linda que es… Tú debes ser ¿Sakura-chan verdad? –Le sonrió, la niña se sonrojo levemente y asistió- Es perfecta, eres como una muñeca –La abrazo entusiasmada contra su pecho, la niña quedo ensimismada sin entender el gesto, Fugaku alzó una ceja desentendido después de saludar a sus invitados.

-¿Conoces a la hija de los Haruno, Mikoto? –Preguntó acercándosele, la mujer se levanto dejando de abrazar a la oji-jade y miró a su esposo.

-No pero Itachi y Sasuke me hablaron de ella, se la encontraron ayer –Paso su mano por al brazo de su esposo- Es linda, es perfecta para Sasuke-chan.

-¿Eh? –Miró a sus dos hijos, Itachi sonrió pasando una mano detrás de su cabeza y Sasuke volteo la cabeza levemente sonrojado por lo dicho por su madre, miró a la niña detenidamente, analizándola- Hola –Susurró fríamente, la pequeña se estremeció, bajo la cabeza en una leve reverencia y hablo.

-Mucho gusto en conocerlos señores Uchiha –Susurró por lo bajo con la voz más calmada que podía articular, sin mirarlo a los ojos, miraba sus zapatos negros que eran tapados levemente por el vestido color rojo sin mangas qué su madre le había puesto a regañadientes.

-¡Oh! Tiene una voz hermosa –Comentó de nuevo con entusiasmo- Seguro que Sakura-chan canta muy bien.

-Es verdad –Susurró intentando tranquilizar el ambiente, para luego mirar a sus hijos como diciéndoles "¿Que no piensa saludar mal educados?".

-Sabía que vendrías Sakura-chan –Se le acercó y se puso a su altura, la tomo de la cintura dándole un beso en la mejilla, todos menos Sasuke le miraron sorprendidos, él menor solo frunció el ceño.

Itachi se levanto y tomo la mano de Tsunade, la beso y se presentó, después dio una reverencia a Dan e hizo lo mismo. Sasuke pudo sentir sobre él la mirada asesina de su madre y suspiro, saludo a todos de la manera más sofisticada que podía brindar a su corta edad, no quiso mirar mucho a la oji-jade, simplemente la saludo como los demás, aparentando ser neutro.

-Bueno pasemos, la cena está servida –Susurró sonriente Mikoto mientras, seguida por los demás, empezaban a caminar a la mesa.

-Sasuke-chan ¿Por qué trataste así a Sakura-chan? –Le preguntó por lo bajo eran los últimos seguían los pasos de sus invitados a la mesa.

-No tendría porque saludarla de manera especial Itapuchi –Susurró Itachi le fulmino con la mirada.

-Mikoto hasta cuando llamaras a los niños con esos sufijos anexos, sabes que ni siquiera son de aquí –Le dijo con hastió mientras caminaban.

Los sufijos habían venido desde que un grupo de hechiceros famosos llamados "Riku Kuro (Dragones negros)" provenientes de Hao, un lugar bastante lejano y casi desconocido del continente. Se hiciesen muy famosos en todo el mundo, fue hace cerca de diez años cuando en Fiorona también se popularizo a tal punto de adoptar sus modismos, antes no existía el "kun, chan, san, sama, sensei, one, ne" sufijos y palabras traídos por esa "moda", normalmente la usaban los niños y para niños, aunque muchos adultos había adherido de usar los mismos para tratar a sus hijos, amigos u demás familiares.

-No te enfades cariño, lo hago por costumbre- El hombre suspiró y rodó los ojos mientras seguía caminando.

Una vez todos en la mesa, Fugaku se sentó en la cabecera, Mikoto a su derecha, al lado de esta Sasuke, enfrente a la izquierda Itachi, seguido de Dan, después Sakura y luego Tsunade. Comenzaron a cenar una comida llamada Khasmí, característica del pueblo, que era carne de vacuno asada con una salsa especial, vegetales cortados perfectamente recubiertos con sabía de árbol tratada anteriormente con azúcar, acompañada con vino del lugar, era un cóctel bien apetecido por todos.

