Too Lost To Be Saved?

~~By Karumi

Am I too lost to be saved?

La pelirroja se repitió la misma frase todo el día, mientras caminaba por las familiares estancias de aquella casa que conocía desde siempre. La presión de ser la primera hija de Héroes de Guerra, de haber demostrado —sin quererlo siquiera— una inteligencia prodigiosa y enormemente parecida a la de su madre, como sus abuelos recitaban constantemente. Amaba a su familia, pero no podía más que odiarlos un poco, con ese afán adolescente tan natural a los quince años, cuando le recordaban lo parecida que era a Hermione Weasley.

Porque, demonios galopantes, vaya que se parecía.

Sin embargo, a pesar de parecerse tanto, tenía que decir que su carácter era bastante similar al de tía Ginny: terca, fuerte, empecinada en ser tratada en pie de igualdad con la multitud de primos que tenía, quienes eran sus compañeros de juegos en su infancia. Más que nada por terquedad venció el natural miedo que sentía a las alturas, y a los nueve años se vio disfrutando del vuelo en escoba junto a su padre y tío Harry, mientras su madre la miraba desde el suelo con los ojos levemente dilatados. Sabía que la aterraba ver a su niña en esas alturas, pero… ¿Era necesario tanto escándalo? Estaba con los dos hombres que seguramente darían su vida por ella, no era preciso tanto escándalo.

No era necesario.

Escuchó la risa franca de su padre en el jardín, mientras algo se cocinaba en el horno. Ronald Weasley, padre de familia, esposo celoso, pero aún así su hombre favorito en el universo. La voz de Hermione Weasley, suave aunque ligeramente exasperada, le contestaba a su marido el por qué de su afán de cocinar a lo muggle… por supuesto, también amaba a su mamá, la única que realmente sería amable con ella cuando lo supiera, la única que trataría de entender. Sabía que se parecía mucho a ella y, aunque la idea a veces la hastiara, no podía sentirse más orgullosa.

- ¡Rosie! ¿Vas a salir esta tarde?

Un "no" claro y conciso. No quería moverse de casa, no ahora que se sentía tan vulnerable. La historia de la Segunda Guerra había sido censurada para sus infancias, las de todos. No fue hasta que se hicieron mayores, generalmente cuando comenzaron a preguntar por qué sus apellidos eran famosos, que comenzaron a saber más detalles: por ejemplo, por qué tío Bill tenía esas cicatrices en el rostro y comía la carne preferentemente casi cruda, o por qué exactamente a tío George le faltaba una oreja —ya a los seis años habían desechado la versión de tío George, quien les decía todos los años que había sido una lucha brutal con un gnomo de jardín al cual había acorralado para hacerlo el tradicional ángel del árbol de navidad—. Por supuesto, sabían lo primordial: Lord Voldemort, un mago bastante malo, había sido derrotado por el mismo tío Harry. La historia estaba descrita en varios libros de historia y era parte importante del cuarto año de Historia de la Magia, pero habían detalles… habían detalles que ellos no conocieron sino hasta que comenzaron a preguntar demasiado.

Y a ella, la noche anterior, le habían contado bastante de lo que realmente había pasado.

Siempre había sido más curiosa que su hermano. Hugo se dedicaba a jugar con la consola que le compró Hermione por su cumpleaños y a tramar cosas con Lily, pero a Rose ese año le había entrado toda la curiosidad por saber qué demonios había pasado realmente en la Guerra, y sobre todo, debía admitir, qué hacía que las palabras de su padre hacia los Malfoy fueran tan despectivas.

Sí, su interés principal era por Scorpius Malfoy. Necesitaba saber qué habían hecho sus padres para que Ron Weasley lo odiara tanto. Y al fin lo había descubierto. Después de un interrogatorio exhaustivo a sus padres una vez Hugo se encerró a jugar en su cuarto y después de unos cuantos regaños de su padre por intrusa, su madre accedió a contarle —a grandes rasgos— un poco de lo que había pasado.

Podía recordar sus palabras como si se las estuviera susurrando en ese momento.

- Hija, primero debes saber que nosotros… tu padre, tu tío Harry, yo misma, los Weasley, Neville, Luna y muchos otros… todos, en ese momento tuvimos que escoger. Los Weasley, Neville, Luna… ellos tenían elección: eran sangres limpia, de familias puras. Yo estaba condenada, tus abuelos son muggle, Harry estaba condenado.

- Pero tío Harry…

- Sus padres eran magos, pero lord Voldemort había decidido marcarlo para siempre, ya que pensó que una profecía lo designaba a él como "el único con el poder" para vencerlo. Es un asunto complicado que no vale la pena que entiendas aún…

- ¡Pero, mamá!

