¡Buenos días a todos! Hoy os traigo un fic titulado "La Luna", que transcurrirá en una sola noche, y será narrada según el punto de vista de cada integrante de las distintas parejas que he elegido.
Cada capítulo será un oneshot/drabble en primera persona, y a cada capítulo le corresponde una pareja. Espero que os guste ^^.

Advertencia: Este es un fanfic mayoritariamente Yaoi (relación chico-chico), de contenido explícito, si no gustas, no leas.
Parejas:
Dégel x Kardia; Minos x Albafica; Defteros x Asmita; El Cid x Sísypho; Dohko x Shion.
Spoilers: Del manga, lucha contra los cuatro dioses del sueño
Disclaimer: Ni Saint Seiya: The Lost Canvas Meio Shinwa ni ninguno de sus personajes me pertenece; son propiedad de Masami Kurumada y Shiori Teshirogi


Sísipho

La Luna acababa de salir, una luna llena que relucía en el firmamento. Recuerdo al verla la luz del potente Sol que nos bañaba, todas nuestras aquellas andanzas bajo el ardiente calor.
Tantas cosas, tantas sensaciones...Recuerdos de días pasados llenan mi mente:

"-¿Debemos seguir? - Te pregunté fatigado
-Sólo un poco más.- Tú, tan parco en palabras como siempre. Esa era nuestra primera misión y allí estaba yo, desmayándome por el calor en nuestro primer viaje juntos.
Allí comenzó todo.
Me desperté en un lugar oscuro y fresco, ahí estabas tú, cuidándome; siempre has sido tú quien ha cuidado de mí, y no yo de tí, incluso hasta el final. Me empapabas el rostro con agua cristalina.
-Es normal, no te preocupes, el Sol de Grecia calienta mucho menos que el de España."

No fué hasta años más tarde que conseguí sonsacarte un poco más las palabras. Pronto aprendí a valorar tus silencios, y a comprender que aunque no hablaras mucho, tus palabras eran siempre sabias y justas. Justicia, tu lema personal, esa dama a la que dedicaste tu vida, esa dama contra la que, tanto tú como yo teníamos que competir.
Otro recuerdo, otro viaje:

"-Aquí es, vamos.- me señalaste una cabaña. Nuestro trabajo había concluído, pero como nos sorprendió la noche, decidimos pasarla en una cabaña de leñadores que habías encontrado explorando el perímetro.
Entramos en ella. Esa fué la primera vez que nos quedamos absortos de la charla, cautivados con la presencia del otro, me acariciaste el rostro con delicadeza y me sonreíste. Creo que ése fué el día que nos enamoramos."

Poco después compartimos otro viaje:
"-Dime ¿Por qué El Cid?.- mi curiosidad pudo mucho ése día.
-El Cid es un personaje de un romancero de mi tierra, su nombre es Rodrigo Díaz de Vivar; fué un héroe de la reconquista y combatió contra los árabes impartiendo justicia.
-Ajá, entonces, ése no es tu nombre ¿Cierto?, Dime ¿Cómo te llamas?
Me volviste la espalda, un poco molesto. Me disculpé como pude, lo último que quería era que te enfadaras conmigo, te dije lo importante que eras para mí, y en ése momento, te giraste.
Besaste mis labios, por primera vez, y cuando los separaste de mí me susurraste: Rodrigo..."

Rodrigo...Ése nombre que, por temor a que me lo robaran nunca dije en voz alta, salvo en las ocasiones en que me hiciste el amor con pasión y ternura, y que ahora repito en mi mente una y otra vez, esperando que te llegue, allá donde estés.
Fuiste a buscarme al Reino de los Sueños, despertándome de mi letargo eterno, e incluso diste tu vida para derrotar a los cuatro del sueño. ¿Cómo olvidarte amigo?¿Cómo cumplir mi misión?

Mi mente me dice que ésto está mal, que no debo venerarte ni amarte más que a mi propia Diosa, pero cómo negarme a tí cuando nuestros corazones laten al unísono.