Estuvieron hablando un buen rato, menos Sasuke y Sakura, que al ser pequeños no tenían nada que opinar, solo se miraban de vez en cuando y cuando sus ojos coincidían ambos sentían el nerviosismo crecer de manera exponencial, Itachi hablaba de vez en vez, solo cuando su padre pedía su opinión. Una vez terminaron de comer, las sirvientes retiraron los platos, mientras traían el postre, que eran frutas de diversos tipos en azúcar y una crema de rosas, que a pesar de ser algo desabrida con las frutas quedaba bien, al menos eso siempre decía Mikoto, para convencerse de su sabor, Itachi aburrido, después de que se quedaron un tiempo en silencio, decidió hablar.

-Dime Sakura-chan –Esta alzó la cabeza y le miró sorprendida por ser llamada- ¿Trajiste lo que te dije?

-Etto…–Sintió las miradas de todos sobre ella, se sonrojo notoriamente, de una bolsa de seda rosada saco el broche de Itachi con sumo cuidado- S—sí aquí esta... –Murmuró, se lo dio a su madre, que estaba más cerca, para que este pudiera acercárselo a Itachi.

-¿De verdad se lo dio usted príncipe Itachi? –Preguntó algo sorprendida, no trataría a su hija de ladrona, eso jamás, pero no creyó que de realmente este le encargase ese valioso objeto a la pequeña.

-Pues sí –Respondió secante mientras ponía su broche en la abertura de su camisa- Era para que viniese, por lo que me dio a entender, ella no iba a asistir –Murmuró sonriendo.

-Es verdad –Miró a su hija- La iba a dejar con Shizune, que es mi más fiel estudiante, se llevan muy bien y no quería que Sakura importunase, pero… cuando dijo que tenía que devolverle el broche…

-Vaya –Interrumpió mientras sonreía y miraba a Itachi- Eres muy perspicaz Itachi, sabía que por algo no tenías el broche.

-Madre –Murmuró sonriente- Siempre hago las cosas por algo.

-Bueno, pero no hay problema –Habló después de un rato ante la extraña situación que estaba lejos de su entendimiento, miró a su hijo menor para poder seguir con la conversación- Sasuke tiene su edad, así que no hay inconvenientes en que ella este aquí –El peli-azabache volteo la cabeza algo incomodo.

-El pequeño príncipe… –Dijo mirándolo con detención, la peli-rosa miro a su padre anhelante de que no siguieran hablando de ella, y azabache volteo a verlo ante su alusión- ¿Ya encontró su prometida? Supimos que estaban organizando las conferencias para encontrarla.

-No –Cortó y se sintió molesto de inmediato por el comentario, no le gustaba ese tema, era como remover la herida una y otra vez.

-Dan, me parece que el pequeño príncipe necesita su tiempo, no lo molestes, es muy joven –Criticó con voz suave mientras lo miraba a través de la cabeza de Sakura.

-¿Uhm? –Emitió, y miró a Itachi el cual le sonrió cómplice, esta también lo hizo y luego observó a Sasuke otra vez- Yo creo que Sakura-cha… –Esta se estremeció al ser nombrada nuevamente- Es muy adecuada para Sasuke ¿No crees cariño? –Preguntó mirando a su esposo esta vez.

-Pues… -Miró a la peli-rosa, iba a decir algo más pero su hijo hablo antes de que pudiera hacerlo.

-¡Madre! –Gritó sonrojado, esta se carcajeó por lo bajo y le acarició la cabeza, miró a Sakura la cual estaba roja, no entendía del todo, pero si sabía que estaba pasando.

-Oh la ¿Prometida del príncipe Sasuke? –Miró a su hija y después a su esposa esta estaba algo nerviosa- Pero… creo que el príncipe tiene que decidir eso…

-El problema es que dice que todas las chicas son iguales –Rezongó, Sasuke bufo molesto- Pero Sakura-chan es diferente ¿Conoces a alguien con el pelo rosa y que sepa Hechicería Kiiru a su edad? –Le preguntó alzando una ceja tratando de convencerlo, el peli-azabache iba hablar pero se callo al escuchar a su padre.

-¿Hechicería Kiiru? –Preguntó genuinamente interesado, le estaba empezando a agradar más la pequeña, sobre todo si eso implicaba beneficios para su familia- ¿Su hija sabe ya Hechicería?