- Aún no, Rosie —Hermione se sacudió un poco los recuerdos y tomó la mano de su esposo, quien miraba preocupado a su hija—. En nuestro último año en Hogwarts, Harry, tu padre y yo nos fugamos, nos convertimos en proscritos, a pesar de que, como te dije, tu tío Harry y yo ya lo éramos; era eso o morir. Pasamos por muchas cosas… como te dije, muchos pudieron elegir, pero no lo hicieron. Incluso recuerdo… recuerdo que a Neville le dieron la posibilidad de rendirse, de sobrevivir, de salvar a su abuela… no lo hizo. Sin embargo, no todos decidieron pelear, muchos peleaban de su lado o, simplemente, buscaban salvar a los suyos.

- Jamás los perdonaré, Rosie —Jamás había escuchado la voz de su padre tan contenida, tan… fuera de él—. Jamás perdonaré a los que lo hicieron. Mataron a mi hermano en la batalla de Hogwarts…

Rose lo sabía. En el castillo se elevaba un monumento, muy cerca de la tumba de Albus Dumbledore, donde estaban escritos los nombres de poco más de medio centenar de personas, todos aquellos que habían muerto en la última batalla contra Voldemort. Su tío Fred estaba ahí, al igual que los padres de Teddy y tantos otros.

- …y torturaron a tu madre en la mansión Malfoy.

- ¡Ron!

La mirada escandalizada de Hermione dejó claro que ella no pretendía dar esa información. Rose apenas pudo musitar un débil "qué" por la sorpresa. Sabía que los Malfoy habían sido una familia mortífaga, pero también había leído los reportes donde tío Harry testificaba a su favor después de la batalla, declarando la ayuda de Narcissa Malfoy… no le cuadraba, de verdad que no lo entendía.

- Pero… yo creí…

- Bellatrix Black torturó a tu madre frente a esas alimañas, ninguno hizo nada y después andaban detrás de Harry rogándole clemencia, que declarara…

- Sabes que de no ser por Narcissa Malfoy, Harry probablemente no habría logrado nada de lo que logró. Y, Ron, no quiero volver a tocar ese tema.

El tono de su madre era definitivo, y el pelirrojo se levantó a la cocina dejando a madre e hija solas. Desde entonces, a pesar de las palabras de Hermione sobre algunas otras anécdotas de la Guerra, no pudo evitar entender un poco a su padre por el rencor que le guardaba a los Malfoy en particular, aunque otro lado de su cerebro le gritaba que era una soberana estupidez. Se sentía atrapada, sabiendo de alguna manera u otra que estaba condenada a un camino difícil.

Am I too lost to be saved?

Sí, estaba lo bastante perdida para no poder ser salvada. Porque aún a pesar de las palabras de su padre, aún a pesar de saber que no sería fácil… inevitablemente ya sabía que había hecho los cálculos para saber con el apoyo de cuántos contaba. Y aunque el hombre más importante de su vida iba a estar en contra de su decisión, tenía que demostrarles que ella no era igual que Hermione Weasley y, lo más importante, que ella sabía que Scorpius Malfoy no era un Malfoy más, por mucho que estuviera en Slytherin. Quizá daría de qué hablar el que la hija de dos Héroes de Guerra se paseara de la mano o se besara públicamente con un reconocido hijo de mortífagos, pero… ¿Acaso eso importaba?

¿Y a quién demonios le importaba, si era ella la que se iba a besar con él?

Ya podía imaginar la cara de incredulidad de James, pero era más entretenido imaginarlo a él… el grito de "Un Slytherin" ya sonaba en sus oídos, y le causaba un enorme placer hacerlo enojar cuando generalmente era al revés.

Sí, le esperaban unas vacaciones muy interesantes; aunque, por lo pronto, sólo pudo salir y abrazar a su mamá, viendo a Hugo jugar con su padre con una Quaffle en el jardín cercado y riendo a carcajadas.


N/A:

Hola! Creo que jamás he dejado nota de la autora en... las dos historias que llevo publicadas aquí, aunque eran bajo el nombre "Katurra" xD... he aquí la primera nota. Bueno, la historia surgió de la inspiración divina mientras estudiaba y escuchaba Tourniquet, de Evanescence... reconocerán la frase xD. Un poquito de cómo me imagino la vida de Rose Weasley... es un tanto apresurado, quizá lo continúe... ustedes dirán si creen que merece la pena ^^... ojala se hayan entretenido un poco leyendo esto... cuídense! ya ne! ^^