El Cid

La Luna acababa de salir, una luna llena que relucía en el firmamento. Recuerdo al verla la luz que emanaba de tí bajo el potente Sol que nos bañaba, todas nuestras aquellas andanzas bajo el ardiente calor.
Tantas cosas, tantas sensaciones...Recuerdos de días pasados llenan mi mente:

"-¿Debemos seguir?- Se te veía fatigado.
-Sólo un poco más.- Recuerdo que no me gustaba hablar; de repente, te desmayaste. Fué el primer susto que me diste. Corrí a tí, y te llevé en brazos hasta un lugar fresco en la sombra, cogí agua de un arroyo cercano y tomándola en mis manos te la mojaba poco a poco. Despertaste, la vergüenza te corroía, y por primera vez sentí de decir a alguien algo que le hiciera sentir bien.
-Es normal, no te preocupes, el Sol de Grecia calienta mucho menos que el de España."

No fué hasta años más tarde que conseguí confiar en tí un poco más, y relajarme en tu presencia; pronto aprendí que bajo ésa fachada vivaracha y despreocupada se escondía una persona sabia y justa. .Justicia, tu lema personal, esa dama a la que dedicaste tu vida, esa dama contra la que, tanto tú como yo teníamos que competir.
Otro recuerdo, otro viaje:

"-Aquí es, vamos.- te señalé una cabaña. Nuestro trabajo había concluído, pero como nos sorprendió la noche, decidimos pasarla en una cabaña de leñadores que había encontrado explorando el perímetro.
Entramos en ella. Ésa fué la primera noche que ví realmente lo que guardaba tu corazón, calidez, ternura, sueños alcanzables e inalcanzables; ésa noche, me enamoré de tí."

Poco después compartimos otro viaje:
"-Dime ¿Por qué El Cid?.- creo que ése día tu curiosidad era más fuerte que tú.
-El Cid es un personaje de un romancero de mi tierra, su nombre es Rodrigo Díaz de Vivar; fué un héroe de la reconquista y combatió contra los árabes impartiendo justicia.
-Ajá, entonces, ése no es tu nombre ¿Cierto?, Dime ¿Cómo te llamas?
Me molestó, me traía malos recuerdos. Te volví la espalda y mi corazón comenzó a alejarse de tí, hasta que escuché tus súplicas, tus lo siento, las palabras que decían "Te amo" sin decirlo. en ése momento me giré sin dudar.
Besé tus gentiles labios, por primera vez, y sentí que podía confiarte mi nombre y mi corazón: Rodrigo..."

Rodrigo...Ése nombre que nunca he compartido con nadie excepto contigo, y que nunca volví a oír, a excepción de las noches en que te hacía el amor, con todo mi corazón y cada fibra de mi ser, y que ahora me llega a Cocitos pronunciado por la dulce voz de tu mente.

Tú me enseñaste a amar, me amaste; te fuí a buscar hasta al mismísimo Reino del Sueño, a pesar de que Athena ya se encargaba de ello personalmente. ¿Cómo olvidarte amigo?¿Cómo cumplir mi misión?

Mi mente me dice que ésto está mal, que no debo venerarte ni amarte más que a mi propia Diosa, pero cómo negarme a tí cuando nuestros corazones laten al unísono.


Tardé MUCHO más de lo que pretendía, entre mi inspiración nula (no os podéis hacer idea de el trabajo que me costó) el graciosillo de mi hermano (que le cambió la contraseña al ordenador) y la imposibilidad de juntarlos porque éso sería una paradoja temporal (cuando Tenma está entrenando con Defteros y Kardia y Dégel van hacia Bluegrad El Cid ya habia muerto) el trabajillo ha sido tremendo, pero aquí está, para que lo disfrutéis! (Y acabéeeee, se me atragantó esta pareja, y mira que me gustan)

La idea de que el nombre real de "El Cid" sea Rodrigo (que supongo que no hará falta explicar quién es ni qué es el cantar de mio cid) la saqué del fanfic homónimo de Stardust, me pareció una cosa interesante y curiosa.

Especiales saludos a beautiful-sadness, To Midnight, Derama17 (y no me canso de decir que les leáis también porque escriben divinamente ;) ) y a Kana