-Sí señor Fugaku –Susurró algo intranquila ante la mirada cargada de interés sobre ella- Sabe algunos hechizos de curación básicos, los ha aprendido con el tiempo, ya que siempre está con nosotros, y es algo obvio que tuviese que ejercitarlo, pero es solo medicina, aún no pasa a fuerza –Murmuró mirando a su hija la cual quería esconderse debajo de la mesa.

-Que interesante que siendo tan pequeña ya sepa Hechicería –Susurró la niña le miró unos segundos para después pegar la vista en la mesa como analizando una estrategia de guerra.

-Y el príncipe… ¿Ya sabe algo de Hechicería o Hankor[2]?–Preguntó mirando al pequeño.

-Esta aprendiendo Hechicería este año pero el Hankor, ya sabe lo básico a la perfección paso al nivel medio ¿Verdad? –Susurró orgulloso, la vena de arrogancia de Sasuke se hincho y asistió feliz al ver como su padre estaba orgulloso de él.

-Eso es sorprendente de que siendo tan joven pase a nivel medio –Felicito sorprendido- A muchos les cuesta años llegar al nivel medio –Miró a sus esposa y esta asistió.

-Es normal, siendo un Uchiha, tiene que ser mejor que la mayoría sino sería una deshonra –El ambiente se volvió algo mas tenso, el peli-azabache bajo la cabeza y la oji-jade se sintió algo mal al ver el trato del padre del Uchiha, supuso que esa era la realidad que tenían que vivir ahí, hasta que Mikoto hablo.

-Pero bueno… dejando eso, Sasuke –Llamó este levanto la cabeza nuevamente y la miro- ¿Te gusta Sakura-chan para prometida? –Le preguntó directamente, él se contrajo y se sonrojo de golpe, le pasaba mucho y se estaba poniendo algo irritable con eso.

-N… -Iba a decir algo hiriente a la peli-rosa, a sus padres, y delante de su familia, lo sabía, se conocía a sí mismo, trago saliva al ver la mirada asesina de su hermano diciéndole "Ni se te ocurra decir algo estúpido" –N—no sé…

-Uhmm –Dijo con simplicidad y miró a su madre- ¿Qué tal si hacemos algo? - Le miraron interesados- Qué les parece si… ¿Sakura-chan se queda aquí unos días para que se conozcan mejor? Así Sasuke podría decidir si la quiere de prometida –Alzó las manos de forma abierta, con gesto amable- Claro si ustedes quieren… -Murmuró por lo bajo, el azabache abrió la boca para replicar y se enmudeció al sentir un pellizco de parte de su madre por debajo de la mesa.

-¿Qué dices Tsunade? –Preguntó mirándola contrariado, sabía que estaba indecisa, su hija era el tesoro mas preciado para ella y para él también- Seria un honor si Sakura se casase con un Uchiha, si el príncipe lo decide así… -Musitó por lo bajo.

-Pero… -Bajó la mirada a su hija la cual estaba concentrada mirando al peli-azabache- Sakura-chan… ¿Te parece bien?

-¿Eh? –Alzó la cabeza para mirar a su madre, la cual tenia una mirada confusa en el rostro- P—pues si a Sasuke-san le parece bien… -Susurró por lo bajo mirándolo por el rabillo del ojo, este se tensó- Por mi… no hay problema madre.

-¿Entonces qué dices Sasuke? –Preguntó mirando a su hijo con una sonrisa.

-Hmp… -Emitió simplemente- Hagan lo que quieran.

-Bueno eso es un sí -Miró a su hermano alzando las cejas irónico- Tendremos a Sakura-chan unos días en casa.


Comentarios de la autora: ¡Hola gente bonita! Espero que estén todos bien, y sí, les he traído un nuevo fic SasuSaku, este está en un mundo alterno, nació de un sueño que tuve y quise llevarlo al papel (bueno… computador), espero tenga buena recepción y sea de su agrado (Y si quieren me dejan algún r/r para saberlo).

Espero les guste y veré si es de su gusto como para seguirlo, eso sería todo ¡Cuídense!

Sasori para tod:s

Sakumi Miyazaki.


[1] (Dios en esos tiempos)

[2] También se conoce como Rizkor es la habilidad de pelear de una forma que puede repeler Hechizos con algunos movimientos específicos y también una forma de combate compleja.