Parte X
Quizás esto es el adiós
"El profesor Lupin renunció," dijo Harry con tristeza, mientras él y Arthur caminaban por la orilla de lago, cerca de donde estaban el resto de sus amigos.
"Lamentable," dijo Arthur. "Era un gran profesor."
Harry asintió. "Oh, y la profesora Trelawney hizo una verdadera predicción el día que Pettigrew escapó," añadió. "Dijo que 'el sirviente del Señor Tenebroso' escaparía y lo ayudaría a convertirse en algo 'más grande y terrible que nunca.'."
Arthur lo miró intensamente. "Pettigrew escapó." Repitió.
"Sí." Harry miró el lago. "Una vez que Pettigrew fuera encerrado, Sirius habría sido libre. Me habría ido y viviría con él. Era mi padrino."
Arthur sonrió. "Es una pena. Escuché que no te gusta vivir con tus tíos."
"Podrías decirlo así," Harry rió secamente. "Me pregunto donde se habrá ido el apestoso de Pettigrew… si habrá encontrado ya a Voldemort…" suspiró.
"Tenía curiosidad," dijo Arthur cambiando el tema, "Sobre el horario de Hermione. Todos decían que su horario era imposible, ¿cómo ha estado asistiendo a todas sus clases?"
"Viajando en el tiempo," respondió Harry. "Tiene un giratiempo. No le digas a nadie, de hecho."
Los ojos de Arthur se abrieron. "¿Un verdadero giratiempo?" Harry asintió.
"Sí, así fue como ayudamos a Buckbeak a escapar." Ante la mirada asombrada de Arthur, Harry sonrió. "Sí. Tú y Alfred estaban inconscientes, pero Francis me vio a mí y a Hermione volver en el tiempo tres horas, para salvar a Buckbeak, y después Sirius voló con Buckbeak… eso es lo que realmente pasó. No creas las otras historias."
"¿Por qué creería en rumores?" rió Arthur. "La verdad siempre es más interesante."
…
"¡La Copa de Quidditch es este verano!" Ron estaba diciendo cuando Arthur, Alfred, Francis y Nataliya se sentaron en el compartimiento de él, Harry y Hermione. "Harry, tienes que venir y quedarte con nosotros. Papá puede conseguir boletos en el trabajo; ¡iremos a verla!"
"Probablemente yo también pueda pedirle boletos a Erin," añadió Arthur. Se volvió hacia Francis, Nataliya y Alfred. "Ustedes tres deberían venir y quedarse en mi casa. No es tan grande como la de Francis, y quizás tengamos que apretarnos un poco, pero creo que puedo alojarlos a los tres."
"Eso sería grandioso," dijo Nataliya, sonriendo.
Era tarde cuando de repente Hermione vio a la lechuza. "¿Harry, qué es eso afuera de la ventana?"
Harry se levantó y abrió la ventana, dejando entrar a la pequeña lechuza de color gris dentro del compartimiento. Tomó la carta- que era demasiado grande para ella- y la abrió.
"¡Es de Sirius!" dijo en voz alta.
"¡léela!" dijo Alfred.
Harry leyó la carta entusiasmado.
"Te dije que él había enviado la Saeta," dijo Hermione triunfante cuando él terminó. Harry buscó dentro del envoltorio y sacó otro pedazo de pergamino.
"¡Demonios!" gritó. "¡Esto será suficiente para Dumbledore!"
"¿Qué?" Arthur tomó el pergamino. Leyó:
Yo, Sirius Black, padrino de Harry Potter, autorizo a mi ahijado para visitar Hogsmeade los fines de semana.
"¡Eso es genial!" exclamó Alfred. "¡Ahora puedes ir a tomar cerveza de mantequilla y visitar Honeydukes con nosotros!"
Harry, Ron y Hermione se miraron culpables. "De hecho, ya hice eso," dijo Harry con una sonrisa tímida. Sacó de su túnica un pedazo de pergamino vacío.
"¿Cómo?" preguntó Nataliya, mirando de forma escéptica el pergamino.
"Juro que mis intenciones no son buenas," murmuró Harry, tocando el pergamino con la punta de su varita.
