Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. Yo sólo juego con ellos.
La trama es mía.
Summary:Bella no es fanática del actor Edward Cullen, en una conferencia con él ella le dice ególatra, y el no se quedará con las ganas de que esa hermosa morena le diga así. ¿Qué hará? Pues demandarla. Quienes juzgan, las fanáticas.
Canción recomendada: Fall in love with you – Backstreet Boys (watch?v=cMdulFD2NSA&feature=related)
La vida sigue:
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Estaba acostada en mi cama, sola y triste. Ya no tenía aquellos felinos ojos para observar. ¿Por qué no le confesé lo que sentía? Tonta.
La puerta de la habitación se abrió y entre risitas entró Ángela. Aunque no la veía, sabía que me estaba mirando con compasión.
—No me mires así Ang —le reproché. Ella se sentó en la punta de la cama y me acarició la cabeza como lo hacía mamá cuando yo estaba triste. Mi mente rápidamente viajó a la tarde que pase con él. No quería llorar, debía ser fuerte.
Una hora se fue volando, y Ángela se levantó para arreglarse para el baile de esta noche.
Tocaron la puerta, me levante a abrir. Era Mike, con una sonrisa radiante en el rostro.
—¿Qué haces aquí? —le pregunté. Sabía que hacía, pero trataba de evitarlo.
Él trato de sonreírme "coquetamente", falló, y le invité a pasar. Sabía también que él pensaba que estaba "engatusándome" con sus fallidas técnicas de galantería.
—¿Y? —le incité a que me contestará la pregunta anterior. Él sentó en la cama, y palmeó a el lugar vació. Suspire resignada.
—Bella —comenzó —, verás yo tenía planeado invitarte al baile —otra vez no. Está era la cuarta vez que Mike lo intentaba, y yo siempre lo rechazaba porque sabía que a Jessica aún le gustaba, además Mike no era mi tipo.
Y me dio un tremendo discurso del porque yo debía ir al baile con él. Aquella actitud me recordaba al antiguo Edward.
—Mike, no iré al baile contigo, además sé que Jess quiere —le traté de decir en el tono más comprensivo. Él asintió y antes de salir volteó y me dijo:
—Igual ve, para que no estés sola —y se fue sin más.
Me relaje en la cama, y mi mente comenzó nuevamente a repasar los momentos con él. Supongo que Edward estará en una nueva película, hasta quizás sacó un disco musical, cantaba bien.
Amigos, odio esa palabra, me mata en vida. Sé que parezco esas patéticas adolescentes resignadas por que sus novios las patearon, pero él no era mi novio, aun así lo amaba o más bien amo.
Mi desición estaba lista, iría al baile, total la pasaría bien con mis amigos.
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—¡Dios te ves tan lindo! —gritó Alice emocionada. Rió y secó una lágrima imaginaria. Me observé en el espejo, y una gran sonrisa apareció en mi rostro.
Lo había decidido desde que ella se fue por aquella puerta. Hoy comenzaría mi nueva vida, por eso mi sonrisa.
Baje a la sala, y estaba toda mi familia. Esme sonreí como en el día de mi graduación, Carlisle también tenía esa sonrisa radiante al igual que el resto. Al parecer todos estaban felices con la decisión, después de meses de tristeza, hoy por fin encontraba la felicidad con esa chica, la que había conocido.
—Edward, hijo —comenzó mi madre —, estoy tan feliz por ti. ¿Será una nueva Cullen? —no pude evitar rodar los ojos ante el comentario.
—Mamá, aún no es mi prometida, sólo es mi novia —le contesté con una risita. Alice, jaló de mi brazo y me sacó a rastras de la casa, apenas me pude despedir.
—Date prisa Romeo, tu novia te espera —me regaño la duende.
Me despedí de Alice, y partí a buscarla. Cuando por fin llegué, hice caso omiso a la personas que me observaban.
Tomé mi celular, y le mandé un texto cuando la vi. Se veía hermosa, como siempre.
"Te estoy esperando, voltéate amor".
Vi cuando tomó el celular, y leyó el mensaje, su rostro se ilumino, volteó y me vio. Una sonrisa se radiante apareció en su rostro. Caminó lentamente hacía mi, y me abrazó.
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Estaba en sus brazos, no lo podía creer. Edward estaba aquí. Su abrazó se hizo más fuerte.
Cuando nos separamos, me miró a los ojos. No puedo creer aún que este aquí, debe ser un sueño.
—No es un sueño, Bella —lo miré sin comprender. Él rió.
—Veo la duda en tus ojos, cariño —mis piernas ya flaqueaban. Él jaló de mi brazo suavemente y me sacó del baile.
Bajó un árbol ambos bailábamos, Edward llevaba el ritmo y yo sólo me dejaba guiar por sus perfectos y rítmicos pasos.
—No sabes cuanto te he extrañado —me susurró al oído. Yo también lo había extrañado, y hasta había llorado como una tonta por su culpa.
—Yo también, y lloré por tu culpa —le reproché en broma. Él beso mi mejilla, y me abrazó, este era un momento tan intimo.
Nuestras miradas se mezclaron, chocolate con menta, una combinación perfecta. Su cálido chocó contra mis labios, y la unión de ellos fue inevitable. Sus labios se acoplaron al instante, y el beso fue de película. Sólo faltaba la lluvia.
—Te quiero, te adoro y te amo, ¿lo sabes? —preguntó él. A modo de respuesta uní nuevamente mis labios con los de él.
—Eres mi novia, ¿no? —me reí, él rodó los ojos, tomó mis manos y me obligó a mirarlo. —¿Bella, te amo, quieres ser mi novia? —no le diría que no, aunque su propuesta no fue tan romántica como creía, pero era Edward no le pediría más.
Edward tomó de mi mano, caminamos bajo la estrellada noche los dos juntos, como debía ser.
¡Hola! Lo sé, me he demorada demasiado, bueno aquí está el epilogo, espero que les haya gustado. Y gracias por leerme, son la mejores. Sin ustedes no soy nada.
Dudas o aclaraciones:
1.- Edward dice su novia, por que el es muy seguro de mi sí mismo y sabe que Bella será su novia.
LiahDragga.