Arthur jadeó. "Los señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta, proveedores de ayuda para los magos revoltosos, están orgullosos de presentar el Mapa del Merodeador," leyó. "¿Es un mapa de Hogwarts?"
"Con pasadizos secretos a Hogsmeade," dijo Ron, con una sonrisa de medio lado.
"El mapa no puede mentir," añadió Hermione, "y puede ver a las personas invisibles o disfrazadas."
"Y animagos," finalizó Harry. "Así es como he podido ir a Hogsmeade. Este mapa lo escribieron Lupin, Pettigrew, Sirius y mi padre cuando estaban en Hogwarts."
"¡Increíble!" jadeó Alfred. "¡eso es genial! ¡Eran amigos y todo!"
"¿Tu padre era un animago?" preguntó Arthur. Harry asintió.
"Lo que me recuerda," dijo Hermione después de un rato, "Todavía no hemos visto tu forma de animago."
Ron, mientras tanto, estaba leyendo la carta. "Espera, hay una post data," dijo de repente. "Genial. ¿Puedo quedarme esta lechuza?" la pequeña lechuza estaba ululando.
Ron tomó la lechuza y la sostuvo frente a Crookshanks para que la olfateara. "¿Qué crees? ¿Definitivamente una lechuza?"
Crookshanks ronroneó. Ron sonrió. "Bien, es mía."
Arthur sonrió. "¿Quieren ver mi forma de animago ahora?" preguntó a todos en general. Cerró los ojos, dejando que la sensación mágica y agradable, se expandiera por su cuerpo.
Hubo jadeos y un gritito por parte de Hermione. Arthur parpadeó y la miró hacia arriba, moviendo su nariz con orgullo.
"¡Eres demasiado adorable!" exclamó Hermione, tomándolo.
"Es lo que todo el mundo dice," dijo Francis con una sonrisa de medio lado. "Pero es verdad."
Arthur cambió de repente a su forma humana, haciendo que Hermione gritara y todos los demás rieran.
"¡Eso fue innecesario, Arthur!" dijo Hermione mientras él volvía a su asiento. "¿Te registrarás ante el ministerio, cierto?"
Arthur asintió, haciendo que Ron preguntara, "¿pero dónde está la diversión en eso?"
…
"¡Te llamaré por lo de la Copa Mundial!" dijo Ron a Harry mientras llegaban a King's Cross.
"Alfred, tenemos que hablar sobre nosotros," dijo de repente Arthur, llevándose a Alfred lejos de sus padres, Matthew y Tiffany.
"Vas a romper conmigo," dijo Alfred inmediatamente, mientras caminaban por la plataforma.
Arthur se mordió el labio. "¿Quieres que lo haga?" preguntó.
Una lágrima rodó por la mejilla de Alfred. "Te amo, Arthur," susurró. "Pero tú amas a Francis."
"¿Qué?" La cara de Arthur se puso roja. "No, ese no es el asunto. Mira, no quiero que los dos nos presionemos y que pensemos que tenemos que hacer sacrificios y compromisos imposibles ¡sólo porque estamos saliendo! Es ridículo, en serio. Y me gustas mucho más como un amigo."
"¿Esto es una consecuencia de mis terribles habilidades para besar?" preguntó Alfred con una tímida sonrisa. Se veía tan hermoso contra la luz de la tarde sobre la plataforma- le rompía el corazón a Arthur.
"No, por supuesto que no. Estuviste genial, en serio. Pero quizás tenemos que dejar que la relación se enfríe un poco, ¿está bien? Eres mi mejor amigo, y te adoro por eso."
Se abrazaron. Alfred lloró en el hombro de Arthur, y Arthur se dio cuenta de que estaba haciendo lo mismo.
"Extrañaré besarte," dijo Alfred, con una sonrisa con lágrimas.
"Bueno, quien sabe… quizás en el futuro estaremos junto de nuevo." Arthur tomó su mano con gentileza. "Ven a quedarte conmigo en el verano, ¿está bien? Iremos a ver la Copa Mundial con Francis y Nat. Sin Tiffanies alrededor."
Alfred rió. "Eso me encantaría."
FIN DEL CUARTO AÑO.
Nota: Lo lamento, pero esto va leeento, muy lento… ¡Hasta ahora queda en stand-by pues no sé si pueda continuar!